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Quizás sea un nerd, pero es mi nerd por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buenas noches a todos y todas mis estimados/as lectores/as, finalmente les traigo el capítulo siguiente de esta historia, ya sé que lo esperaban, y deben saber que les tengo una gran sorpresa, así que sin más por el momento, solamente lean, y disfruten:

“Hola Hide, lamento que no estés en casa ahora ya que tenía algo importante qué decirte pero supongo que tendré tiempo de contarte cuando regrese. Bueno el asunto es que sólo quería hacerte saber que estaré fuera de la ciudad unos días, hasta el fin de semana, tengo un asunto familiar qué atender, así que te diré los detalles cuando esta pesadilla termine, por supuesto, si es que ya quieres verme para entonces…te recuerdo que te amo, por favor no lo olvides ni un momento, te aseguro que cuando regrese, me vas a hacer mucha falta, hasta entonces, te mando un beso para ti, y otro para nuestro hijo.”

La expresión de sorpresa del chico castaño no pudo ser más grande, apenas podía creer lo que estaba escuchando, después de todo, el hecho de que Kyo estuviera atendiendo un asunto familiar tan importante que le obligaba a salir de la ciudad resultaba demasiado inusual como para no preocuparse al menos un poco, pensando en la situación que debía estar pasando, teniendo en cuenta que no tenía una buena relación con ningún miembro de su familia, y más aún, él le había contado que sus padres lo habían desconocido como su hijo, hecho que hacía más sospechoso el asunto. Sin embargo, lo abrumado que había comenzado a sentirse debido a todos esos pensamientos tan repentinos y frenéticos, se esfumó de repente, cuando el timbre de la puerta se hizo sonar en todo el departamento, sacándolo bruscamente de su estupor para dar un par de pasos hasta ella y abrirla.

–Vaya Hide pero qué rápido atendiste –fue el “saludo” que aquel conocido hombre pálido, de cabellos negros, le dio en el momento que le pudo mirar, detrás de aquella barrera de madera que con anterioridad les había separado, para así darle un cálido abrazo.

–Estaba cerca –dijo, al mismo tiempo que le devolvía el abrazo, casi por inercia, a su muy querido amigo– escuchaba un mensaje que teníamos en la contestadora mientras Tetsu dejaba a Kanade en su cuna.

–Hide quién tocaba… ¡ah! Hola Saku, qué sorpresa verte, no te esperaba hoy –el aludido, quien de inmediato se acercó a depositar un breve y cariñoso beso sobre los labios de su pareja, entró de nuevo en la sala en ese momento, pues el pequeño se había quedado en su cuna, profundamente dormido.

–Sé que no me esperaban hoy, pero les tengo una buena noticia –mientras hablaba, dejó el umbral de la puerta para entrar completamente en el hogar de sus compañeros, siendo guiado a la pequeña sala de estar, por ambos. Una vez ahí, tomó asiento en el sofá junto a su pequeño amigo que parecía reacio a soltarlo, mirando desde ahí a su pareja sentado en el sillón individual enfrente de los dos– es sobre la banda, y bueno Tetsu como tú eres el líder, pues tú debes arreglarlo todo para aceptar la propuesta, o rechazarla.

–Así que se trata de trabajo…la verdad es que por tu seriedad me habías asustado un poco –decía el bajista en medio de una leve risa, recargándose de lleno en su asiento.

–Pero dije que eran buenas noticias…eres un paranoico Ogawa –agregó medio en broma, para después reír de forma divertida, dejando una sonrisa dibujada en sus labios– bueno el asunto es que una familia, dueña de una empresa muy importante nos quiere contratar para tocar un poco durante una reunión social que van a tener en Osaka.

–¿Una familia de empresarios contratando una banda indie que comienza su carrera? Me parece extraño Sakura –agregó el vocalista con una expresión de sospecha.

