El da siguiente Hide ni siquiera tuvo ganas ni de abrir los ojos en la maana, el da anterior haba sido uno de los peores en toda su vida de estudiante. En el momento en que sus amigos se haban separado de l, su intuicin le avis muy acertadamente que aquello tan slo traera consigo muchas desgracias y malos ratos. Nunca antes haba maldecido tanto el sonar del despertador, y ms an, el hecho de que aquel da su madre se hubiera levantado temprano para prepararle el desayuno y el almuerzo, ya que eso provoc que ella le obligara a levantarse de su cama. Una vez que estuvo preparado, sali de su hogar, en realidad no estaba seguro de que s ira a la escuela, pues una falta era mucho ms aceptable que cualquier maltrato que saba que iba a recibir de parte de todos sus compaeros y la frialdad de quien se supona que eran sus amigos. Por un momento lo haba decidido completamente, no asistira y buscara un refugio en el cual matar algo de tiempo hasta que fuera hora de volver a casa, sin embargo cuando estaba a punto de cambiar de rumbo, una mano masculina lo jal hacia el callejn delante del que pasaba, hacindole adentrarse en ste. El dueo de dicha mano lo llev hasta el fondo del callejn, donde al igual que sus dos amigos, lo rodearon, mantenindolo completamente acorralado contra la pared. La primera idea que cruz por su mente fue un asalto, y evidentemente sinti miedo a pesar de no llevar consigo nada de valor, sin embargo aquel miedo se acrecent una vez que pudo divisar a sus agresores.
–Pero miren nada ms a quin nos fuimos a encontrar… no les parece una muy feliz coincidencia muchachos? –El primero en hablar fue quien haba jalado al pequeo pelinegro dentro del callejn. Al mismo tiempo que recitaba aquello, una sonrisa ladina se dibuj en sus labios, para despus inclinar un poco ms la cabeza sobre el ms bajo, permitiendo que sus cabellos de color rojo flotaran a unos milmetros de la frente ajena– justamente estaba pensando en ti, pequeo Hide, as que tomas este camino para llegar al instituto, qu casualidad.
–P-por favor, chicos…si quieren dinero, juro que no traigo…
–Pero qu te pasa Hide, acaso crees que queremos asaltarte? Nos ests llamando ladrones? Eso es bastante ofensivo.
–Y-yo…
–Nosotros! No necesitamos de tu dinero pequea rata, no tenemos la necesidad de asaltar a un maldito nerd de porquera, que slo hay que ver la facha que tiene, para saber que no tiene ni un yen…al contrario, te haramos un gran favor en darte algo.
–Quizs y necesite de esa leccin de modales que estabas a punto de darle ayer no crees Die?
–Es lo ms probable Toshiya, debera de ayudarle a entender, cmo es que se debe tratar a alguien que es superior…
Esta vez la sonrisa ladina presente en el pelirrojo se ampli, especialmente al notar, no sin satisfaccin, que el ms bajo lo miraba aterrado. Decidi no tardar mucho ms en finiquitar aquel asunto, por lo que sin ms palabras, simplemente elev un poco su puo en el aire, para as poder estamparlo sobre el estmago del ms bajo, a manera de un fuerte puetazo. …ste, al mismo tiempo que reciba dicho ataque, dej escapar de sus labios un fuerte grito de dolor, su cuerpo temblaba bastante debido a la misma sensacin, por lo cual se inclin ligeramente hacia el frente, para as poder abrazar su adolorido estmago. No obstante aquello no termin en ese momento, pues despus de ese puetazo, llegaron otros ms de parte de los tres chicos, quienes repartieron diversos golpes por su cuerpo, siempre en lugares donde la ropa pudiera ocultarlos para que todo aquello pasara desapercibido. Hide slo gritaba de dolor cada vez que su cuerpo reciba un nuevo impacto violento, era como si a cada momento su cuerpo se adormeciera por un instante, para luego revelarle dolor en un rea ms cada vez. Por suerte para l, los golpes no duraron mucho ms, se detuvieron justo cuando senta que sus piernas temblaban tanto, que probablemente caera irremediablemente al suelo en cualquier momento; en lugar de eso, tan slo se encontraba con su cuerpo tembloroso y palpitante en las reas donde haba recibido las agresiones, pero sigui de pie, con la cabeza agachada para tratar de cubrir al menos un poco las lgrimas que corran por sus mejillas, intentando no hacer demasiado ruido.
