“ATTE: QUIEN MAS TE AMA.”
Hola, tal vez tu no me conozcas…
Pero yo a ti sí y de una mejor forma de la que cabría esperarse.
Pero me estoy adelantando mucho, comencemos por el principio…
Mi vida siempre ha sido una existencia banal e inapropiada en el mundo, aún era un niño y ya sabía que algo malo debía de haber en mí, no sé cómo explicarlo, solo que todo era demasiado aburrido, demasiado hueco, nada realmente me motivaba, únicamente realizaba lo que debía ser hecho sin ningún apego real, por ello los otros niños de mi edad me evitaban, tal vez por eso incluso mi madre me evitaba, tal vez ella veía eso que yo trataba de esconder en las profundidades, algo indescriptible que le causaba tal horror que siempre trato de ignorarme.
Pero eso está bien, porque incluso si yo crecí sin su cuidado real siempre fui un niño muy maduro que podía hacerse cargo de sí mismo.
No puedo catalogarme como una buena persona ya que no lo soy, eso no está en mi naturaleza, he hecho mil cosas atroces e inhumanas que podrían horrorizar a más de uno y por ello estoy condenado al fuego eterno.
Pero basta de tonterías, mis pecados son demasiados y el papel poco, ahora te contare sobre como llegue a conocerte.
Hace un año estaba pasando por una situación muy difícil en mi vida, con la muerte de mi padre lo había perdido todo: mi razón de vida, mi esperanza, mis sueños, mi cordura y mi alma.
No conocía muy bien al hombre, para el solo fui su heredero, al que debía obligar a llevar el peso de la empresa, una extensión de el para que pudiera continuar sus propósitos. Propósitos a los que me aferre como si fueran míos.
Una vez que la junta de accionarios me hecho quede sin propósitos.
Entonces decidí que lo mejor sería terminar con esta inútil existencia, dejarme caer lenta y dolorosamente, deje de comer, abandone el trabajo de segunda que me ofrecieron, vendí mi casa, tire mi auto a un precipicio, compre muchas botellas de licor y me tire en un hotelucho de tercera a morir ahogado en vino.
Solo cuatro días me duraron todas las botellas de vino, yo no sabía si ya me encontraba muerto o si seguía vivo.
Al séptimo día (uno como aquel en que dios termino el universo) me encontré demasiado sobrio como para soportarlo y demasiado quebrado como para pasar otra noche en ese hotel de mala muerte.
Nunca pensé que morirse resultara tan difícil.
Me maldije por no haberme aventado de un edificio, a las vías de un tren, por no haberme tomado raticida, o quemarme vivo dentro de la casa…pero la gran cobardía que aun habitaba en mi me lo impedía.
Ahora que lo pienso con calma tal vez yo realmente no quería morir, solo que le temía a no tener una razón para seguir viviendo…
Entonces salí a vagar por las calles, sin un centavo en los bolsillos, camine, camine y camine para ver a donde me llevaba el maldito destino.
Hasta que las piernas no lo soportaron más y caí rendido ante las puertas abiertas de una iglesia.
Nunca antes había sido una persona religiosa, pero en ese momento realmente creí…
Que dios o el diablo (incluso tal vez la muerte) me había mandado un señal…
De adentro de la iglesia se escuchaba una voz celestial, una voz que me conmovió tanto que de pronto mis ojos no paraban de llorar…
Con la poca fuerza que aun tenia me arrastre hasta el interior oculto entre las bancas y los ramos de flores…
Hay estabas tú…mi ángel de Salvación.
Te encontré tocando el órgano y acompañándolo con tu hermosa voz, inmediatamente quede cautivado por tu belleza; tus cabellos castaños tan lacios, tu piel blanca y pura como el mármol, tus ojos azules que brillaban místicamente con la luz de la luna, tu melodioso canto…
Todo absolutamente todo de ti me cautivo…
Solo después de recuperar la respiración pude darme cuenta de que eras un chico y que aunque eras tan joven llevabas puesta una sotana de cura…
Eras el sacerdote de la iglesia.
Eras flor inmaculada bajo la mística luz…
Aun así en ese momento no pude razonar otra cosa
“Lo Quiero!!!Lo Quiero!!! Quiero Abrazarlo Para Nunca Más Dejarlo Ir!!!, Quiero A Esa Persona Para Mí, Debe Ser MIO”
Mi mente estaba eclipsada por tu presencia divina, era como ver la luna entre la oscuridad y haber quedado ofuscado por ella, entonces me concentre en tu imagen y me olvide de todo…
Absolutamente todo, mi mundo eres tú y solo tú.
Me olvide de todos mis dolores, mis sueños desboronados, mis lágrimas, mi vida anterior, mi coraje, mis pecados...en el vacío de mi alma solo hubo espacio para ti.
Te amo como solo los locos aman, como solo los demonios del averno pueden anhelar a los ángeles en el cielo, te amo con lo más prohibido y con lo más sublime, te amo al borde de la muerte, de la vida, de la desesperación, de la locura, del cariño y la paz.
Dentro de mí una extraña tranquilidad me abrazo el alma, entonces si decidí retirarme…
Regresaría muy pronto a verte.
Después de esa noche a duras penas logre salir adelante, regrese al trabajo, rehíce mi vida, me compre una casa grande cerca de tu iglesia, voy todos los días a misa, escucho tus palabra y canto fuerte.
Al final de la misa soy siempre el primero en recibir tu bendición y besarte las manos respondiendo
“Dios lo bendiga a usted también padre…”
Hoy en día tengo un mejor trabajo y estoy a punto de formar mi propia empresa, es una lástima la misteriosa muerte de toda una firma de abogados, suerte para mí que se encontró el testamento de mi padre…aunque eso realmente no importa mucho.
Yo me siento sin importancia e inútil porque no te tengo conmigo.
Después de todo, tu existencia es la que me da sentido...
Sé que cuando leas esta carta vas a pensar mil cosas atroces de mí, que seguramente me veras con miedo y asco; pero no te asustes amor mío que yo antes preferiría suicidarme (o matar a alguien en su defecto) que lastimar uno solo de tus preciosos cabellos castaños…
Soy tu guardián cariño, aquel que vela tus pasos cuando regresas tarde de la casa de algún fiel, aquel que desaparece a las viudas que se acercan demasiado durante el funeral, el misterioso donador para la remodelación de la capilla, soy la mano sobre tu descuidado hombro.
Soy tu guardián, soy tu mensajero mi señor.
Soy el culpable de todos esos cuerpos alrededor de la ciudad, nada importante; solo ladrones, violadores, traficantes de drogas, proxenetas, estafadores, nada de lo que podrían reparar tus amables plegarias.
Es mi trabajo mantener limpio donde tu estas mi amor.
Ni todas las palabras del mundo me sirven para describir la intensidad con la que te anhelo, porque es algo casi sobrenatural, es algo plenamente espiritual…
Esto solo puede ser DEVOCION.
Porque incluso en los abismos más oscuros…los seres más despreciables pueden sentir el amor como un la una cálida tortura, como la más divina gloria, haciéndoles recordar que están vivos
Atte: tu más fiel siervo, Quien Más Te Ama.