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Strawberry Days por YUKISHIRO

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Notas del fanfic:

los invito a que lean, prometo diversion, un poco de accion, situaciones descabelladas y por supuesto lemon y mucho mucho amor.

Notas del capitulo:

solo espero que no se enreden leyendo, jajajajaj (es en serio). bueno vale aclarar que el tiempo de la historia no se desarrolla de forma lineal.

 

 

STRAWBERRY   DAYS.

 

Disclaimer: los personajes pertenecen a Akira-Toriyama, pero la historia es Completamente  mía.

 

 

   - los primeros rayos del sol iluminaban el extenso paraje, algunos pajarillos comenzaban a trinar.  Ahí estaba, tumbado en el suelo, ya amanecía y el aun sin reaccionar, el menor solo caminaba preocupado de un lado a otro, hacia ya varios minutos que yacía ahí sin mover ni un músculo.

 

    —Ve…Vegeta… Vegeta—…,  podía escuchar su nombre, una y otra vez,  tras  un breve  silencio, nuevamente…ahí estaban, las llamadas que  le hicieron despertar,  el príncipe  trato de hablar pero su voz no salio; sentía la garganta seca,  aunado a ello ese infernal dolor de cabeza que hacia todo girar. ¿Quién le llamaba?, ¿Dónde estaba?,  las preguntas se amontonaban en su cabeza. Abrió los ojos lentamente pero los cerró de nuevo dispuesto a seguir durmiendo, pero se percato de la agradable brisa matutina  y la suave grama  que rozaba  su piel.

 

   —Está amaneciendo— dijo para sus adentros mientras fruncía el seño.

 

El príncipe aun tumbado en el piso, sentía como su cuerpo dolía, y  de su cerebro… un  mar de confusión.

 

El otro sujeto de cabello azabache se acerco aun más al mayor y en su preocupación, al ver que este seguia sin reaccionar, lo sujeto de su ropa para así  agitarlo de un lado a otro mientras seguía llamándole repetidamente.

 

El mayor se irrito por tal zarandeo.

 

   —Agrr, ¡quítate!—. Dijo bastante enojado, y en el acto empujando lejos de si al preocupado joven, el menor cayo sentado  a escasa distancia del  orgulloso hombre, él  solo se levanto ignorando el dolor de la caída.

 

El mayor aun sentado sobre la grama, se percato de los rastros de  sangre que impregnaban su boca.

 

—    ¿Vegeta estas bien?— pregunto el menor  examinando cada uno de los movimientos del aturdido hombre.

 

—    sí  — respondió no muy convencido. — ¿Qué hacemos aquí?— agregó confuso, —ese aroma de nuevo—  huele a fresas— ¿de donde viene?—pregunto insistente.

 

—Lo siento… de verdad lo siento— dijo avergonzado mientras se quitaba sus gafas, a su vez las lagrimas  amenazaban con asomar por sus vidriosos ojos.

 

—    ¿De que diablos hablas mocoso? — aun sin recordar.

 El joven miro el cielo, las blancas nubes se desplazaban con parcimonia...en su cabeza tratando de encajar las piezas que los llevaron hasta ese desolado lugar.  

 

 

<Flash-back. >

 

              El joven caminaba nervioso de un lado a otro, su habitación parecía mas pequeña de lo normal, la impaciencia lo consumía. —Esta vez se lo diré— ya estaba decidido, o al menos eso pensaba.

 

—¿pero como se lo digo?— ¿Dónde lo digo— el joven rayaba en la desesperación, no soportaba mas lo que su pecho sentía, pero hasta hace unos días  era algo que su mente se negaba a creer, mejor dicho a aceptar. Ahora todo estaba claro, pero aun así, el miedo se extendía en él como un letal veneno, pero quizás… solo decirlo seria el antídoto.

 

— ¿Solo decirlo?— rió para sus adentros, sonaba tan fácil después de todo —no, no lo diré— ¡moriré con esto en mi pecho!— se decía con enojo.