–Oh vamos nerd de porquera, no te golpeamos tan fuerte, no seas delicado –habl Toshiya mientras miraba al ms bajo comenzar a temblar debido al dolor y al llanto.
–Djalo Toshiya, y mejor vmonos, no podemos permitir que este adefesio nos haga llegar tarde a nuestras clases.
–Cierto Kaoru, no podemos descuidar algo tan importante de esa manera, Kyo no nos lo perdonara.
Respondi el chico de desiguales cabellos negros mientras se colgaba de nuevo al hombro la mochila que anteriormente haba dejada tirada en el suelo para que no le estorbara. El chico de cabellos rojos no dijo nada por el momento, tan slo le dedic una mirada cargada de un profundo desprecio al pequeo pelinegro que segua con la cabeza agachada, abrazndose a s mismo. Una vez que los tres se fueron, ste alz de nuevo la cabeza, con los ojos llorosos y una expresin del ms puro dolor en su rostro; ya no saba qu hacer, en aquellos momentos se senta ms perdido que nunca. Slo una vez hace algunos aos pudo sentir un dolor similar, y los actos que aquello le haba orillado a cometer no le enorgullecan para nada, no obstante, se levant y sigui caminando, pero cmo hacerlo ahora, si las personas que haba considerado sus guas ahora no estaban a su lado y no tena cara para pedirles ayuda. Su ltima esperanza era que Kyo regresara y apaciguara los nimos que sus amigos tenan en su contra, l era lo nico que tena a su favor era la amistad que comenzaba a forjar con l, aunque eso significara perder el lazo que tena con Tetsu, Sakura y Ken. Tras limpiar las lgrimas que en aquellos momentos inundaban sus ojos, se dispuso a irse por fin de aquel lugar para buscar dnde poder ocultarse mientras las clases terminaran. Por fortuna no haba recibido dao en lugares visibles, y ninguno de los golpes le haba provocado sangrar, por lo tanto estaba a salvo de preguntas sobre qu le haba sucedido y dems cuestiones que estaba seguro, lo meteran en ms problemas. Mientras tanto en la escuela, la ausencia de Hide se haba hecho notar, y aunque muchos agradecan aquel hecho, tres personas mostraban preocupacin al respecto.
–Es que es extrao…Hide nunca falta, a menos que est enfermo o algo as.
–Creen que le haya pasado algo malo? Ahora siento culpa de haberlo abandonado, somos lo nico que tiene…–habl Ken mientras desviaba la mirada hacia la nada, con una expresin por dems culpable.
–Tranquilos Ken, Tetsu, no piensen lo peor como siempre, slo ha faltado el da de hoy, no podemos ponernos paranoicos por eso, si llevara una semana sin venir, lo creera, pero es un da nada ms no tenemos de qu preocuparnos, quizs slo le dio una de sus acostumbradas indigestiones, ya saben que ese bobo come como si no hubiera un maana.
–No te mordiste la lengua Sakura? –Coment Tetsu con un dejo divertido en su voz, con el propsito de calmar un poco la tensin en el ambiente.
–Deja mi obsesin por la comida, yo no te digo nada por tu obsesin por la ropa.
–Que no me dices nada? Eres el primero en criticarme siempre que puedes!
–Bueno ya seoritas, por qu siempre debemos terminar en este punto, parecemos chicas con estas discusiones, no hagan decaer mi reputacin porque entonces s los har pagar caro.
