Una semana completa haba pasado ya desde que la vida de Hideto Takarai pareci dar un giro bastante inesperado con el sorpresivo “regreso” de Tooru Nishimura a ella, pues a pesar de que pareca sentirse bastante seguro de no volver a su lado, le era innegable el hecho de que muchos sentimientos que haba credo enterrados en el pasado, haban renacido, pues en realidad nunca murieron, slo se encontraban apaciguados debido a la felicidad que su pequeo retoo haba trado a su vida y las de sus amigos, adems de lo tranquila que se haba vuelto su vida desde que entr a la universidad, algo que nunca haba tenido la oportunidad de experimentar, pues en toda su vida escolar haba sido vctima de un sinfn de acosos de parte de todos a su alrededor, y el hecho de ser popular y aceptado por todos era nuevo para l. Al principio tuvo la idea de pasar desapercibido, buscar llevar una relacin cordial con los compaeros con quienes se viera forzado a convivir, no obstante el gran talento que posean, tanto l como sus amigos se convirti en casi una leyenda viviente; de repente todos en la universidad comenzaron a hablar de ellos como sus superiores, despus de todo, aparentemente eran los nicos en haber conseguido hacer un par de presentaciones con pblico, aunque fuera a pequea escala; adems lo hicieron tocando sus propias canciones, sin la necesidad de hacer covers de otros artistas, pues pocos tenan el suficiente talento para componer y escribir canciones siendo principiantes. Fue por esto que sin querer, toda la banda comenz a ganar mucha popularidad an entre los chicos de grados superiores, quienes no tardaron en mostrar inters, especialmente en Hide.
An durante los periodos de vacaciones Hide no dejaba de recibir decenas de mensajes y an ms llamadas de parte de sus compaeros de diferentes grupos para invitarlo a salir, pues a pesar de que toda la escuela supiera que l ya sala con alguien, eso no detena a sus pretendientes. …l por otro lado, al dejar de recibir slo ofensas y malos tratos de parte de todos a su alrededor, logr superar su miedo de acercarse a personas nuevas, pues descubri que, tomando las precauciones adecuadas, no corra peligro, de manera que inici una vida social bastante activa, aunque no se tratara precisamente de citas, puesto que al salir con alguien, l lo respetaba sin importar que no se tratara de algo muy formal. Era por eso, que cuando otros chicos le invitaban a salir, lo haca con la condicin de hacerlo en grupo, pues haber ganado toda la popularidad que ahora posea, le ayudaba a conocer diferentes tipos de personas, hecho que le era muy entretenido en el sentido de abrir su mente y formar lazos con personas que posiblemente se convertiran en sus colegas en un futuro no muy lejano, por lo tanto, el hecho de que Hide aceptara salir con diversos chicos frecuentemente, no significaba que se hubiera vuelto igual al resto de los chicos populares, huecos y superficiales. Aquella tarde de sbado, haba aceptado salir al cine y a comer con un pequeo grupo de chicos de un curso superior, y en ese momento se encontraban dando un paseo por el centro comercial, luego de haber comido, para as matar el tiempo que les quedaba antes de tener que entrar a la sala de cine donde veran la pelcula que haban elegido.
–Cuntanos Hide, cmo ha estado el pequeo Kanade? No lo hemos visto durante…un mes aproximadamente, y es sabido que los bebs crecen a un ritmo bastante acelerado, seguro est enorme ya –deca uno de los chicos que era parte del grupo que rodeaba al pequeo castao, pasando uno de sus brazos por los hombros de ste, provocando que dejara escapar una leve risa divertida.
–S, ya est enorme mi nio, es muy hablador y siempre debo estar detrs de l por todo el departamento porque no deja de caminar entre todos los muebles, incluso debajo de la mesa pasa corriendo, vivo con el alma en un hilo pensando en las mil y una cosas que le pueden pasar, se lo podrn imaginar sin problemas –deca con una sonrisa a pesar de la expresin preocupada que mostraba a momentos.
–Eres la nica persona que conocemos con un hijo…y nunca te he preguntado, cmo te sientes al ser padre?