 

—pero, ¡aun si lo digo! — él me querrá matar o peor aun… él  me odiara— agrego susurrando tristemente.

 

—Soy tan cobarde— ¡no!, ¡se lo diré aunque me odie!— dijo recobrando la valentía inicial.

 

 —Mañana le diré lo que siento por él, ¿Mañana?— abrió sus azabaches ojos de par en par…¿Cómo lo había podido  olvidar?, miro su reloj de pulsera, faltaba poco mas de una hora para la media noche.— mañana es su cumpleaños— tengo un plan afirmo .

 

El joven Son por fin decidió dormir. — Si no hubiese sido por esa tonta idea mía de hace un mes atrás— yo quizás no sentiría lo que siento por él— pensó resignado antes de quedarse dormido.

 todo se volvio borroso, como si humo balnquecino nublara su mente.

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 En aquella ocasión su laptop se había quedado completamente muerta, no sabia si era cuestión de energía o una falla de sistema; necesitaba una nueva,    no tenia tiempo de reparar la suya,  era de noche y debía entregar  el reporte de una biopsia al director general de la clínica a la mañana siguiente, sin pensarlo un minuto mas, dejo sus lentes sobre el escritorio, levanto su celular y marco…

 

—hola, Trunks, soy yo—

—hola Gohan, ¿Cómo estas?—

—Todo bien— dijo seriamente, —necesito un favor, que me prestes tu portátil hasta mañana— dijo casi suplicante.

— umm, es que la estoy usando para un tarea de la preparatoria— pe… pero no importa— te la prestare—

—Gracias— dijo el azabache emocionado.

—No hay problema—

—la iré a buscar enseguida—

—No te preocupes, tu departamento esta a solo  una cuadra de mi casa— yo te la llevo—agrego antes de colgar.

 

En menos de cinco minutos el joven pelilila estaba tocando el timbre del departamento de su amigo.

 

Gohan al ver al pelilila con el portátil suspiro aliviado.

 

—Gracias Trunks—dijo sonriente.

 

—De nada— respondió con otra sonrisa mientras le entregaba el aparato de su salvación.

— ¿pero como harás con tu tarea?, ¿ya terminaste tus deberes?— Pregunto curioso el pelinegro.

—Umm...jejeje—rió algo nervioso— la verdad es que no— Goten me enviara la parte del trabajo que me falta—

—umm… ¿pero como lo harás?, si esta es tu portátil—

El pelilila rió aun mas nervioso, respondió — bueno…la verdad que mi laptop esta en casa—y la que tienes en tus manos…es… es la de mi padre—

—ahhh, que bien el Sr. Vegeta me presto su laptop— dijo entre emocionado y extrañado.

—jajajajajaja— ¿Qué mi papá que?— ni en tus sueños él haría eso— agrego sin poder aguantar las risas.

— ¿y entonces?— pregunto asustado.

—antes de que digas otra cosa solo te diré: él se enojara cuando se de cuenta que su preciada laptop no esta en  casa, bueno si se entera—   ya sabes como se pone cuando se enoja— jajaja así que recuerda entregársela mañana—

— ¿Qué?— Gohan trago grueso y antes de poder decir algo más,  Trunks se había ido.

—demonios ¡maldito Trunks! me saca de un problema y me mete en otro— se dijo resignado.

 

Varias horas mas tarde, su reporte ya estaba terminado, aun sin sueño a pesar de la hora, se  dispuso a bobear un rato en la Web, pero accidentalmente  entro al historial de navegación, allí había desde páginas de noticias, otras sobre ciencias y otras de ocio. —vaya nunca pensé que al Sr. Vegeta le interesaran estas cosas— solo revisare un poco mas—.         En las paginas de noticias estaba una en particular que llamo la atención del joven, hablaba sobre la muerte de un poderoso guerrero de artes marciales llamado Son. Goku. El joven recordó que hacia más de un año que su padre había muerto y este se había negado a ser revivido por las esferas del dragón, alegando que estaba ayudando a Enma-Daioh en alguna cosa en el otro mundo. Luego de eso, la vida en la tierra estaba en la época mas pacifica que había experimentado.

