Después del trabajo que les había costado que Hide aceptara "darle una lección" a Kyo, comenzaron a discutir los detalles del plan que llevarían a cabo, después de todo, debían tener previstos todos los detalles, las posibles fallas, así como cualquier eventualidad extra que pudiera ocurrir. No sonaba a un plan demasiado complicado, pero por supuesto que debían ser cuidadosos; lo primero era organizar un evento en el pub que pertenecía a los padres de Hide, no sería difícil atraer la atención, después de todo era un lugar muy concurrido por los chicos más populares del instituto, además los únicos que sabían que The fourth avenue cafe pertenecía a la familia Takarai, eran los amigos de Hide, y Kyo, quien esperaban que no divulgara nada al respecto. El evento fue organizado bastante rápido, el pequeño escenario con que contaba el lugar ya estaba listo para presentar algo más que una noche de karaoke, los volantes que lo anunciaban fueron repartidos entre las masas con eficiencia, y la atracción principal estaba preparada.
–Realmente no sé cómo demonios accedí a venir cuando no estoy de humor –hablaba un malhumorado rubio mientras era prácticamente arrastrado por sus amigos hacia una de las mesas que quedaban libres cerca del pequeño escenario, para que después los cinco tomaran asiento alrededor de ésta.
–No accediste, te trajimos a rastras luego de prácticamente vestirte y arreglarte nosotros mismos…pero anímate, estoy seguro de que algo muy interesante va a suceder.
–Toshiya tiene razón Kyo, así que deja de amargarnos la noche y disfruta tú también…no puedes decir que tú no tienes curiosidad de saber de qué se trata todo esto, esos volantes decían que iba a haber un evento muy especial y único, y que los estudiantes del instituto estábamos especialmente invitados a asistir.
–Es cierto, seguro a ti también te intrigan…
~FLASHBACK~
Era un día de clases común y corriente, sin signos de que nada inusual pudiera pasar, las clases transcurrían de forma lenta y normal, por lo que llegaron a la hora del descanso como siempre. Empero ese día no era del todo cotidiano, pues cuando todos estuvieron fuera del edificio comiendo sus almuerzos y descansando de los aburridos monólogos de los profesores, tres chicos pertenecientes a uno de los grupos del último semestre corrían por los pasillos y escaleras que llevaban a la azotea, cada uno con una bolsa de plástico entre los brazos. Después, una vez que llegaron a su destino, en lo más alto del edificio principal, los tres sacaron el contenido de dichas bolsas para comenzar a arrojar volantes, dando algunos pasos para que se distribuyeran mejor entre los alumnos que estaban debajo de ellos, y por supuesto, sonrieron satisfechos al notar que habían logrado su cometido, pues apenas habían comenzado a leer el contenido de aquellas hojas de papel, todos comenzaron a armar un gran alboroto, y no era para menos, pues se trataba de una invitación a un evento que se llevaría a cabo ese viernes en el pub más popular del momento, y en el cual parecían mencionar que era de gran importancia que ellos, por ser estudiantes de ese instituto, asistieran.
"No dejen de asistir este viernes 30 de mayo a las 8:00 pm, para presenciar un evento espectacular y sin igual que no se pueden perder"…
~FIN FLASHBACK~
–Bueno sí admito que esos volantes podían dejar abiertas muchas posibilidades, y que causaban mucha intriga, pero yo no tenía ganas de venir…
–Ánimo Kyo, lo que tú necesitas es un poco de distracción, y verás que ésta es la ocasión perfecta –dijo Shinya con una sonrisa tranquilizadora, a lo que el más bajo respondió con un movimiento afirmativo de cabeza.
Después del suceso de Hide, lo apagado que se sentía Kyo no podía pasar desapercibido por nadie, y a pesar de que Kaoru, Toshiya y Die no eran el tipo de amigos expertos en dar consuelo, estaban haciendo su mayor esfuerzo por consejo de Shinya, quien se había reintegrado al grupo después de que el mismo Kyo se lo pidiera, y a pesar de que los demás no comprendieron. Ya los cuatro estaban enterados de que la pérdida de Hide había afectado a Kyo de forma genuina, y aunque tres de ellos entraron en un shock momentáneo, trataban de evitar dicho asunto, en especial Toshiya, para evadir sus celos; sin embargo, con Shinya fue diferente, pues con él había podido expresar abiertamente todo lo que lo aquejaba, recibiendo palabras verdaderamente alentadoras, además de un excelente confidente que a partir de ese momento, guardaba sus secretos como si fueran propios, y que era el único que podía llegar a entender las emociones que aquejaban su corazón, por eso le había pedido una disculpa luego de explicarle cómo sus intenciones habían ido cambiando conforme conocía más al pequeño pelinegro.
