Secreto en la montaña
Ya llevaban dos semanas en el monte silver cuidando de todos los mareep. Era un tanto aburrido estar trepado en la cima del monte esperando a que todos los pokemon que parecían ovejas evolucionaran a Flaffy, era tedioso si, pero alguien tenía que hacerlo.
Green suspiro mientras tomaba asiento en un tronco el cual mayormente usaban como silla, eran al menos 150 mareep y los pokemon eran muy malditos ya que aprovechaban para electrocutarlo a el o a Red cada que podían o se les ocurría separarse del grupo. El pikachu de Red era de ayuda pero un solo pokemon electrico no bastaba para controlar a todo el rebaño.
Al inicio estaba completamente emocionado, ya por fin había cumplido sus 18 años lo que significaba que su abuelo, el profesor Oak, dejaría de darle trabajos mediocres y esta vez le daría un trabajo de verdad, pero no se esperaba que lo hiciera subir a la cima del jodido monte a pastar mareep un mes entero.
Agradecía enormemente que Red estuviera allí con él ya que estaba seguro que si estuviera solo ya abría enloquecido.
Esas dos semanas le habían ayudado también a conocer a Red, jamás había hablado con el a pesar de que los dos vivian en pueblo paleta ni recordaba haberlo visto antes.
Red lo tenía cautivado desde que lo vio entrar en el laboratorio del profesor Oak con su gorra roja y su pikachu trepado en su hombro y estaba feliz de que les hayan puesto en el mismo trabajo por más odioso que fuera.
Se rasco la cabeza y bostezo, ya se estaba haciendo tarde mejor empezaba a preparar la cena.
Con ayuda de su Ponyta prendió una fogata y colocó a hervir el agua para después sacar los utensilios de cosina.
Habían puesto su campamento a un lado del rio para tener rápido acceso al agua y se turnaban para cuidar de los Mareep que estaban a unos quinientos metros del campamento en un campo abierto, desayunaban, comían y cenaban juntos y las noches hacían turnos para seguir cuidando de los pokemon.
Escucho el trotar de un Ponyta y supo que Red estaba serca para la cena que ya había terminado de preparar: Comida enlatada.
-Bienvenido- dijo cuando vio al joven de ojos rojos bajarse de su Ponyta y meterlo a su pokeball.
-No entiendo por que el profesor no nos deja meter a los Mareep a pokeballs- se quejo sentandose.
-Ya lo sabes, están aqui por que estan toda la primavera encerradas, los veranos son perfectos para ellas ya que mudan de lana continuamente y podemos venderla, agradece que nos toco en verano y no en invierno por que si no estaríamos muriendo de frio.
-Si, pero aun así tan siquiera de noche deberíamos meterlas.
-Imaginate cuanto trabajo sería meter 150 Mareeps a sus respectivas pokeballs, además solo tenemos 12 pokeballs entre los dos, jamás podríamos con 150- le recordo.
-Odio que me hagas ver lo obvio- gruño.
-Es tu culpa por no darte cuenta.
-Como sea ¿que hay de cenar?
-Sopa.
-¿No podemos comer otra maldita cosa? Desde que llegamos aqui hemos comido sopa.
-Es todo lo que hay, sabes que yo no como tofu y a ti te hacen daño los frijoles.
Red se puso de pie y se acerco a donde guardaban las proviciones, el ya estaba más que harto de la sopa, le valía un cacahuate que Green no comiera tofu el si lo comería, ya no pensaba comer sopa en lo que le quedaba de vida.
Mientras esculcaba entre las cosas saco una botella que no había visto antes: una botella de Wisky.
Fue a donde Green con la botella en las manos.
-¿Sabías que teníamos esto?- le pregunto mostrandole la botella.
Green la tomo entre sus manos y la examino. -No, no la había visto antes- comento mientras la abria y la olía.
Red se la arrebató y la observo para después llevarsela a los labios y darle un sorbo.
-¿Que haces? No podemos tomar alcohol somos menores de edad- regaño quitandole la botella.