–Yo sé que suena extraño, pero aparentemente el hijo del cabeza de la familia resulta ser admirador nuestro y se lo pidió, ya saben, el típico caso del niño consentido hijo de padres millonarios que le dan todo lo que quiere con sólo decirlo

–¿Y en serio pretendes que toquemos en una reunión de personas como ésas? Pero qué pereza Sakura, prefiero mil veces los bares pequeños, aunque no nos paguen mucho.

–Hide me parece que no deberías ponerte en esa postura, no seas caprichoso, después de todo, trabajo es trabajo, y tú tienes un hijo que mantener, piensa en eso.

–Pero… ¡ash! Tienes razón Tetsu…por qué rayos siempre tienes razón –respondió el más bajo de los tres presentes, cruzándose de brazos con las mejillas infladas en una actitud de berrinche, que no pudo más que provocar risas de ternura en sus amigos.

–Porque soy tu líder, eso es suficiente para darme la razón siempre –respondió a manera de broma, pero tratando de fingir seriedad– y bueno dado que es una reunión de gente rica, supongo que tendremos que tocar algo más tranquilo verdad.

–Así es, desean algo de rock ligero, quizás un poco de jazz y blues también, les gustará.

–Perfecto, Hide ve preparando tu saxofón entonces…momento creo que no nos has dicho siquiera cuándo será.

–El sábado, así que tendremos un par de días para preparar nuestro repertorio y ensayar por supuesto –decía mientras una de sus manos se paseaba lentamente por la espalda de su pequeño amigo, quien le había vuelto a abrazar, bastante pensativo, actitud que no había pasado desapercibida por los otros dos– Hide ¿te ocurre algo? Pareces demasiado pensativo, más de lo usual.

–Es cierto enano, y no nos quieras decir que es por lo del trabajo porque ésa no es razón suficiente para hacerte quedar así –agregó el bajista en el momento que le miró apenas abrir la boca para responder, con lo que la volvió a cerrar de golpe, haciendo un puchero. Lo tuvo que pensar un momento, pero si se trataba de sus amigos no le parecía que fuera necesario ocultarles lo que sentía.

–Me siento muy preocupado, no he visto a Kyo desde que prácticamente, los corrí a él y a Takao de aquí, y es que hace un momento estaba revisando la contestadora, teníamos un mensaje…era él, me dijo que llamaba para informarme que estará fuera de la ciudad por unos días, hasta el fin de semana, ya que al parecer tiene un asunto familiar qué atender.

–Y qué es exactamente lo que te preocupa, ¿que sea una mentira?

–No, la verdad no es eso…lo que pasa es que yo sé la pésima relación que tiene con su familia…vamos incluso sus padres lo han desconocido desde que les dijo que no deseaba estudiar nada relacionado con la administración, y que dejaría de lado los deportes…es por eso que no comprendo, si casi lo han sacado de su círculo familiar, qué asunto tiene que resolver con ellos, durante tantos días…me da miedo que lo lastimen más.

–¿Sabes qué es lo que estás demostrando con esto Hide? –Habló una vez más el alto pelinegro una vez que terminó de escuchar aquel discurso.

–¿Lo que demuestro? No entiendo a qué te refieres Sakura?

–Es simple…lo que demuestras es lo mucho que amas a Kyo a pesar de que te sigues negando a aceptar volver con él por completo…pero bueno sabes, la verdad yo no creo que necesites preocuparte tanto, sabemos que Nishimura es fuerte, será idiota la mayoría del tiempo, pero es fuerte, además sabemos que estarás aquí para él cuando regrese, así lo harás sentir mejor de nuevo y podrán sonreír como si nada hubiera pasado.

–Sakura debo decir que aunque a veces se te dificulte expresarte, esta vez lo has hecho maravillosamente –intervino esta vez el chico de ojos marrones mientras se sentaba en el sofá con los otros dos, para abrazar al más bajo también, hasta casi echarse encima de su espalda– él tiene razón Hide, tú sólo deja de angustiarte tanto y piensa en estar aquí para él cuando regrese, porque es evidente que te va a necesitar mucho.

