Cap. 7
Blaise Zabinni era uno de los Slytherins más peculiares de todo Hogwarts.
De ascendencia italiana, moreno, de ojos oscuros y lacios y negros cabellos; pómulos altos, perfil aguileño y personalidad fuerte.
Era el único hijo del primer matrimonio de la señora Zabinni, y durante sus 15 años de vida vio a su madre casarse unas 5 veces… y todos sus esposos habían sucumbido de forma misteriosa.
Eso lo había mantenido en constante contacto con todo tipo de personas, lo que lo había vuelto… reservado, de cierta forma.
Solo le era leal a sus amigos, y no todos tenían su aprecio.
Por ejemplo, haría cualquier cosa por Draco y Theodore, a los que quería como sus hermanos.
Los defendería de lo que fuese y se había convertido en su confidente.
Aunque a veces sus personalidades chocaban: el era muy chistoso y le encantaba fastidiarlos, aunque se mostraba frio y despectivo a todo el mundo, Draco era el serio pero comprensivo y Theo era el racional de los tres, pero de buen corazón.
Por otro lado, Harry Potter Malfoy le caía como una piedra en el hígado. El moreno tenía un corazón muy Gryffindor para su gusto y le encantaba llamar la atención.
El chico tambien era demasiado encantador, y desde que había empezado ese año escolar actuaba… extraño.
Por eso, había decidido averiguar que tanto hacia en sus ratos libres con la sangre sucia Granger y el torpe de Longbottom.
Les siguió por largo rato, varias veces, vigilando cada una de sus acciones.
Por eso, se sorprendió enormemente cuando, una tarde, el moreno se reunió en el Lago Negro con el Ministro Riddle.
Se escondió tras uno de los arboles, de tal forma que no lo vieran, pero sí que pudiese escuchar
-buenos días, Harry-saludo el Ministro, sonriendo de medio lado
-buenos días, Ministro Riddle-Harry le sonrio ampliamente
-¿no te gustaría que habláramos en el despacho del director?
-¿él sabe?
-no
-entonces no, y mejor así-Harry se sentó y le extendió un pergamino-¿qué le parece?
Tom tomo el pergamino, lo abrió y leyó rápidamente
A cada palabra, sus ojos se abrían ampliamente y al terminar, miro a Harry admirado, un brillo casi malvado (en cierta forma, y sobre todo desde el punto de vista de Zabinni) en sus ojos cafés rojizos.
-esto complica las cosas-murmuro, guardando el pergamino-¿quieres que se haga oficial?
-¿me llevaran al Ministerio?-hizo una mueca-no quiero ser un conejillo de indias, además, soy el ultimo
-¿cómo sabes que eres el último?-cuestiono, sentándose a su lado
Harry rio, recogió sus piernas abrazándolas y apoyo su mentón en sus rodillas
-algo me lo dice, instinto, supongo-se encogió de hombros-es extraño, Tom, de un día para otro descubro que mi verdadera madre era una Criatura Mágica, y yo igual
Zabinni ahogo un jadeo.
¡Lo sabia!
Ese chico nunca había sido normal, y ahora tenía una nueva forma de llamar la atención
-es una raza interesante-asintió el castaño-un nombre interesante y muy poderosa, hablare con Dumbledore, necesitaras entrenamiento
-¿más?
-si-sonrio-si no te molesta sacrificar tus fines de semana, claro
El chico lo miro, sorprendido
-¿usted lo hará?
-en lo que pueda-asintió-y buscare más ayuda, si estás dispuesto
-gracias-Harry lo abrazo sin pensarlo
Al soltarse, se puso en pie, de un salto, lleno de energía.
-hable con el director, Ministro, no me importa perder los fines de semana
Tom no pudo evitar reír. Se puso en pie y revolvió el pelo de Harry
-tu madre estaría orgullosa de ti
-Narcissa es mi madre-refuto, frunciendo el ceño-Lily estaría orgullosa, si, pero mi madre ya lo esta
El Ministro le miro, pestañeando
‘‘Interesante’’ pensó
-bueno, me retiro, debo arreglar todo para este sábado
-hasta luego, Ministro Riddle
-hasta luego, Harry-Tom rio-no conozco tu raza, pero puedo asegurar que serás un gran Shittara
El chico rio, dio media vuelta y se alejo.
