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Sentencia de Amor por Rin Bunny

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Notas del capitulo:

Y el gran final ^_^

Un fic corto, doloroso al comienzo... pero con un bonito final :3 :3


Eran las cuatro de la mañana cuando el celular de Jung Min sonó, estaba aún medio dormido y se extrañó al ver la hora en su celular ¿Por qué estaba sonado a aquella hora?

—¿Así que ya es hora de que te marches? — la voz adormilada de su compañero de cama le acelero el corazón y sintió las manos de Hyun Joong acariciar su estómago cariñosamente.

—¿Te he despertado? — un adormitado Hyun Joong asintió acurrucándose en las sabanas — Lo lamento.

—No hay porqué, es bueno poder verte antes de que te vayas. Vendrás después del trabajo ¿No? — Jung Min asintió silenciosamente y aunque no era consciente de ello, sus dedos jugaban con los pliegues de la sabana que le cubría sintiéndose algo extraño en aquella escena tan hogareña.

—Me tardaré un poco… pensé que podría pasar al supermercado y comprar algo que llene tus alacenas y tu refrigerador, debes comer bien — se sintió avergonzado ante la risita melodiosa que se escuchó entre los cerrados labios de Joong.

—Realmente te amo con locura — y la afirmación aceleró su corazón inundando de calor su rostro — No tienes que hacerlo, lo hare yo más tarde, solo tienes que venir directo a mí al terminar el trabajo.

Jung Min aceptó sus palabras y no dijo más, en realidad no sentía que la lengua fuese a responderle, esa mañana al salir del departamento rumbo al suyo no supo si estaba despierto o aun soñaba, lejos de estar feliz, una opresión en el pecho se había alojado permanentemente en él, el miedo a que todo se viniese abajo al despertar y darse cuenta que era un sueño más le mantenía en una angustia constante, a pesar de eso los siguientes días fueron posiblemente los más felices que había tenido en mucho tiempo, había terminado por pasar mucha de su ropa al departamento de Hyun Joong, pues quedándose ahí cada noche era mucho más práctico y le permitía dormir más por las mañanas.

Hyun Joong iba recuperándose día a día apenas con un par de incidentes en que su estómago no aceptaba alimento, habían tenido que acudir al médico y el caprichoso muchacho estaba bajo tratamiento y siguiendo la dieta dictada por una nutrióloga especializada. Antes de darse cuenta había pasado ya semana y media. 

Jung Min se ponía más y más ansioso a pesar de que era lo que había prometido y las cosas que había dicho Hyun Joong, no había pasado de un par de besos o ligeras caricias, sentía como poco a poco su relación se iba volviendo más y más pacífica y podía ver el final de aquello, el punto en que volverían a ser simples amigos y continuarían sus vidas por separado, el punto en que Hyun Joong superase aquella berrietas de niño y terminase por dejarlo ahora que le había hecho volver. El solo pensamiento le aterraba y le mantenía preocupado cada minuto en que le permitía a su cerebro pensar en él.

Aquella tarde regresó al departamento de Hyun Joong más temprano de lo usual, el trabajo estaba hecho y no tenía compromisos con nadie más, aunque de haberlos tenido posiblemente habría buscado la forma de evitarlos, no quería desperdiciar un minuto al lado del amante que sentía irse de su lado a cada segundo.

El sonido del elevador le dijo que estaba en el piso correcto, nada más salió el sonido suave y bajo pero claro de la música llamó su atención y por reflejo sus ojos buscaron la procedencia, avanzando en el pasillo podía ver la puerta del departamento de su amante abierta, era de ahí de donde venía el sonido y se extrañó. Hyun Joong jamás tenía la puerta abierta, camino despacio, con el presentimiento de que algo estaba mal ahí, a solo un paso de la puerta se quedó helado al escuchar una voz conocida en el interior.