Mientras tanto, al mismo tiempo que todos ocupaban la barra y las mesas dispuestas en el local, Hide, Ken, Sakura y Tetsu se encontraban en el baño, terminando de arreglarse para comenzar con el plan que apenas hacía unos días habían ideado. Debido a lo que estaban a punto de hacer, la emoción que más se sentía en la atmósfera alrededor de ellos era el nerviosismo, mezclado con una adrenalina comenzando a subir sus niveles en los cuerpos de los cuatro jóvenes, pues a pesar de que lo disfrutaban verdaderamente, aquella iba a ser la primera vez que lo harían de forma más profesional.
–¿Nerviosos chicos? Porque yo estoy de lo más emocionado, muero por salir al escenario y destrozar esa batería –decía un entusiasmado Sakura mientras terminaba de pintarse el rostro, pecho y brazo derecho con enredaderas negras y algunas flores; por otro lado en lo que respectaba a su vestuario, había seleccionado únicamente un pantalón negro de cuero, unas botas un tanto altas, además una banda ancha que cubría su frente, y por encima, sus cabellos acomodados en un peinado alto; una vez completamente listo, se miró al espejo, y sonrió ladinamente, satisfecho por su reflejo, para después colocarse un sencillo antifaz negro que completaba su imagen.
–Sólo no la vayas a destruir literalmente Sakurazawa, porque tú sabes que sale muy caro mandarla arreglar –decía con severidad el líder– por cierto ¿estás seguro de querer salir al escenario así? No te ofendas pero me parece algo exhibicionista de tu parte –decía divertido al notar la mirada fulminante del pelinegro, la cual ignoró para poder verse en el espejo. A diferencia de su compañero él había seleccionado unos jeans azul claro, una falda roja encima de estos, además unas botas color rosa para la parte inferior de su cuerpo. Por encima llevaba una camisa de un amarillo claro, una chaqueta blanca, una mascada del mismo color de sus botas y unos plateados guantes sin dedos. Como también él debía mantener su identidad oculta, cubrió sus ojos y parte del rostro con un elegante antifaz rojo con algunas plumas en las orillas del mismo, más pequeñas que las que adornaban sus cabellos, temporalmente rubios, tejidos con cintas de colores.
–Sí ya lo sé mami Ogawa…–comenzó a responder sin hacer caso al comentario que el más bajo había hecho respecto a su vestuario– oigan nos vemos increíbles ¿no creen? De pronto me siento como todo un profesional.
–Sigo pensando que era mejor pintarnos la cara de colores, y vestirnos cada quien de un color del arcoíris para hacer un homenaje a nuestro nombre –habló una vez más Tetsu, quejándose de nuevo.
–Claro Ogawa para que en lugar de presentarnos como L'Arc~en~Ciel lo hagamos como L'Gay~en~Ciel…nos vemos bien así, deja de quejarte por los colores como siempre.
–No te ofendas Tetsu pero esta vez le doy la razón a Sakura, yo creo que estamos bien así, usar demasiados colores habría desviado la atención de nuestra música –intervino el más alto de los cuatro, al mismo tiempo que frente al espejo, se colocaba su antifaz azul, el cual hacía juego con la camisa de diferentes tonos del mismo color, complementando un pantalón negro semi formal, zapatos puntiagudos y un sombrero del mismo color.
–Está bien…dos contra uno, me ganaron…pero Hide ¿por qué tan callado, no has dicho nada desde que entramos a arreglarnos.
