—Recuerdo ese horrible día como si hubiese sido ayer…
Era una tarde nublada y fría. Eran alrededor de las 11 de la mañana. Mis papas, mi hermano y yo volvíamos del médico. Ese día en la mañana había tenido un ataque fuerte de asma por lo cual fuimos al médico.
Me habían recetado medicina, íbamos a ir todos a la farmacia por las medicinas, pero como me sentía mal mamá había decidido que mi hermano mayor kyra, ella y yo nos quedáramos en casa mientras papá iba por las medicinas.
Recuerdo que entramos a casa y por alguna extraña razón se sentía… rara. Comencé a sentir una sensación horrible, que por supuesto ignore.
Todo parecía normal, mamá cocinaba mientras mi hermano y yo veíamos una película en mi habitación. Mamá subió a mi habitación a dejarnos las galletas que había orneado, bebidas y algún que otro dulce.
Todo iba bien, hasta que un fuerte ruido nos alertó.
Después de eso
Todo fue tan rápido….
En pocos segundos ya me encontraba corriendo junto con mi hermano hacia el ático.
Mamá nos había dicho que nos escondiéramos ahí y que no saliéramos por nada del mundo.
Estaba llorando, estaba demasiado asustado. Estaba por tener otro ataque de asma y lo peor era que no tenía mi inhalador. Mi hermano me tenía abrazado protectoramente. Recuerdo que me susurraba que me calmara, que no me agitará, que todo iba a estar bien…
Ojala…
No sé cuánto tiempo pasó. Cuando abrí mis ojos me encontré con la cara de terror y pánico de mi hermano. El solo me sonrió y me abrazo fuertemente. Le devolví el abrazo y llore junto con él. Luego de calmarnos le pregunte por mamá
No recibí respuesta…
Mi hermano quería salir de donde estábamos escondidos, todo estaba en silencio por lo que pensamos que no había nadie. Iba detrás de él pero me detuvo diciendo que me quedara escondido, me abrazo fuertemente, me dio un beso en la mejilla, me dijo que me quería y que me prometía volver pronto;
Y Aun te sigo esperando…
Miraba nervioso como mi hermano caminaba lentamente hacia la puerta del latico, cuando alzo su mano para abrir la puerta paso lo que menos esperaba…
La puerta se abrió de una dejando ver a 3 hombres vestidos totalmente de negro y llenos de sangre. Quise gritar pero no pude, me escondí lo más que pude y observe…
Observe como aquellos hombres tumbaban a mi hermano violentamente al piso. Observe como aquellos hombres le quitaban su ropa y lo violaban sin piedad una y otra vez.
Estaba aterrado. No sabía qué hacer, estaba inmóvil no podía moverme. Me estaba desesperando. Quería ayudar a mi hermano quería que aquellos hombres pararan ¡PERO NO LO HACIAN!
No lo hacían…
No sé cuánto tiempo había pasado. Aquellos hombres por fin habían parado. De mis ojos ya no salía ni una lagrima, estaba seco.
Mire directamente aquellos hermosos ojos azules que jamás me habían dejado de ver. Mi hermano solo pudo sonreírme débilmente.
Esa fue lo último que vi de mi hermano…
En realidad
Esa fue la última vez que lo vi.
Después de eso salí rápidamente de ahí. Corrí por los pasillos de la casa, baje las escaleras rápidamente y no podía creer lo que veía.
Mamá estaba tirada en el piso cubierta de sangre. Me acerque a ella y la abrase fuertemente. Le rogué, le rogué que despertara, que se levantara y que fuéramos a buscar a mi hermano… pero… pero ella no se despertaba… no se movía.
—No recuerdo mucho de lo que paso después. Solo recuerdo que llego la policía y me apartaron del cuerpo de mamá, me llevaron con mi papá, él estaba en shock. Le grite a papá y a los policías que buscaran a mi hermano que ayudaran a mamá pero ellos no hacían nada. Papá solo pudo abrazarme fuertemente y decirme que todo iba estar bien…
¿En realidad lo está?
Obviamente no.