Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Celebrities for Love por Viany

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, esta historia la escribí junto con mi querida amiga Sena-chan ^^


Disclaimer:

  •  Los personajes de Katekyo Hitman Reborn no me pertenecen, pertenecen a su autora Akira Amano.
  • Canción interpretada por Fm. Theta  y traducción de la misma realizada por Kaelufi

Los rayos de luz golpean sus ojos, indicando que finalmente ha amanecido y desesperezandose se estira de brazos y deja escapar un bostezo, mientras su mente cansada se pregunta qué es lo que está olvidando, se pone de pie y va a darse una ducha.  Se cepilla los dientes y alista para ir a clases, se sorprende de lo temprano que esta vez se ha levantado.

 

Aunque no puede despegar de su mente que está olvidando algo, decide dejarlo pasar por el momento, si no recuerda bien tal vez es porque no es tan importante, cuando de pronto dirige su vista al calendario que está colgado en la pared, observa que está marcado el día 5 de mayo con una pequeña nota "cumpleaños de Hibari-san" asustado por haber olvidado el cumpleaños de su novio entra en pánico, solo tiene un día para comprar el regalo y para colmo no sabe que regalarle.

 

-Tsu-chan ¡Ven a desayunar! -la alegre voz de su madre lo saca de sus pensamientos con respecto a lo que debe regalar.

-Hai, ¡ya voy! -responde en un grito para tomar su maletín y salir corriendo a la cocina donde lo recibien Fuuta, Bianchi, I-pin y Reborn, pero se lanza sobre él Lambo.

-GYAJAJAJA! Arrodíllate ante Lambo-sama Baka-Tsuna -dice el pequeño agarrándose de su cabeza.

-Lambo... -dijo Tsuna tratando de quitárselo de encima, pero solo Reborn de una patada logro liberarlo.

-¡Debo calmarme! -dice con los ojos llorosos y rompe en llanto, es lo mismo todos los días, piensa Tsuna dejando escapar un leve suspiro.

-¿Que es lo que piensas hacer? Dame-Tsuna – le dice su Tutor con los ojitos brillantes, ya que sabe sobre el regalo que su tonto pupilo le debe hacer a Hibari.

-¡Hiiiii! No me mires así, ya... Y además no me llames Dame... -quiso replicar, pero todo lo que consiguio es una patada y un terrible dolor.

-Es tan lindo poder desayunar con la familia unida. -dice Nana junto a Bianchi, I-pin y Fuuta mientras desayunan a gusto.

 

Poco a poco se recupera del dolor, no puede creer que se le olvide algo tan importante, sabe de antemano que Hibari no es ese tipo de personas que le preocupe cosas como los cumpleaños, pero aun así quiere darle algo especial, el detalle reside en que regalarle, no sabe mucho de él a pesar de llevar un año de noviazgo.

-Oye Reborn…

-No lo sé, y será mejor que pienses en algo pronto

Ni siquiera le había dado tiempo de preguntarle, las ganas de desayunar se han ido, así que decide irse temprano al colegio.

Toma sus cosas y sale de su casa, parado en la acera se encuentra su inseparable mano derecha

-Buenos días Décimo, ¿quiere que lleve sus cosas?

-Gokudera-kun no es necesario, puedo llevarlas

-Mi deber como mano derecha es ayudarle en todo Décimo, así que no hay problema

Para Tsuna este tipo de situaciones ya se le hacen normal, esboza una sonrisa y decide pedirle concejo con lo del regalo de Hibari, al final de cuentas Gokudera-kun tiene un buen gusto en vestir

-Oye Gokudera-kun, ¿puedo pedirte algo?

-Claro que si Décimo, encantado de ayudarle

-Jeje, veras se acerca el cumpleaños de Hibari y pues, no sé que darle

-Oh-a Gokudera no le agrada mucho que ese sujeto sea novio de su Décimo, pero aun así lo ayudaría-mmm… no le he tratado mucho, solo sé que le gusta morder hasta la muerte a todos y que odia las multitudes, pero aun así aparece en el momento justo para ayudar a los demás, ¿Qué le parece si le compone una canción Décimo? Yo puedo ayudarlo

Justo en el momento en que le va contestar llega Yamamoto saludándolos

-YO Tsuna, gokudera. Haha ^^ ¿qué hacen? -saluda alegremente y se  mete en medio de ambos.

-Yamamoto hola. -saluda mirándole contento, pues ha llegado justo en el mejor momento.

-Cállate Fanático del Beisbol que molesto. Justo interrumpes cuando estoy conversando con el Décimo. -recrimina ruborizándose un poco y desviando la mirada pues la idea de escribir una canción para Hibari le parece demasiado cursi y mejor se lo dirá cuando estén  a solas.

-Hai, hai. Como digas Gokudera. -dice llevando los brazos tras su cabeza sonriendo mas al Guardián de la Tormenta, que le pone cara de pocos amigos.

-Yamamoto, el cumpleaños de Hibari-san será... -dice Tsuna siendo cortado por el chico de cabello negro.

-HAHA ¿y ya pensaste que obsequiarle Tsuna? Siendo tan complicado como es, pues... Tal vez un... -dice muy pensativo y Tsuna está con los ojitos brillantes esperanzado en la ayuda de su amigo.

-No la verdad no se que podrías darle jejeje otra Ave ¿Tal vez? -dice sonriendo despreocupadamente, mientras siguen caminando.

 

Tsuna pone los ojos en blanco, Gokudera está molesto, a punto de lanzarle sus bombas, pero es detenido por el Décimo.

 

En el camino los tres tratan de pensar en que obsequiar al Prefecto de Namimori.

 

-¡SAWADA! ¡Cabeza d pulpo! ¡Yamamoto! ¡Si no se dan prisa llegaran tarde al Extremo! -grita batiendo la mano mientras su pequeña hermana levanta su mano a modo de saludo con una gran sonrisa. Tsuna comprende que hará el intento de hablarlo con Nii-san y tal vez su primer amor podrá tener alguna idea para ayudarle a buscar el regalo perfecto para su novio.

 

El resto del camino hacia Namimori es agradable, Yamamoto y Rhoyei tratan de convencer a Gokudera que deje de fumar, mientras que más adelante van Kyoko  y Tsuna.

-Tsuna-kun ¿te encuentras bien?