–Lo siento…son los nervios…nunca he cantado con tanto público y tengo mucho miedo de equivocarme…
–Recuerda que ellos ni siquiera notarán quién eres gracias tu máscara, así que relájate y canta con el corazón como siempre…además te ves muy bien de rockero –decía Tetsu mientras acercaba a su amigo de nuevo hacia el espejo una vez que le hubo colocado su blanca máscara estilo el fantasma de la ópera. El más bajo no dejó de ver su reflejo, recorriendo desde las altas botas negras estilo rockeras que calzaba, el pantalón rojo con negro y blanco que formaba cuadros en la tela, adornados con un cinturón con remaches, seguido de una camisa blanca arremangada hasta los codos, un chaleco de cuero negro, y finalmente sus cabellos teñidos temporalmente de color rojo oscuro, algunos mechones de arriba en punta, y el resto disperso por su rostro.
–Ahora que lo veo, quizás debería usar siempre una máscara, me ayuda a esconder parte de mi fealdad –decía de forma divertida, recibiendo tres miradas completamente severas al instante– ay sólo bromeo no me miren así.
–Bien, pero la próxima vez yo mismo te daré un zape.
–Vaya, Sakura ha amenazado a Hide…esto sí debe ser la señal del apocalipsis.
–Ken tú también quieres uno verdad.
–Agradezco tu oferta pero no puedes desnucar al guitarrista a segundos del concierto…en fin Hide, el punto es que confíes en que te ves increíble.
–Está bien chicos, confiaré en su palabra…–comenzó a hablar un muy nervioso pelirrojo, sin embargo se vio obligado a detener sus palabras, pues acababan de llamar a la puerta, para que después ésta se abriera, dejando pasar al señor Takarai, quien los miró bastante sorprendido.
–Wow, chicos de no saber que son ustedes, pensaría que una banda de rock famosa ha entrado al pub –comenzó a hablar bastante impresionado el padre de Hide una vez dentro de aquella habitación– si así se ven ahora no me podría imaginar cuando sean una banda major…pero bueno no hay tiempo que perder, ya todo está listo, el escenario los espera.
–Gracias Takarai-san, verá que de verdad no le vamos a hacer quedar mal.
–Por favor chicos los he escuchado ensayar muchas veces y tienen mucho talento, lo harán excelentemente, así que salgan y demuéstrenles de lo que son capaces…buena suerte –tras un guiño cómplice dedicado a todos, se dirigió afuera del baño para anunciar públicamente que el espectáculo comenzaría, tras lo cual estaban a punto de salir, hasta que…
–¡Oigan! Trío de…se supone que los miembros de las bandas dicen unas palabras antes de salir al escenario así que vuelvan aquí y junten las manos al centro –interrumpió la marcha de los otros tres, para que regresaran en sus pasos, aunque dos de ellos con expresión de fastidio, y así formaran un círculo, juntando sus manos tal como el "rubio" había dicho– bien como yo soy el líder, yo comenzaré…bueno chicos, éste es el momento en que nuestro mayor sueño comienza a materializarse, llevamos meses metidos en una cochera ensayando, haciendo reuniones para escribir nuestras canciones, y manteniendo el secreto, y aunque saldremos de incógnitos, éste será el primer paso de convertirnos en verdaderos músicos, así que no se pongan nerviosos, recuerden que los instrumentos…y la voz en el caso de Hide, son el puente para expresar nuestros sentimientos.
–Vaya hoy el líder está muy inspirado…pero concuerdo con ello, debemos de dejar los nervios atrás para inundarnos de los sentimientos de nuestras canciones, Hide tú siempre has podido mover corazones con tu voz, así que canta como siempre, estoy seguro de que lo haremos mejor que nunca, y que ésta será la primera de muchas presentaciones.
–Sobra decir que yo también confío en que seremos un éxito…y no se preocupen, yo los guiaré como siempre –decía el baterista, recibiendo un zape en la cabeza– ¿qué? Acaso no es la batería la que marca el ritmo, par de ingratos que me quitan mis méritos…ya no hablaré, mejor que Hide termine con el discurso.
–Bueno yo…saben que no soy muy bueno hablando, que lo mío es escribir, o cantar en todo caso pero…la música siempre ha sido un refugio para mí, desde antes de que nos hiciéramos amigos y sólo quiero decir que me emociona mucho pisar un escenario por primera vez, siendo acompañado por ustedes, porque cuando creamos música, no somos cuatro individuos, nos fusionamos para ser uno mismo y eso es lo que crea la química que tenemos, así que… ¡buena suerte!