—No te comprendo Hyun Joong — conocía muy bien esa voz, suave, cándida y femenina. Era la voz de Hwang Bo — ¿Por qué te torturas así? Cuando me dijeron que habías caído en una depresión profunda no lo creí, pero incluso estas bajo tratamiento… siempre me sentí insegura a tu lado, no pensé que podrías ponerte así con la ruptura.

Hubo apenas un segundo de dolor y después de ello solo una profunda tristeza, de repente la ansiedad y la frustración desaparecieron. Era como si aquello por lo que se había estado preocupando, aquello que había estado esperando por fin sucediera.

—Las cosas no son como lo crees Hwang Bo.

Que risa, había vuelto para poder aprovechar el poco tiempo que le quedase junto a Hyun Joong y resultaba que había llegado justo a tiempo para descubrir que ese tiempo ya se había terminado, por el tono de su amigo seguramente estaban a punto de una reconciliación. Se recargó en la pared y se dio cuenta que aunque tenía que marcharse no tenía fuerzas para hacerlo, de hecho no tenía fuerzas para nada, poco a poco el portafolios que cargaba se deslizó de sus dedos estrellándose contra el suelo, produciendo un sonido hueco que se confundió con el desquebrajar de su corazón.

—¿Jung Min? — al levantar la vista notó que los ojos se le habían aguado pues veía la borrosa silueta de Hyun Joong a través de las lágrimas contenidas, intentó sonreír con todas sus fuerzas pero solo logró un gesto angustiado y doloroso.

—Lo siento vine antes para ver como estabas… — las costumbres eran difíciles de dejar, inconscientemente habló como si solo estuviese de pasada, como si no se hubiese estado quedando ahí los últimos días, como si Hyun Joong no hubiese sido suyo aquel tiempo. 

Habló como el amigo preocupado, el que estaba a punto de decir “Pero creo que estas ocupado ¿No es bueno que este aquí? Eres un maldito afortunado” abrió los labios para decirlo y las lágrimas corrieron por sus ojos dejándole ver el ceño fruncido de Hyun Joong que le miraba como si tuviese algo que reprocharle.

—No te atrevas a decirlo — y Jung Min se preguntó si Hyun Joong tendría miedo de que revelara como había sido su relación hasta ahora, quiso decirle que no tenía que preocuparse por eso, pero ni siquiera pudo decir palabra alguna antes de que el semblante del otro enfureciera aún más — No me había dado cuenta que era tan fácil leer tu rostro — aseguró tomándolo por el brazo y Jung Min quedó mudo por el shock cuando sin previo aviso lo lanzó dentro del departamento, haciéndolo pasar junto a Hwang Bo que de repente pareció como una muñeca sin vida que Hyun Joong movió fuera del departamento — Lo siento Hwang Bo, pero confundiste las cosas, eres la chica más maravillosa que he conocido y seguramente encontraras algo mejor de lo que yo soy, porque es lo que te mereces, por favor cuídate y sé feliz — apenas le dio un beso en el dorso de la mano antes de cerrar la puerta y dirigirse frustrado a su pesimista amante, la imagen que encontró le irrito aún más, Jung Min miraba tristemente la mesa con velas en medio de la habitación, casi podía leer el “Ellos estaban juntos aquí” en su rostro — Era para ti, maldita sea — exclamó irritado recibiendo una mirada triste y compasiva de Jung Min una que decía “No mientas” y eso le estremeció de coraje — Los platos están limpios y la acabo de sacar de aquí para estar contigo ¿Por qué diablos tienes aún ese rostro? ¿Qué más debo hacer para que me aceptes? — Hyun Joong se revolvió el pelo completamente desesperado — Yo he deseado devorarte cada día pero he intentado ser suave y pensé en darte una cena romántica pero solo sigues pensando las formas de dejarme, puedo verlo en tu rostro cada día.

Prosiguió un silencio sepulcral, uno en el que ninguno de los dos habló, al parecer imposibilitados para comprenderse el uno al otro.

—¡Maldición!— terminó por estallar y dirigirse a la habitación. 

