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Sentencia de Amor por Rin Bunny

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Notas del capitulo:

Aqui les dejo el segundo cap del fic...

Enserio que este fic hizo que nacieran sentimientos no muy sanos contra ambos personajes... uno por no hacerse respetar y al otro pues por ser un completo perro :D lo siento...

Bueno a leer ^_^


Jung Min lloró por lo que le pareció una eternidad, luchando por detenerse, no quería llorar más, no quería sufrir más, solo quería que todo aquello se acabara. Decidido aún, con algunos sollozos escapando de él, se levantó y se vistió tomándose unos minutos para lavarse la cara antes de salir bajando al restaurante del edificio, no se sentía de ánimos, era cierto, los pies le pesaban y había un nudo en su garganta pero al menos habían parado las lágrimas. 

Se sentó en una de las mesas que daban a la calle, posiblemente ver la vida de la ciudad y sentir la luz del sol irradiarle le hiciera levantarse del hoyo en el que parecía haber caído, pero no pareció funcionar, se sentía devastado… con ganas de acurrucarse y solo dejarse llevar… llorar y llorar sin descanso, tal vez por eso no notó que uno de sus vecinos se había sentado frente a él, no hasta que le escuchó hablarle…

Hyun Joong daba vueltas en el parque frente al edificio de Jung Min ¿Qué demonios había sido eso? Ellos no podían terminar así como así, ¡¡Ellos eran amigos!! ¿Qué de malo tenía que tuvieran sexo de vez en cuando? 

Ellos eran hombres y sabían cómo complacerse ¿Verdad? ¿Entonces qué carajo le pasaba a Jung Min? Tal vez debía volver y hablar con él tranquilamente, aunque se casar, las cosas no tenían por qué cambiar…

En medio del parque las manos de Hyun Joong pasaron por su rostro esperando que el duro gesto aliviara la tensión que le inundaba el cuerpo, sabía que debía llamar la atención con toda la ropa descompuesta y mal puesta pero le preocupaba un maldito carajo, necesitaban hablar con Jung Min, hacerlo entrar en razón… si, si, seguramente después de que hablaran se le irían aquellas ideas de terminar de la cabeza.

Sus pasos le regresaron desesperados al edificio de su amigo y lo que vio al regresar no fue algo que fuera exactamente de su agrado, frente a sus ojos estaba Jung Min, un hombre sentado junto a él sujetaba su mano mientras le susurraba quien sabe que cosas al oído, parecían bastante íntimos y por alguna extraña razón aquello no hizo sino hacer que le hirviera la sangre, pero si creía estar enfadado nada de eso se comparó con la furia que le invadió al ver como Jung Min se levantaba caminando con aquel sujeto rumbo al elevador… 

¿A dónde iban? ¿A una habitación? ¿Para qué? Sin saber el porqué, sus pies se movieron con vida propia, su puño no se quedó atrás estampándose contra el atractivo rostro de aquel sujeto, metiendo a Jung Min a la fuerza al elevador ¿Que se suponía que significaba aquello? ¿Estaba bien revolcarse con aquel sujeto pero no con él? Vaya chiste.

Hyun Joong no notó que Jung Min se removía por zafarse de su agarre hasta que intentó meterlo a su departamento cuatro pisos arriba del vestíbulo.

—¡¡Suéltame!! ¿Qué demonios te pasa? — Jung Min reclamó al borde de la histeria, ya no sabía ni que estaba pasando ahí, nunca en su vida había visto a Hyun Joong tan molesto.

—¿A mí? ¿Qué demonios te pasa a ti? ¿Está mal tener sexo conmigo pero no revolcarte con ese sujeto?

Jung Min se sonrojó, la verdad aquel sujeto era agradable y antes había intentado tener algún avance con él… y solo por un segundo había pensado que tal vez no hubiese tanto dolor entre sus brazos… había pensado buscar consuelo y al pensarlo racionalmente sentía vergüenza de sí mismo. Yoochun era un hombre increíble, un buen amigo, posiblemente no eran tan cercanos como para llamarse amigos, pero nunca había sido nada más que agradable. 

—¿Solo quieres alguien que te joda verdad? ¿Que acaso ya no te gusta cómo te lo hago? Porque no lo parece, gimes como una puta cuando te la meto — Jung Min se quedó paralizado ante sus palabras… había bajado la mirada con su primer comentario por la vergüenza, pero no había podido levantarla después, su mirada estaba clavada en el suelo… las palabras de Hyun Joong se clavaron en su pecho como dagas ardientes…

¿Aquello era lo que pensaba de él? ¿Era así como lo veía? ¿Cómo su puta? Por supuesto…eso era lo que era ¿Verdad? Quiso reír histérico ante el pensamiento. Eso es lo que había sido hasta ahora. No importaba cuantas novias pasaran por la vida de Hyun Joong… el seguía abriéndole las piernas cada que se lo pedía… sintió asco de sí mismo 