-Los dos estamos muy estresados ya que llevamos dos semanas aqui arriba comiendo sopa, no es mala idea relajarnos al menos una noche ¿o si?
Red tenía razón, ambos estaban cansados de ese lugar y tal vez el wisky les haría relajarse un poco. Con ese pensamiento el tambien tomo de la botella.
Estuvieron bebiendo hasta que se terminaron el alcohol, comieron su sopa entre quejas de lo horrible que era tener que comer esa porquería y risas por culpa de la ebriedad.
La noche hizo acto de precensia y las estrellas empezaron a ilumniar tenuemente el lugar, era el turno de Green para ir con los Mareeps así que se levanto temblorosamente.
-¿Que haces?- pregunto Red al verlo de pie.
-Voy con los pokemon- dijo arrastrando la lengua. Todo le daba vueltas.
-No vallas estas borracho de seguro moriras electrocutado- comento Red. -Los dos cabemos en la tienda así que metete de una vez- se puso de pie.
-¿Y dejaremos a los Mareeps solos?
Red gruño y saco de su cinturón una pokeball de donde salio Pikachu.
-Pika, estamos borrachos ¿Podrías cuidar de los Mareeps esta noche?- pidio, el pokemon rata asintio con su cabecita y se fue coriendo en dirección a las ovejas.
-¿Crees que pueda solo?
-Le hacen más caso a el que nosotros.
-Buen punto.
-Muy bien a dormir, que mañana tendremos resaca.
Ambos fueron a la tienda y se acostaron uno al lado del otro, no estaban tan borrachos, solo mareados y un poco mas alegres.
o-o-o
Se besaban con pasión, era una guerra entre sus lenguas para ver quien era la dominante, todo había empezado con un abrazo y un roce accidental de ambos miembros para que después de darse una mirada coqueta comenzaran a besarse.
Red estaba sobre Green apoyando sus manos a ambos lados de la cabeza de este para evitar aplastarlo mientras el otro se abrazaba a su espalda y con una de sus manos acercaba su nuca para que no se rompiera el contacto de su beso.
Las manos traviesas empezaban a decender su camino, hasta llegar al pantalón, Green colo la mano dentro de la ropa interior de Red para empezar a acariciar su trasero y los gemidos ahogados por el beso se empezaron a escuchar.
Cuando por fin se separaron del beso Green hizo quecambiaran de pocición quedando el arriba y Red debajo, rápidamente le quito el pantalón al de ojos carmesí y haciendo que se pusiera en cuatro lo penetro con fuerza.
Green gimio de gozo se sentia tan caliente y estrecho estar dentro de Red que sin esperar nada se empezó a mover torpemente por el alcohol que estaba en su cuerpo.
Era su primera vez, de ambos. Red sentía un poco de dolor pero al mismo tiempo placer ya que mientras Green lo envestía sentia como rozaba su punto G repetidas veces causando grandes oleadas de placer por todo su cuerpo.
Llegaron rápidamente al orgasmo y el agotamiento los vencio.
o-o-o
Aun no comprendía como había podido pasar, habían tomado pero aun estaba lo suficintemente conciente como para haber estado en esa situación, o al menos eso pensaba. Estaba seguro que Red estaba más afectado que él, después de todo el fue el que tuvo que prestar su trasero para calmar ese arranque espontaneo de pasión que les dio en la noche.
Tenía vagos recuerdos de lo ocurrido, al despertar y darse cuenta de lo que había pasado ignorando el dolor de cabeza se fue rápidamente con los Mareeps. No sabía como harían para verse a la cara, era sumamente vergonzoso que haya pasado eso.
Suspiro y se tiro boca arriba sobre el pasto, ya pasaba del medio día lo que significaba que ya era hora de la comida y debía ir al campamento sin embargo no se atrevía a ir donde Red.
Se llevo el brazo a la cara para cubrirse los ojos del sol, el dolor de cabeza lo estaba matando y recibir descargas electricas cada 10 minutos por estar recogiendo lana empeoraba su situación.