-¿Eh? Si Kyoko, gracias por preguntar, es solo que mañana es el cumpleaños de Hibari-san y todavía no se que regalarle

-Sí que tienes un gran dilema Tsuna-kun, se ve que Hibari-san es alguien difícil de complacer, ¿Por qué no tratas de preguntarle que le gustaría? O tal vez una cita para festejar su cumpleaños

La idea de Kyoko no suena tan descabellada, solo que esta el pequeñísimo detalle de que a Hibari no le gustan las multitudes, de tan solo imaginar el momento en que le pidiera lo de cita sería capaz de morderlo hasta la muerte, así que por el bien de su integridad física descarta la idea.

En la entrada de Namimori se encuentra el Presidente del Comité de Disciplina, vigilando que ningún herbívoro altere el orden, aunque se encuentra fastidiado, últimamente no ha mordido a nadie hasta la muerte, también sabe que mañana es su cumpleaños, para él es algo sin importancia, es un día común y corriente, pero que los herbívoros festejan por cumplir un año más de vida, t´ch realmente llegan a ser muy molestos.

A lo lejos observa a su novio rodeado de la manada de herbívoros de siempre, llevan un año saliendo juntos, hmp, aun recuerda el momento en que le pidió o más bien le ordeno al herbívoro que fuera su pareja, ya que desde el primer momento que lo vio supo que no era un herbívoro común, que a veces puede llegar a ser un inútil de primera, pero también es capaz de proteger a los demás como un gran carnívoro, pensándolo mejor, si le preguntaran ¿Qué quieres de regalo? Él contestaría que devorar al herbívoro de su novio, y realmente le gustaría hacerlo, pero quiere llevar las cosas tranquilas con él.

 

Sus miradas se cruzan, Tsuna no puede evitar ruborizarse al sentir esa inquisidora mirada azul como el mar, aquella penetrante mirada que le deja sin aliento con un hormigueo en la boca de su estomago. Si alguien preguntara la razón por la cual acepto jamás la diría, porque primero fue el miedo a su integridad física, pero gracias a Reborn, fue aceptando sus propios sentimientos por Hibari-san.

 

El doki doki en su pecho le indica que cada día que pasa esa relación es mucho más fuerte.

Aunque a veces se pregunta porque Reborn le dice esas cosas ¿Cuánto ha avanzado Hibari-san sobre su cuerpo? Aquella pregunta pervertida le pone rojo como tomate y lo hace avergonzarse demasiado y sale huyendo sin responder. A lo máximo han sido besos con lengua y unas caricias que le estremecen el alma, pero... Hibari-san no llega a más.

Entonces el hilo de sus pensamientos se corta y sacudiendo su cabecita se pone más rojo, ante las ideas que le llegan a su cabeza, de los momentos en privado junto al Prefecto de Nami-chu.

Y pasando junto a él ambos se dedican una mirada que lo dice todo, sin necesidad de contacto, sin necesidad de palabras.

El contacto aunque dura unos segundos, para él significan mucho, le gusta perderse en esa mirada castaña que transmite emociones, que lo absorben en un torrente de sensaciones agradables, aunque claro está que a nadie le dirá eso, eso es de herbívoros, pero con Tsunayoshi se permite bajar un poco la guardia, ve como se aleja hacia a los salones.

Decide realizar una ronda, no quiere que herbívoros alteren el orden de Namimori, al terminarla se dirige a la azotea del instituto, escucha el himno entonado por su pequeña ave, la cual termina posándose en su cabeza,  aburrido se dispone a dormir, quiere que ya terminen las clases para estar un rato con su novio.

Para Tsuna si de por si nunca entiende al profesor, ahora mucho menos, su cabeza se encuentra divagando, no solo en el regalo que debe comprar a su novio, sino también en aquellas emociones que le hace sentir, al principio le daba mucho miedo, no le gustaba acercarse a él, pero poco a poco su corazón comenzó a sentir cariño por él, recuerda muy bien aquel primer beso que se dieron, pensó que en ese aspecto sería muy agresivo, pero fue todo lo contrario, un beso casto y dulce, que le llego profundo al alma, no puede evitar tocar sus labios y mostrar una boba sonrisa.

Las clases parecen alargarse tortuosamente, así que decide ir a preguntar a Nii-san

Es hora del almuerzo, así que todos los estudiantes rápidamente toman sus obentos y salen a comerlo libremente, Yamamoto ha traído uno extra para dárselo a Gokudera que a regañadientes se ve obligado a aceptar, pues la mamá de Tsuna solo preparo esta vez para su hijo. Y yendo los tres juntos, se encuentran con Kyoko-chan y Nii-san, en eso aprovecha el precioso momento de compartir el almuerzo para preguntar a Nii-chan

-Un regalo adecuado para Hibari, eso es un poco complicado Sawada pero creo que tengo una idea de lo que podrías regalarle en su cumpleaños. -dice muy seguro mientras continúan el almuerzo en el patio.

Gokudera discute con Yamamoto por tratar de alimentarlo en la boca, mientras Kyoko ríe divertida ante aquella escena pues ya se ha acostumbrado a sus peleas y su forma tan confidencial de comportarse, mientras que Tsuna luego de escuchar las palabras de Nii-san llora de felicidad con los ojitos brillantes hasta que una patada en la nuca lo manda a volar contra un árbol,  Gokudera es el primero en gritar seguido de Yamamoto y Kyoko-chan.

-Hiii... -se queja sobándose la nuca, a su lado ya esta Gokudera con aspecto de pocos amigos pero se queda entre sorprendido y pasmado al ver que se trata de Reborn.

-Dame-Tsuna tardas demasiado tiempo en decidirte cuando recuerdes, pronto llegara la hora. -guiña el ojo al castaño y sonríe ampliamente.

-REBORN -se quejo sobándose más

-Reborn-san ¿por qué golpeo al Décimo? -cuestiona Gokudera.

-YO Mocoso. -le saluda Yamamoto sonriendo al ver al pequeño bebe ahí.

-Oh, Maestro Pao Pao. -sonríe Ryohei con los ojitos brillantes mientras Reborn cambia su disfraz de ardilla por uno de anciano.

-REBORN ¿Por qué mejor no dejas de interrumpir? Nii-san me dijo que tiene el regalo perfecto para Hibari-san -dice Tsuna gritando como nunca antes se le había visto, eso deja sorprendidos a algunos y muy celoso a Gokudera que aprieta los puños, pues el cabeza de césped no puede ganarle a una mejor idea que componer una canción para el fanático de las peleas.