— Dime Jung Min ¿En verdad crees que encontraras alguien que te folle mejor que yo?— le acarició el cabello en un movimiento que Jung Min sintió lleno de desprecio — Al menos deberías esperar que se borren mis marcas de ti antes de ir como perra en celo tras de otro… 

Hyun Joong sabía que estaba diciendo cosas crueles, sabía que seguramente sus palabras lastimarían al otro pero era eso lo que quería, quería lastimarlo, tal vez así se calmara la ira que tenía dentro, pensar en Jung Min con alguien más le nublaba el juicio. Pero sabía cómo calmarse, solo tenía que abrazarlo… besarlo un poco y hacerlo suyo nuevamente para sentirse tranquilo, el calor de su cuerpo entre sus brazos seguramente tranquilizaría su inquietud como siempre.

—Suéltame — la mano de Jung Min golpeó la suya y frunció el ceño.

— Lárgate — fue una orden seca y distante y Hyun Joong se quedó callado, descolocado por la repentina actitud de su amante.

—¿Para qué? ¿Para llamar a ese sujeto y revolcarte con él a gusto? Al menos debe… — pero fue interrumpido por la voz fuerte y dolida de Jung Min.

—¿Debería qué? ¿No haces tú lo mismo? Vienes a mí con las marcas de tu novia en ti… ¿Alguna vez lo hemos hecho sin que tu cuerpo tenga marcas de alguien más? — Jung Min ni siquiera había levantado la vista, temblaba y Hyun Joong no podía saber por qué, ira… dolor… no estaba seguro, pero no le gustó, se sentía distante… tan lejos de él, como si no pudiese alcanzarlo.

—Eran mis novias — Hyun Joong dijo bajo, suave… como si ello lo justificara todo, como si no entendiese la comparación.

—Tus novias, si ¿Ellas tienen prioridad no? Tus has dejado de ser la mía Hyun Joong — Jung Min levantó la mirada con una sonrisa retorcida en sus labios y los ojos aguados. Hyun Joong sintió que la tierra se abría bajo sus pies — Así que puedes ir consiguiéndote otra puta que te satisfaga, no quiero volver a verte… tengo otra prioridad ahora — habló casi al borde del llanto pero con determinación, con dolor y furia, completamente ignorante del peso de sus palabras, pues a Hyun Joong bien podrían haberle roto una pierna y el dolor no sería comparable.

—Mientes… —sonrió temeroso — ¡¡Mientes!! — estalló sin saber la razón, al escuchar apenas la última frase de Jung Min — No puedes ser suyo ¡Tú eres mío! — si… Jung Min siempre había sido suyo, así lo había sentido todo aquel tiempo… ¿Perderlo? Jamás se lo había planteado… y ahora se lo estaban robando así como así… no… no quería.

—Jamás volveré a ser tuyo Hyun Joong, lárgate — habló entre dientes pero con firmeza buscando el valor y la fuerza que ni siquiera sabía que tenía, reuniendo todo su coraje para decirlo. 

Pero Hyun Joong no hizo más que jalarlo besándolo con fuerza, no quería soltarlo, no le importó que Jung Min  le mordiera los labios, no le importó el sabor metálico en su boca, no le importó nada, simplemente todo cobró sentido cuando los labios de Jung Min le contestaron con el sabor salado de las lágrimas en sus besos.

—No voy a dejarte ir… jamás — sentenció nada más separarse de él y Jung Min sollozó por lo bajo yendo a dar al suelo de rodillas, pues no podía consigo mismo.

—Por favor… — y Hyun Joong quiso abrazarlo con fuerza, consolarlo entre sus brazos, llenarle de besos el rostro — Por favor ya déjame… no quiero esto Hyun Joong… por favor, déjame olvidarte… no quiero más este dolor — Hyun Joong se preguntó a qué punto era desagradable su tacto… y si así era ¿Por qué entonces el cuerpo de Jung Min reaccionaba tan bien al suyo? — ¿Sabes lo que es amar Hyun Joong? — sollozó — ¿No lo sabes verdad? No sabes lo que es entregarte a alguien que aún tiene marcas de alguien más… y aun peor… saber que después de venirse en tu cuerpo sonreirá y se irá con quien en verdad le importa… ¿Sabes lo que se siente ver a quien amas besar a su amor frente a tus ojos? ¡¡¡¿Tienes idea de lo que se siente?!!! No quiero más esto Hyun Joong ¡¡Por lo que más quieras, déjame!!

— Jung Min yo… — no supo que decir, se había quedado sin palabras, intentó tocarlo pero solo recibió un golpe rechazando su toque.

—No tienes que decir nada… sólo vete Hyun Joong.

Éste no le estaba mirando pero podía ver las lágrimas que caían al suelo, y solo verlas le desmoronaba el alma.

