Que lo haban utilizado para una apuesta, s, haba escuchado bien, eso dijo Hide...as que se era el terrible secreto que comparta slo con Sakura, y se lo acababa de contar, entonces eso quera decir que ahora confiaba completamente en l? Pero eso qu rayos importaba ahora, si haca tan solo unos segundos haba escuchado de labios de su novio el ms terrible secreto que ste guardaba, que llevaba a cuestas desde haca tres aos, y siendo se el caso, era sa la razn por la cual se mostraba an tan desconfiado a veces? Hubiera pensado en muchas otras cosas, sin embargo, ninguna tan dolorosa y cruel como aquella...qu poda hacer, abrazarlo y tratar de consolarlo, llorar con l, jurarle que l no sera capaz de hacerle algo semejante? Cmo atreverse a semejante cosa cuando l tambin haca todo eso por una simple apuesta, entonces l tambin era una persona ruin y despiadada? De nuevo ms pensamientos y emociones confusas se enredaban en su cabeza, no saba qu sentir o qu decir, aquella revelacin haba sido demasiado para l.
–Y...q-qu pas con l cuando...cuando lo supiste...–no saba qu ms decirle, segua en shock, tanto que sus palabras salieron mecnicamente de sus labios, apenas como un leve susurro.
–Desapareci de mi vida el da que me cont todo su plan y me mostr que incluso nos haba grabado para poder tener una prueba de su hazaa...fui un idiota verdad...
–Escucha Hide...yo...no s lo que se sienta ser engaado de esa manera pero...lo que s te puedo decir es que l fue el idiota, por no valorar a un ser tan maravilloso e increble como t...s que hasta hace poco yo tambin te molest mucho, pero fue porque no conoca lo que haba en tu interior y creme cuando te digo que lo que descubr en ti, jams lo vi en nadie ms, eres un ser humano bellsimo, que se ha ido ganando mi corazn con tu ternura, comprensin, sencillez, espontaneidad...tu cario y tu luz, nunca pens conocer a alguien como t y ahora que lo hice no pienso dejarte escapar por nada del mundo.
–Kyo...–susurr muy levemente mientras se sonrojaba, dejando escapar algunas lgrimas, pero antes de poder decir algo ms, los brazos ajenos se dirigieron alrededor de su propio cuerpo para ser atrado al ajeno, y por inercia se ocult en el pecho de su pareja.
–Llmame Tooru –susurr en el odo del ms bajo– nadie me llama as pero...quisiera que t lo hagas, eres la nica persona en el mundo que en verdad me quiere, y por eso yo deseo estar a tu lado siempre para hacerte feliz, y protegerte para que nadie te haga dao de nuevo.
–En verdad te quedaras a mi lado por siempre?
–Por supuesto que s, no podra permanecer con nadie ms, siendo t todo lo que he estado buscando, a pesar de no haberlo sabido antes...y no te preocupes por este secreto que nadie lo sabr...mi nio, no tienes por qu temer ms, t slo debes quedarte a mi lado, aqu, entre mis brazos es tu lugar.
–T-Tooru...–segua llorando, no pudo evitarlo al escuchar aquel discurso tan bello de parte del rubio, eran palabras tan hermosas, tan anheladas– Tooru yo...tienes que saber que...que yo...yo te a...
El aludido no pudo soportar aquello, por lo que antes de que terminara de hablar sell sus labios con un beso...le fue evidente lo que ste estaba a punto de decirle, y dadas las circunstancias no poda escucharlo, no se senta digno de ello, esas palabras deban ser dirigidas a una persona a la altura de Hide...sin embargo, un pensamiento cruz por su mente, quizs, en algn tiempo, luego de haberlo querido lo suficiente del modo en que se mereca, podra llegar a ser digno de aspirar a escuchar esas palabras de parte de esos labios que en ese momento besaba con dedicacin. S, ahora eso estaba claro, deseaba querer a Hide, hacerlo genuinamente feliz, por todo lo que l era capaz de entregarle, por quererlo de modo sincero como nadie haba hecho antes, por la persona que era cuando estaba con l...ahora estaba dispuesto a quererlo de verdad, aunque nunca le dijera la verdad, borrara los estigmas que sta dejaba entre ellos.