-EXTREMO Todos sabemos que Hibari disfruta mucho de las peleas, entonces lo único que debes hacer es planear una cita con Rokudo Mukuro y dejarlos que luchen

Todos ponen los ojos en blanco, y Reborn acaba por golpear al boxeador por la idiota idea. La idea de una cita entre esos dos es algo temible, aunque solo sea para pelear, Hibari ni si quiera puede ver en pintura a Mukuro, son enemigos declarados a muerte y más al saber que Mukuro tenía algunas intenciones poco sanas para Tsuna, así que la idea es desechada inmediatamente.

En cuanto se recupera Ryohei es regañado por Gokudera

-¿Qué acaso estas idiota cabeza de césped?, ¿quieres dejar tan pronto al Décimo viudo?

-Ya Gokudera, solo es una pequeña broma, ¿verdad?- trata Yamamoto de calmarlo, antes de que lo dinamite

-¡Al extremo que no!

Tsuna solo puede suspirar, no tiene la mínima idea de que regalarle y sus amigos tampoco ayudan mucho, Reborn no quiso ayudarlo, si esto sigue así lo más seguro es que no le dará nada, ¿Por qué tiene que ser tan complicado Hibari-san?

Reborn solo puede observar divertido como su Dame alumno se complica la existencia, es tan obvio lo que Hibari quiere, incluso el inútil de Dino lo sabe, si se le ve a leguas que quiere llegar hasta el final con Tsuna, lo único que le sorprende es el hecho de que se ha contenido todo este tiempo, le ha dado buenas oportunidades y las ha desaprovechado completamente, pero le alegra que Hibari sea el novio de Tsuna, no solo porque es uno de los guardianes más fuertes que lo puede proteger, sino también se da cuenta que lo quiere mucho aunque no lo demuestre abiertamente.

El almuerzo termina sin mayores contratiempos, las clases inician nuevamente, antes se le hicieron largas, ahora parecen pasar muy rápido, cuando menos se da cuenta la alarma suena indicando el final, Yamamoto y Gokudera se acercan a él.

-Décimo vera que podrá conseguir el regalo perfecto para él

-Si Tsuna, no te desanimes

-Gracias chicos, tal vez será mejor que le pregunte, nos vemos chicos

Despidiéndose de ellos se dirige al salón del comité disciplinario, enfrente de la puerta se muestra indeciso en entrar o no, pero armándose de valor entra al salón, él es el único que puede pasar sin pedir permiso, Hibari solo levanta la vista de los papeles al verlo entrar y se vuelve a centrar en los mismos. Tsuna toma asiento enfrente del escritorio y se dedica a observarlo, la habitación se llena de un cómodo silencio que es roto por Hibari.

-Ven aquí herbívoro-indicándole que se acerque a él, Tsuna obedece inmediatamente.

Hace que se siente sobre sus piernas y comienza a besarlo de una manera pausada, Tsuna solo cierra sus ojos y pasa sus brazos alrededor del cuello de su novio, dejándose llevar por el beso que poco a poco se convierte en una danza de lenguas y un recorrido de caricias superficiales, Tsuna comienza a sentir cierto cosquilleo que le es agradable, pero que es detenido abruptamente.

-Sera mejor que te retires, tienes deberes que cumplir

Solo se dedica a obedecer y sale del salón, solo le quedan unas cuantas horas, espera que en el camino a casa encuentra algo que pueda darle.

Luego de ser despedido por su novio se pregunta aun si es una buena idea arriesgarse y preguntar a Chrome, pero en el camino a casa lo rodean, Tsuna abre los ojos al reconocer a los hombres de Mukuro y la pelirroja que carga al pequeño Fran.

-Kufufufu realmente Hibari Kyoya debe ser un verdadero masoquista, tenerte a su lado tan disponible y no poseerte de una por completo. -sonríe ladinamente de forma coqueta, aquella que no presagia nada bueno, recuerda que su novio por poco y asesina a Rokudo Mukuro por haberlo secuestrado y tratar de aprovecharse de su ingenuidad, mas ahora si está listo para enfrentarlos a todos.

-Mukuro esta vez no caeré en tu ilusión. -las flamas naranjas aparecen.

-Oya, oya se ve que no me conoces bien, Tsunayoshi-kun... -susurra apareciendo detrás del castaño, que abre los ojos y mas al sentir como un brazo le rodea el cuerpo y un beso roza su mejilla.

-ALEJATE DE MI -grita Tsuna golpeándolo en la cara, frunce el ceño profundamente y hace estallar sus llamas, pues la verdad no le gusta sentir otros besos que no sean de su novio.

La mirada libidinosa causa un escalofrió en la espalda de Tsuna, recordando aquella vez que acepto una bebida y por poco acaba siendo abusado por el Ilusionista, mas sin embargo su novio llego antes de que terminara de desvestirlo si quisiera, solo chupetones en el cuello, hombros y pecho que se atrevió a marcar. Hibari marco unos intensos moretones en el cuerpo de Mukuro por tal atrevimiento, a tal punto de dejarlo en el hospital de no haberlo detenido, seguramente Hibari-san lo hubiera asesinado a golpes.

Antes de que iniciaran una batalla un disparo se hizo escuchar, y un cuerpo pesado los tomo por sorpresa a ambos cayéndoles encima.

 

-¿Quién puso esa piedra en mi camino? –dijo un rubio italiano mirando a su hermano pequeño y al ilusionista que puso mala cara y aparto al rubio de encima.

 

-Kufufufu por ahora lo dejaremos de este modo Tsunayoshi, pero te aseguro que tarde o temprano te cansaras de Hibari Kyoya y estaré esperando mi momento. –dijo mientras se iba yendo junto a sus hombres.

 

-¡Eso nunca pasara Mukuro NUNCA! –respondió Tsuna frunciendo mucho el ceño y apretando los puños, su corazoncito le duele cada vez que le hablan de que va a terminar su relación con su novio, esa idea le hiere más que cualquier golpe.

 

Dino solo observa el rostro lloroso de su hermanito pequeño, cuando se entero de que Kyoya había tomado a Tsuna de novio le sorprendió mucho y al mismo tiempo le dolió. Pues sus sentimientos por Kyoya habían cambiado a tal extremo que tuvo sueños húmedos con el menor, aquello lo atormentaba, mas sin embargo podía comportarse correctamente pese a que algunas ocasiones tuvo la tentación de aprovecharse de su pupilo y sin embargo cuando se entero de la relación que entablo con su hermano menor le dolió, pero se alegro, pues incluso Reborn sabía que esa relación iba a ser duradera y eterna.

