Futuro torcido
"Aun si manipulo mí pasado para cambiar él futuro y reparar el presente que nuestro encuentro torció. No me arrepentirme de haberte conocido aun cuando todo se desmorono en pedazos... Mí único lamento es haber torcido tú futuro"
En un futuro que definitivamente no volvería a repetirse bajo ninguna circunstancia Byakuran Gesso e Irie Shoichi se habían conocido por asares del destino, el cual no estaba escrito por un ser celestial si no por un simple ser humano en busca de cambiar la historia por su propio arrepentimiento. En el momento que se conocieron inevitablemente y sin quererlo evitar se convirtieron en mejores amigos, dos personas destinadas a compartir momentos felices por un periodo de tiempo. Pero no todo es perdurable en esta vida y los recuerdos que se encontraban sellados cruelmente regresaron a Shoichi, presentándose ante este la verdad de un futuro que estaba en ruinas a manos de un despiadado dictador, Byakuran su mejor amigo a quien había llegado a amar era aquel tirano ¿Su único camino era traicionar al Gesso?
Sin poder confesar su amor y mucho menos teniendo valor para saber si sus sentimientos eran correspondidos por Byakuran, Shoichi siguió adelante con aquellos planes. Traiciono a la persona que amaba solo para poder evitar aquel trágico futuro del cual se sentía responsable, se volvió parte de la familia Vongola y fue parte de la batalla contra la familia Millefiore, para finalmente ser testigo de la muerte del Gesso que tanto amaba. Quería llorar ¿Pero de que serviría? Él había escogido ese camino, aun sabiendo que sufriría por su elección.
Todos aquellos recuerdos ahora eran conocidos por él Irie Shoichi que aun era un estudiante de secundaria, las memorias de una dura batalla para evitar un torcido futuro dando como resultado que él jamás conocería al de cabellos blancos y ojos violetas, ya que la línea del tiempo había sido cambiada y la existencia de Byakuran tal vez borrada. Y ahora lloraba como muchas veces su yo futuro lo había echo, las lagrimas caían sin poderlo evitar ya que estaba enamorado de una persona que jamás podría ver y mucho menos tocar, ya no podría conocer al despreocupado y alegre chico ¿Era su castigo por haber jugado con él tiempo? ¿Debía cargar con ese dolor por haber traicionado al Gesso? No tendría su amistad, no vería su sonrisa y nunca seria llamado "Sho-chan", una sonrisa amarga se formo en el rostro de Shoichi sabiendo que era su culpa que el futuro del Gesso fuera tan torcido y por ello tendria una vida sin su amando, ante eso solo pudo llorar abrazando su almohada mientras repetía "Byakuran-san”.
-¡Sho-chan te ves horrible!- chillo su madre preocupada al ver el demacrado rostro de su hijo menor, que entraba en el comedor caminando lentamente y sin animo alguno.
Pero Irie no dijo nada, todas las noches desde que vio aquellas memorias lloraba como un niño pequeño que se encontraba perdido y no tenía nadie que le sujetara la mano ¿Cuanto tiempo llevaba sin dormir bien? Como unas dos semanas, que eran como el infierno mismo para él.
-Shoichi apúrate o te dejo- amenazo su hermana mordiendo una tostada.
Él de cabellos rojos miro el reloj que se encontraba colgado en el comedor, ciertamente su hermana tenia razón se le hacia tarde para llegar a la secundaria pero no tenia ningún animo para ir, si con gran trabajo se había levantado y vestido con el uniforme de la secundaria.
-Ohhh Sho-chan te ves tan demacrado- volvió a chillar su madre con una de sus manos sobre la frente del de cabellos rojos -Ohhh mi dios tienes algo de fiebre... Lo mejor seria que hoy te quedaras en casa descansando- finalizo preocupada con una de sus manos sobre sus labios.
-Me encuentro bien- mintió Shoichi de inmediato, no quería quedarse en casa lamentándose por aquello que jamás tendría -No necesito descansar- volvió a insistir con su mentira.
-No, no, no tú hoy de casa no sales- ordeno su madre velando por la salud del menor.