Tom suspiro y dirigió sus pasos al despacho del director.
Zabinni espero a que se perdieran de vista y volvió al castillo.
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Entro como tromba en la habitación de su amigo, quien leía cómodamente junto a Theo
-Draco, ¡tu hermano es una Criatura Mágica!-soltó, cerrando la puerta con un hechizo y aplicando otro hechizo insonorizante
-Sí-asintió, sin mirarle-y yo soy un Veela, ¿cómo sabes que Harry es una Criatura Mágica?
-lo seguí-suspiro-estaba hablando con Riddle
-¿y sabes qué es?
-un Shittara según escuche
Theo alzo la vista, sorprendido
‘‘entonces para eso Longbottom estaba leyendo sobre Criaturas Mágicas’’ pensó, mirando su libro ‘‘eso buscaba’’
-¿qué son?-pregunto, curioso, pues el texto en su libro estaba en latín y el no comprendía nada
-una mezcla de razas-dijo Draco, pasando la página del libro, sin interés
-ah-suspiro Zabinni-entonces ya debes saber que entrenara con Riddle
El rubio alzo la vista, consternado y algo molesto.
Abrió la boca para decir algo, cuando la puerta se abrió y por ella entro el culpable de sus tormentos.
Harry les saludo alegremente y se dirigió casi corriendo a su escritorio, tomo un par de pergaminos y salió.
Draco bufo y volvió a su lectura.
A él no le importaba que Harry fuera poderoso o entrenara con su padrino.
No.
Lo que le enardecía era el hecho de que en ese instante que salió, supo que se vería con Diggory.
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Harry se sonrojo sin poder evitarlo.
Ciertamente, los Hufflepuffs eran muy empalagosos y eso, pero Diggory debía de tener antecedentes de Ravenclaw.
Fría e inteligentemente, el castaño le había preparado una sorpresa en la Sala de los Menesteres, lugar donde iban a estudiar.
Por sugerencia suya, claro.
Se lo esperaba, sin embargo, esto era todo menos lo que esperaba.
Esperaba velas de aroma dulzón, repulsivos colores chillones, alguna merienda ‘‘romántica’’.
No eso.
Había comida, si, una merienda común y corriente. No había velas y el lugar parecía una sala de estudios común y corriente, de colores claros y acogedores.
Por su puesto, lo que provoco su sonrojo, fue que el Hufflepuff no llevaba su túnica; simplemente vestido con su uniforme, cuya camisa resaltaba sus muy desarrollados músculos (mas no exagerados), debido al Quidditch, y los pantalones…
-hola Harry-saludo el castaño, sacándolo de sus pensamientos y besando su frente (luego del Torneo de los Tres Magos, no lo había vuelto a besar)
-ho… hola-desvió la vista, terriblemente avergonzado por sus pensamientos
-¿estudiamos?
-¡claro!
Alegre de que la atención se desviara a algo tan importante, Harry camino a una mesa que allí había, rodeada por sillas.
No es como si Harry lo necesitara, pero fue una excusa perfecta para verse con él.
No entendía, pero la cercanía con Cedric lo ponía nervioso y ansioso… y le gustaba.
‘‘Tal vez, después de todo, Draco no es mi pareja destinada’’ pensó con tristeza, pero alejo esos pensamientos cuando Cedric se sentó a su lado.
Con una sonrisa, empezaron a estudiar.
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Estuvieron toda la tarde estudiando.
Y por supuesto, Cedric no desaprovecho ni un momento para sonreírle coqueto a Harry, o tocarlo suavemente.
Le encantaba verlo sonrojado. Era algo que le sentaba muy bien.