 

-No te preocupes, Tsuna. Kyoya no sería capaz de abandonarte nunca, te ama mucho se le nota en la cara. –le dio suaves palmaditas en la espalda del Jefe de los Vongola.

 

-Dino Onii-san… -sonrió ante las palabras del rubio, y asintió. –Gracias Dino Onii-san. Pero ¿Qué haces en Japón? –pregunto con una inocencia dulce, Dino dibujo una cálida sonrisa.

 

-Mañana es cumpleaños de mi Pupilo, por supuesto que tenía que venir a felicitarle aunque odia su fiesta de cumpleaños, no veo porque no lo puedan felicitar al menos. -rascando su cabeza tras la nuca despeinando aun mas los cabellos rubios.

 

-Dino Onii-san ya tienes un regalo entonces… -susurro algo triste al recordar que él no tiene su regalo preparado y el tiempo se le va de las manos.

 

-Dame-Tsuna no hizo nada para el cumpleaños de Hibari, ambos son tan perdedores, porque aunque pienses que Dino tiene un regalo, él también es tan inútil que no consiguió nada tampoco. Que pupilos tan perdedores tengo. –dijo Reborn apareciendo sobre la verja de una casa tomando por sorpresa a ambos.

 

-REBORN –se queja Tsuna en un chillido, sonrojándose un poco al oír la mala manera en que les trata su Tutor.

 

-Siempre tan duro con nosotros. –se queja Dino con una carita de perdedor.

 

-Mama nos quiere a todos en la cena, así que dense prisa. –indica Reborn para luego irse volando en León que se trasformo en un planeador.

 

Ambos se miran y sonríen, conversan un poco de cómo le va a su hermano mayor en Italia y las cosas van cada vez mejor, solo que llegando a casa fueron recibidos por los demás, la cena fue muy amena, llena de risas y conversaciones de toda índole, hasta que llego entrada la noche y Tsuna derrotado estaba sentado en el piso con la mirada perdida en la ventana abierta de su habitación con los ojos hinchados de tanto llorar pues hasta ese momento no pudo encontrar el regalo adecuado y ya era muy tarde.

 

Reborn fingía dormir y se preguntaba porque su Pupilo era tan tonto como para no darse cuenta de lo que Hibari deseaba de regalo de cumpleaños.

 

Luego de tanto lamentarse fue al baño a lavarse la cara en eso, tropezó con alguien y caen dolorosamente al piso.

 

-Lo siento, Tsuna… -la voz de Onii-san le hizo mirarle luego de quejarse por la caída.

 

-Dino Onii-san ¿Qué haces levantado a estas horas? –le miraba con los ojitos algo hinchados.

 

-¿Estás bien? Tsuna -pregunto a pesar de saber la razón de esos ojitos.

-Yo... No pude encontrar hasta ahora el regalo ideal para Hibari-san... Y no sé que hacer... No lo sé, Dino Onii-san... -decia con los ojos empañados.

Dino sabe que puede obsequiarle, pero decírselo de frente no es buena idea, además aun no sabe si Hibari piensa... Nego con la cabeza y se la rasco un momento despeinando sus cabellos aun mas y rie bajito. Tsuna le miro un tanto sorprendido.

-Kyoya debe querer solo estar con tu compañía, hacer contigo lo mismo que hace o tal vez... -se detuvo un momento haciendo una pequeña pausa.

-¿Tal vez? -pregunto Tsuna parpadeando esperando impaciente las palabras de su hermano mayor.

-Tal vez solo quiere que le des un poco mas de tu cariño, Tsuna. Las parejas unidas van cada vez mas y mas allá, solo es una idea pero... Eso depende de ti, no solo de Kyoya. Ahora ve a dormir, o no te levantaras para ir a clases. -dice palmeándole la espalda cariñosamente antes de irse dejando escapar un leve suspiro y entristeciendo un poco pues aun siente cariño por Kyoya.

-Gracias Dino Onii-san. –responde y se va a su habitación pensando

Ya acostado en su cama, comienza a pensar detenidamente en las palabras de Dino Onii-san,  y poco a poco va uniendo las ocasiones en que Reborn le ha preguntado que tanto ha avanzado Hibari, siente como su cara arde de vergüenza y un estremecimiento recorre su cuerpo al saber que le gustaría a su novio de regalo, le gustaría darle ese presente a Hibari, pero tiene miedo, ya que sería su primera vez, a su mente llegan aquellos momentos que ha compartido con él, donde le ha brindado besos y caricias superficiales llenas de cariño y respeto, donde llego a observar en la mirada de Hibari una mezcla de amor y pasión contenidas.

Reborn sonríe al notar inquieto a su pupilo, ya era hora de que se diera cuenta, solo espera que tenga el valor de hacerlo.

La noche transcurre sin mayores contratiempos, Tsuna se ha quedado profundamente dormido de tanto pensar. La alarma suena indicando el comienzo de un nuevo día, se sorprende al no ser despertado de una manera brusca por Reborn, decide darse un baño para despejarse, se extraña del silencio que hay en la casa, y ya estando en el comedor encuentra unas notas:

Querido Tsu-chan

Me he llevado a los niños al parque de diversiones, y de ahí nos iremos a las aguas termales, regresamos hasta el lunes, cuida bien la casa.

PD Felicita a Kyoya de mi parte

Te quiere tu mamá”

 

Dame alumno

Aprovecha bien este fin de semana y dale a Hibari-san el regalo que se merece, no lo arruines

 

Siente como su cara arde al entender las palabras de Reborn, pero aun así no está muy convencido de hacerlo realmente.

Parte hacia Namimori sin haber esperado a Gokudera-kun y a Yamamoto, quiere felicitar cuanto antes a Hibari, aun sabiendo que no le agradan ese tipo de cosas, llega temprano por lo cual la escuela está muy tranquila, inmediatamente se dirige a la azotea, puesto que sabe que su novio llega temprano y pasa un rato ahí.

Lo ve tranquilo, sin esa mirada que atemoriza a todos, con una respiración acompasada, poco a poco se acerca a él, quiere besar sus labios y lo hace dando un sutil roce.