–Tetsuya empez…slo por eso, el da que visite tu casa arrojar pintura negra a tu guardarropa adorado…
–Creen que el nerd haya faltado por la golpiza que le dimos? –Mientras los tres “amigos en receso” de Hide discutan, como era su costumbre, los responsables de la ausencia del mismo tambin discutan al respecto.
–Es lo ms seguro, pero no se preocupen, no hay manera de que demuestre que fuimos nosotros, adems no creo que no est consciente de que no le conviene abrir la boca al respecto.
–Muy cierto, por eso mejor no nos preocupemos, igual y nos libramos de tenerlo aqu durante toda la maana as que nos hemos hecho un favor a todos.
Aquel da de escuela haba terminado sin ms hechos inusuales; una vez que lleg la hora en que salan de clases en la preparatoria, Hide lleg a su hogar, y con pesadez prcticamente se arrastr a su habitacin, donde se tumb en su cama para poder seguir llorando con la amargura que senta, abrazado fuertemente a su almohada, y en posicin fetal. Una sola idea cruzaba su mente una y otra vez, deba idear alguna excusa que le permitiera faltar durante tres das ms a la escuela, eso era suficiente para que Kyo regresara de su viaje y as prevendra el ser agredido de nuevo, ya que por el momento l era la nica persona capaz de defenderlo. La solucin fue simple para l, luego de pensarlo un momento; se fingi bastante enfermo del estmago, deba ser algo creble, y qu mejor que aquello que lo aquejaba constantemente debido a la forma en que coma. Por lo tanto los siguientes tres das mantuvo el pretexto de una fuerte indigestin, senta que mora de hambre debido a que en ese estado sus padres racionaban muy bien su comida y no le permitan comer lo que fuera, pero todo sacrificio vala la pena con tal de no ir a la escuela. Por desgracia aquello no lo salv completamente del acoso de parte de sus compaeros, y un montn de mensajes en su celular, notas sin remitente que haban pasado por debajo de la puerta, llamadas igualmente annimas, incluso correos electrnicos, eran la prueba de que cuando regresara a la escuela no le ira nada bien. Entre todas las amenazas que haba recibido, la ms constante era que la golpiza que le haban propinado se repetira si no se presentaba a la escuela de una vez; la sola idea lo haca morir de miedo, ms an porque saba que ya no iba a poder mantener la misma excusa para seguir evitando la escuela, no saba realmente cul infierno era peor, el vivir lleno de miedo pensando en qu le haran, o enfrentar a todo aquel grupo que lo molestaba con agresiones, o golpes en algunos casos.
Durante los das que Hide falt a la escuela, sus amigos se preocuparon bastante, pues aunque el primer da trataron de mantener la calma, ya se cumplan cuatro das desde que el pequeo pelinegro no se apareca en la escuela. La duda de si deban de ir a verlo para saber cmo se encontraba o no, los tena bastante mortificados, pues era o doblegarse ante el cario que sentan por su amigo, o mantener su orgullo intacto; la segunda pareca ser la ms difcil debido a que la preocupacin era demasiada, sin embargo, deban darle una leccin de lealtad a Hide, y no lo lograran si cedan tan fcilmente, por lo que se contuvieron, aunque con algo de dificultad, y siguieron firmes en su decisin.
–Chicos…ustedes creen que de verdad estemos haciendo lo correcto en mantenernos al margen –pregunt Tetsu mientras jugueteaba un poco con un lpiz sobre la hoja de papel en la que se encontraba escribiendo unos minutos atrs, aunque ya tuviera ms marcas de borrador que de grafito.
–Tetsu si cedemos ahora, Hide no entender lo que estamos tratando de hacerle ver.
–Pero saben que nos necesita Ken, yo tambin quiero que deje de ver a ese tipo, sin embargo no podramos encontrar otra salida?
–Ay Ogawa no cabe duda que eres como la madre de los cuatro…deja de preocuparte por eso quieres? Y confa en tu querido amigo Sakura, t sabes que yo siempre ideo planes perfectos, slo djame pensar en qu hacer, Kyo no es la nica mente maestra en la escuela.
