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En tus garras por Gabilliam is love

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Notas del fanfic:

Bueno... Es otra de mis locuras, ¡No se van a librar de mi tan facilmente!

Notas del capitulo:

 

Hola!!!

Bueno, aclaro que soy una gran fan de Fusanosuke, dibuja tan guau y sus mangas son mas guau!!

Giglio, Blue Nathanael, Zion no koeda, Sentiero, Facet, Hyakujitsu no bara y todos los lindos doujinshis de estos son para mi unas de las mejores cosas pervertidas que eh leido, y Close your eyes es uno de mis favoritos :D

A si que me atrevo a hacer un Sasunaru con esa tematica, y espero que les guste!!!

Enjoy!!!!

Afilando uno de sus ojos pudo notar el ligero movimiento entre las malezas, quitó su mirada y trató de divisar desde lo lejos; cosa que le fue imposible, colocándose silenciosamente regresó a mirar por la mirilla de su rifle, apróximadamente a unos cincuenta metros podía ver un ciervo de buen tamaño, era una manada de unos diez de ellos, fijo bien la posición del rifle y contento le colocó el silenciador de manera rápida. El animal a lo lejos levantó la cabeza vigilando el lugar, entonces se quedó quieto rogando por que el animal no lo ollera, este regresó a su trabajo de comer las hierbas abundantes en esos campos haciéndolo suspirar de alivio, se recostó en nueva cuenta sobre el suelo y miró por la mira colocándola en el cuello del animal, puso su dedo en el gatillo y contó hasta tres, cuando llegó a dicho número atrajo hacia hacia él gatillo, soportando la patada del arma se quedó quieto observando como el animal caía y los demás salían corriendo asustados. Tiró de la pequeña palanca a su izquierda y permitió sacar la funda de la bala y dejar paso a una nueva, susurró unas palabras de alegría y con mucha emoción tapó la mirilla para luego sacarle las patas de agarre y cargárselo al hombro. Se paró y miró hacia ambos lados, dejándose ir por el silencio que lo rodeaba, convencido retomó su camino hasta el animal tratando de estar atento a todos los sonidos, pero cuando fue a acercarse para llevárselo un pequeño sonido se escuchó a su izquierda y su pecho estuvo perforado por una bala de rifle.

A lo lejos el causante festejó y se acercó silenciosamente, miró el cuerpo tendido en el suelo que aun se movía suavemente, de su pierna derecha sacó un arma más pequeña que fue colocada en su frente.

-Lo siento, pero me temo que tengo que desearte las buenas noches, como eres un enemigo- un disparó sonó y el hombre estaba ya muerto, el más joven lo observó un poco disgustado, pero aun así se cargó el animal a una red y caminó en busca de su hogar.

A lo lejos observó el pequeño pero productivo pueblo, cargándose más comodamente el rifle siguió caminando hasta que el bosque terminó, entonces retomó una carrera algo asustado, nunca era seguro quedar tan expuesto en terrenos sin mucha vegetación alta y segura, después de todo era peligroso exponerse tanto en terrenos abiertos sabiendo que para "ellos" era más fácil poder agarrarte en esos lugares. Con mucha prisa sintió como llegaba cada vez más rápido, antes de imaginarlo y con una gran sonrisa llegó hasta donde estaban los aldeanos, que al ver el ciervo que había logrado encontrar, lo felicitaron y vitorearon.

-¡Tiene muy buen tamaño joven Namikaze!- gritaban mucho mientras caminaba con una sola idea en mente.

A lo lejos en una tienda comprando algunas frutas se hallaba su padre, que al verlo dibujo una sonrisa de orgullo en su rostro, moviendo sus costosas túnicas se acercó hasta el siendo observado por todos los presentes.

-Hijo, es enorme- dijo sonriendo contento, aun así este no sonrió solo sacó de su bolsillo del pecho una daga de color marrón, en ella había un símbolo muy odiado por todos, el líder de ese gran pueblo miró disgustado eso al igual que mucho hombres presentes-¿De donde lo sacaste?

-Estaba en mi zona de vijilancía papá.

-¿Lo has matado?

-Por supuesto, estaba a varios metros de mi, aun así no pudo ni sentirme- dejando que se llevaran al animal siguió con lo que decía-Traje el animal pensando que serviría de algo, pero me pareció raro que llegaran tan lejos, más sabiendo de "ellos"- varias personas dejaron salir un sonido de miedo, muchos de los soldados habían sido raptados los últimos meses además de mujeres que se iban de noche a morir-Papá creo que es hora de que me aventure un poco más a las tierras lejanas del norte, muchos comerciantes dicen ser atacados.