Al sentir el suave roce de los labios de su novio, pasa una mano detrás de la nuca del cielo para ir profundizando el beso, la pequeña boca se abre dejando paso al juego de lenguas que rozándose ahora se movían juntas hasta que la falta de aire en Tsuna le obliga a separarse y sin embargo continua inclinado sobre el rostro de Hibari-san.

 

-Feliz cumpleaños, Hibari-san. –dice con el rostro completamente enrojecido, mas sin embargo le mira fijamente a los ojos con ese cariño y amor incondicional.

 

-Ya van a iniciar las clases será mejor que te vayas. –dice un poco cortante cerrando los ojos dando a entender que él se quedaría a dormir un poco mas; odia su cumpleaños, tal vez porque siempre la paso solo y el que Tsuna se lo recuerde es un tanto molesto, pues ya tenía suficiente con las felicitaciones absurdas de todos sus subordinados, el pastel que Kusakabe trajo seguía en su oficina, luego de que mordiera hasta la muerte a los susodichos por recordarle algo que prefería olvidar.

-… S-si… -parpadeo un poco antes de entristecer de repente, tal vez Reborn tiene razón y Hibari-san espera un poco más de su parte, Amor, no solo pequeños besos, caricias y palabras, sino directo a las acciones.

 

Se retiro un tanto cabizbajo a sus clases, mientras Hibari de algún modo sintió que su novio herbívoro queda triste. Mientras lo medita continua con los ojos cerrados, para él era complicado demostrar lo mucho que le ama.

 

-Fue un poco cruel de tu parte Kyoya, despachar de ese modo a Tsuna, luego de que te felicitara. –se oyó la molesta voz del que alguna vez fue su Tutor el rubio Italiano.

 

-Te morderé hasta la muerte. –fue lo primero que dijo colocándose de pie rápidamente con tonfas en mano.

 

-Tranquilo, tranquilo Kyoya. Solamente hice una observación, sobre lo que hiciste con Tsuna, no olvides que es mi hermanito menor y… -antes de que pudiera decir más Hibari ya se lanzaba contra él, logra esquivarlo a duras penas dando un largo salto hacia atrás tomando su látigo en manos.

-¿Qué haces aquí? –pregunta Hibari, aunque sabe la respuesta del rubio automáticamente al ver al tipo que siempre le acompañaba con un paquete envuelto en papel estañado.

-Solo he venido a felicitar a mi querido Pupilo, Felicidades Kyoya. –sonrie extendiendo los brazos, Hibari enarca una ceja ¿Acaso el italiano piensa que él dará lo que pide?

 

-No te distraigas, Kyoya. –ríe suavemente lanzando un ataque sorpresa que es esquivado en un rápido movimiento. –Este es un regalo que ganaras, solo si me vences. Pero no te lo dejare fácil. –espeta Dino con una hermosa sonrisa cariñosa pero a la vez con una mirada seria.

 

-WAO muy bien, veamos qué es lo que tienes en esa tonta cajita. –atribuye Hibari lazándose contra el rubio nuevamente.

 

Mientras arriba Dino entregaba su regalo de cumpleaños, abajo en clases Tsuna esta mas extraviado que antes, pues trataba de encontrar la manera de decirle a Hibari-san que le acompañe a su Casa y que… Todo era censurado en su mente imaginándose como ambos llegaban a la casa y de repente en la cama… Cubrió su rostro con ambas manos, hasta que escucha ecos lejanos de voces que ahora las escucha perfectamente.

-Sawada-kun sino te sientes bien, ve a la enfermería. –exclamo una profesora mirándole un poco preocupada por el rostro tan enrojecido del menor que se puso más rojo aún.

 

-Décimo… -susurra preocupado Gokudera con una cara de extrema preocupación. -Todo es culpa del cumpleaños de Hibari, ese maldito solo hace que el Décimo se enferme… -frunciendo el ceño y apretando los puños, como no tiene mucho que hacer luego de terminar sus deberes Gokudera se tomó la molestia de escribir algo para que Tsuna regale a Hibari, aunque no está seguro si estará bien entregárselo antes para que no se preocupe demasiado o se siga enfermando, pensaba con unas hojas arrugadas en su mano.

 

-Ha ha oye Gokudera, esto lo compusiste tu para que Tsuna le obsequie a Hibari ¿No? –Yamamoto tiene las hojas arrugadas en sus manos, mirando con curiosidad aunque en verdad no entiende muy bien lo que dice.

 

-IDIOTA ¿Qué crees que haces? –dice en voz alta arrebatándole las hojas con el rostro sonrojado y el ceño fruncido.

-Gokudera-kun y Yamamoto-kun, ya que no hacen nada de provecho acompañen a Sawada-kun a la enfermería y regresan inmediatamente. –les regaño un poco antes de decidir que ese par fuera junto al castaño a la enfermería.

 

Luego de unos minutos llegaron, por fortuna Shamal no esta, lo que significaba que antes de ir a clases podrán conversar.

 

-Décimo yo… -Gokudera está a punto de decirle su idea cuando Yamamoto le arrebata nuevamente las hojas de las manos entregándoselas a Tsuna.

 

-Gokudera escribió esto para ti, Tsuna. Como no sabías que regalarle a Hibari, decidió escribir algo para que tocaras en el piano ¿Verdad? Gokudera. –amplio su sonrisa mirando a ambos.

Tsuna puso la cara de “Yo no se tocar piano” mientras Gokduera trataba de mandar a volar al Beisbolista con sus bombas, pero es detenido por Shamal quien despacho a Gokudera y Yamamoto de regreso a clases acompañándoles, pues deseaba ver a la profesora de Literatura.

Tsuna se quedo meditando en la enfermería, cuando de repente la puerta se abre de golpe, haciendo que el menor de un brinco sobre su cama. Entonces los ve llegar, a Dino lastimado y a su novio de igual manera. Se encuentran en esa posición las miradas de Hibari y Tsuna que sonrojado estuvo a punto de caer al piso de la impresión pero fue inmediatamente sostenido por los fuertes brazos de su novio.

 

Y así Dino acompaño a la parejita un rato más y después de entregar su obsequio les felicito y se fue de regreso a Italia. Un incomodo silencio se cernió sobre ambos, Hibari no sabía la razón por la cual su novio Herbívoro se comporta de ese modo y cuando va a preguntárselo para romper el hielo…

 

-Hibari-san acompañame a casa hoy… -se puso completamente rojo con voz firme pero el cuerpo estremeciéndose por miedo al rechazo.