Jung Min por su lado se quedó solo observando lo que Hyun Joong había hecho, la mesa tenía dos servicios puestos y la música suave aún sonaba, como para confirmarle el esfuerzo de Hyun Joong, el sonido del horno anunciando que el tiempo de cocción de lo que sea que hubiese en él había terminado, incluso había puesto velas, el cordón nuevo y sin quemar decía que eran nuevas y que su amante lo esperaba para más tarde por lo que no las había encendido aun, un sentimiento cálido comenzó a recorrerle el cuerpo y se encogió acariciando uno de sus brazos como si el cosquilleo que le recorrió de pies a cabeza se calmara un poco así. 

Sintió el rostro arder y aunque tardó varios segundos en reconocer el sentimiento, se dio cuenta de que estaba feliz, estaba jodidamente rebosante de felicidad por primera vez desde que aquella “relación” había comenzado.

Con paso cuidadoso fue a la habitación. Quería más que nunca estar cerca de Hyun Joong.

—Hyun… — le llamó por lo bajo entrando, Hyun Joong no estaba ahí, vio la puerta del armario abierta y supuso que estaba ahí — Creo que… sería bueno si habláramos — le habló despacio, ellos iban a estar bien, por primera vez sabía que lo estarían.

—No, no necesitamos hacerlo — la voz de Hyun Joong le sorprendió desde su espalda pero no tuvo tiempo de girar antes de sentir un pedazo de tela cubrir su boca y jalarlo hacia atrás fuertemente. 

Sus manos buscaron apartar la mordaza pero esta ya había encontrado su sitio entre sus labios, la sorpresa no le dejó reaccionar eficientemente y antes de que pudiese poner todo su empeño en el forcejeo, la mordaza estaba atada tras su cabeza y Hyun Joongn con su mucho mayor fuerza lo sometió sujetando ambas manos tras su espalda. Le jalo alejándolo del armario y finalmente le empujó en medio de la cama.

— No necesito escuchar nuevamente las razones por las que “Debemos terminar” Jung Min, yo jamás, jamás, voy a dejarte ir — sonrió con seguridad y los ojos de Jung Min se abrieron enormes ante la impresión, quiso decirle que no lo dejaría, que no era eso lo que quería decirle pero la mordaza se lo impidió, negó intentando llamar su atención pero Hyun Joong había aprovechado su shock para esposar una de sus manos al respaldo de la cama. Jung Min notó la restricción. Tiró y tiró descubriendo que no podía zafarse, sorprendido comenzó a forcejear pero no logró nada, Hyun Joong tomó la mano que le quedaba libre y sometiéndolo la esposó también sobre su cabeza —Perfecto, ahora no escaparas de mí, descuida, compré esposas acolchonadas para no lastimar tus muñecas.

A pesar de la situación Jung Min no sentía miedo, sin embargo eso no impedía que sintiese sorpresa, nunca esperó que Hyun Joong, aquel que jamás había buscado a nadie, aquel que jamás había seguido a nadie o intentado impedir que una relación terminara había llegado al punto de esposarle de aquella forma. Pasó duro e intentó hablar nuevamente pero solo balbuceos se amortiguaban en la mordaza.

—No quiero escuchar tus razones para dejarme Park así que puedes ir parando — las manos del Hyun Joong acariciaron su vientre haciéndolo estremecer — Mira esto, tu cuerpo aun responde a mí — sonrió orgulloso y de un tirón abrió la camisa de su prisionero — He deseado tomarte de tantas formas cada noche que has pasado aquí, pero fui paciente — paseó lentamente las manos desde el vientre del otro, hasta su pecho sonriendo satisfecho al ver su piel sonrojarse y su respiración agitarse.

Jung Min debería estar asustado, seriamente debería estar al menos preocupado por la situación pero jamás antes se había sentido tan seguro, esposado a la cama y con Hyun Joong sobre su cuerpo cerró los ojos arqueando el cuerpo esperando que el otro hiciese algo más que solo aquella mundana caricia, hacia medio mes que no lo tocaba y la espera se había vuelto ya insoportable.