-Pero...- trato de negarse Shoichi, ganándose una mirada de reprimenda.
-Yo... Ya me marcho- dijo la hermana mayor abandonando el comedor.
-¡Sho-chan come tú desayuno y luego vuelves a la cama!- dijo la mujer en modo de orden, con una pequeña sonrisa -Mamá tiene que salir con unas amigas- finalizo para abandonar el hogar.
Ahora estaba solo sin querer hacer nada, sin ganas de comer el desayuno preparado por su madre, tan solo estaba inmóvil miraba la habitación y las lagrimas inundaron su rostro.
-¿¡Estoy llorando!?- dijo Shoichi llevando una de sus manos a su rostro sintiendo la humedad que de sus ojos caí y con el puño de la chaqueta trato de limpiar algo de las lagrimas.
Lentamente casi arrastrando sus pies con gran esfuerzo Irie comenzó a caminar en dirección a su cuarto, mientras se sacaba chaqueta del uniforme dejándola olvidada en algún lugar del departamento. Una vez en su cuarto se dejo caer de forma brusca sobre la cama y estando hay comenzó a llorar dejando salir todo el dolor y la tristeza como todas las noches abrazando una almohada para que ahogara sus sollozos, quedándose dormido luego de unos minutos.
Shoichi despertó sintiendo su cuerpo cansado y sumamente pesado, y un dolor de cabeza ¿Cuanto tiempo había dormido? Negó moviendo su cabeza por que aquello no le importaba, si fuera por él dormiría por siempre ya que solo en sus sueños era capaz de ver aquellos cabellos blancos, los ojos violetas, el rostro despreocupado y la alegre sonrisa, todo aquello que era parte de su amado "Byakuran-san", solo en sus sueños era dulcemente llamado "Sho-chan".
-¡Byakuran-san!- susurro quedito Shoichi sujetando con fuerza las sabanas.
El sonido del tiemble inmundo el departamento llamando la atención de Irie que no tenia deseos de ir a ver quien llamaba, el timbre nuevamente sonó pero Shoichi no se tenia ánimos para abandonar la cama, el timbre comenzó a sonar una y otra vez sin descanso alguno, obligando al peli rojo a levantarse para ver quien era la insistente persona que llamaba. Con pasos lentos Shoichi se dirigió a la puerta aun escuchando el sonido del timbre siendo tocado persistentemente ¿Quien seria la persona tan insistente? Irie lo admitía tenia curiosidad y un extraño calorcito en el pecho ¿Por qué? No lo sabía y tenía miedo de saber la respuesta.
Shoichi al abrir la puerta se encontró cara a cara con todo aquello que añoraba y por lo cual lloraba cada noche, frente a él se encontraba Byakuran Gesso con una amistosa sonrisa e Irie no lo podía creer ¿Seria un dulce pero cruel sueño? Se suponía que aquel chico no existía y de algún modo le estaba frente a él, su adorado "Byakuran-san" ¿Estaría cayendo en la locura?
-¿Sho-chan no invitas a pasar a tú mejor amigo?- pregunto Byakuran con aquel tono inocente y aquella sonrisa amigable, que al peli rojo le encantaba y que llevaba tanto extrañando.
Irie no podía salir de su sorpresa ¿Realmente era él? No era un sueño y mucho menos una ilusión, aquel era Byakuran sin duda alguna pero ¿Qué hacia llamando a su puerta? A la puerta de la persona que le había traicionado y conspirado para llevarlo a su muerte.
-¿¡Mí mejor amigo Sho-chan!?- llamo él Gesso con un puchero de forma dulce e inocente, tratando de llamar la atención del de lentes -¡Quería verte!- confeso con una cálida sonrisa.
"Mejor amigo" "Quería verte " ¿Como podía decirle aquello con esa expresión? Y Shoichi comenzó a llorar lanzándose al pecho del más alto, para esconder su rostro y sujetarse con fuerza de la playera que bestia él Gesso. Byakuran por su lado no hacia ni decía nada.