— Jung Min  por favor…

—¡¡Lárgate!!! Lárgate Hyun Joong. Por Dios, lárgate… déjame olvidarte… déjame saber que se siente entregarse a alguien que te mire solo a ti… déjame buscar quien pueda amarme…

—No puedo — a Hyun Joong la voz le salió apagada — No puedo… Jung Min pídeme cualquier cosa excepto aceptar esto… yo… yo seré más cariñoso, lo prometo… — se hincó ante él para estar a su altura buscado su rostro, la mirada de Hyun Joong se veía algo perdida — Se… seré mejor amante. Te diré las palabras más bellas que hayas escuchado… te… te colmaré de regalos… — Jung Min solo le vio y soltó un quejido con una sonrisa triste negándose a mirarlo.

—Así que ¿Sería una puta cara siendo tratada con condescendencia? Hyun Joong tengo que reconocer que sabes cómo halagarme… ¿Tanto te gusta como corro a ti como una perra en celo? — usando las mismas palabras que Hyun Joong había usado con él, esperando que notara que no deseaba más aquella vida.

— Jung Min yo…

—¿No puedo culparte verdad? Alguien como tú jamás podría entender lo que siento… — se levantó limpiándose las lágrimas — Solo un tonto como yo podría intentar hacerte entender, márchate Hyun Joong.

—Min…

—Márchate o llamo a seguridad — ordenó firme pero sin levantar la voz.

—¡¡No!! — y el grito salió desesperado de los labios de Hyun Joong — No, no lo hare, jamás, no voy a dejarte ir, primero muerto — habló sin pensar en lo que decía sujetándolo por los hombros y Jung Min le vio como rogándole que tuviese piedad de él, pero los ojos entre perdidos y desquiciados de Hyun Joong no atendieron a sus suplicas.

—Está bien… seré tuyo Hyun Joong… — Hyun Joong escuchó la voz apagada y le vio como si el cielo le hubiese bendito mil veces — Si tanto es tu deseo… al punto de no importar consumir mi corazón… dejaré que me consumas por completo — Jung Min sonrío tristemente y levantó la mirada rodeando su cuello con sus brazos blancos y delgados… frágiles.

Hyun Joong le miro y le acaricio el rostro. 

— Seré bueno contigo Jung Min… lo prometo… — Jung Min pensó que realmente Hyun Joong no había entendido nada de lo que quería decirle, solo percibía sus propias necesidades.

—No tienes que serlo… no dije que sería solo tuyo… estaré contigo pero no quiero que vuelvas a hacerme algo cómo lo que sucedió hoy, seguiremos teniendo sexo, pero solo eso… al igual que tú vas a casarte yo seguiré mi camino… voy a tener amantes, voy a buscar alguien que me quiera, tú y yo solo seguiremos siendo compañeros de sexo, no me debes ningún tipo de trato especial — Hyun Joong lo había estado sujetando y las manos le temblaron al escucharlo. 

En su cabeza las imágenes de Jung Min con el sujeto con el que lo había visto le invadieron por completo.

—Basta… no puedes, no Jung Min… 

Jung Min contempló a su amigo y notó la desesperación marcada en su rostro, se odio por pensar en lo tierno que podía llegar a ser, aferrándose a él como un niño a su juguete. Simplemente no podía odiarlo, pese a eso, ya había tomado una decisión, le acarició el rostro diciéndose que no caería nuevamente.

—¿Qué tal si me dejas ir? No me toques, no me beses y no lo haré con nadie más, puedes seguir con tu compromiso tranquilamente, yo no buscaré a nadie, no dejaré que nadie me toque. 

Era una promesa tonta pero conocía a Hyun Joong, era inútil hacerle entender sus sentimientos, era inútil explicarle las cosas, pues jamás lo entendería, Hyun Joong era un niño al que su madre le había quitado un juguete para dárselo a otro niño y no podía soportarlo, si el juguete volvía a estar en el estante, él estaría tranquilo, así no pudiese jugar con él, era suficiente que nadie más lo hiciera.

—Si no te beso… si no te hago el amor… ¿Prometerás tampoco hacerlo con otro? — y Jung Min supo que había acertado en su pensamiento.

—No, tampoco lo hare — aseguró.

—Entonces no lo haré… no volveré a tocarte… — Jung Min lo soltó y se acarició el brazo, pensó que al menos eso era algo bueno… si daban fin al sexo, tal vez con el tiempo volvieran a ser como antes, como el tiempo en el que todo estaba bien, como el tiempo en el que Hyun Joong era simplemente un amor imposible, la verdad es que jamás había dejado de serlo, solo se había agregado el sexo a la ecuación – Pero debes prometerlo Jung Min.

Jung Min levantó la mirada viéndole, realmente parecía un niño pequeño, desesperado porque no le quitaran su juguete favorito.

—Lo prometo Hyun Joong.


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