-No- dijo claro y algo enojado, su hijo lo miró con algo de enfado-Ya eh mandado muchos hombres.

-Por favor ya tengo diecinueve años, y se manejar el rifle desde los nueve, además se muchas formas de poder defenderme...- su padre pegó la vuelta dándole la espalda, dejando lucir las letras gravadas en rojo en su espalda, el menor rabió apretando sus dientes enojado.

-Si eso quieres, mañana se iran algunos hombres y creo que no tienen suficiente protección- luego se regresó a su hijo, mirándolo, con tristes ojos llenos de temor-Aun así no quiero que lo hagas, pero si es lo que quieres.

Muchos aldeanos se acercaron al joven para palmear su espalada trasmitiéndole confianza, este aun atónito por saber que su padre le había dicho eso, sonrió lleno de alegría.

...

Al entrar en su habitación una mujer lo esperaba con algunas toallas, en su rostro de podía apreciar el miedo, sonrió ligeramente mientras le pedía que volteara, logrando esto se sumergió en la tina y cerró la cortina.

-Naruto...- dijo la suave voz de la chica-¿Estas seguro de hacer esto?- el nombrado solo tiró su cabeza hacia atrás respirando tranquilo.

-Hinata... Estuve entrenando desde mi infancia para estar en una guerra, quiero proteger mi pueblo como lo hace mi padre, tengo que aprovechar mi juventud- rió ganando una pequeña sonrisa de la chica-Saldré mañana a la madrugada, déjame solo.

-No quiero- dijo abriendo la cortina, el rubio algo apenado por esa acción intentó cubrirse.

-¿¡Que haces!?- dijo exaltado.

-Naruto yo te...

-¡Sal Hinata, estoy desnudo!- la chica solo agachó la cabeza apenada mientras salía corriendo de la habitación.

Cuando estuvo solo suspiró aliviado, miró por la ventana y la agachó triste, su padre no quiso verlo, por lo que seguramente se iría sin poder verlo y hablar, respiró algo angustiado y salió con la intención de limpiar y organizar sus armas, en la mesa había varios libros y partes algo húmedecidas de ellas, se sentó en una cómoda silla y las comenzó a secar para luego ir armándolas con calma y sin apuro tal y como le habían enseñado.

Quizá era hora de explicar y repasar el mundo en el que vivía.

Desde los orígenes del mundo, los dragones y humanos han estado en profunda guerra, quizá esa era una de las razones por las cuales luchaban entre ellos, es decir, humanos contra humanos. Hay muchos lugares lo suficientemente buenos como para estar a salvo, pero como siempre un país poderoso se apodera de él, así sea para tener más ingresos o para poner una resistencia tanto para ayudar humanos, o para estar en contra de los de su misma raza, lo cual era costumbre.

Aun así una de las peores cosas eran que ellos, los dragones, tienen la costumbre de tomar forma humana y reproducirse con las mujeres, al ser mayormente atractivos; les es facil llegar hasta ellas, las cuales luego mueren o vivirán solo para estar con uno de ellos, y eso es algo que no se permite.

Konoha era un pueblo fuerte y sano del Sur, eran productivos y tenían una fuerte legión de soldados que daban su vida por protegerlo de pueblos más fuertes o más grandes. Minato Namikaze es actual rey, es alguien responsable por proteger a los suyos, consiguió ese puesto al matar con su propia espada un dragón, él que fue el causante de que su esposa quedara embarazada y luego muriera a causa de ello. Pero ambos habían tenido un hijo antes de esa desgracia, un muchacho fuerte y travieso que amaba entrenar para ser más fuerte y ser igual a su padre. Naruto Namikaze jamás había visto de cerca un dragón, solo escuchaba historias de ellos y los veía en pinturas y dibujos, cuando era apenas un niño le habían contado que había sido capaz de tocar uno en su forma humana, pero no recordaba nada al respecto. Aun sin saber lo peligrosos que eran no se creía capaz de matar a uno, no por lastima, muchos de ellos eran aliados de los Orochi, los cuales los ataban con maldiciones y convertían en esclavos haciéndose invencibles en batallas. Orochimaru era el actual rey de uno de los más importantes países del continente, era un dictador que tenía bajo su manga muchos soldados, pero su régimen bajó cuando el vaticano ceyo a muchos de los Dragel haciéndose casi imposible el usarlos en combates, por lo tanto en la actualidad son salvajes pero se rumorea que aun se utilizan a escondidas.