Aquel beso se prolong un poco ms, de dulce, pas a ser profundo, necesitado, y slo se detuvo cuando el oxgeno hizo falta entre ambos, pero las cosas no terminaron en eso, pues una vez que el beso se rompi, los labios de Kyo bajaron despacio por el rostro ajeno hasta llegar al cuello, donde se detuvo a darle algunas atenciones, repartiendo as besos suaves y delicados por la piel de ste. Se senta fuera de s, como si no fuera el dueo de sus propios actos, su cuerpo experiment una sensacin parecida a la ebriedad, al momento de aspirar el dulce aroma que el cuello ajeno emanaba, al probar el adictivo sabor que su piel guardaba, era como descubrir un nuevo mundo de sensaciones, con el simple hecho de besar ese cuello, el cual casi por inercia se arque de inmediato para echar la cabeza a un lado, dejndole ms espacio para hacer a su antojo, y se sinti feliz, extraamente seducido slo por aquella simple accin, pues con ella, fue como si Hide lo incitara a ms, como si lo invitara a ms, en silencio, aceptando sus besos, y las caricias que inmediatamente despus comenzaba a repartir por el contorno de aquella estrecha cintura. Las manos del capitn del equipo de judo se deslizaban hbilmente hasta llegar al pecho del contrario, utilizando sus largos dedos para deshacer uno a uno los botones de aquella camisa que le impeda tocar ms piel, con lo cual una repentina sensacin de agradecimiento lleg a su mente, pues el saco que anteriormente llevaba puesto su pareja ya antes haba abandonado su cuerpo gracias al calor que tanto la chimenea como las velas, emanaban por toda la habitacin, ahora se senta satisfecho de haber encendido aquel fuego, pero no slo se, sino tambin otro ms especial y ms intenso en el interior del chico de braquets, quien se mantuvo por dems sonrojado en todo momento, pero nunca hizo nada por detener las acciones del ms alto, muy por el contrario, su cuerpo habl por s mismo, hacindole saber que poda seguir adelante, y que de hecho anhelaba que continuara.
Con slo un minuto ms, la camisa negra que llevaba el ms bajo de los dos, abandon completamente su cuerpo, habiendo sido despojado de ella por el otro, quien dedic unos segundos a contemplar el torso que acababa de desnudar, ahora comprenda por qu luca tan extrao con la ropa holgada que llevaba, pues era demasiado delgado, pero ahora comprenda que despus de aquella desgracia que su dueo acababa de sufrir, le haca sentir, adems de otras cosas, sucio. Por ello no dijo nada al respecto, y subi de nuevo su mirada para observar el sonrojo con que aquellas abultadas mejillas eran coloreadas, y sonri, con una genuina dulzura, sonri mientras despojaba al dueo de aquel sonrojo de sus gafas, para poder ver directamente sus ojos, esos ojos que ahora, parecan poseer un encanto que nunca antes haba sido capaz de ver, un encanto que lo hechizaba, que lo llamaba a gritos silenciosos.
–Si quieres que me detenga, dmelo ahora...no te quiero incomodar, tampoco quiero hacer que sientas que te presiono –por un momento, rompi el silencio, pronunciando aquellas palabras con una voz suave y clida, tan profunda, que irremediablemente retumb en los odos contrarios, provocando que ste se estremeciera.
–No...no te detengas Ky...Tooru...quiero ser tuyo completamente...
Estaba muy nervioso, temblaba un poco, y el mayor lo pudo notar cuando sus manos temblorosas se dirigieron a desabotonar tambin la camisa ajena, uno a uno, los botones fueron separados de su ojal, abriendo un poco ms la prenda para dejar a la vista un poco ms de la piel que cubra aquel torso, menos delgado que el contrario, con una espalda ancha y msculos marcados que demostraban la exhaustiva actividad fsica a la que era sometido. No obstante, a pesar de su nerviosismo, el chico con braquets no se detuvo en ningn momento, mostrndole as al rubio, una faceta nueva que no esperaba que tuviera, una faceta decidida, que era capaz de tomar control de la situacin, y eso slo termin por provocarlo, de encender completamente en su interior ese mismo fuego que sus besos haban encendido ya en Hide.