—¿Ansioso? — la voz burlona de Hyun Joong pasó como un zumbido inentendible junto a sus oídos mientras sentía los dedos de Hyun Joong torturar una de sus tetillas, la sintió escocer antes de que la lengua cálida y húmeda de su amante barriera con ella haciendo que sus pantalones comenzaran a ser dolorosos — Mírate Jung Min ¿Cómo puedes siquiera considerar dejarme? Estás tan ansioso porque te folle que ni siquiera puedes disimularlo — susurró mientras iba dejando besos desde su torso hasta su cuello, terminando por mordisquear el lóbulo de las oreja ajenas — Quieres que te penetre duro una y otra vez ¿No es así? — la voz ronca y sensual de Hyun Joong enviaba escalofríos por toda su espalda concentrando toda la tensión en su entrepierna. 

Hyun Joong no estaba equivocado, su entrada palpitaba de ansias de sentirlo. Intentó cerrar las piernas, apretarlas y darse algo de alivio pero Hyun Joong estaba entre ellas impidiendo que lo hiciera.

La mano grande de Hyun Joong se metió entre sus pantalones acariciándolo y su corazón latió tan fuerte que creyó que se desmayaría, sus ojos se cerraron y su cuerpo se curvó arqueando la espalda llegando a un orgasmo que le estremeció por completo, dejándole con deseos de llorar del increíble placer, nunca ni siquiera con Hyun Joong se había sentido antes tan estremecido por tan leves caricias.

—Tu cuerpo es tan sincero Jung Min — el tono de Hyun Joong se escuchaba más ronco que antes, notablemente afectada e irregular — Tu cuerpo sabe que me perteneces Jung Min, acéptalo tú también… — y la sugerencia sonaba a súplica, lo sintió separarse y abrió los ojos observando el rostro excitado de su amante — Te amo, Jung Min… — le jaló los pantalones deslizándolos por las piernas laxas después del orgasmo y lamió un par de dedos con los ojos clavados en él, dedos que sintió pronto acariciar entre sus piernas penetrándolo, estremeciéndolo de renovado deseo. 

El rostro de Hyun Joong bajó hasta pegar su frente con la suya y movió los dedos dentro de él sin dejar de mirarlo nunca.

Jung Min estaba mareado de placer, de no ser por la mordaza seguramente sus suspiros inundarían la habitación acompañadas de insistentes súplicas por más de aquel tortuoso placer, primero fue un dedo, después dos y después tres, estaba ardiendo de ansias, sus caderas se movían ya buscando más de aquel placer cuando Hyun Joong los retiró dejándolo vacío y anhelante. 

—Te amo Jung Min — susurró nuevamente entrando en él y quedándose dentro, con el cuerpo pegado al suyo y su rostro frente al otro, la respiración agitada acariciaba sus labios algo lastimados ya por la mordaza — Nunca… nunca te dejare ir… — lo sintió salir un poco antes de volver a entrar con fuerza como marcando su interior provocando un pinchazo de dolor que se perdió en medio del arrasador placer que le derretía el cerebro.

Hyun Joong se movió desenfrenado dentro de él, desquitando la frustración y el deseo acumulados, esperando marcarlo tan profundo que jamás pudiese borrar su presencia de su cuerpo y él lo aceptó gustoso. Amordazado y esposado Hyun Joong le tomó una y otra vez hasta que el cansancio y el placer le desmayaron sumiéndolo en un sueño profundo y tranquilo, no había sueños porque los dos era uno en esos instantes y las pesadillas por fin habían desaparecido, quizás cuando despertara pudiese aclarar las cosas con su amante y decirle que no había cosa que amara más en el mundo, de cualquier forma esperaba que las esposas no fueran a desaparecer de sus vidas.

Porque aquella noche Hyun Joong le había demostrado lo mucho que lo amaba y habían sellado un trato de vida, en el cual tendrían un hermoso y placentero futuro juntos.

************************ FIN ******************************

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Notas finales:

GRACIAS POR LEER ^_^


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