–En eso tienen razón…gracias chicos, en verdad no sé qué sería de mí sin ustedes, y nos falta Ken aquí pero él sabe que también lo adoro –dicho aquello, acomodó la cabeza en el hombro del pelilargo, mientras que una de sus manos tomaba la de su líder, con una gran sonrisa tranquila en los labios.

Después de aquella charla con respecto a temas de la banda, los cuatro muchachos se dedicaron justamente a preparar todo lo necesario para la presentación que acababan de comprometerse a realizar. El sábado llegó bastante rápido, cuando se dieron cuenta, ya se encontraban subiendo sus instrumentos y demás en la van que habían conseguido que les prestara un amigo de Yukihiro, quien además había accedido sin problema a cuidar del pequeño Kanade. Serían aproximadamente tres horas y media de camino a Osaka, o tal vez menos si era Sakura quien se encontraba al volante, hecho que no ayudaba en lo absoluto a calmar los nervios del líder, pero no tenía remedio, pues con Hide se tardarían más en llegar, con él se perderían, y Ken se encontraba tan falto de sueño que el peor accidente lo habrían podido tener si ponían sus vidas en sus manos. Por lo tanto mientras el vocalista y el guitarrista dormían en la parte trasera del vehículo, el bajista vigilaba con sumo cuidado que llegaran a salvo a su destino, a donde arribaron apenas en tres horas gracias a la inquietante velocidad que tomaban en algunos trechos rectos de la carretera.

La reunión que amenizarían tendría lugar en el amplio salón de un hotel de cinco estrellas en la zona más acaudalada de la ciudad, donde por fortuna no había nadie todavía, y por lo tanto tenían espacio para preparar su pequeño escenario, revisar el audio y afinar sus instrumentos sin interrupciones de. Una vez que tuvieron todo preparado se dirigieron a la habitación donde les habían indicado que podían arreglarse antes de ser requeridos en la reunión, la cual definitivamente les tenía reservadas grandes sorpresas.

Los invitados comenzaron a llegar con puntualidad, apenas cinco minutos después de que los anfitriones se encontraron en el salón, donde todo estaba dispuesto con bocadillos y bebidas en diversas mesas largas en uno de los extremos de la habitación, pues habían mantenido el centro lo más despejado posible. Empresarios de diversos ramos se hicieron presentes, pues resultaban ser amigos de la familia, la cual tomó su lugar bastante cerca de la entrada para poder saludar a todos los que llegaban.

–¡Takashi! Un placer verte aquí, y claro, en compañía de tu bella esposa –el cabeza de la familia organizadora de dicho evento, parecía ser el más entusiasta al repartir sus saludos cordiales a sus queridos amigos y sus familias, pues no podía ocultar lo feliz y orgulloso que se encontraba con el simple hecho de encontrarse en ese lugar, por las razones que le habían llevado a convocar a su círculo de amistades.

–El placer por estar aquí es mío mi querido Toshio, al igual que por el hecho de notar que has reunido a toda tu familia, pero qué gusto es verlos a los cinco juntos, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que tuve ese placer –tras soltar el agarre que su propia diestra anteriormente ejercía sobre la ajena, perteneciente a su amigo, se dirigió a la esposa de éste, extendiendo nuevamente su mano para así pedirle amablemente la suya, dejando un leve beso sobre el dorso de ésta– querida señora, un placer en saludarla también.

–Encantada de saludarle Kimura-san.

–Sé que ya conocías a mis hijos desde que eran unos bebés, pero ha pasado demasiado desde la última vez que los viste así que seguro ellos no te recuerdan a ti –interrumpió una vez más el orgulloso padre de los mencionados, extendiendo un poco el brazo hacia ellos, como dándole una señal al contrario de que los saludara también.

–Pero yo sí los recuerdo muy bien, buenas noches, Tomoko –en esta ocasión su atención se centró en los hijos de los anfitriones, encontrándose primero con la mayor de los tres, una muchacha, de veinticinco años de edad, largos cabellos castaños casi hasta la cintura y con las puntas onduladas, una amplia sonrisa enmarcada por unos labios delgados y unos grandes pero rasgados ojos de color marrón iguales a los de sus hermanos.

