II. Injusto
.
By RiSaNa_Ho
.
…oooO*Oooo…
.
—¡Sakura! Eres un bruto. ¡Acabas de golpear al chico nuevo!
El reclamo de su mejor amigo, acompañado con un zape en la cabeza, lo regresó a la realidad –la sutileza nunca sería una virtud en Ino. No tuvo tiempo de regresarle el golpe, en su mente aún divagaban ciertas palabras alarmantes: chico nuevo.
¿Hinata Hyuuga? ¿El mismo "maldito niño rico" que lo dejó plantado?
No podía creerlo, él esperaba a un sujeto arrogante y pretencioso, no un chico tímido. Sin embargo, apenas estiró su mano para ayudarlo, el joven de ojos perla se levantó de un brinco y salió corriendo. Sakura lo miró alejarse rumbo a los salones. Yamanaka negó con la cabeza.
—Lo asustaste, cabezón —afirmó, pasándole un brazo por los hombros—. Pobre tipo, debe tener muy mala suerte. Solo un desafortunado recibiría uno de tus proyectiles.
Haruno lo miró de reojo y frunció el ceño.
—¡Cállate, cerdo! Nadie pidió tu opinión.
Ino lo soltó, dándole otro golpe en la cabeza antes de huir, pero el muchacho de cabellos rosas no dudó en perseguirlo. Con alguien debía sacar su frustración.
.
S&H
.
Posiblemente el destino sí lo odiaba como pensó en un principio. Debió suponerlo cuando la impuntual profesora Hatake entró al salón –esa mujer nunca llegaba temprano– acompañada del nuevo alumno.
Sakura parpadeó sorprendido.
¡¿Cómo pudo olvidar que el chico nuevo estaría en su mismo salón?! Con tantas cosas en la cabeza, olvidó un punto importante.
—¡Hola, mis queridos alumnos! —Saludó con falsa alegría—. Pensaba pasar un rato en la sala de profesores, pero me encontré con éste joven extraviado —señaló a su acompañante y todas las miradas recayeron sobre el moreno. Kakashi observó los ojos emocionados de algunas alumnas y sonrió bajo su pañoleta—. Pero lamento informarles que no hay tiempo de presentaciones —decidió, ignorando las quejas. Miró a todos lados en busca de un espacio libre—. Hinata, siéntate junto a Sakura.
El joven de cabellos brunos asintió, dirigió su mirada al lugar indicado y abrió un poco los ojos al notar una cabellera rosa bastante familiar. Reaccionó por instinto, sintiendo un escalofrío en el cuerpo, aún le dolía su pobre cabeza. Hinata no deseaba desconfiar por el accidente pasado, su nuevo compañero no parecía un abusivo –que lo hubiese golpeado a propósito–, pero las malas experiencias de su anterior colegio seguían presentes. Parecía un cobarde. No obstante, antes de dar el primer paso, una sorpresiva carcajada atrajo la atención de todos, incluyendo a la profesora. Levantó la mirada, encontrándose con una bonita rubia de dos coletas y ojos azules.
Naruto cubrió su boca con ambas manos, siendo consciente de las miradas sobre ella.
—¿Puedes compartir el chiste, Naruto?
Uzumaki sudó frío. ¿Cuándo pensó que sería buen momento para leer los chistes de Kiba?
—Lo siento-ttebayo —rió nerviosa.
Sasuke negó ligeramente y la mujer de largos cabellos plata frunció las cejas.
—Cambie de opinión. Hinata, ocupa el lugar de Sasuke —indicó un lugar adelante, donde la morena permanecía al lado de Uzumaki—. Sasuke, pásate con Sakura.
—¡Pero no es justo, Kakashi-sensei! —intentó reclamar la rubia. ¿Por qué cambiaba a Sasuke, si ella hizo el alboroto?
—Nada, de peros. ¿O quieres quedarte a limpiar el salón después de clases?
Naruto hizo un mohín sin decir otra palabra, y de mala gana, Uchiha recogió sus cosas.
En un momento diferente Sakura habría brincado de emoción al compartir lugar con su amada Sasuke-chan, pero en ese instante su atención recaía en Hinata. Tampoco significaba que de un día a otro olvidaría a su amor platónico, tanto Uchiha como Hyuuga tenían lo suyo. Tal vez Sasuke no parecía una belleza exuberante como las modelos de revistas para caballeros, pero su complexión delgada y poco busto –contrario a Uzumaki que parecía querer "reventar" la camisa escolar– no opacaba su porte elegante. Por otra parte, no podía olvidarse de los cándidos ojos perla del moreno, éste no parecía un adolescente común y corriente.
Dirigió su mirada jade hacia él, detallando sus mejillas coloradas y una pequeña sonrisa. Frunció las cejas. ¡¿Por qué Naruto siempre tenía la atención de lo que él quería?!
—Hazte a un lado, Sakura.
La seria voz de Uchiha lo sacó de sus recriminaciones. Jaló sus cosas dándole espacio.
—Lo siento, Sasuke-chan.
Uchiha no respondió, y Haruno la miró de reojo discretamente. ¿Era su imaginación, o Sasuke parecía tan molesta como él? Además, ella creía que no lo notaba, pero los ojos brunos de la pelinegra taladraban sin misericordia la espalda de Hinata.
¿Qué habían hecho Sasuke-chan y él en sus vidas pasadas? ¿Algo muy malo, como intentar matarse entre ellos? ¡Nah! Esos eran cuentos exagerados.
Pero algo tenía claro, al menos no era el único que deseaba torturar a Hatake.
.
…oooO*Oooo…
.
.
.