Hoy lo hare, ya es tiempo he estado pensando en esto desde que vi a aquél rubio metro noventa buen mozo, mirándome fijamente ¿que acaso le guste?, espero que sí; como sea desde la primera vez que lo vi pensé en si de verdad estaba haciendo lo que quería ¿estoy con quien quería?...
Llevaba 3 años con Lay, debo admitir que cuando lo vi acercarse y sonreírme me hipnotizó, sus hermosos y expresivos ojos, su perfecta sonrisa, labios bien definidos, dulces, de un tono rosa pálido y su hoyuelo, me mato ese pequeño hoyuelo que se formaba en su mejilla derecha, era PERFECTO….
Siempre me he considerado una persona superficial solo me juntaba con hombres atractivos, deseables y mujeres bien dotadas y lindas físicamente sin importarme sus sentimientos, si eran buenas personas o no, eso daba igual, lo que me importaba era su apariencia, por ello todo mis ´´amigos´´ eran perfectos; pero Lay cambio mi forma de pensar o al menos un poco.
Siempre pensé que los hombre y algunas mujeres eran fríos y aparentaban ser lo que no son, como mi amigo Tao, alguien inexpresivo con mirada cortante de los que te dan miedo solo con mirarlo, su sonrisa era siniestra y además practicaba artes marciales, sabia como matarte de un solo golpe como no temerle a alguien así, pero en el fondo sabía que no era malo aunque me costase admitirlo, nos conocíamos de toda la vida pero aún me causaba una extraña sensación estar a su lado, especialmente por aquella vez, cuando nos estábamos tratando de acostar con unas chicas bien dotadas, (creo que eran extranjeras por sus exageradas curvas), sin percatarnos que sus maridos nos estaban buscando para darnos una paliza, esos tíos eran grandes y macizos, de los que te parten en mil pedazos las cotillas de un golpe, eran aterradores, aun así Tao no se dejó amedrentar y los ataco defendiéndome, con solo 3 golpes los derribo y saco del bar donde estábamos, desde ese día le debo la vida a Tao además de mis respetos….
Como les iba diciendo; Lay era diferente era perfecto no solo en apariencia sino que también tenía un buen corazón, era sincero (no tenía pelos en la lengua par decir lo que pensaba) amable, tierno, comprensivo, cariñoso, era todo lo que se podía esperar de un buen amigo, no como Chanyeol que se burlaba de todo hasta de las cosas más miserables.
Solo nos saludamos ya que él venía con otros amigos también de buena apariencia, solo reconocí a Sehun y Baekhyun de entre todos ellos, quienes gracias a Dios me lo presentaron.
- Buenas noches soy Yixing pero puedes llamarme Lay – note como su voz era tan suave y relajante aunque tuvo que gritarlo por el alto sonido de la música – es un placer conocerte.
- Igualmente – conteste - yo soy Jongdae Pero puedes decirme Chen, ¿quieres algo de tomar? yo invito – se quedó pensando.
- No muchas gracias pero vine con unos amigos y no quiero dejarlos esperando, en otra oportunidad será – me rechazo de una forma sutil y educada - está bien – conteste con voz quejumbrosa, lo vi alegarse desapareciendo en el tumulto de personas que estaban ese día en el club, nunca nadie me había rechazado eso me hacía sentir raro, pero me tranquilizaba por la forma en que lo dijo, fue realmente sincera.
Estuve toda la noche con unas cuantas nonnas, pero no llegue a mas ya que no dejaba de pensar en aquel chico del hoyuelo, no sé qué me pasaba, no podía gustarme alguien así no era mi gusto y no lo dijo porque nunca haya salido con uno es solo que él era… diferente, estaba acostumbrado a salir solo con personas sínicas y sin sentimientos, jugaba un tanto con ellas hasta que me aburrían y las botaba por otras más, eso era lo que hacía por ello me amaban.