 

— ¿me pregunto si el Sr. Vegeta no se sentirá solo?— el no ha tenido a nadie con quien entrenar todo este tiempo— después de todo mi padre también era su amigo— agrego pensativo.

 

Siguió revisando y otra pagina que llamo su atención, era una donde hablaban como la  famosa Sra. Bulma Brief  había dejado a su esposo por irse a vivir la vida loca con un tenista profesional que conoció en una convención de sus inventos.

 

—bueno la verdad es que ninguno de los dos se llevaban muy bien— suspiro al recordar la separación del príncipe y la mujer, ya había pasado algún tiempo desde aquello.

 

—de verdad ha de sentirse solo— me recuerda cuando videl me dejo por aquel rubio engreido. —bueno la verdad ella no era mi tipo— dijo sonriente.

 

Siguió hurgando en el historial Web del orgulloso príncipe. Pero lo que más sorprendió a Gohan es que entre los marcadores de páginas, había una en especial marcada como favoritos. — ¿una pagina de ayuda a refugios de animales?— se dijo escéptico. —esto tiene que ser una broma— rió para si mismo, — ¿Qué se supone que ahora Vegeta es un buena persona?— quizás como ya estuvo en el infierno una vez no quiere volver allí, y hace esto para ver si se salva cuando muera—. rió aun mas que antes —no, la verdad no lo creo jajajaj— a el no le importan ese tipo de cosas— lo único realmente cierto es que él es un mal sujeto sin mencionar lo prepotente que es.

 

El joven vio su reloj, era tarde, era hora de dormir.

A la mañana siguiente, como era habitual en él, entrego el reporte con puntualidad, el día transcurrió normalmente pero el sabia que debía enfrentar cierto problema relacionado con cierto príncipe.

 

Al terminar su trabajo, se dirigió caminando a la casa de aquel mal sujeto, caminaba cada vez mas lento en un intento de no querer  enfrentar su trágico final.

Así llego a la casa del príncipe, pero antes de tocar si quiera al timbre un chico pelirrojo salio por la puerta, el cual paso justo al lado del Joven Son.

— ¿tu eres el que sigue?— vaya que si tiene buen gusto— dijo el pelirrojo.

— ¿a que te refieres?—  pregunto extrañado, pero ya el chico se había marchado.

 

Sin darle importancia a las palabras de aquel guapo joven, entro a la residencia, pero aunque era de tarde todas las luces  estaban apagadas, al parecer no había nadie en casa,  escucho el sonido de la ducha  al abrirse,  proveniente del  piso superior,   el joven supo que era su oportunidad de dejar el aparato en el estudio y huir por su vida.

—mas vale aquí corrió que aquí murió— se dijo dándose ánimo.

Fue lo más sigiloso que le fue posible, entro al estudio dejo el portátil y corrió como el demonio.

 

El príncipe salio de la ducha, con apenas una toalla amarrada a la cintura —me pareció sentir a alguien aquí— debió haber sido ese chico—, dijo sonriente— no, no fue él—

Agrego con seriedad.

Mientras revisaba la casa un aroma particular llego a él. —huele a… ¿fresas?—

Busco en cada rincón de la casa el origen del delicioso olor, pero para su decepción  no lo encontró.

 

Los días pasaban rápidamente nuestro joven protagonista al ser soltero y sin compromiso solo se dedicaba  a trabajar y trabajar, como si en el mundo nada fuese más importante que sus pacientes, por que la verdad es que adoraba su trabajo más que nada.

 

 Habían pasado solo tres días desde el incidente con la laptop y no tenia ni ganas de entrar a esa casa de nuevo, ni siquiera  para saludar. Ese mismo día entraron dos jóvenes a su consultorio, — ¿vaya, vaya que tenemos aquí?— dijo uno de los jóvenes. —un doctor que no se preocupa por su familia— agrego el otro chico, —y tampoco de sus amigos— dijo el primero.