Fue a travs de ms besos lujuriosos y caricias desesperadas, que la ropa termin de abandonar los cuerpos de sus portadores, para as tenderse de lleno sobre el suelo, junto a los cojines sobre los que ahora ambos se encontraban, entrelazados, frotndose el uno al otro en busca de ms contacto, como si fuera posible. Kyo estaba decidido a ir despacio, ser gentil y dulce como jams antes lo haba sido, pero ese cuerpo, increblemente deseable complet el hechizo que sus grandes ojos pardos iniciaron; por lo tanto, fue difcil no demostrar un poco de desesperacin debido a la ansiedad de querer sentirse por completo, de entregarse el uno al otro de una manera completa, como ninguno de los dos haba siquiera imaginado hacer alguna vez. No era slo la pasin despierta en ambos, eran esos clidos sentimientos que, esta vez, residan en los corazones de ambos, y que en un momento como aquel slo buscaban la manera de ser expuestos, a travs de cariosos besos, caricias cargadas de pasin y una lujuria que slo fue apaciguada en el momento que sus cuerpos se unieron completamente, formando un solo cuerpo. Fue en ese momento que Tooru pudo sentirlo, cmo antes haba vivido con un terrible vaco en su pecho, pero no se dio cuenta hasta que fue llenado gracias al amor de Hide, su entrega a s mismo le hizo darse cuenta de que hasta entonces haba vivido incompleto, siempre le haba hecho falta algo, aunque no fuera capaz de expresar de qu se trataba, eso ya no importaba, slo importaba saber que ese vaco ya no exista ms y que poda considerarse realmente un ser completo, pleno.
Cada movimiento de las caderas de ambos provocaba gemidos de parte del pelinegro, jadeos de parte del rubio, buscando escuchar ms de aquellos sonidos tan provocativos que le obsequiaban los labios ajenos, pues conformaban una meloda tan ertica, que no haca ms que incrementar an ms los niveles de excitacin que invadan su cuerpo, a cada embestida, las sensaciones aumentaban y se hacan ms fuertes, delirantes. Por otro lado el ms bajo no se haba quedado quieto, pues principalmente por inercia, sus manos recorran la espalda ajena, enterrando instintivamente los dedos en su piel, dejando en sta algunas marcas rojizas, dejando as la evidencia perfecta de aquella noche, una evidencia que hizo sonrer al ms alto, pues por nada del mundo deseaba olvidar esa velada, cada una de las sensaciones provocadas por su pareja, sus erticos gestos, sus excitantes gemidos, y el hechizo que todo l mantena en su persona, fue como aventurarse en un laberinto, uno sin salida, pero placentero, donde se senta feliz, sin ganas de salir, de igual manera que habra deseado que ese momento se prolongara por siempre. Sus sentimientos hacia el chico de ojos color chocolate no eran tan fuertes, era evidente, siendo que apenas haba aceptado para con l mismo sus deseos de quererlo, pero de una cosa estaba seguro, eso era ms de lo que nadie antes haba logrado con l. Por el contrario, Hide haba desarrollado muy profundos sentimientos por l, desde que se conocieron no haba hecho otra cosa ms que anhelar esos ojos marrones, aunque al principio, a lo nico a lo que poda aspirar era a verlo de lejos, eso era suficiente para apaciguar el ardiente amor que poco a poco fue naciendo en su corazn, lo cual definitivamente era irnico, pues viva adorando a alguien que pareca odiarlo por el simple hecho de existir, y sin embargo ahora estaba entregndose a l por completo, de una manera que no pens volver a sentir, su nica esperanza luego de mucho tiempo haba sido Takao, a quien crey amar debido a sus atenciones y su cario, pero ahora todo estaba claro, su amor siempre le haba pertenecido a Kyo, sin importar qu, y en ese momento era feliz al poder entregarse por completo a l, slo a l, al poder profesarle abiertamente cunto lo quera, sin reservas, sin temores.