–Pues se imaginarn el impacto que fue para m enterarme de que estaba embarazado, despus de todo en ese momento tena apenas dieciocho aos, en ningn momento pude pensar siquiera en si quera tener hijos, pues lleg completamente de sorpresa, aunque claro que eso no quiere decir que no me sienta sumamente agradecido de su nacimiento, la verdad es que me ha hecho madurar mucho en un tiempo bastante corto.
–Siempre eres tan profundo con las cosas que dices Hide…y eso demuestra lo talentoso que eres como letrista, por eso eres nuestro superior completamente.
–Oh basta chicos, saben que me avergenza mucho que me digan esas cosas –mientras hablaba, un tenue sonrojo comenz a colorear sus plidas mejillas, provocando una leve risa general, acompaada de demostraciones fsicas y verbales de ternura, producida por la imagen tan adorable que el ms bajo de todos proyectaba con esos gestos, reacciones que no hicieron ms que hacerlo avergonzarse ms.
Sin embargo, al mismo tiempo que ellos se paseaban por los largos pasillos del lugar, en medio de ms risas alegres y mltiples bromas, un chico un tanto bajo de estatura, con cabello negro, bastante conocido por la persona que se encontraba en el centro de aquel grupo, sala de una tienda de bebs cargado de varias bolsas, y que tras dar algunos pasos lejos del local donde haba entrado para hacer algunas compras, se detuvo, pues no pudo evitar distinguir al chico de cabellos castaos que caminaba en medio de aquel grupo tan llamativo. Se vea bastante alegre, mostraba una sonrisa verdadera, genuina, como aquella de la que se haba enamorado irremediablemente, que ya tena mucho tiempo sin poder mirar, y que habra deseado que le mostrara el da de su reencuentro, aunque lamentablemente eso no sucedi. Aquel pensamiento no hizo ms que aumentar la ira que comenzaba a sentir en ese momento, y que se reflejaba en la manera en que apretaba los puos sobre las agarraderas de las bolsas que llevaba; le sorprendi la idea de estar experimentando algo similar, pero no poda negarlo, aquel hervor en su sangre, tan fuerte que llegaba hasta el punto de enrojecer la piel de su rostro, no poda recibir otro nombre ms que se que le resultaba tan impensable, “celos”. A sabiendas de lo que su corazn senta en ese momento, la causa de la fuerte opresin en su pecho, y del vaco en su estmago, comenz a seguirlos, esperando as captar un poco de su conversacin, o alguna pista que le hiciera saber por qu Hide se encontraba rodeado de tantos chicos, y tan demasiado “cariosos” a su parecer.
–Y qu tan seria es tu relacin con Kazuhito, Hide, no se nota que ests muy enamorado de l, al menos no en la medida que l demuestra estarlo de ti, as que es difcil entender por qu sigues con l.
–Oigan, acept venir con ustedes para despejar mi mente, ya que he estado muy triste y muy pensativo, no para que me acosaran con preguntas y comentarios de mi relacin, por ms que a ustedes no les guste, salgo con Kaz, todos en la universidad lo saben.
–Bueno clmate, no te exaltes hermoso, solamente tenemos curiosidad.
“Hermoso”, haba escuchado bien? S, uno de sus tipos se haba atrevido a llamar de ese modo a su Hide, y ahora acercaba peligrosamente los labios hasta su rostro, hasta su mejilla, con la evidente intencin de darle un beso en sta, y por lo tanto no pudo aguantar ms el slo estar de espectador, por lo que, sin siquiera detenerse a pensar un momento, sostuvo las bolsas que llevaba en una sola mano, para as adentrarse en aquel no muy numeroso grupo de muchachos, de forma un tanto abrupta, pues sin decir nada, se dirigi directamente a separar a su amado del otro chico que le abrazaba por los hombros, y que haba sido quien os darle un beso, pues aunque hubiera sido en la mejilla, en definitiva no poda aceptar que los labios de alguien ms tocaran la piel de la persona que amaba.
–Se puede saber qu crees que haces? –Pregunt el alto joven de cabellos de color un tanto naranja, mientras alzaba sus gafas oscuras para poder ver con ms detalle a quien se haba interpuesto en el abrazo que mantena con el pequeo de ojos pardos.
–Eso debera preguntrtelo a ti, quin eres t y quin te crees para tocar con tus sucios labios la piel de MI Hide, y caminar abrazndolo con esa confianza, l es mo entiendes? Es slo mo! –Tras terminar de hablar, le dio un empujn con la mano que tena libre.