 

—    ! Goten, Trunks!, que sorpresa, ¿Qué hacen aquí?, ¿no me digan que están enfermos?— agrego Gohan riendo.

—    Si, estamos enfermos de abandono— dijeron ambos chicos también riendo.

—    Disculpen pero la verdad no he tenido mucho tiempo de socializar—

—    Vamos, por eso pasamos a saludar— dijo el menor.

—    Y yo que pensé que mi papá te había matado por lo de su portátil—dijo riendo.

   —jajajaj vamos Trunks ¿porque dices eso?—

—    últimamente parece estar deprimido y si a eso le sumamos  lo de su adicción— dijo preocupado el pelilila.

—    Si, la verdad que hasta yo pensé que había  hecho algo realmente malo— agrego Goten.

 —tal vez esta deprimido por que extraña a Bulma— dijo escéptico el doctor.

—jajá jajá, no lo creo, a mi padre no le importaba mi madre—

—es mas probable que este deprimido por que mi padre se quedo en el otro mundo y no tiene con quien pelear— dijo Goten a manera de chiste. Todos rieron, los chicos se despidieron ya que debían regresar  pronto a clases.

 

— ¿pero que adicción es la que tiene?— estos mocosos no terminan de decir las cosas dijo enojado—bueno como doctor debo ir a visitarlo, ¿no?— dijo no muy convencido.

 

En ese mismo instante salio de su consultorio para dirigirse caminando a casa del príncipe, diez minutos después ya había llegado al lugar, pero mayor fue su sorpresa cuando dos hombres bajaban de un camión de entregas, cajas y cajas y cajas y mas cajas llenas de alguna cosa, las cuales dejaban justo al frente de la residencia del príncipe, mientras este firmaba los papeles de entrega.

 

Los hombres se fueron, y Gohan quedo perplejo por la cantidad de cajas que había.

— ¿oye mocoso, que haces ahí parado?, ayúdame a llevar todo estoa la cocina— dijo el malhumorado hombre.

 

— ¿por que demonios me habla así?, ¿no se supone que se debe saludar a las personas primero?—pensó el menor.  —si, Sr. Vegeta— respondió con desgano. Mientras comenzaba a cargar las intrigantes cajas. —pero que bien olían esas cajas, mejor dicho, que bien olía lo que había en esas cajas—. Una vez todo estuvo en la cocina, el príncipe abrió una de las cajas, confirmando así las sospechas del menor, no era nada más y nada menos que fresas, deliciosas y hermosas  fresas lo que había en aquellas cajas.

 

Todo estaba claro— ¿la adicción del orgulloso príncipe era comer fresas?— jajájajajaja el joven rió a carcajadas— ahora si que lo había visto todo.

 

—    ¿de que te ríes mocoso?— pregunto mientras escudriñaba al joven con su fría mirada.

—    De…de… nada— respondió Gohan.

 

—toma— le dijo el príncipe mientras le entregaba una caja de fresas al menor—te las doy por haberme ayudado—

—Gracias— dijo confuso.

—ahora lárgate de aquí— agrego Vegeta mientras salía de la cocina.

El joven estupefacto, sin saber que decir solo se fue con su obsequio, si se podría llamar obsequio  a aquello,— más bien era el pago por un favor— pensó indignado

 

Mientras se dirigía  a su departamento, noto que algo lo seguía, volteo pero no había nadie— ¿pero que demonios pasa?— se pregunto a si mismo. Unos pasos mas y volvió a voltear— se me esta pegando la locura de Vegeta—pensó entre risas.

Pero esta vez si que lo escucho, hasta que por fin lo vio, eso que lo había estado siguiendo, una pequeña bola de pelos negros de cuatro patas, que gracias a sus ladridos fue descubierto.

 

—que lindo perrito— dijo emocionado el joven. Lo llevo consigo a su departamento, allí le dio de comer al hambriento cachorro; se dio cuenta que estaba extraviado o tal vez lo habían abandonado, pero cualquiera que fuese el caso no podía conservarlo y menos por sus extensas horas de trabajo.