Sin embargo, ese momento no poda durar para siempre, y para desgracia de los dos, el fin lleg aparentemente pronto, cuando el orgasmo se hizo presente en los dos, y la blanca y clida semilla de uno, inund el interior del otro, provocndole a ste un fuerte sonrojo. La unin que tenan ambos cuerpos no se separ a pesar de eso, en cambio, Kyo jal una manta que haba dejado cerca, para cubrirlos a ambos, y se mantuvo recostado sobre su novio, abrazndolo fuertemente, siendo correspondido de igual manera, lo cual lo hizo sonrer ampliamente.
–Kyo...
–Te ped que me llames Tooru –respondi sin borrar su sonrisa, dejando despus un beso sobre los labios ajenos– dime qu pasa lindo.
–Yo...bueno es que...slo quera decirte que me siento extremadamente feliz de que esto sucediera entre nosotros...en verdad que ha sido muy especial.
–Realmente lo ha sido, no slo para ti –musit mientras acariciaba una de las mejillas contrarias con el dorso de su mano– sta no ha sido slo una noche ms, te lo juro, fue la ms especial y mgica noche de mi vida...sabes nunca haba sentido que mis sonrisas salieran de forma tan natural como cuando estoy contigo, siempre haban sido forzadas.
–En verdad? No me esperaba eso...
–Qu puedo decir, ninguna de mis relaciones se bas en un sentimiento de verdad, hasta antes de ti todo era atraccin fsica, pero contigo es diferente, porque t, a diferencia de los dems, me quieres en serio, me pones atencin, te preocupas por m, tienes detalles lindos conmigo, atesoras cada cosa que aprendes sobre m para no olvidarla...ni siquiera mis padres me conocen la mitad de lo que t me conoces.
–Pero qu dices...no puedo conocerte ms que tus propios padres.
–Creme que lo haces cario, siempre se olvidan de m sabes...dicen estar orgullosos de su atleta intelectual, pero la verdad es que como no soy el nmero uno en todo, como lo fue mi hermana mayor, pues siempre me estn comparando con ella, ser el hermano de en medio es lo peor del mundo, porque por si fuera poco que mi hermana mayor fuera mejor que yo, mi hermano menor parece serlo tambin, l ha seguido mis pasos pero aparentemente mis padres me guardan resentimiento desde que empec a salir con chicos, no me han rechazado ni me han dicho nada pero siempre me mandan indirectas, insinuando que no soy un hombre verdadero despus de todo...el da que me contaste que tus padres te dejan mucho solo por tener que atender su negocio, pens que de todos modos no tienes tan mala suerte porque ellos te adoran y te apoyan en todo, cuando tienen tiempo libre te lo dedican a ti para poder compensar sus ausencias, mientras los mos son esclavos del trabajo, trabajan en su oficina, en casa...el punto es que nunca estn disponibles para el hijo desperfecto, hasta me cambian el nombre a veces, me ponen el nombre de mi hermano...es por eso que me volv como soy, una persona que necesita de la atencin de quienes estn a su alrededor, porque esa atencin no la tuve ni en mi hogar, as que la busco en cualquier otro lugar.
–Es increble Kyo...nadie dira que tus problemas son tan agobiantes...todos en el instituto te ven como alguien infalible y perfecto.
–Las apariencias engaan...en especial cuando sientes tanta desesperacin por ocultar la verdad de tu pattica y triste existencia, no es de sorprenderse que todos me vean as, pues es lo que deseo proyectar, no puedo permitir que se enteren de lo pattica que es mi vida, quizs creas que exagero un poco en eso, pero yo slo deseo ser lo mejor posible para que mis padres me quieran lo suficiente, s que nunca me pondrn la atencin que necesito pero, para que al menos estn orgullosos de m y dejen de compararme con mis hermanos –aquel era el mayor secreto que Tooru Nishimura ocultaba, con tanto recelo que ni siquiera sus amigos estaban enterados de l– la vez que me ausent una semana de la escuela porque tena asuntos qu arreglar respecto a mi universidad, ment al decir que fui con mis padres...mi hermano tena una competencia de baloncesto en Okinawa y bueno, el hijo atleta con una novia porrista fue ms importante que el hijo bisexual que est a punto de entrar a la mejor universidad del pas con las mejores calificaciones de todos los aspirantes.