–Mucho gusto, Kimura-san, la verdad es que aunque vagamente, yo sí le recuerdo –tras pronunciar su saludo, inclinó levemente su cuerpo a manera de una corta reverencia, sólo imitando la que el mayor le había dedicado.

–Tan educada como te recuerdo Tomoko, no esperaba menos de ti –dicho aquello, siguió con el menor, esta vez un chico de diecisiete años, sumamente parecido a su padre, con el cabello castaño un poco más oscuro pero con los mismos ojos que su hermana, con la mirada un tanto más fría y una tenue sonrisa en sus carnosos labios– vaya, mira nada más a quien, el pequeño Toshio, pero si eres idéntico a tu padre.

–Gracias, señor, eso me han dicho, llevo en alto su nombre ¿no le parece? –Respondió el menor con una sonrisa un tanto altanera al mismo tiempo que estrechaba la mano que se le ofrecía.

–En eso tienes toda la razón, por cierto te felicito por tu último campeonato, llegarás muy alto en el baloncesto si te lo propones –tras liberar la mano del joven, y recibir un leve asentimiento de cabeza a modo de agradecimiento, se dirigió al último de los anfitriones, quien lucía casi como el gemelo de su hermano, aunque con cinco años de edad más que él, reflejados en sus facciones mucho más maduras. Éste, a pesar de su evidente mejor porte, había modificado bastante su traje para no verse igual que su hermano o su padre, pues su pantalón estaba bastante ajustado, complementado con una camisa que, al no estar completamente abotonada rebelaba parte de su pecho, el saco iba abierto en su totalidad, sin corbata alguna, y en lugar de zapatos de vestir, unas botas, aparentemente muy pesadas. Empero aquel atuendo no era lo único inusual que portaba, pues su estilo de cabello, sumamente corto en la mitad inferior de la cabeza y más largo y peinado hacia atrás en la parte superior, era el complemento ideal para ese conjunto negro y azul marino, lo supo en el instante que el rostro del hombre que le ofrecía un saludo mostró un nivel de desconcierto desorbitante– ¿Tōru? ¿En verdad eres tú?

–Así es Kimura-san, ése soy yo, Tōru Nishimura –tras aquella poco ortodoxa presentación de sí mismo, dirigió su diestra a encontrarse con la ajena en un agarre un tanto enérgico que, aunque fingió no haber tenido la intención, le había lastimado un poco la mano, por lo que al recibir una reprimenda silenciosa de parte de su padre, la liberó.

–Perdónalo por favor Takashi, como sabes Tōru practicó judo muy activamente por años y no controla su fuerza.

–Sí, es eso señor, mis disculpas si le he lastimado, me pasa todo el tiempo.

–No…no se preocupen por eso…

Tras haberse disculpado con la familia se retiró con su esposa hacia donde se encontraba el resto de los invitados, dejando a los Nishimura a solas, de manera que casi de manera automática cuatro miradas fulminantes se posaron sobre el único pelinegro de los cinco. No obstante aquello no le afectó en lo más mínimo, y lejos de perturbarse, dejó escapar un bostezo abiertamente, al mismo tiempo que cruzaba los brazos detrás de la cabeza, dibujando después una sonrisa casi perversa en los labios al darse cuenta de la vena que estaba a punto de explotar en la sien de su padre, después de todo, si ellos le obligaban a formar parte de aquel infierno, él estaba dispuesto a sumirlos a ellos en uno peor.

Notas finales:

Qué les ha parecido, ¿qué piensan que pasará durante una reunión familiar tan terrible? Si quieren saberlo, ya saben, sigan pendientes de las actualizaciones, por lo pronto déjenme reviews, y sigan visitando mi página en Facebook, les mando saludos, esperen a lo que vendrá próximamente, hasta entonces, dulces lunas.

http://www.facebook.com/Niji.Takagawa92


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