Cuando terminaron, se despidieron con un fuerte abrazo, pero el castaño le detuvo antes de que saliera.
-Harry, el sábado hay salida a Hogsmade-se sonrojo levemente-te gustaría... ¿te gustaría salir conmigo?
Los ojos del moreno brillaron, pero una mueca surco sus labios.
-lo siento-se disculpo-tengo el fin de semana ocupado-suspiro-¿tal vez la próxima?
-bueno-suspiro entristecido
-perdón-sonrio débilmente y beso su mejilla con cariño, acariciando su pelo-de verdad que lo siento
-no importa-tomo su mano y la beso con delicadeza-nos vemos
El moreno, sonrojado, asintió y dio media vuelta.
Saliendo de la Sala, Harry se sintió nuevamente extraño, y allí donde el castaño le beso le hormigueaba, y el sonrojo no quería salir de sus mejillas.
Sacudió la cabeza y dirigió sus pasos a las mazmorras, decidido a guardar los pergaminos antes de ir al Gran Comedor a cenar.
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Lo primero que Harry noto fue una nueva silla en la mesa de profesores, y en ella sentada una mujer baja y rechoncha, vestida de rosa de pies a cabeza: el pelo castaño y ensortijado con pasadores rosados, una chaqueta de felpudo de un rosado fucsia y lo que parecía un vestido de un rosado pardo.
Por su rostro surcaba una amplia sonrisa y sus ojos azules miraban todo el Comedor con profundo desprecio.
Harry hizo una mueca y le pareció que la mujer tenía cara de perro aplastado... y que sus intenciones allí no eran muy buenas.
Ignorando eso, dirigió sus pasos a su mesa y tomo asiento junto a Theo, que leía (como siempre).
Ni siquiera miro a Draco, ¿para qué si el rubio le detestaba?
El director se puso en pie y carraspeo, llamando la atención de todos los presentes.
Harry le miro, presintiendo de que algo andaba mal.
-buenas noches, queridos estudiantes-saludo, sonriendo bonachón-esta noche quiero presentarles a una distinguida miembro del Wizengamont y directora del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, Dolores Umbridge
La mujer de rosa se puso en pie. Harry jadeo y la miro con orbes desorbitados.
Eso era... malo, muy malo.
-buenas noches-saludo, su voz era chillona y lastimo los sensibilizados oídos del moreno-me encuentro aquí, porque nuestro departamento fue informado de que entre ustedes hay una Criatura Mágica no identificada
Harry se puso lívido y lanzo una mirada a Remus y a Severus, que le miraban igual de sorprendidos y aterrorizados.
Desvió sus verdes ojos a sus amigos en Gryffindor, que estaban igual de estupefactos y luego a Draco, que permanecía impasible.
“Riddle no...”
-no poseemos información de esta... Criatura-murmuro, haciendo una mueca despectiva-pero luego de… razonar con el Ministro se me ha permitido venir aquí, en caso de que no exista ningún peligro, me retirare
Harry leyó entre líneas. A Tom no le había gustado la idea, pero no podía dar una justificación como para que Umbridge no fuera, así que no le quedo de otra más que dejarla ir. Suspiro aliviado.
-la señora Umbridge, tambien les dará clases sobre Defensa Contra las Artes Oscuras, moviendo al profesor Lupin temporalmente a Artes Oscuras, clases antes impartidas por Sinistra y que solo se dan a partir de 6to año-continuo el director, pasando por alto laobvia amenaza en el tono de Umbridge-bien, a cenar
La comida apareció mágicamente frente a todos, pero Harry no probo bocado, estaba demasiado consternado.
¿Cómo se enteraron en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas? Acaso sus amigos... No.
¿Riddle? Menos, ella claramente dijo que el Ministro se había mantenido reacio. Era tonto en pensar nuevamente en que él pudo haber sido el que filtrara información.
Sus padrinos imposible, y menos sus padres.
Tal vez...
Alzo la vista de su plato vacio y la clavo en los grises ojos, que miraban de forma calculadora a Umbridge.