No deje de pensar en el ni un solo instante (aun cuando estaba en la cama de una de esas nonnas del otro día), solo quería velo y conocerlo un poco mejor, pero no tenía el número de Sehun y mucho menos el de Baekhyun, pero sabía quién sí. Me apresure y cogí el celular buscando el número de aquel amigo que lo conocía y hasta se podía decir que le gustaba ya que siempre estaba abrazándolo y hablando de él, como si fuera su novia, le compraba dulces, lo invitaba a cenar, le compraba peluches, era patético no se ni siquiera porque era uno de mis mejores amigos con esas tonterías que hacía.
Lo llame varias veces y no contesto así que me decidí a ir hasta su casa, estaba solo y no tenía ninguna cita ese día; la casa de Yeol queda relativamente cerca así que me fui caminado, notaba como algunas mujeres en sus coches se quedaban mirándome, no reconocía a ninguna de ellas pero parece que ellas sí me conocían y bastante bien incluso me insinuaron que subiera a su auto para hacer ya saben qué, pero no estaba de ánimos así que seguí camino a la casa de mi amigo, con la gran sorpresa de que no se encontraba allí.
Volví a llamar a Chanyeol esta ves mal humorado ¿dónde se había metido?, contesto.
- donde diablos estas estoy fuera de tu casa- note como se reía, me lo imagino, casi botando la dentadura de sus enormes carajadas.
- estoy en la casa de Bacon y es domingo así que no tengo deberes y puedo estar con él – respondió todavía con una pequeña risita - dame la dirección iré hasta haya – dije un tanto inquieto – ¿cómo? ¿Vas a venir? – que pregunta tan estúpida te acabo de decir que iría ¿no?
Anote la dirección y me dirigí allí, era un lugar un tanto agradable, no lo conocía, porque era un poco lejos esa era la principal razón por la que no visitaba a Baekhyun muy a menudo, a menos de que estuviera por ahí cerca, que era casi imposible ya que en downtown era el mejor sitio para encontrar citas, disfrutar y pasarla bueno, rodeado de chicas guapas, licor, ambiente festivo y olor a sexo, calor y hormonas revotando por las paredes. Bacon no era de ese ambiente por eso nunca lo invitaba a mis fiestas o reuniones ya que todas terminaban igual.
Llegue a la casa era bastante pequeña pero acogedora (odio esos sitios son tan angostos no caben ni 3 personas ahí) aunque no me gustase parecía un buen lugar para vivir, calmado sin ruido y los vecinos te saludan solo con verte. Timbre y me abrió un chico bastante atractivo, ojos redondos labios carnosos y mejillas rechonchetas jajajaja era muy lindo he hizo una expresión de asombro al verme, no lo conocía debe ser uno de esos tantos amigos de Bacon, siempre le envidie su forma de ser, era lo opuesto a mí, tenía una forma de ser juguetona y divertida que hacía que te dieran ganas de cuidarlo, de volverlo un muñequito y guardarlo en el bolsillo para sacarlo si te aburrías, era muy cariñoso y sabia como animarte cuando te sentías mal, era como un Yeol en versión mejorada sin los defectos psicológicos de este.
Me dispuse a entrar hasta que vi como en un rincón del sofá viendo televisión, se encontraba aquel en quien tanto estaba pensando, con una de esas hermosas sonrisas dibujaba en sus labios mientras reía por las chistes del comediante; me dispuse a saludarlo hasta que vi como estaba un chico (muy cute) recostado en sus rodillas y con las manos entrelazadas como si fuera su pareja, un frio me recorrió la espalda, puede que no lo conociera y que ni siquiera supiera su nombre, pero la sensación de cuando lo vi por primera vez la conocía muy bien, me gustaba aunque esta vez de una forma diferente, no como cuando me interesaba alguien solo para eso, sino de una forma más cariñosa como se quiere a un perro o una mascota, de una forma especial, pero al verlo así, agarrado de ese tipo me causaba ira y rencor, odio perder y eso era lo que había conseguido al ir a la casa de Baekhyun.
Salí de la casa, estaba molesto y no quería hablar con nadie pero una suave mano me tomo por el hombro.
- hoy si puedo aceptar la invitación de la otra vez, que te parece si vamos a tomar algo - digo esa voz tan agradable que aún resuena en mis oídos aunque ya hayan pasado 4 largos años desde eso.