Aun así se sabe de muy pocos espécimenes vistos, se piensa que es causa de tanta matanza por parte del vaticano.

...

En la entrada del pueblo tres carruajes se alistaban para salir, con cuidado y siendo sigiloso se había escapado sin que sus sirvientas sin que supieran nada, sabía muy bien el sermón que podrían hacer al verlo partir, observó a muchos soldados entrar junto a el al carruaje principal y se ajustó el casco abrochando las cintas bajo su mentón y se acomodó adecuadamente el traje junto a algunas municiones y el antibalas, dejó su rifle a su lado y se dedicó a pensar lo que sentiría su padre al saber que se había largado sin decirle ni adiós, por un lado se sintió algo de devastado, si el llegaba a morir no había tenido oportunidad de decirle cuanto lo quería, con eso en mente se puso a ver el aun algo oscuro bosque, el sol recién se asomaba por el Este y un ligero viento del Sur les hacia temblar. Cuando ya era mediodía bajaron la marcha para asegurar que estaban bien, varios hombres se quedaban cerca vigilando mientras que otros caminaban más adelante. Naruto como rebelde que era, iba más adentro de los intensos bosques de cañas dulces, muchas aves rondaban en su cabeza haciendo sonidos de paz y tranquilidad, un poco más lejos oía a los carruajes llenos de mercadería que debería llegar la noche siguiente al pueblo vecino y los carruajes iban cargados en mercaderías, pero no tenían que olvidar que cerca habían dicho que varias tropas se ocultaban en los senderos de los mercaderes, pero eso no era lo más preocupante, en unos pasos más comenzarían los vastos campos, por dentro estaba emocionado, por que tal vez vería algún dragón a lo lejos y eso era algo que venía soñando hace mucho. Y tal y como habían dicho frente a ellos había un vasto campo, sin arboles pero con piedras de gran tamaño y caminos de tierra, tal y como se imaginaba, a lejos notó movimientos.

-¡Todos quietos!- dijo dando una señal, un soldado más joven miró a los costados asustado mientras paraba los carruajes-Hay movimientos más adelante- susurró agachándose.

-Vamos a atacar- el corpulento señor fue callado, Naruto lo agradeció y se tendió en el suelo, dejando libre la mirilla del arma, de forma silenciosa colocó el silenciador y se dedicó a mirar por ella, a varios metros se podía llegar a divisar hombres luchando, fue entonces que unas fuertes explosiones los ensordecieron, desorientado, llamó a unos de los mayores de allí-Mira hacia allí- señaló confuso hasta unas piedras y observó como el hombre se acostaba junto a el y miraba por una especie de prismáticos.

-¡Oh por dios!- gritó asustado-¡Tenemos que escondernos muy bien!

-¿Coronel que...?

-Son soldados- con rapidez obligó a desviar los carruajes hasta adentrarse en los oscuros arboles, luego de caminar unos minutos pararon y descansaron. Naruto aun confuso se dispuso a salir a ver.

-Estas loco niño, tú padre llega a saber que te arriesgamos y nos mata- Shikamaru era el nombre del que hablaba, desinteresado miraba hacia atrás esperando que nadie estuviera por esos lados-Mañana, si esta despejado, saldremos por otra ruta, lo mucho que podemos hacer es esperar que se dispersen- colocándose un casto se cargo un rifle de asalto-Iremos a investigar.

-Yo ire para los lados de afuera- Shikamaru observó cansado al rubio hijo de su líder-Coronel déjeme por favor, no voy a correr peligro, soy el mejor franco tirador de ustedes- todos los hombre allí observaron al coronel asentir.

-Tienes razón- el rubio menor sonrió-Pero si corres peligro, ninguno de nosotros va arriesgar su vida por tu patético trasero ¿Esta bien?- este asintió con una gran sonrisa.

-Entonces dejaré el rifle- a un costado, dejó su rifle parado, miró por última vez al coronel y salió como disparado hacia el campo.

-Es un chico muy rebelde- fue lo único que atinó a decir uno de los soldados.

-Pero es muy bueno con las armas- Shikamaru le dio unas indicaciones a otros y luego reunió un grupo de búsqueda.

...