–Tooru... y nunca has hablado con ellos para que sepan cmo te sientes?
–Es intil hacer eso, tendra que pedir una cita con su secretara para hacer eso, y as tal vez mi padre me agende para dentro de cuatro meses, cuando tenga un espacio libre...por eso, prefiero a tus padres, ellos me han tratado mucho mejor que los mos, han sido amables, no me cambian el nombre, tienen consideraciones conmigo e incluso saben cosas sobre m...se las has contado t cierto...
–S...pero porque ellos me lo pidieron, la primera vez que fuiste a casa a cenar, y te sorprendiste porque mam prepar slo lo que ms te gusta, ella estuvo averiguando conmigo cul era tu platillo, y tu postre preferido...as son mis padres, se preocupan por saber tambin cosas de Sakura, Ken y Tetsu.
–Lo ves...cundo podra yo aspirar a algo as de parte de mi madre, sabe los nombres de mis amigos pero tambin a ellos se los cambia, y cuando estn de visita y ella est muy distrada, cree que Shinya y Toshiya son las novias de Kaoru y Die...suena gracioso hasta cierto punto, pero eso slo demuestra lo lejos que estoy de importarle, tanto yo como todo lo que a m me interese.
–Muchos padres son as cario...y no se pueden cambiar...es decir, cuando los padres son as, solamente cambian en situaciones muy extremas pero, te aseguro que en mis padres siempre encontrars el apoyo que necesitas, y ya vers, un da mis amigos dejarn de desconfiar de ti, te aceptarn, y cuando eso suceda podrs aspirar a ser sus amigos tambin, ellos son maravillosos, muy leales y protectores, as que por lo pronto, me tienes tambin a m, yo nunca te dejar solo, yo...te quiero mucho Tooru, y lo que ms anhelo es tu felicidad, por eso me esfuerzo en hacerte tan feliz como t me haces a m, no sonar a mucho, pero te ofrezco todo mi ser si es preciso para que sonras.
–Hide...eres el ser ms bello y maravilloso del mundo, era verdad, siempre que tus amigos nos decan que eres un ser especial, que a pesar de que todos te molestbamos por no tener la belleza fsica que a todos atrae, tu interior era lo ms hermoso que poseas, y que eso te haca ms valioso que a los dems...tenan toda la razn, aunque antes estuve ciego y no pude verlo.
–Oww basta Tooru me sonrojas...–respondi el aludido con un evidente sonrojo comenzando a colorear sus mejillas.
–Es slo la verdad, adems eres la primer persona que me hace sentir tan cmodo, que le he contado un secreto tan vergonzoso como ste...no se lo vayas a decir a nadie por favor.
–Claro que no lo har...y sabes...tengo otro pequeo secreto que puedo contarte.
–Otro secreto...? No es algo malo verdad...
–Para nada, y al contrario, me hace sentirme bastante feliz...lo que pasa es que, bueno, como te habrs dado cuenta ya, me fascina la msica, la amo, y pues...disfruto mucho cantar.
–Entonces... el secreto es que sabes cantar? Qu hermoso cario...espero que un da cantes algo para m.
–Claro que s...es ms, puedo cantarte algo ahora mismo...
Tras decir aquello, llev una de sus manos a acariciar con suavidad las doradas hebras del cabello del contrario, comenzando a cantar una tranquila cancin que los hiciera sentir relajados a ambos. Kyo se qued casi boquiabierto, esa voz no sonaba a la de slo un aficionado que sola cantar en la ducha, era una voz increblemente melodiosa y dulce a pesar del tono tan grave que sta posea, era como un ngel, en todos los sentidos...ese chico tena algo muy especial que haba comenzado a capturar su corazn de una manera que nadie ms haba logrado antes. Dejar de lado el plan no era una opcin, pues saba que si Hide se enteraba lo odiara, pero como fuera, ocultara la verdad para que todo siguiera del mismo modo y l pudiera seguir junto a esa persona que tanto comenzaba a querer.
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