–Tienes algo en mente ya?
–Obviamente, pero no les pienso decir nada, hasta que me confirmen ciertas cosas.
–Y desde cundo te da por ser tan misterioso t.
–Desde que la situacin lo amerita…por cierto, estaba pensando, que si Hide tampoco se presenta en la escuela el lunes hablar con sus padres…o ustedes qu opinan.
–Yo opino que incluso ya nos tardamos en averiguar por qu ha faltado.
–Eso es porque t slo has pensado lo peor todo el tiempo y no tratas de mantenerte serenos como nosotros.
–Yo no me puedo mantener tranquilo cuando tengo la idea de que algo malo le pudo haber pasado a Hide.
–Tetsu t sabes muy bien que yo soy quien menos se puede quedar muy tranquilo que digamos cuando se trata de Hide, de igual manera que sabes por qu…pero lo que ms deseo es su bienestar, y eso definitivamente no lo tendr al lado de ese tipo, que de slo imaginrmelo a su lado me dan ganas de…
–Sakura! –Exclam alarmado el alto chico de cabellos castaos al notar cmo su amigo apretaba cada vez ms su puo sobre su propia rodilla– sabemos cmo te afecta pero trata de serenarte hombre.
–Saben qu chicos, disclpenme un rato pero pienso que sera conveniente para m, si desquito todo lo que tengo por dentro con mi batera…los veo maana…
Habran querido detener al chico bicolor para poder calmarlo, pero saban que lo mejor era dejarlo desquitar su furia, tristeza, frustracin, o cualquiera que fuera su sentir en ese momento, golpeando los tambores y platillos de su batera, aunque eso significara que partiera en dos una baqueta de nuevo. No obstante, Sakura no era el nico que se encontraba ideando planes, pues haba alguien ms planeando un regreso triunfal en el que pudiera quedar como el hroe. Kyo se encontraba hablando por telfono con sus amigos para ponerse de acuerdo en el plan que deban ejecutar el lunes a primera hora, el cual evidentemente deban realizar sin errores de ningn tipo, por lo que cada detalle fue previsto, incluso los “en caso de que…” para que nada los tomara por sorpresa, arruinando todo.
La maana del lunes, Hide se levant de su cama a la hora de siempre y comenz a arreglarse como era su costumbre, lo nico diferente aquel da fue el relativamente ligero desayuno que consumi antes de retirarse, ms por nervios que por cualquier otra cosa, pues el miedo a lo que le esperaba en aquel lugar era ms fuerte que el apetito que haba acumulado durante los das anteriores. Sin embargo, trat con todas sus fuerzas de calmarse para as dirigirse a la escuela, no poda seguir evadindola y estaba completamente consciente de ello; sin siquiera pensar en nada, tom el camino de siempre para llegar al instituto, esperando que el trayecto al menos, fuera tranquilo, empero, estando a tan solo unas calles de poder llegar fue que se present la primera parte del maligno plan de Kyo. Justo en el momento en que pasaba frente al mismo callejn donde los amigos del rubio le haban golpeado una semana atrs, una larga y plida mano lo tom por el brazo, jalndolo un poco para que el dueo de sta le cubriera los ojos con la otra y as llevrselo. No entenda el motivo de aquello, pero no tuvo ms remedio que caminar hacia donde lo llevaban, aunque con todo el miedo y la desesperacin del mundo; a pesar de suponer de quin se trataba, no estaba seguro, y eso le haca sentirse an ms inseguro, pues poda tratarse de alguien an ms peligroso. Sin embargo, no pas mucho para que la persona que lo llevaba de su lugar original le descubriera los ojos al fin, y le dejara ver que se encontraba en otro callejn, uno que no reconoci debido a su creciente nerviosismo, pues esta vez pudo ver a las personas que se lo haban llevado, y aunque en un momento haba pensado un par de situaciones mucho peores, segua sin estar muy a salvo. Una vez ms, se encontraba rodeado por los tres amigos de Kyo, en condiciones indefensas y sin escapatoria.
