Soy una chica de 16 años, realmente hace mucho que deje de sonreír, mi familia ya no es como antes, alrededor de los 12 comencé a notar algo extraño y comenzaba a dudar de que eran mi verdadera familia, la única persona en quien podía confiar era mi hermana pequeña que tenia 12 era demasiado tierna y buena. Por esta simple razón me encuentro caminando por la calles repletas de gente con un examen de ADN dudando sobre si abrirlo o no, camino con la cabeza gacha y levanto la vista al ver que una anciana me llama, me acerco a ella y comienza a hablar.
-dime muchachita, ¿quieres tener una nueva vida?, te diré si lo deseas- a que va todo esto
-no me importaría… -digo sin mucho entusiasmo
-bien… ¿Cómo te llamas?
-yuki..
-bien yuki, escúchame atentamente-asiento con la cabeza- aparte de este mundo existe un mundo paralelo, te gustaría ir allí y tener una nueva vida…-sin pensarlo mucho contesto
-si..
Me da una sonrisa y me dice que me acerque a la cortina detrás de ella, un poco ansiosa me acerco y se hace un agujero en el suelo y caigo hacia abajo dando un chillido asustado. Sigo cayendo y cayendo, mientras mantengo lo ojos cerrados, lo abro con inseguridad y me veo cayendo desde el cielo, me pongo mas nerviosa aun y antes de tocar el suelo me desmayo…cuando volví a abrir los ojos pensé que había muerto, toco cada parte de mi pensando quien sabe que barbaridades, sin embargo algo me dejo desconcertada, comencé a caminar, mis ropas en un principio eran distintas y me pare en seco al ver mi reflejo en un espejo, que no se que hacia allí, me vi de pies a cabeza, ojos azules, cabello castaño claro y corto hasta las orejas, delgada y alta, pero .. Era un hombre, no podía creer lo que ocurría, era un hombre y bueno es realmente sorprendente, de verdad estoy en otro mundo…. A lo lejos escucho la voz de un señor de mediana edad y me acerco para saber lo que dice, un grupo de personas están a su alrededor escuchando atentamente y me les uno.
-nuestros vecinos, nos han declarado la guerra, por lo tanto debemos luchar- mier..- hombres lucharan, mujeres y niños ayudaran a curar y dar alimento, eso es todo, reúnanse en grupos luego daré mas ordenes
Me quede pensando que hacer, no sabia si debía luchar o quedarme a ayudar a las mujeres… pero es demasiado obvio con el cuerpo que tengo. A lo lejos diviso a alguien parecida a mi hermana pero es imposible que sea ella ¿verdad?, nuestras miradas se cruzan y ella sonríe..
-hermanooooooo!!!!-¿en serio?
-¿Qué haces aquí?
-te estaba siguiendo, ¿Quién sabe de que eres capaz?
-¿de que soy capaz?- pregunte curioso
-claro, no has abierto aun aquel papel ¿verdad?
-no me atrevo
-lo suponía, de todas formas ¿sabes que sucede aquí?
-mmm… creo que están en guerra-
-¿crees?, bueno tengo que hacer algo
-dijeron que los niños y mujeres ayudarían y lo hombres pelearían
-… ¿vas a pelear? es peligroso
-bueno..
No dijimos nada más, comencé a mirar a mi alrededor, quedando fijamente mirando a un chico con traje militar, su cabello negro y sus ojos verdes, era muy hermoso, y no es para nada raro pensarlo soy una chica convertido en chico, esto es un chiste, me le quedo mirando y mi hermana pequeña se da cuenta y me dice bajito
-¿te gusta?
-eh?- me sonrojo un poco, la veo que corre hacia el chico que no esta tan lejos y le dice – le gustas a mi hermano…
Me quede congelado en donde estaba no esperaba que dijera algo así, el chico pareció sorprenderse y me miro, nuestras miradas se toparon y no pude evitar sonrojarme, me acerque y le dije
-era una broma, no le tomes enserio lo que dice- hable un poco nervioso
- pero tu dijiste que te gustaba- me recrimino mi hermana
- yo nunca te dije nada
-bueno..- comenzó a hablar el chico- no me molesta de hecho, creo que eres bastante lindo- ¿que dijo?- por cierto me llamo akira ¿Cómo te llamas?
-y..yuki
-¿yuki?, nos vemos después..- se fue dejándome a mi solo junto a mi hermana que por cierto se llama haruka
-ves no paso nada malo
-haru.. no hagas eso de nuevo
-sht!.. bueno, voy donde las chicas, tu debes ir donde aquel bello caballero … - da un risita apenas audible, pero yo la escucho
Camine hasta donde se encontraban la mayoría de los hombres, quedándome ahí parado sin hacer nada, de repente apareció aquel señor que dio la noticia con… akira.. quien traia una ¿maquina o pantalla?, no tenia ni idea para que era, pero al parecer era para saber que posición tendría cada uno.
Comenzaron a pasar uno por uno a través de la maquina, mostrando a casi todos como peones de primera fila, segunda fila… no entendía absolutamente nada. Akira junto al señor de mediana edad, parecían un poco preocupados, llego mi turno y ambos sonrieron triunfantes, y yo quede como que les pasa a estos dos.
En el momento que pase por aquella pantalla mostraba un caballo, ósea debía de montar alguno, y era el único que podía… bueno junto a Akira.
Por orden del caballero que se llamaba Alex, debíamos pasar mucho tiempo juntos pues el debía de enseñarme lo básico, pero de ahí a dormir en la misma tienda de campaña, era demasiado. De alguna u otra forma trate de no ponerme nervioso frente a el, ya que mi “hermanita”, dijo cosas que no debía…
-Yuki..
-si..
-¿estas poniendo atención a lo que digo?
-eee…. Si ..
-entonces, ¿que te dije?
-ee… que debía… lo siento note estaba poniendo atención
-escúchame bien esto de suma importancia, si crees que es un juego entonces vete a tu casa
-volvería a casa… si pudiera…
-¿a que te refieres?
-no importa, sigue explicándome…
Después de explicarme como mil veces como se sostenía un arma y se cabalgaba a la vez, hice un intento pero falle y así pasamos casi todo el día, hasta que oscureció, en mi cabeza no había nada, estaba en blanco total…
Los demás comenzaron a armar las tiendas, pero yo no tenia ganas de nada, me senté cerca de la colina que allí había, parecía una especie de camping con tanta gente y tiendas por doquier, como decía me senté en una colina y mire el cielo que ya empezaba a tener sus primeras estrellas, sentí como alguien se recostaba a mi lado y al mirar era Akira… seguí mirando al cielo hasta que este hablo.
-lo siento si fui rudo contigo, pero todo esto me estresa demasiado
-esta bien, de alguna forma me lo merecía
-no es cierto… pero gracias por esforzarte
-gracias a ti, por tenerme paciencia
-de verdad, eres muy tierno
-a..a pues gracias- dije sonrojándome un poco
-ven vamos a dormir
-si
Extendió su mano para que yo me levantara, la tome y sentí un extraño sentimiento, llegamos a nuestra carpa y dormí tan plácidamente como un niño que acaba de hacer alguna travesura