 

-Está bien, pero ahora descansa. Te vez muy enfermo. –recostó sobre la cama a su pequeño novio luchando contra sus impulsos dementes de desvestirlo y besar cada rincón de su cuerpo.

 

Tsuna sonrió muy contento tanto que abrazo el cuerpo de su novio antes de que este le besara cariñosamente la frente y luego de unos minutos se fuera a patrullar.

 

El calor que desprende Hibari le es muy reconfortante, se siente protegido y querido a la vez, siente como besa su frente, se siente más tranquilo y se queda dormido, trata de aferrarse más a su novio, pero ya no lo siente, despierta y observa que ha quedado solo, se levanta dispuesto a ir a clases, llevando consigo los papeles que le dio Yamamoto, cuando observa que Hibari ha olvidado el regalo que le ha dado Dino, curioso por ver el contenido del mismo decide abrirlo, cuan grande es su sorpresa al ver lo que hay dentro, su cara arde por la vergüenza que siente, cierra inmediatamente el paquete, no puede creer lo que hay de regalo, nunca se atrevería a usar algo así y menos enfrente de Hibari, pero una idea surca su cabeza, y aunque le dé algo de pena le sacara provecho al regalito, guarda muy bien entre su ropa el paquete,  puesto que no quiere que nadie lo vea.

 

Llega al salón cuando suena el timbre que indica el receso, inmediatamente Gokudera se acerca a él

 

-Décimo, ¿se encuentra mejor?

-Tsuna

-Gracias chicos por preocuparse

-Me alegra saberlo Décimo, aunque me molesta que el responsable de todo sea Hibari-diciendo esto con un tono molesto y frunciendo el ceño, mientras que Tsuna solo puede suspirar resignado ante el comentario de Gokudera.

-Ha ha, ¿y ya encontraste el regalo de Hibari?

El comentario de Yamamoto lo hace sonrojar, puesto que ya sabe cual es el regalo perfecto para Hibari

-S- Si chicos, ya sé que le voy a dar

Gokudera y Yamamoto lo miran sorprendidos, pero a la vez se sienten más tranquilos al saber que Tsuna ya no estará preocupado por esa situación.

-¿Y qué le dará Decimo?

-Ha ha, si Tsuna, dinos

-Bueno, jejeje, es algo…-nervioso e incomodo por la pregunta,  ya que no se atreve a decirles, hecho que notan y deciden dejarlo pasar.

-Ha ha, sea lo que sea estoy seguro que a Hibari le va a gustar

-¡Claro que le va a gustar idiota del beisbol! ¡Se lo va dar el Décimo!

-Ha ha, ¿y qué vas a hacer con la canción que escribió Gokudera?

-Ya no es necesaria, el Décimo ya tiene el regalo

Con lo mal que se sentía hace rato no le dio oportunidad de leerla detenidamente, la letra le gusto mucho, ya que en cierta parte reflejaba un poco sus sentimientos.

-Gracias Gokudera-kun, aunque no se tocar el piano me gustaría que la tocaras, jeje, y aunque no se cantar me gustaría dedicársela a Hibari-san

-¿En serio Décimo? Será para mí un honor acompañarlo con el piano

-Ha ha, entonces no hay que perder tiempo, vamos al salón de música

Y  así con la canción que Gokudera escribió pasaron el descanso y el resto de las clases ensayando la canción.

Cuando llego la hora que indica la salida la canción ya estaba lista, aunque fue algo tedioso, ya que Tsuna se le olvidaba la letra, pero aun así daba su mayor esfuerzo.

-Ha ha, que agotado me siento-estirando los brazos Yamamoto

-¡Tú ni si quiera ayudaste en algo idiota del beisbol! Si quieres hacer algo trae a Hibari

-Podrías hacer eso Yamamoto

-Claro Tsuna, ahorita regreso

De nuevo se siente nervioso, no sabe como va a reaccionar Hibari ante la canción, solo espera que le agrade

-Vera Décimo que le va a gustar, estoy completamente seguro-mostrando una sonrisa que tranquiliza su corazón

-Muchas gracias Gokudera-kun

En el salón del Comité Disciplinario Yamamoto no la tiene nada fácil, Hibari niega a acompañarlo, pero después de tanta insistencia acepta. 

Pasan los minutos que le parecen una eternidad, Yamamoto no llega,  y comienza a preocuparse nuevamente, cuando la puerta se abre y ve a Yamamoto junto con Hibari.

-Hibari-san, espero que te guste-dedicándole una tierna sonrisa, suspira y comienza a cantar

Kimi ni au toki ga ichiban ureshi

(El momento en que me encuentro contigo es el más feliz)

 

Kimi ni au toki ga ichiban kuroshii kedo

 

(El momento en que me encuentro contigo es el más doloroso pero)

 

afuredasu amoi wp moshi uchiakete shimattara ne

 

(si  te confieso todos los sentimientos que tengo en mente)

 

Donna mirai ga kuru kanas

 

¡Hey! ¿Qué clase de futuro tendremos?

 

Sukina HITO ni suki  to ieru kirameku tokubetsuna yume

 

(Hay sueños especiales y brillantes en los que puedo decir te quiero a mi amado)

 

Kizutsuku koto mo nanimo osorezu kakedashite yukeru no nara

 

(Si pudiera echar a correr sin temer a nada, ni  siquiera a ser herido)

 

Sukina HITO ni suki to ieru

 

(Podría decir te quiero a quien amo)

 

Sono hi wa atarashii BAASUDEI

 

(Ese día sería un nuevo cumpleaños)

 

kinou to chigau watashi ni natte

 

(y yo sería diferente de cómo lo era ayer)

 

mayowazu ni tokihanatsu yo

 

(y revelaría sin perderme)

 

My love for you

 

(My amor por ti)

 

 

Kimi ni atta hi wa ippai shiawase

(El día en que me encontré contigo era muy feliz)

Kimi ni atta to ippai sabishii kedo

(El día en que me encontré contigo era muy triste pero)

Machiawase wo shita nara

(Si quedamos para una cita)

Ne  okurete nante ikenai yo sou

(¡Hey! No vayas a llegar tarde)

Ichibyou demo nagaku itai kara

(Sí, porque quiero estar contigo aunque sea un segundo más)