Los cuatro chicos con una gran sonrisa en los labios, alzaron las manos exclamando al unísono “ánimo” como si se tratara de un grito de guerra, para después salir todos juntos del cuarto de baño, bastante nerviosos aún, pero no por eso menos ansiosos. Cuando estuvieron afuera pudieron notar el silencio del lugar; desde la barra, el señor Takarai los miró, guiñando el ojo una vez más, haciendo una seña de aprobación con su mano, como diciéndoles que todo estaba listo para que subieran al escenario. Todos los presentes se quedaron más que sorprendidos cuando se dieron cuenta de las cuatro figuras que subían al escenario frente a ellos, más aún en el momento que abrieron el pequeño telón, para revelarles una batería mayormente negra con enredaderas y flores blancas, un bajo de cinco cuerdas blanco y rosa, una guitarra sin cabeza color azul, y al frente justo en el centro, un tripié sosteniendo un micrófono plateado.
–Buenas noches –comenzó a hablar Hide a través de su micrófono, pero en esa ocasión, con una voz bastante profunda y pausada¬ para que no lo reconocieran– nosotros somos una banda nueva, L’Arc~en~Ciel, esperamos que nuestra música sea de su agrado, por favor disfruten lo que hemos preparado para ustedes.
Un tibio aplauso siguió las palabras del vocalista, quien se quedó un momento en silencio para aclararse la garganta antes de hacer una seña para que comenzaran a tocar la primera canción. Para esa noche habían elegido un repertorio compuesto de canciones un tanto nostálgicas, por lo tanto las que más destacaron fueron “No truth”, “Nostalgia”, “Kioku no kakera” y “I’m in pain”. Sakura estaba tocando la batería como nunca en su vida, con una energía y una fuerza que sus compañeros nunca habían visto, quizás se encontraba motivado por los aplausos, los gritos de emoción y la adrenalina que recorría rápidamente su cuerpo. Los compañeros de cuerda por otro lado, tenían un mimetismo más especial que en otras ocasiones, se comunicaban con miradas cuando los momentos en que jugaban un poco con los sonidos de sus instrumentos, formaban un coro perfecto que sin duda realzaba la voz potente y cargada de sentimientos de Hide. Cuando recién habían escrito aquellas canciones, se inspiró únicamente en experiencias pasadas y lo que éstas dejaron en su vida; no obstante en esa ocasión realmente las sentía, teniendo tan reciente el engaño de Kyo, su corazón habló de forma directa a través de la música, y las lágrimas que sentía salir de sus ojos eran la prueba de ello. Cuando llegaron a “All dead”, no pudo evitar mirar de vez en cuando hacia la mesa donde se encontraba Kyo con su grupo de amigos; su mirada, era más profunda que nunca, tanto que para el rubio no pasó desapercibida, y sintió un fuerte escalofrío recorrer su espina dorsal, no supo explicarse dicha sensación, pero no le era muy agradable, esa mirada que parecía querer matarlo “I wish you’re all dead”, cada vez que escuchaba esa frase su incomodidad era mayor, y sus amigos lo notaron, se dieron cuenta de cómo se encogía en su asiento, con algunos escalofríos. No obstante su tortura no duró demasiado, y la canción terminó muy pronto, con lo cual suspiró profundamente de puro alivio, buscando relajarse de igual manera que su acelerado corazón, y una vez que estuvo más tranquilo, simplemente se dedicó a seguir presenciando el pequeño concierto que esa desconocida banda ofrecía, la última canción estaba por comenzar, pero por alguna razón los integrantes de la banda intercambiaron papeles, rotando de forma contraria a las manecillas del reloj. Fue así como esta vez Tetsu tomó el micrófono, y una vez que Ken comenzó a marcar el ritmo de la canción, todos comenzaron a darle forma, una canción un tanto oscura y deprimente, “Dark song”, la habían bautizado, y por la letra que tenía al inicio se sobre entendía la razón; dicha canción se encontraba dividida en cuatro partes, y dadas las circunstancias la más importante era la tercera, “Insanity”:
Faker life, so you’re fucking faker
Your smile is mere lie, your tears are mere pee
You’re mere a pretty doll, so you’re insanity