-¡Byakuran-san perdón!- dijo Shoichi entre lastimeros sollozos -¡Lo siento tanto, me arrepiento tanto de haber torcido tanto tú futuro!- continuaba mostrando todo su dolor -¿¡Podrías perdonarme!?- pregunto sujetándose con más fuerza de la tela de la playera del Gesso.
Byakuran no dijo nada solo dejo que él chico se desahogara entre sus brazos, había visto lo demacrado y destruido que se veía él de lentes abrir la puerta, se notaba que estaba sufriendo por todo aquello que había pasado en aquel futuro, tiempo que ellos no llegarían a vivir.
-¡Byakuran-san! ¡Byakuran-san!- repetía Irie él nombre del contrario mientras lloraba.
-¡Sho-chan no llores!- pidió Byakuran tomando del mentón al peli rojo obligándole a verle -No hay nada que perdonar Sho-chan eres mi amigo- dijo dulce limpiando las lagrimas que caían.
¿Amigo? Tan solo podría ser por siempre él mejor amigo de "Byakuran-san", pero Shoichi no quería eso, él amaba al Gesso y por segunda vez no podría vivir siendo tan solo su amigo.
-Byakuran-san...- susurro quedito Shoichi perdiéndose en la hermosura de esos puros ojos violistas -¡Byakuran-san yo te amo!- confeso cerrando los ojos fuertemente con miedo a ser rechazado, un gran pánico a perder la amistad de aquel por él que había llorado tanto.
-Sho-chan solo mírame- pidió Byakuran en un tono dulce y sumamente suave, logrando que él más bajo le mirara fijamente con sus ojos rojos por tanto llorar -¡Sho-chan te amo!- confeso con una sonrisa, depositando un casto y dulce beso en la frente de Shoichi.
Irie se sonrojo violentamente ante tal confesión y su corazón latía con violencia desenfrenada al saber que era correspondido, era amado por él Gesso y no podía estar más feliz.
-¿Byakuran-san me besarías?- pregunto quedito Shoichi con un sonrojo tímido.
Él de cabellos blancos sonrió ante la tierna y tentadora imagen que tenia frente a él, su "Sho-chan" todo sonrojado pidiéndole tímidamente un beso. Byakuran sin demora cumplió con lo que le pedía su dulce niño, se apodero de los labios ajenos en un beso suave y demandante pero que mostraba todo él amor y pasión que ambos chicos sentían por él contrario.
Sus lenguas jugaban en el interior de sus bocas contrarias, ambos brazos de Shoichi estaban enlazados con firmeza en él cuello del más alto, mientras Byakuran recorría con caricias él cuerpo del más bajo, a veces apretaba con fuerza las firmes nalgas de su "Sho-chan" logrando que deliciosos gemidos escaparan de entre los labios del chico y otras simplemente le sujetaba con fuerza de la cintura para atraerle más a su cuerpo si era posible. El beso se volvía cada vez más demandante y pasional, logrando que al inexperto Shoichi le tiritaran las piernas y que casi no se pudiera mantener en pie. Byakuran quería sonreír ante lo tierno que era su "Sho-chan" que con gran trabajo le seguía el ritmo, podía sentir como al más bajo le comenzaba a hacer falta el oxigeno por lo cual se vio obligado a abandonar aquellos dulces y adictivos labios.
-¡Sho-chan te adoro!- susurro él Gesso sobre los labios del peli rojo.
Shoichi se sonrojo desviando su mirada tímidamente lejos de aquellos hechizantes ojos de color violeta que tanto le encantaban, para luego caer al suelo sin fuerzas para mantenerse en pie.
-Hahaha Sho-chan creo que deberías descansar- dijo Byakuran riendo inocente, su niño aun se veía cansado y bastante demacrado ¿Cuanto tiempo llevaría sin dormir bien?
-No quiero descansar...- susurro Shoichi sin querer alejarse del más alto -¡¡Byakuran-san te extrañe tanto!!- confeso tratando de incorporarse sin poderlo conseguir.
-¿Sho-chan que tal si nos acostamos juntos?- sugirió con un tono inocente Byakuran.
-¿Acostarnos juntos?- repitió a modo de pregunta Shoichi sonrojándose violentamente.