Llegó hasta el límite y observó a lo lejos, ya después de muchas horas no parecía haber nadie molestando los alrededores, Shikamaru se enojaría demasiado si no reportaba su trasero así que abrochándose su traje se lanzó a caminar agazapado por la hierba, el sol apenas iluminaba en el horizonte y le era mucho más fácil no ser visto. Luego de recorrer medio campo y con la curiosidad a flor de piel decidió ir hacia donde habían visto movimientos en la mañana, cerca del lugar había varias piedras de gran tamaño, en ellas se podían ver marcas de disparos, y quemaduras. Se sorprendió al ver varios cuerpos destrozados, se cubrió la mitad de la cara con una especie de bufanda y intentó no sentir tan de lleno el horrible olor a carne quemada, había muchas armas junto a los cuerpos y cosas quemadas, entre ellas había carpas y ropa, fue entonces que entendió.

-Fueron atacados- caminó un poco más tratando de evadir los cuerpos y entre las cenizas vio unas dagas, con cuidado levantó una y observó el símbolo en ella, no era la típica serpiente, si no una rosa-Esto... ¿Que es?- la observó por unos instantes antes de esconderla en un bolsillo por cercanos ruidos de movimientos.

Le puso a la Maveric un silenciador y caminó lento y agazapado, cuando pudo acercarse a la escena una especie de gruñidos bajos lo asustó, un calor emanaba de la piedra y una respiración se hizo notar a su izquierda. Se quedó de piedra con el corazón en la boca, jamás se había sentido con tanto miedo, podía escuchar como huesos eran rotos mientras ligeros vientos hacían mover los restos de ese campamento, armándose de valor se atrevió a asomar la mitad de su rostro tratando de divisar algo. Pero se sorprendió al ver detrás de allí a unos seis metros gran pozo no muy profundo, en él había un joven de tez pálida, estaba de espaldas a el completamente desnudo, de cabello negro en puntas, en su brazo derecho llevaba unas especies de marcas que comenzaban del lado izquierdo de su cuello, un soldado se arrastraba intentando escapar y el joven no dejaba de mirarlo. Quizá se había quedado mirando esa escena durante mucho tiempo, el soldado mal herido ya casi escapaba y el otro solo lo observaba fijamente, pero entonces, este volteó de forma lenta quedándose de frente, sin dejarlo siquiera reaccionar una especie de fuego invadió el cuerpo del joven y cuando quiso darse cuenta, la enorme criatura lo tenía entre sus garras, desesperado comenzó a luchar por escapar, podía escuchar los latidos del dragón negro frente a el. Pero cuando las fuerzas no respóndieron se quedó quieto, a unos metros había quedado su arma y no podía recuperarla. Y se largó a llorar desconsolado, iba a morir, y ni siquiera le había dicho adiós a su padre, ya aceptando el hecho de que iba a morir se volteó para ver como la enorme criatura lo miraba.

Era de hocico fino y largo como un lobo, a partir de su frente comenzaban pelos que se perdían al pasar por medio de dos hileras de cinco cuernos hacia atrás que disminuían su tamaño mientras bajaban, pero lo que más le pareció atractivo fueron sus ojos negros, en ellos se apreciaba algo que no décifraba. El negro dragón lo liberó de sus garras y siguió mirándolo con los profundos ojos negros que le parecían tan familiares, solo se quedó quieto y boca arriba con sus ojos celestes abiertos de par en par, tratando de ver que era lo que tramaba la criatura. Pero como si hubiera sido lo más natural, el dragón comenzó a emitir gruñidos fuertes y roncos, asustado se levantó sujetando al animal de su hocico al verlo acercarse, este solo lo observó mientras se paraba en sus cuatro firmes patas, a sus costados caían sus alas negras de murciélago y más atrás la larga cola se movía de un lado a otro siendo acompañada por las brillosas escamas, este abrió su boca dejando a la vista poderosos dientes y como si fuera poco de un rápido movimiento lo regresó al suelo, adolorido se apoyó en sus codos y observó a la criatura colocarse otra vez encima de el, pero esta vez solo refregó su poderoso hocico por su pecho. Naruto en ese momento solo observaba atónito el extraño comportámiento, elevó una mano hasta casi tocarlo pero este le rugió enojado y de movimientos un poco bruscos salió volando. Más sorprendido, se quedó en esa posición, con una mano levada y con lágrimas por el susto corriendo por su rostro. Aun medio mareado dejó caer su cabeza contra la tierra, esa había sido su experiencia más traumante.

Suspiró y se dispuso a marchar hacia el campamento, giró su cabeza y miró hacia donde el dragón negro se había marchado.

-Era hermoso- dijo tranquilo, estaba contento de su primer encuentro con uno de esas criaturas, además de la suerte de estar vivo.

...

Notas finales:

Espero que meresca un pequeño review ¿Siiiiii?

Por favor diganme que les parece, se los suplico!!!!

¡Comenten :D!

*~Miu~*


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