–Pero qu crees que ests haciendo Kyo! Ests siguindome acaso? –El aludido, con algo de molestia, le sostuvo del brazo para que no cometiera alguna tontera.
–Tan psicpata me crees? Claro que no, yo slo vine de compras, vine a comprar unos regalos para nuestro hijo, y de repente los vi pasar, cuando de pronto te reconoc, eras t, en medio de estos sujetos, mientras uno de ellos te abrazaba con toda la confianza del mundo, definitivamente no lo pude soportar entiendes?
–Lo nico que entiendo que te ests portando excesivamente celoso acerca de algo que es completamente absurdo, adems no puedes hacerme estas escenas, no tienes ningn derecho porque a pesar de tu insistencia del otro da yo no he cedido a volver contigo.
–T lo dijiste, no has cedido, todava, pero eso no es problema porque estoy convencido de que slo es cuestin de tiempo para que finalmente me aceptes, yo te lo dije, que esto no se haba acabado, que seguira insistiendo hasta que finalmente aceptes volver a mi lado, y eso es lo que har…sin embargo mientras eso sucede no quiero que los dems se aprovechen de eso para acercarse a ti, t eres mo y nadie ms tiene derecho a estar tan cerca de ti.
–Hide se puede saber quin es este tipo y por qu se siente con el derecho de mandar sobre ti de este modo? –Pregunt uno de los muchachos que le acompaaban, mientras miraban al pelinegro que les haba interrumpido, con una mirada bastante intrigada y con algo de molestia.
–No se preocupen chicos que no corro algn tipo de peligro de nada…l es Nishimura Tooru y es…el padre…de Kanade –al terminar de hablar no pudo evitar agachar la mirada para no ver a ninguno de los presentes, pues saba perfectamente la expresin que los rostros de los dems deban tener, se los poda imaginar sin necesidad de verlos.
–Entonces por lo que podemos ver…es tu ex, y te est insistiendo para que vuelvas con l… por eso nunca quisiste hablar sobre l cuando te hemos preguntado?
–No es eso…la verdad es que hace apenas una semana lo volv a ver, luego de dos aos.
–Bueno y ustedes qu se creen hacindole tantas preguntas respecto a un tema que para nada les concierne, yo soy el padre de Kanade y qu, l no tiene por qu darles ninguna explicacin al respecto, basta con que sepan que voy a recuperar a Hide para estar con l y nuestro hijo, y ninguno de ustedes interferir.
Dicho aquello, y antes de poder recibir alguna respuesta, el pequeo pelinegro se agach un poco para poder acomodar a su amado en su hombro, de manera que al enderezarse de nuevo lo carg sobre ste casi como si de un costal se tratara, y pese a las numerosas quejas de parte del ms bajo, adems de sus intentos para que le soltara, comenz a caminar lejos de quienes originalmente le acompaaban, pues senta que lo mejor y ms apropiado era que hablaran solos. Una vez que encontr algn rincn apartado del resto del lugar aparentemente muy congestionado, lo baj finalmente, sostenindole de uno de sus brazos para que no intentara escapar.
–Por qu esa necedad tuya de ni siquiera querer verme Hideto, me parece muy injusto de tu parte, dices que has madurado, pero me demuestras lo contrario, el Hide del que me enamor hace aos, me habra dado la oportunidad de escucharme, y habra cumplido su promesa de estar conmigo cuando el destino nos demostr que eso es lo que debe ser.