-¿No piensas ir a comer?- se sentó de golpe al escuchar la voz de Red.
El de ojos rojos se sentó a su lado.
-No te culpo por lo que paso- hablo sin mirarlo -Estábamos borrachos, para evitar incomodidad entre nosotros hagamos como que lo de anoche jamás pasó.
Se quedaron en silencio, Green estaba convencido de que no era gay, había tenido una novia muy bonita llamadaBlue y siempre se había sentido atraido ante las mujeres voluptuosas sin embargo estando junto a Red desde antes del accidente de anoche se había sentido ansioso a su lado pero no creyó que le gustara, solo creía que el chico le llamaba mucho la atención pero ahora con lo ocurrido dudaría en decir firmemente que era heterosexual.
-Estoy de acuerdo- dijo por fin.
o-o-o
Dos días habían pasado desde el accidente y habían regresado a su rutina anterior, Green encontró otra botella de Wisky así que decidió aventarla al río para evitar otro accidente. Las cosas entraban en lo que cabría en la normalidad sin embargo ahora había pequeños silencios incomodos entre ambos y cada que sus manos o alguna parte de sus cuerpos se rozaban por accidente ambos se ponían sumamente nerviosos.
Green golpeo su cabeza repetidas veces contra un tronco y solo se escuchaba el seco "Tonk" al momento que su cabeza se estrellaba contra la corteza, no podía seguir así, esos dos días le habían servido para reflexionar acerca de sus sentimientos y todo lo llevaba a la misma conclusion:
Se había enamorado de Red.
Golpeo aun más fuerte su cabeza eh incluso sintio como la sangre resvalaba por su cara, se debía de haber abierto una herida pero poco le importaba, solo quería sacarse esos sentimientos que lo enloquecian.
Suspiro y se llevó la mano a la frente para limpiarse la sangre, fue al rio para lavarse la herida, le diría a Red que por estar distraido se estrello con un árbol, no era de todo mentira ya que si se estrello con un árbol pero no accidentalmente.
Por otro lado Red ya había recibido por lo menos 15 descargas electricas en 10 minutos, decidio dejar a un lado la lana y se puso a tocar su armonica, solo quería encontrar algo con que distraerse de los pensamientos que tenía sobre el y Green pero nada lo ayudaba. Ni su trabajo con los Mareep ni tocar su armonica. Todo lo que cubria su mente era el joven de ojos verdes.
Ya conocía a Green de antes, sabía perfectamente que era el nieto del profesor Oak, incluso había estado enamorado de el por hacía casi dos años, y en cuanto supo lo del trabajo en la montaña no dudo en solicitarlo ya que solo quería estar serca de Green. Pero no contaba con que terminarian teniendo sexo.
Red suspiro pesadamente y continuo tocando pero ni asi podía distraerse. Desde que Green le conto la primera semana que estuvieron allí que tuvo una novia y que le gustaban las mujeres voluptuosas se había decidido a olvidarse de él pero sin embargo el incidente de dos días atrás lo tenía completamente alborotado.
Soñaba despierto con mil cosas que no sucederían y se avergonzaba de pensar que sus sentimientos se habían hecho aun más fuertes por el joven.
Sabía que no sería correspondido y eso le dolía, sin embargo no podía evitar añorar estar con él.
-Juro que rompere esa armónica algún día- se escucho la voz de Green y Red dejó de tocar.
-No toco tan mal- se molestó.
-Claro que si, tira eso y mejor dedicate a otra cosa ya que la música no es lo tuyo- se sentó junto a él.
-Lo que pasa es que de tanta electricidad ya no suena bien.
Green recargo su mano en su hombro -Red, jamás ah sonado bien, desde que la sacaste el primer día ah sonado horrible.
Se miraron a los ojos, estaban demaciado serca el uno del otro, sus rostros estában a escasos centímetros eh incluso podían sentir la respiración del otro.
