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A Little Piece Of Heaven por Rosmeryta15

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Notas del fanfic:

Bueno, este one shot, nació a una fantástica canción de Avenged Sevenfold: 'A Little Piece Of Heaven' http://www.youtube.com/watch?v=Zh-ML1Y4Sgk (Basado en la letra y video) 

Y pues hace mucho que quería escribir este one shot, pero nada más hoy lo pude terminar xD

Advertencia: Necrofilia.

Notas del capitulo:

Al inicio es algo sádico (?), pero mientras el one shot avanza, se vuelva más romántico n_n

Sin más que decir, espero que les gusten_n

Estaba tan feliz. Finalmente había logrado juntar las fuerzas necesarias para pedirle a su amado Bill matrimonio, y es que después de estar un año y medio juntos se había dado cuenta de que quería estar con él para siempre y formar una hermosa familia.

Ya tenía todo preparado, había llamado a su novio para decirle que una cena romántica muy especial lo esperaba en el departamento que compartían.

Aún nervioso trató de calmarse y lucir tranquilo cuando escuchó que Bill abría la puerta del departamento— Hola, Billa —saludó el trenzado y luego se sentó frente a él en la mesa que se encontraba completamente adornada con rosas y velas.

—Hola, y ¿puedo preguntar a qué se debe tan grata sorpresa? —preguntó coqueto.

—Todo a su tiempo, cariño. Al terminar la cena lo averiguarás… —le sonrió y sirvió dos copas de vino tinto.

Pasada una hora y la cena terminada, Tom se encontraba aún más nervioso que cuando tuvo su primera cita con Bill, el amor de su vida.

—Sé que sólo llevamos un año y medio de noviazgo, pero dentro de mí corazón siento que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti —dijo el trenzado mientras se arrodillaba frente al otro, para luego sacar un anillo del bolsillo de su pantalón— Bill, ¿te casarías conmigo?

El pelinegro, asombrado vio a Tom y luego al anillo en sus manos y comenzó a reír— ¿Es en serio? —habló entre risas, desconcertando a su pareja.

—S-sí, ¿p-por qué te ríes?

Esa insignificante risa, hizo que sintiera que eran dagas que cortaban su corazón de pedacito en pedacito. Empezó a respirar agitadamente y en su mente escuchaba la risa, una y otra vez burlándose de él haciéndole perder el control dejando que el odio fluyera libremente a través de su cuerpo,  y antes de que se negara dejó caer el anillo y tomó un cuchillo de la mesa.

Se lanzó hacia Bill, y lo apuñaló en el estómago riendo a carcajadas viendo cómo lloraba y sangraba el pelinegro. Lo apuñaló más de cincuenta veces, desquitando toda la rabia que ahora sentía al ser que había roto su corazón junto a sus sueños.

La risa seguía resonando en su mente, descontrolándolo cada vez más, y sin poder controlarse le sacó el corazón frente a sus ojos, riendo como un desquiciado.

Sumergido en su locura, con tenedor y cuchillo se comió el corazón de su pareja, quien aún seguía en tirado en el piso, desangrándose.

—Tuviste mi corazón, pero aun así no te importó y lo rompiste en mil pedazos, pues bien, ahora yo tengo el tuyo y ahora eres completamente mío —seguía riendo.

Cuando acabó de comer el crudo corazón, se paró frente al cuerpo inerte— Oh, ahora tú estás roto, pero puedo arreglarte y mantenerte joven y bello para siempre… —dijo riendo y trajo agujas e hilos, y comenzó a coser las heridas del demacrado cuerpo. Luego le limpio la sangre de su cuerpo y torpemente, trató de maquillarlo como lo solía hacer él cuando estaba vivo, dejándolo sólo con su bóxer.

Y como si fuera un muñeco, lo cargó y se lo llevó a la habitación que compartían.

Lo lanzó a la cama de espaldas y arañando sus piernas le bajó de un tirón el bóxer— Siempre te quejabas de que era muy torpe, bueeeeeno, ahora no puedes decir nada, aunque extrañaré tus gemidos —rió y lo penetró de una fuerte y torpe estocada.

Lo siguió embistiendo, no recordaba cuándo había estado tan dentro de Bill y tampoco recordaba la última vez que lo había disfrutado tanto, así que un par de estocadas después se corrió dentro de su novio.

Luego lo acomodó y lo sentó a su lado, y mientras aún calmaba su respiración, encendió un cigarrillo y sonriendo lo miró—: Bill, Bill, Bill, te ves aún más hermoso  cuando no estás quejándote de todo —dijo recordando que cada vez que tenían sexo, Bill siempre se quejaba por algo.

Apagó su cigarrillo y cuando lo abrazó para dormir, lo soltó de inmediato, pues por el tiempo que ya había pasado desde que lo asesinó, su cuerpo ya estaba helado, así que no tuvo otra opción que dejarlo sentado en la silla de su escritorio como si de un juguete se tratara.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Dos días más habían pasado y Tom seguía con su vida como si Bill no estuviera muerto y en estado de putrefacción, lo tocaba y hablaba como si Bill lo escuchara.

Lo único que le molestaba, era que no podía dormir con el pelinegro, pues su cuerpo estaba completamente helado y con un asqueroso olor.