 

El joven abrió sus ojos de par en par, el no podía conservarlo pero conocía a alguien que lo podría cuidar, bueno eso era lo que él pensaba, después de todo el tenía esa extraña página de ayuda de animales marcada entre favoritos ¿no?.., de todas maneras tomaría sus precauciones.

 

Al día siguiente muy temprano en la mañana— ¡papá, papá!, te dejaron algo en la puerta— aclamo el pelilila al despertar a su padre.

 

—Déjame dormir en paz Trunks— refunfuño.

—Bueno como quieras, ya me voy a la prepa— cuida bien de tu regalo, y no lo vayas a matar…o algo— agrego el joven antes de partir.

 

Varias horas después los chillidos de alguna cosa no dejaban dormir al príncipe, se despertó enojado — ¿Qué demonios era ese maldito ruido? — balbuceo entre dientes, se levantó solo con sus boxers puestos y fue  de mala gana a buscar la fuente de tanto alboroto, justo antes de terminar de salir de su habitación, ahí estaba una caja de fresas, ¿moviéndose?,  já eso era ridículo, decidió patear la caja y acabar con la molestia de una vez, justo antes de darle el puntapié cambio de parecer, decidió revisar la caja primero, luego la patearía. Justo al momento de abrir el contenedor, la fiera salto sobre el príncipe…—agrr, ¿Qué es esta maldita cosa? — grito enojado, pero quedó perplejo al ver la linda bola de pelos que yacía sobre él. El cachorro comenzó a lamer la mejilla del príncipe.

 

—    ¡Si… vuelves a hacer eso, te mato perro del demonio!— exclamo el sayan enojado y amenazante, el  cachorro sintió lo que era el miedo por primera vez en su corta vida.

En un momento se percató de que traía una correa azul en el cuello y una medalla que decía: para Vegeta.

Busco por  todos lados pero no encontró el nombre de algún remitente o una dirección.

 

Rió a carcajadas— ¿se supone que yo cuidare de esta cosa fea?— río aún más, como no lo hacía desde hace mucho— la persona que envió esto no me conoce, pues esta cosa peluda se ira directo a la basura—.

 

Pero antes de que el príncipe pudiera hacer alguna cosa, se percató de ese aroma, otra vez ese aroma el cual hace días había estado buscando. Cargo al cachorro, y lo olio confirmando así sus sospechas, si, algo de ese dulce olor a fresas aun desprendía aquel cachorro

—He decidido quedarme contigo— dijo a la bola de pelos, —supongo que no serás tan mala compañía y aun debo averiguar algunas cosas, bueno es hora de desayunar— agrego sonriente. — ¿me pregunto si los perros comen fresas?, más vale que si, por que no se cocinar— pensó preocupado.

 

A varias cuadras de distancia un joven observaba por su computadora todo la escena.

—Así que decidió quedarse con él— pensó feliz, —poner una mini-cámara en la correa tampoco fue mala idea, me alegro que haya decidido quedarse con él—suspiro aliviado.

 

Todo se volvió borroso….

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A la mañana siguiente, se levanto nuestro joven protagonista con la sensación de aquel extraño sueño—no, mas que un sueño fue un recuerdo— se dijo entre dormido, había pasado ya algún tiempo desde que todo aquello había ocurrido, las fresas, el cachorro y una serie de incidentes.

 

En poco más de  una hora ya estaba listo para salir, se veía realmente guapo, más que de costumbre. Salio de su departamento con una meta en mente, un regalo para el ser que hacia latir su corazón, y además de eso declararía sus sentimientos, pero esta vez no se arrepentiría, y todo iría  sin el mayor inconveniente o al menos eso pensaba El joven Son… pero aun estaba pendiente el asunto de aquel pelirrojo.

 

¿y cual es la fijación de Vegeta por las fresas?

Notas finales:

gracias por leer. ja ne. por favor dejen comentarios y digan que tal les esta pareciendo la historia.

 


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