–Llegaste de pronto a mi casa, exigindome mil cosas, cmo queras que reaccionara? Si como te dije yo no esperaba volver a verte de nuevo, y despus lo hago cuando menos te esperaba, durante toda mi vida he cado de golpe cada vez que intento creer en algo que el destino pone en mi camino, no crees que es justo sentir algo de miedo de volver a creerle? Cuando todo lo que ms amo se desvanece entre mis dedos justo cuando siento estar a punto de ser completamente feliz, s que he sido muy necio, que yo no suelo ser de este modo, y puedes pensar que he hecho lo contrario de madurar, pero…
–No puedes mostrarte tan incapaz de perdonar, comet un error, y eso s lo considero un error de adolescente inmaduro e idiota, pero mi amor por ti fue y es mucho ms que eso, eres la primera persona de la que de verdad me enamor y no supe cmo lidiar con eso, hasta antes de ti todas mis relaciones eran basadas en lo fsico nada ms, nunca recib amor de verdad, ni siquiera de mis padres, no saba qu se senta, no saba cmo amar, y al principio, tampoco saba que t de verdad me queras, cuando me hiciste saber que me queras desde antes de comenzar a tratarte bien mi mundo tembl, porque fue algo que no me imaginaba, estaba convencido de que me detestabas como el resto de los idiotas que te molestaban, por eso supuse que no te afectara saber que yo no me acerqu a ti porque te amaba…un pensamiento egosta ya lo s, pero yo no tena ninguna madurez emocional para saber lidiar con eso, no obstante ahora la tengo y es por eso que ya me siento digno de tu amor, porque dej de ser ese idiota caprichoso que slo le importaba obtener todo lo que deseaba, t eres lo que ms deseo, pero porque te amo, y ya no har ms trucos para que ests conmigo, luchar por ti como es debido –dicho aquello, como si se moviera por inercia, dio un par de pasos hacia el contrario, tratando de acercar el rostro al suyo para intentar besar sus labios, sin embargo, una mano que se posaba con delicadeza en su pecho le detuvo, al mismo tiempo que su dueo se volva a alejar de l.
–No vayas tan rpido Kyo, no ves que eso me asusta? –Luego de que ambos guardaron silencio durante algunos segundos, la mirada del pelinegro, que se dirigi al suelo debido a aquel rechazo, se volvi a alzar al percibir que su amado hablaba de nuevo, pero esta vez mostrando un dejo de ilusin– escucha Kyo…yo entiendo que ya has esperado por m durante dos aos, y que por eso te sientes desesperado, pero me tienes que comprender a m y a mis sentimientos, no me presiones por favor, es lo nico que necesito ahora, un poco de tiempo para aceptar todo esto…s que a ti no te importa la persona con la que estoy saliendo, pero a m s, y merece saber la situacin por la que estoy pasando, porque no deseo mentirle ni ocultarle nada tan importante…por otro lado, respecto a nosotros, lo que puedo darte ahora…es aceptarte una cita…no s quizs, las cosas no me asusten tanto si vamos despacio, si de verdad quieres estar conmigo podra aceptar que vayamos poco a poco, que me vuelvas a conquistar paso a paso… ests dispuesto a hacer eso por m? Si ya me conquistaste con mentiras…creo que te sera muy fcil hacerlo de nuevo ahora que de verdad me amas.
–Bueno pues ya que lo planteas as claro que me ser muy fcil volverte a conquistar, en nombre de ese amor que siento por ti y que esta vez es completamente sincero, yo te juro Hideto Takarai, que volver a conquistarte –dijo con profunda seguridad en su mirada, al mismo tiempo que tomaba una de las manos del menor para poder dejar un beso sobre el dorso de sta, provocando un sonrojo en las mejillas ajenas– sin embargo hay un favor que necesito pedirte antes de nuestra cita.
–Un favor? De qu se trata…
–Como te he sacado de entre tus amigos, quisiera pedirte…que me lleves a ver a Kanade por favor, le he comprado algunos regalos y me encantara drselos hoy mismo.
–De verdad deseas estar cerca de l verdad…
–Es nuestro hijo, y me aceptes o no en tu vida, yo quiero estar en la suya.
–Siendo as…vayamos entonces, y en el camino nos pondremos de acuerdo para nuestra primera cita.
Esta vez una amplia sonrisa se dibuj en los labios del ms alto, tras lo cual, con su mano libre tom una de las ajenas, entrelazando sus dedos para comenzar a caminar, y aunque se sorprendi al notar que aquel agarre le era correspondido, no borr su sonrisa, pues con slo eso volva a sentirse completo, como si la otra mitad de su alma hubiera vuelto a fusionarse con la mitad que l tena, complementndole. Saba que an quedaba un largo camino que recorrer antes de repararlo todo, antes de que su amado le aceptara a su lado por completo una vez ms, pero aquel da sin lugar a duda haba conseguido un avance muy importante, avance que avivaba su gran ilusin.
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