Es por eso que sacó la antigua caja del refrigerador del sótano y arreglándolo un poco, lo metió ahí. Para luego admirarlo como si frente a él estuviera el ser más hermoso del planeta.

—Oh, Bill, ¿por qué estás tan helado? —le decía mientras encendía la calefacción de la habitación.

Lo besó en los fríos labios y luego se recostó en la cama, y con una trastornada sonrisa en el rostro, se quedó dormido.

Mientras Tom dormía, los dedos de Bill empezaban a moverse poco a poco, haciendo un escalofriante sonido, como si sus huesos estuvieran siendo rotos, uno por uno, seguido por sus muñecas que al moverse hacían el mismo sonido.

Horas después, cuando Tom despertó, Bill ya podía mover sus brazos y piernas. Sólo estaba esperando el momento indicado, para su venganza.

—Hola, cariño —le saludó el trenzado y lo besó; luego se volteó para cambiarse el pijama.

—Hola, Tommy —respondió con voz tétrica, abriendo sus ojos, que ahora eran tan sólo unos cuencos vacíos y totalmente oscuros.

—¿Bill?

—¿Quién más, sino yo, cariño? —habló mientras con dificultad salía de la caja, que más parecía un ataúd.

Tom aún no salía de su asombro, pues al oír hablar a Bill, despertó del trance en que se había sumido desde el momento en que cogió el cuchillo para asesinar al pelinegro.

—Toooommy, me arrancaste el corazón y te lo comiste…  —le dijo con voz de reproche, mientras avanzaba hacia él.

—¡Perdón, perdóname! Billy, yo no quería… —pero Bill no lo dejó terminar pues se había lanzado contra él y con sus uñas empezó a arañarlo, haciendo profundos cortes. Hasta que de un sólo golpe le arrancó el corazón, tal como Tom lo había hecho con él.

—T-te amo —logró decir Tom con sus últimas fuerzas, para luego morir, con lágrimas en los ojos, haciendo reír al muerto viviente.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Horas más tarde, Bill veía con arrepentimiento el cuerpo sin vida de su primer y último amo, el cual yacía tirado entre un charco de su propia sangre.

—No me siento mejor después de haberme vengado, ¡por favor vuelve! —lo sacudió varias veces más hasta que abrió los ojos de golpe y enfocó su vista en el ser que había tratado tan mal.

—¡Perdóname, por favor! ¡No quise hacerlo, pero tu risa me descolocó por completo! —lo abrazó Tom.

—¿Risa? ¡¿Risa?! ¡¿Me mataste, mutilaste y violaste, sólo porque me reí por los nervios?! —respondió Bill y se alejó enfurecido del trenzado.

—Haré lo que sea para que me perdones, pues mientras yo estaba en un pedacito de cielo, tú estabas en el infierno, sin paz alguna… —dicho esto, Bill sonrió tenebroso.

A partir de esa declaración, amos pelinegros salían por las noches, tomados de la mano, como una pareja normal, a pesar de sus heridas y su estado de putrefacción.

Asustando de muerte a quienes los veían, hasta llegar a matarlos de un infarto, y en caso de que no murieran de esta manera, asesinaban cortándoles la yugular, para alimentarse, pues los cerebros eran deliciosos, pero los corazones lo eran mucho más.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Ya habían pasado unas semanas y ambos sentían el amor florecer dentro de ellos, a pesar de ya no tener corazones, lo sentían tan profundamente como las primeras veces que habían hecho el amor.

Una noche, mientras ambos admiraban la luna, Tom sacó una pequeña caja de sus bolsillos— Bill, ¿te casarías conmigo?

Bill, sollozaba de felicidad, pues al no tener ojos, no tenía lágrimas— ¡Claro, Tommy! —y al día siguiente, armados de cuchillos entraron a una iglesia, donde una boda era llevada a cabo.

Antes de que los novios pudieran decir el ‘sí, acepto’, ambos pelinegros les clavaron los cuchillos en sus corazones, riendo a carcajadas.

Luego de haber decapitado, mutilado y comido los corazones de los pocos presentes, amenazaron al Padre con la muerte, si no los casaba.

—¿Toma usted a este hombre en la muerte por el resto de su vida antinatural? —le preguntó a Bill.

—Sí, acepto —sonrió.

—¿Toma usted a este hombre en la muerte por el resto de su vida antinatural?

—Acepto —Tom dijo.

—Ahora los declaro esposos, por el resto de su muerte —y así, Tom le puso el anillo a Bill y viceversa, para luego darse un casto beso en los morados labios.

Antes de irse, a pesar de su trato, mataron al sacerdote y se comieron su corazón, después, tomados de las manos salieron, rumbo a su departamento.

Donde acostados en la cama, se abrazaron— Te amo —ambos dijeron y tras darse un dulce beso, se quedaron dormidos, y así, juntos, por fin pudieron descansar en paz.

FIN

Notas finales:

Ah, y aclarar algo, que aquí Bill no se ríe de Tom, lo que pasa es que por los nervios, le sale la risa nerviosa (?) xD

¿Qué les pareció?

¿Dudas, preguntas, críticas? Háganmelo saber en un comentario :)

Gracias por leer n_n

Saludos :3


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