 

Sukina HITO ni meguriaeta

(He encontrado a la persona que quiero)

Mabayui hajimete na toki

(Es hora de comenzar a deslumbrar)

Onaji jikan wo ikiteiru koto

(Estamos viviendo el mismo momento)

sore dake de kiseki dakara

(y eso tan solo ya es un milagro)

Sukina HITO ni meguriaeta

(He encontrado a la persona que quiero)

Ima koso atarashii BAASUDEI

(Ahora tendré un nuevo cumpleaños)

Jishinnai kedo sunao ni natte

(No me siento seguro pero seré sincero)

Ashita koso uchiakeyou

(Abrire mi corazón mañana mismo)

sukina HITO ni suki to ieru

(y podre decir te quiero a quien amo)

Kinou to chigau watashi ni natte

(y yo seré diferente de cómo era ayer)

Mayowazu  ni tokihanatsu yo

(revelaré sin  perderme)

My love for you

(Mi amor por ti)

 

Al termino de la canción el salón se llena de un incomodo silencio, Hibari no dice nada, por lo que comienzan a preocuparse.

-Hibari-san  yo de verdad lo sie…-palabras que son calladas por los labios de su novio

Estaba absorto por las acciones de su Novio, jamás espero que Tsunayoshi deseara hacer pública su relación y en especial la canción cantada por su Amado Herbivoro. Todo aquello fue un excelente regalo de cumpleaños, pues entonces debe corresponder sus acciones, así que se aproxima a su lado y antes de que el pequeño castaño se disculpara lo besa y abraza.

 

 

Una vez que termina el dulce beso apasionado, sonríe separándose de los cálidos labios hinchados por el beso y el rubor manzana en sus mejillas que tanto disfruta ver.

-Ha ha increíble, al parecer si le gusto la canción a Hibari. -Yamamoto sonreía al ver la escena de la parejita, mirando de reojo a Gokudera que esta con los ojos bien abiertos al igual que su boca.

-Ustedes deberían irse. -espeto Hibari al ver al beisbolista y al chico bomba aun ahí.

 

-¿Qué dices maldito? Yo... -iba a reclamar Gokudera pero fue tomado del brazo con tanta fuerza que duele.

-Ha ha. No hay problema, ya nos íbamos. Nos vemos otro día, feliz cumpleaños Hibari. -sigue con una sonrisa, pero parece algo forzada y sin embargo toma a Gokudera pese a sus quejas y se lo llevo fuera.

Tsuna se sorprendió, pues jamás espero que Yamamoto se comportara de ese modo con Gokudera, pero un beso en sus labios lo saca de sus pensamientos, los ojos de su novio tienen un brillo especial.

 

-Vamos a tu casa. -toma la mano de Tsuna regalándole una seductora sonrisa, provocando que él castaño se ruborice.

-S-si... -sonríe dulcemente. Y es así que tomados de la mano salen con rumbo a su casa, en el camino se encontró con Enma Kozato y el resto de su grupo que felicito a Hibari, mientras este peleaba un rato con Adelheid Suzuki que luego de luchar unos minutos Enma y Tsuna los detuvieron y así continuaron con su camino.

 

Una vez llegaron a las puertas de su casa, el castaño se detuvo tomando con fuerza la mano de su novio que se le quedo observando seriamente.

 

-Lo siento Hibari-san yo no... -se puso nervioso y al sentir un dedo sobre sus labios guarda silencio mirando a su novio.

 

-Si no quieres dar este paso no lo hagas. -Hibari sonríe cariñosamente provocando que tanto esa mirada como las palabras calen profundo en su corazón, cuerpo y alma. Da un beso en ese dedo y abraza a la Nube.

 

-Hibari Te Amo, espera por favor un momento. -sonríe besando los labios de una sorprendida Nube que asiente.

 

Tsuna sube corriendo a su cuarto para bañarse y ponerse las ropas, se mira al espejo y casi muere apenado, mas no iba a echarse para a tras, porque le demostrara a Hibari lo mucho que lo ama.

 

Baja corriendo y abre la puerta.

 

-Feliz Cumpleaños Hibari Te Amo. -dijo extendiendo las manos dejando ver las ropas de Neko.

 

Ya comenzaba a desesperarse, nunca ha sido una persona con paciencia, no niega que el comportamiento de su novio lo sorprendió, pero ya se ha tardado, cuando de pronto escucha el sonido de la puerta al abrirse, dando paso a su novio vestido con el uniforme femenino de Nami-chu con apariencia de gato, siente como sus ojos se abren por la sorpresa y al escuchar de Tsuna “Te Amo” hace que sus mejillas tomen un ligero sonrojo y una corriente agradable recorra por completo su cuerpo.

 

Se acerca a paso lento y se detiene frente a él, observa que no solo él tiene las mejillas sonrojadas, besa cada una y delinea con su dedo los labios de su novio, siente el cálido suspiro que suelta y besa con ternura y pasión sus labios, sin dejar de hacerlo hace retroceder a Tsuna para entrar a la casa y cerrar con una de sus manos la puerta, deja un momento sus labios y se aparta de él.

 

-Guíame

 

-Sí Hibari-san- tomando una de sus manos-por aquí

 

Estando a punto de ingresar a su recamara siente como los brazos de Hibari lo rodean por su espalda, su cálido aliento choca contra su nuca provocando un ligero estremecimiento que no pasa desapercibido para él.

 

-Tranquilo Tsuna, seré cuidadoso

 

Hibari se siente ansioso, pero aun así controla sus impulsos, sabe que será su primera vez, no solo la de su herbívoro, sino también la suya, aunque está bien informado sobre el tema, ya que no quiere quedar mal ante su herbívoro, así que le pidió algunos concejos al  Maestro Pao Pao Ecchi.

 

Muerde el lóbulo de la oreja mientras que sus manos van recorriendo el cuerpo de su novio.

Las manos ahora se concentran en los pezones frotándolos sobre la tela delgada del uniforme, para ir marcando desde su lóbulo el cuello del castaño. Tsuna disfruta entre gemidos pegando su espalda al duro pecho de su novio.

Su cabecita se hizo a un lado dejando espacio suficiente para que Hibari pudiera seguir marcando su piel, las manos ahora van bajando por su plano vientre para meterse bajo la falda, acariciando los muslos del Cielo que se estremece ante el acto sintiendo como su entrepierna ya comienza a erectarse.