-Hahaha vamos- dijo Byakuran tomando a Irie en brazos.
-¿¡Byakuran-san!?- exclamo tímidamente y sonrojado Shoichi, enlazando ambos brazos en el cuello del más alto para no terminar cayendo al suelo. Estaba nervioso muy nervioso.
Byakuran solo sonríe con una de sus sonrisas inocentes aquellas que te hacían preguntarte si este era el mismo genocida que había conquistado tanto mundos paralelos, aun que Irie era la persona que mejor sabia que él Gesso podía ser un sádico con ansias de conquistar el mundo como una persona inocente y despreocupada. Por su parte el de cabellos blancos aun que no tenía la mínima idea de cual seria el cuarto de su “Sho-chan” lo buscaría igualmente después de todo que tan difícil seria hallar la habitación de sus peli rojo en un departamento que a su parecer era bastante pequeño. Pero jamás imaginaria su clave error.
Él Gesso llego a un pasillo y la primera puerta que encontró la abrió encontrándose con el baño, sonrió algo nervioso ese solo había sido su primer intento seguro que a la siguiente vez si lo encontraba. La siguiente puerta que abrió si era un cuarto pero definitivamente no podía ser la habitación de su “Sho-chan” era muy femenina para ser del chico ¿Seria de su hermana?
-Etto Byakuran-san es la puerta del al lado- dijo Shoichi con una gotita en su frente.
-Claro que ya lo sabia Sho-chan… - mintió con una sonrisa Byakuran -¿Por quien me tomas?- pregunto con una sonrisilla de las suyas que consiguió que Shoichi le mirara con un rostro que decía “Soy tú mejor amigo y te conozco lo suficiente para saber que mientes” –Jejeje Sho-chan no me mires con ese rostro- finalizo rascando una de sus mejillas.
-¿Qué mirada Byakuran-san?- pregunto Shoichi como siempre respetuoso.
-Esa Sho-chan…- dijo Byakuran apuntándole con un dedo con la mano que tenia libre, para luego darle un pequeño y casto beso en los labios que sonrojo a Shoichi.
Byakuran sonrió coqueto mientras caminaba a paso tranquilo cargando a Shoichi, unos cuantos pasos para llegar a la puerta que abrió encontrándose con un cuarto impecablemente ordenado a excepción de la cama que se encontraba algo desecha. Él Gesso deposito suavemente a Irie en la cama para luego pasar a recostarse junto a él, abrazándole fuertemente para que no se alejara de su cálido cuerpo.
-¿Byakuran-san?- pregunto Shoichi con su rostro en el pecho del más alto.
-¿Qué Sho-chan?- pregunta Byakuran con una sonrisa, acariciando los rojos cabellos.
-Te amo- dice Irie contra él pecho del Gesso, sin mirarle.
Byakuran no dijo nada solo tomo del mentón al más bajo obligándolo a verle y cuando tenia aquella mirada de color verde conectada con la propia supo que tenia todo la atención del chico, y hay le beso, apoderándose de los labios de su “Sho-chan” que le sabían completamente dulces, más dulce que cualquier cosa que hubiese probado en su vida.
-Duerme Sho-chan… Yo también te amo- dijo Byakuran entre el beso.
Y solo hay Irie Shoichi supo que volvería a dormir bien, ya no habrían noches de llanto por que la razón de sus lagrimas se encontraba junto a él, estaba cobijado en los cálidos y fuertes brazos de sus “Byakuran-san ” y eso le hacia pensar que todo ese dolor había sido un mal sueño. Ahora tanto Byakuran Gesso como Irie Shoichi podrían crear un futuro juntos, un futuro que no seria como aquel en el que el peli blanco murió. Y Irie se durmió entre los brazos de Byakuran el cual le miraba con una dulce sonrisa sabiendo que esta vez no perdería a su amado “Sho-chan”, esta vez su futuro no se torcería y tenia al peli rojo para cuidar de eso.
"Cambie el futuro por mí propias lamentaciones, pero no me arrepiento de estar entre tus brazos. Por que esta vez estoy seguro de que no torceré tu fututo"
…Fin.