Se levanto pesadamente de su cama, noto que el bulto que usualmente se encontraba a un lado de ella, no estaba.
Reviso su celular, para revisar la fecha, era Jueves.
Sonrió, otro día mas. Tomo una ducha rápida, se vistió y salio de la habitación. No se molesto en desayunar, ya
lo haría después, ahora se dedicaría a hacer lo que mas esperaba en la semana, y lo que había convertido de el
"Jueves", su día favorito, ensancho su sonrisa, sobre todo al recordar como su novio ponía todo de su parte en
aquello, lo que se dirigía al mismo lugar, como todos los jueves.
Camino sonriente por los pasillos de la empresa, en su trayecto hacia su destino, comenzó a recordar lo feliz que
había sido -Y seguía siendo- Cuando se le había confesado al mayor, y este se sonrojo. No fue fácil, tuvieron que
pasar por muchos problemas, pero hoy en día, podía decir que era lo mejor que había hecho en toda su vida,
jamas se arrepentiría.
Recordó su primera cita, como el mayor se sonrojaba por cada palabra que decía, como había "Prácticamente"
obligado al mayor a subirse a todos los juegos de la feria -El lugar de la cita- Como este se asusto con la montaña
rusa, y finalmente, el beso que compartieron, siendo este en la rueda de la fortuna.
Dejo por unos minutos sus recuerdos, para entrar a la sala de ensayos, la cual era su destino.
~***~
Bailaba con, obviamente, toda la energía que tenia -La cual le sobraba- Mientras sonreía, mantenía los ojos
cerrados, sin notar la presencia de cierta persona, que lo observaba desde un atentamente desde un rincón, con
una enorme sonrisa, perdido en cada movimiento que realizaba el mayor.
Esto era algo que ya se había vuelto una rutina en su vida. Observar al mayor dar lo mejor de si mientras este
ensayaba las coreografías en secreto, por que para el no había nada mas reconfortante que ver a la persona que
ama, dando lo mejor de si.
Estuvo por unos segundos perdido entre pensamientos, noto que el mayor se le acercaba con una radiante sonrisa
-Una de las miles que había visto, y que tanto amaba- Y sonrió también, como no, si con tan solo saber que esa
sonrisa iba dedicada a el, lo hacia el hombre mas feliz de el planeta.
- Jongin, desde cuando estas aquí? -Pregunto con un puchero el mayor, quien se recostó sobre las piernas del
menor, quien lo había estado observando, sentado en un rincón de la sala de practicas-.
- Desde que comenzaste -Sonrió al ver como el puchero del mayor se pronunciaba mas en sus labios-
Simplemente, verte bailar es algo que necesito -Ensancho su ya, de por si, gran sonrisa-.
- Pero.. Es vergonzoso -Dijo el mayor, mientras agachaba la cabeza, en un intento fallido de ocultar el gran
sonrojo que ahora se posaba en sus mejillas-.
- Poco me importa -Levanto el rostro del mayor con sus manos y deposito un corto, pero dulce beso en sus labios,
para luego depositar dos mas, en las mejillas sonrojadas del mayor- Y haría cualquier cosa por ver tus mejillas
sonrojadas, como ahora -Le dio otro beso en los labios, este de mas duración-.
- I-Idiota.. -Dijo a un mas sonrojado -Si es que fuese posible- El mayor, cubriendo su rostro, con ambas manos-.
Jongin sonrió, por que no podía ser mas feliz. Tener a la persona que ama frente a el, sonrojado, y saber que el era
el responsable de aquello le hacia feliz.
Sonrió, por que podía disfrutar de cada una de las reacciones y gestos del mayor, por que Kyungsoo no podía ser
mas perfecto, ya lo era para el. Sonrió, por que no le cabía la felicidad, ya que sabia que esta, duraría para siempre
y que nadie la arruinaría.
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