Los orbes grises se clavaron en sus ojos, conciliadores y Harry suspiro.
Al menos su hermano no lo había hecho, pero la mirada que le lanzo a la nueva “profesora” no le gusto para nada.
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Su primera clase esa mañana era de DCAO, y más que nunca los estudiantes de Slytherin y Gryffindor desearon que el simpático Profesor Lupin estuviese allí, y en especial Harry, que no sabía cómo comportarse ante la mujer.
Le ponía terriblemente nervioso, y algo dentro suyo se removía inquieto, alerta; sentía que en cualquier momento su cuerpo se movería solo y saltaría sobre la bruja vestida de rosa.
-...me parece indignante que alguien así de clases en esta escuela-capto que decía, sacándolo de sus cavilaciones-los Hombres Lobos deberían ser exterminados
Hermione alzo la mano, y por el rabillo del ojo, Harry pudo notar su indignidad.
Tambien, aunque no estaba acostumbrado a ello, podía oler en el ambiente que la mayoría allí estaban incómodos ante las palabras de la mujer.
-si señorita...
-Granger-se apresuro a decir-disculpe que discrepe a sus palabras, Profesora Umbridge, pero el Profesor Lupin es uno de los mejores profesores que hay aquí
-claro, querida, pero eso no quita que sea un mugroso hombre lobo
Harry apretó los puños, luchando por no saltarle encima y despedazarla; la verdad no sabía de donde venían esas ansias asesinas, pero esa mujer...
-todos somos iguales, Señorita Umbridge, y las Criaturas Mágicas son las creaturas mas maravillosas del Mundo Mágico-insistió la castaña, casi desesperada-sean oscuras o no
-típico de una sangre sucia-mascullo la mujer, sonriendo con más que obvia hipocresía
Por supuesto, Harry fue el único que la escucho, y eso le crispo los nervios. No se atrevió a decir nada sobre su último comentario, lo que lo enardeció aun más.
-tiene usted razón, señorita Granger-asintió, haciendo una mueca-pero deben aprender a defenderse de estas creaturas pues no todas son amables como el profesor Lupin
“Ya buscare la forma de deshacerme del lobo”
Harry podía jurar que ese pensamiento golpeo su mente, estremeciéndola. O tal vez simplemente lo escucho. No estaba seguro.
Aunque Tom le estaba enseñando Legeremancia, pues al parecer su raza tenía una defensa Oclumante totalmente natural, no estaba seguro de que ese pensamiento...
“Y de cualquier otra asquerosa Criatura Mágica”
Estaba vez estaba seguro de que ese pensamiento se coló por su mente.
Y su furia hirvió en sus venas, encendiéndola.
Como esa mujer podía siquiera... Siquiera...
Harry, que rumiaba su rabia apretando los puños, no se dio cuenta, pero varios objetos en el aula empezaron a flotar.
En realidad, nadie se dio cuenta de que esto había pasado hasta que una pluma, de búho real perteneciente a algún Slytherin, se transformo en una afilada daga de plata y prácticamente voló hacia Umbridge, cortando el aire.
Un grito por parte de Hermione lo saco de sus pensamientos y se percato de lo que hacía.
Justo a tiempo, la daga volvió a ser una simple pluma y se incendio en llamas.
Nervioso, el moreno se arrebujo en su asiento, mirando a su amiga de reojo, quien estaba al otro lado del salón, mirándole preocupada.
Umbridge sonrio y sus ojos brillaban, posándose en Harry que jugaba nerviosamente con su pluma.
“Así que el Niño-que-vivió no es humano” pensó con malicia
Con un fingido tono de indignación (que solo Harry noto) la mujer los despacho, dando por terminada la clase. Y esto no le dio buena espina.
La mujer saco su varita y lanzo varios hechizos, confirmando que la magia liberada no solo era de una Criatura Mágica, sino que tambien pertenecía al más joven de los Malfoys.
Y un plan para deshacerse de el empezó a urdirse en su mente.
Continuara...
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