Una vez más, el vocalista volvía a mirarlo de una manera demasiado profunda como para ignorarle; Kyo se sentía muy extraño, aunque en esta ocasión la mirada del chico no le era tan familiar como la anterior, ésta parecía estar cargada de un odio que la otra no poseía. No se lo explicaba, ¿acaso le conocerían esos chicos? Pero más aún, en caso de que así fuera, qué pudo haber hecho él para que lo miraran de esa manera tan profunda y llena de resentimiento; fue algo que simplemente no dejó de preguntarse durante toda la canción, quería que todo terminara, quería que esos ojos dejaran de posarse sobre él…
Un estallido de aplausos prácticamente hizo retumbar el local una vez que la presentación terminó; definitivamente acababan de ganarse algunos fans gracias a su música, de un estilo único y especialmente cargada de sentimientos, además que la intriga sobre la apariencia de los músicos sin duda aumentaba el interés en la banda. Una vez que los chicos terminaron de despedirse de su público, dedicándoles palabras de agradecimiento, bajaron del escenario, en medio de más aplausos y gritos de emoción; al asegurarse de que estaban fuera de la vista de los demás, corrieron a refugiarse en el baño para poder calmar la emoción que recorría sus cuerpos; se tomaron unos segundos para relajarse, conforme la adrenalina comenzaba a bajar. Estaban tan felices que podían explotar, por lo que lo único de lo que fueron capaces fue de abrazarse de forma grupal, y estando a punto de quitarse los antifaces para poder secar la capa de sudor que cubría sus rostros, unos cuantos suaves golpes a la puerta los detuvo, pues aquello era la señal de que su plan estaba marchando como lo previsto.
–¿Sí? Qué se les ofrece –comenzó a hablar el líder una vez que hubo abierto la puerta para descubrir quién les llamaba.
–Buenas noches –respondió un chico un tanto alto de cabellos castaños claros y gafas cuadradas de montura negra– espero que disculpen mi intromisión, pero mi nombre es Yamashita Ryo, y soy el presidente del consejo estudiantil del instituto para varones…
¬–Ah es verdad, el instituto en que los dueños del lugar repartieron publicidad de nuestro debut…bueno Yamashita-san, dime qué se te ofrece, soy todo oídos.
–Bueno verá, es que en un par de semanas será el fin de curso, y los alumnos del último año, es decir, los que nos vamos a graduar, tendremos un baile.
–Me parece que ya habíamos escuchado al respecto.
–¿En verdad? Bueno si ése es el caso, imaginará nuestro interés de llevar una banda para que toquen en vivo.
–Es lo que he escuchado que hacen en América…pero ¿contratarnos a nosotros siendo unos desconocidos, y con tan poca anticipación? ¿Por qué?
–Exactamente…verá en la última reunión mencionábamos justamente que no habíamos contratado ninguna banda, porque hasta el momento no habíamos encontrado ninguna que estuviera dentro de nuestras posibilidades económicas, sin embargo quiero pensar que como ustedes apenas comienzan su carrera no nos cobrarían demasiado, y pues como al parecer ya estaban enterados del baile, no pude evitar pensar que ésa fue la razón por la que nos invitaron esta noche…nos encantó su música, son increíbles, y estoy seguro de que si tocan en el baile, seremos un éxito, más aún porque su estilo encaja perfectamente con el tema rockero de este año.
–Bueno ésta fue nuestra primera presentación, así que como imaginarán estamos más que exhaustos, así que por qué no les doy mi número y nos ponemos de acuerdo en los detalles.
–Me parece muy bien…muchas gracias por acceder…hasta mañana.
Como despedida, el castaño sólo hizo una corta reverencia frente al chico del antifaz color rojo, la cual de inmediato fue devuelta por el contrario, para finalmente retirarse junto a su pequeño grupo. El rubio cerró la puerta una vez que se alejaron por el pasillo, para así recargarse de lleno en ésta en medio de un suspiro, entre tranquilo y satisfecho, mirando a sus amigos con una amplia sonrisa, al mismo tiempo que se retiraba el antifaz de su rostro, indiscutiblemente el comienzo del plan había salido mejor de lo pensado.
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