–As que nos volvemos a encontrar por fin querido Hide…–comenz a hablar Die, con una expresin aparentemente tranquila, lo cual simplemente le provocaba an ms miedo, hacindole temblar violentamente, logrando as que al pelirrojo sonriera internamente de forma satisfecha, pero trat de ocultarlo para slo demostrar furia en ese momento– en dnde demonios te habas metido Takarai! Te hemos esperado por das, no puedes dejar a una escuela entera sin mascota, nerd estpido…
Cada palabra que le era dirigida le haca temblar an ms, era lo nico que su cuerpo poda hacer, pues haberlo tratado de hacer reaccionar de otro modo habra sido intil, ni siquiera era capaz de articular palabra alguna. No obstante, al mismo tiempo que Hide se encontraba en dicha situacin, ms personas se acercaban al lugar en el que se encontraban; los primeros en acercarse lo suficiente para observar lo que se estaba llevando a cabo fueron Tetsu, Ken y Sakura, aunque al principio no haban mostrado mucho inters, puesto que no lograron distinguir de inmediato quin era la vctima de esos tres individuos tan molestos. Por poco no se daban cuenta y seguan de largo su camino, pero de un momento a otro el pelirrojo de plataformas se detuvo, provocando que los dems lo hicieran tambin, estando an a una distancia considerable para no ser vistos.
–Qu pasa Tetsu, vamos a llegar tarde.
–Hide…–susurr el aludido mirando hacia donde se encontraba el pequeo chico siendo atacado verbalmente por los Die, Toshiya y Kaoru, incluso ya haba recibido un golpe sobre la mejilla, accin que los tres observaron con una furia ms intensa que nunca, pero no se movieron de inmediato.
–Pero qu creen que estn haciendo esos imbciles!
–No no Sakura… nosotros qu estamos haciendo aqu en lugar de ir a ayudarlo! O es que acaso prefieres que…
–Calla Ken! Claro que quiero ayudarlo pero…
No tena argumentos vlidos que justificaran el hecho de mantenerse a rata en una situacin como aquella, por lo tanto, simplemente neg con la cabeza, y una vez que les haba indicado que era momento de intervenir, alguien ms lo haba hecho. Haban avanzado apenas un par de pasos cuando se detuvieron al ver que una figura ms se haba sumado a aquello, y aunque en otros momentos eso no los habra detenido, dado que eso slo representaba ms peligro, esta vez observaron con pesar que ellos no haban sido capaces de ayudar a su amigo.
–Pero qu creen que estn haciendo tro de idiotas! –Exclam el chico recin llegado a la escena, mientras liberaba a Hide de la prisin que sus amigos haban hecho con sus cuerpos, para as abrazarlo protectoramente mientras ste se esconda en uno de sus hombros, temblando violentamente.
Estaba previsto que deban fingir una sorpresa extrema, y as lo hicieron, mirando a su lder con su mejor expresin de sorpresa, como si no entendieran nada, lo cual al parecer haba funcionado, pues quienes los observaban an, un tanto alejados, de igual manera mostraban la misma expresin de quien no entiende, o no puede creer algo a pesar de estarlo presenciando. Todo era demasiado extrao, Kyo enfrentando a sus amigos para defender a Hide de sus agresiones? Era casi como una dimensin desconocida, una en la que los papeles se invertan, en qu momento ellos dejaron de ser requeridos para Hide? En qu momento Kyo haba ocupado su lugar, hasta el punto de haberlos sacado de la vida del pequeo pelinegro? Seguan inseguros de sus buenas intenciones con todo eso, pero cmo saber lo que el siniestro rubio estaba tramando, cmo saber si los dems estaban involucrados…cmo ayudar a Hide, si le persona detrs de aquel plan perverso haba conseguido sacarlos de la jugada, si ese villano haba logrado que ste le viera como el nico hroe con quien poda contar.
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