Sin saber muy bien como ni por que unieron sus labios en un pequeño contacto, no supieron quien lo empezó ni quien se separo. Se miraron a los ojos y se volvieron a besar.
o-o-o
Ya era su último día allí, ese día partirían monte abajo ya que todos los Mareep por fin habían evolucionado y juntaron mucha lana.
Su relación ahora era un tanto extraña, no eran novios pero se trataban como unos, se besaban y abrazaban y un par de veces más habían tenido relaciones estando ahora completamente sobrios sin embargo ninguno de los dos específico nunca que clase de relación tenían.
Su viaje fue silencioso ya que Green cumplio su palabra de deshacerse de la armónica de Red, no hablaron durante el camino, ni una sola palabra.
Llegaron a pueblo paleta donde el profesor Oak los recibio con una agradable cena sin sopa, platicaron sobre como les fue en el monte Silver (omitiendo su relación) y los sucesos que ocurrieron en pueblo paleta durante la ausencia de los dos jovenes.
-Por cierto Green recibi una llamada de cuidad Verde- hablo el profesor. -Están buscando a un aprendiz para ser el lider de gimnasio.
-¿De verdad? ¿Lider de gimnasio?- se emociono el de cabello castaño.
-Si, pero tendrías que mudarte allá- Red volteo a ver a Green que se veía entusiasmado con la idea, pero al devolverle la mirada supo que no quería estar lejos de el.
-Es una gran oportunidad, no deberías desaprovecharla- hablo Red.
-Es verdad, tus padres estarían muy orgullosos de ti- comento el profesor.
-Si... ire- sonrio.
Un semana más pasó, Green estaba a punto de irse del
Pueblo Paleta así que Red fue a despedirse de él.
-Espero te valla bien- lo abrazó.
-Vendre de visita siempre que pueda- le sonrío con tristeza, estaba seguro de que lo iba a extrañar, después de todo ese mes que pasaron juntos no lo podría olvidar facilmente.
-Si... eso espero.
Se quedaron en silencio, se vieron a los ojos y sintieron un deseo enorme de besarse.
-Por cierto... nunca hablamos sobre lo que pasó en el monte Silver- comento Green, Red se sonrojo.
-No creo que haya nada de que hablar- bajo la cabeza.
-Yo si lo creo- tomo su cara enre sus manos -Me enamore de ti, lamento no haberlo dicho antes.
Red sintio como las lagrimas se acumulaban en sus ojos y se abrazo del castaño.
-Te amo- dijo entre gemidos.
-Y yo a ti- le beso la cabeza, no quería llorar, debía contener sus lagrimas.
Aunque quisieran estar juntos no podían. Green ahora estaría trabajando para convertirse en el lider de gimnasio de cuidad verde y Red debía seguir entrenando para convertirse en el mejor maestro pokemon de todos. Además una relación entre dos hombres sería mal vista por toda la región, no, más bien todo el mundo.
-Hagamos una promesa- dijo Red después de calmarse -
Todos los veranos vayamos al Monte Silver con los Mareep, no importa lo que pase siempre vayamos- pidio con sus ojos cristalinos por las lágrimas.
-¿Aún si debemos comer sopa?- pregunto entre riendo.
Red asintio -De acuerdo, será nuestro secreto.
Así cada quien siguió su camino, Green se convirtió en un gran lider de gimnasio, solo los más fuertes podían vencerlo y Red se convirtió en el mejor maestro pokemon y puso una pequeña escuela en pueblo paleta sobre el criado de los pokemon.
Para evitar las sospechas Green se casó con Blue y tuvo un hijo al cual le puso Silver sin nunca contarle a su esposa el significado que tenía para él ese nombre. Y Red se casó con una chica llamada Yellow teniendo a un hijo el cual le puso como nombre Gold.
Aun estando casados y con hijos ambos cumplieron su promesa de ir todos los veranos al monte silver aun si no había Mareeps a los cuales cuidar. Ambos se amaban y estaban dispuestos a estar juntos aunque debiera de ser un secreto.
Fin.