Deja escapar un fuerte gemido, al sentir la mano de Hibari que ahora toca dentro de su ropa interior sacándole gemidos que a oídos de Hibari son mucho más estimulantes de lo que su pequeño Herbívoro se imagina.

Con una apretada erección contra sus pantalones la Nube prosigue, pero ahora sus manos comienzan a quitar uno a uno los botones de la blusa escolar, mientras su entrepierna dura se frotaba un poco contra el trasero de su novio que también se frota.

Sus cuerpos ya están con una temperatura elevada, friccionándose entre sí, aquellas manos quitaron la blusa dejándola olvidada en el piso y ahora sus bocas se unen en un beso apasionado donde sus lenguas se remolinean juntas.

La falta de aire los hace separarse pero los une un pequeño hilo de saliva, Hibari abraza fuertemente a su novio y le susurra cerca de sus labios.

-Te deseo Tsunayoshi, quiero que seas completamente mío

 

Lo toma de la mano y lo dirige a su cama, lo acuesta lentamente y se posiciona arriba de él, comienza a quitarse su saco y la camisa ante la atenta mirada de su herbívoro, para después comenzar  a besarlo nuevamente, dejando sobre su piel una serie de mordidas, mientras que las manos de su novio recorren su espalda, se detiene en sus pezones, donde se dedica a besarlos y lamerlos con devoción.

Tsuna se siente muy bien con las atenciones que le está dando Hibari, y los gemidos poco a poco van inundando la habitación, pero de pronto los besos son detenidos y Hibari se aparte de él, lo único que puede hacer es poner una cara de descontento, ante aquella reacción Hibari esboza una sonrisa tierna.

-No seas desesperado mi querido herbívoro-besa de nuevo sus labios y lo despoja de la ropa restante,

-N-No veas-a parta la mirada, Tsuna se siente avergonzado al estar desnudo ante su novio, por lo que con sus manos tapa su miembro.

-Hmp-quita las manos del cuerpo de su novio y lo observa detenidamente-Eres hermoso Tsuna

Baja su cabeza y comienza a lamer el miembro de su novio como si se tratara de un caramelo, depositando pequeños besos en la punta, para poco a poco introducirlo por completo en su boca, Tsuna siente como en su cuerpo se genera una corriente de sensaciones agradables, y los gemidos ahora salen más fuertes de sus labios.

-¡Ah! Hi-ba-ri-san-inconsientemente lleva sus manos al cabello de su novio, tratando de marcar un ritmo más rápido, la sensación lo está volviendo loco, Hibari solo puede sonreír, Tsuna siente que esta próximo a terminar, por lo que intenta alejar a su novio.

-¡Ah! Hiba-ri-san ¡ahh! Pa-ra es-toy ¡ahg!-termina dentro de la boca de su novio, se siente apenado por haberlo hecho, pero las palabras que le dice su novio lo hacen sentir tranquilo.

-No hay problema Tsuna, de hecho sabes delicioso-mostrando una sonrisa sensual besa sus labios de nuevo compartiendo el sabor de su esencia, Tsuna pasa sus brazos alrededor del cuello de su novio.

Hibari se quita el resto de su ropa quedando en las mismas condiciones que su novio, Tsuna solo puede sonrojarse más al ver el miembro de su novio, es más grande que el suyo.

-Tranquilo herbívoro, seré cuidadoso-le acerca tres de sus dedos a su boca para que los lama, Tsuna no entiende para que-solo hazlo Tsuna

Así que lo hace, pocos segundos después los retira de su boca y los dirige a la entrada de su novio, primero introduce uno y siente como el pequeño cuerpo se estremece.

-¡Ah! Hibari-san duele

-Solo relájate- por lo que comienza a besar sus labios para distraerlo, para después meter un segundo y tercer dedo para dilatarlo, Tsuna no logra acostumbrarse al dolor, por lo que sus ojos comienzan a llenarse de lagrimas, pero llega el momento en que Hibari toca un punto en él que lo hace arquear la espalda de placer.

-¡Ah! Hibari-san ¡ah!-comienza a mover un poco sus caderas, pues quiere sentirlo más, Hibari ya no aguanta más, los gemidos de su novio son música para sus oídos que lo invitan a devorarlo.

Saca sus dedos y se coloca entre sus piernas

-Tsuna dolerá, así que aférrate a mí

Tsuna solo puede asentir con su cabeza, Hibari toma su miembro y poco a poco se va introduciendo en él. Tsuna solo siente un inmenso dolor, las lágrimas que antes estaban contenidas ahora surcan su rostro, le duele, pero siente como Hibari deposita pequeños besos sobre su rostro y una de sus manos comienza a acariciar su miembro, Hibari ya está dentro de él, pero se espera a que se acostumbre, así que comienza con un vaivén lento,  se siente bien, quiere aumentar el ritmo de las embestidas pero se contiene, Tsuna logra a acostumbrarse a la intromisión y comienza a mover sus caderas para indicarle a Hibari que ya está listo, ya sin contenerse comienza a embestir más rápido y profundo a su novio.

La habitación se sumerge en una melodía de gemidos por parte de los enamorados

-¡Ah! Hi-ba-ri-san

-Mmm…Tsu-na, di mi nom-bre-mostrando una bella sonrisa y dando en un punto que hace que su Tsuna arque más su espalda

-¡Aaaaaah! ¡Kyo-yaaaah!

Las embestidas se vuelven más certeras y profundas a la vez, provocando en los dos agradables sensaciones, Hibari comienza a acariciar el miembro de su novio, Tsuna termina primero manchando la mano de su novio.

-¡Aaaaah! ¡Kyo-yaaah! Te Amo

Palabras que conmueven y estremecen por completo su corazón provocando que termine dentro de su novio.

-¡Aaaah! Tsuna ¡ah!

Sale con mucho cuidado de Tsuna, pues no quiere hacerle más daño, se acuesta a su lado y lo atrae hacia su cuerpo.

-Tsunayoshi gracias por todo-besando con cariño su frente y dedicándole una mirada llena de amor.

-Te amo Kyoya- aferrándose más a su novio y besando los labios de su amado

-Yo igual mi querido herbívoro. Te amo

Notas finales:

Hola, muchísimas gracias por leer, esperamos que el capítulo fuera de su agrado ^^


Saludos y cuídense mucho n_n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).