Al tocarlo el traslador les llevó a París, exactamente en Les Champs Elysées(Los Campos Elíseos),en la plaza Concordia.
Remus propuso, dando mapas del lugar, que se fueran los chicos solos y los adultos por otro lado. Quedando como punto de encuentro en el Pont Neuf, los chicos estuvieron de acuerdo inmediatamente. Los adultos se fueron a Rue Rennes(Calle Rennes) a una de las calles más comerciales que hay en París, que hizo animar a Abigail a comprar hasta que le doliesen los pies a rabiar. En cambio los chicos se fueron a Rue Steinkerque, uno de los barrios más bohemios y pintorescos de París.
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Mientras Abigail hacía que la tarjeta echara humo, los chicos anduvieron, viendo la calle de los artistas. Viendo las pinturas, las historias que escuchaban, los poemas. Básicamente estaban maravillados, más de una vez los gemelos le “picaban” a Harry por como miraba todo como si fuera un niño pequeño que ve como si fuera por primera vez las cosas.
-¡Chicos! ¡Por favor vamos a sentarnos en algún lado!-Dijo ya cansado Ron, y para que negarlo algo hambriento.
-¡Sí! Y tomar algo que nos estamos deshaciendo.-Añadieron Fred y George hartos del calor.
-Vale. Pero si encontramos un sitio...-dijo Hermione mientras miraba una pintura, ignorándolos.
-¡Chicos! Allí hay una...¿tetería?- Advirtió Harry entornando los ojos, para ver ese local que estaba medio escondido en una esquina.
-¡Vamos!- Exclamaron Fred, Ron y George. Ron cogió a Neville y a Luna, de cada brazo y les obligó a andar más deprisa. George a Hermione y Fred a Harry, haciéndoles correr hasta el local con aspecto bohemio. Parecía no ser muy famoso.
El local estaba pintado de color azul cielo con unas grandes ventanas que servían como escaparates. Tenía una pequeñísima terraza en la que había enredaderas, unas cuantas mesas con sus respectivas sillas y en cada una había un centro de flores. Tenía un rótulo en el que ponía “Amélie's Tea”.
Al entrar, se dieron cuenta de era un local mágico y parecía que debía de tener un hechizo para que los muggles no se fijasen en él. Dentro había un par de grupos de chicos jóvenes, las paredes estaban decoradas con cuadros de prestigiosos pintores, había mesas con unos cómodos sillones y sofás pequeños. También había una vitrina con unos dulces que se veían apetitosos y también una pequeña barra donde estaba la caja registradora y unos cuantos papeles.
A los chicos les maravilló la tetería, y decidieron tomar algo allí, así que se sentaron. Se decidió que los gemelos con Harry irían a pedir las cosas en la barra, mientras los demás cogerían sitio.
Cuando fueron a la barra se sentaron en los taburetes.
-Fred, George,¿os podría hacer una pregunta? Si no os importa, claro.- Dijo Harry mientras esperaban a que alguien apareciera en la barra. Ellos le miraron curioso asintiendo.
-¿Vosotros no queréis quedaros con vuestra madre? ¿o que vuestros padres se junten?-Preguntó con curiosidad a los gemelos y a estos le cambiaron la cara.
-Molly Prewett no es nuestra madre.- Contestaron los gemelos a la vez, Harry les iba a decir algo pero ellos continuaron hablando.
-Al parecer utilizó un obliviate y una poción de amor con nuestro padre. Obligándolo a estar con ella cuando él ya estaba con otra persona, quién no sabemos, ni él ni nosotros. Lo único que sabemos es que todos menos Ginevra, no éramos hijos de ella. Molly no podía tener hijos con papá por culpa de la poción.... Así que le puso los “cuernos” para poder tenerla.-Explicaron totalmente serios, sorprendiendo a Harry con la información dada.
-Vaya...¿Lo siento?- Dijo Harry sin saber que decir, Fred y George se rieron.
-No pasa nada Harry, además eres como de la familia. Tarde o temprano lo preguntarías o te lo diríamos.- Añadieron dejando a Harry más tranquilo, sonrió suavemente a ambos.
Poco después apareció una mujer bastante joven. Era morena con el pelo recogido en un moño, vestida con unos vaqueros, una camisa y por encima un delantal en el que ponía una frase en Francés pero no se le entendía por lo manchado que estaba de harina.
-Bienvenue à l'Amélie salon de thé. Ce que je peux vous aider garçons?(Bienvenidos a la Tetería Amelie. ¿En que puedo ayudaros jovencitos?)-Dijo la mujer, dejando a Harry a Fred y George sin saber que decir ya que no tenía ni idea de Francés. Estaban entrando en pánico, hasta que una voz de un chico les ayudó.
-Amélie ces gars-là ne savent pas français ça vous dérange si je traduis?(Amelie estos chicos no saben francés ¿te importaría si yo te lo tradujera?)-Contestó la voz del chico, provocando que Harry se pusiera muy recto y que el chico detrás de él, le mirase curioso y con una sonrisa triunfante.
-Oh lala! Bien sûr, je ne me dérange pas Draco, Merci beaucoup. Vous êtes un amoureux.(¡Oh lala! Claro que no me importa Draco, Muchas Gracias. Eres un amor.)-Contestó la mujer con una sonrisa.
Mientras la mujer contestaba, los chicos se dieron la vuelta viendo a un grupo de personas que conocían. Eran Draco Malfoy, Pansy Parkinson, Blaise Zabinni, Theodore Nott, Adrian Pucey, Terence Higgs y Lucian Bôle. Harry se quedó sin habla y sin saber que decir.
-¿Malfoy?-Dijeron recelosos Fred y George.
-Weasleys, por lo que veo no sabéis francés.-Contestó Draco, ellos ya iban a decirle algo creyendo que estaba fardando de saber algo que ellos no, pero Malfoy continuó.
- Conozco a Amélie y me ha pedido que fuera vuestro traductor.-Añadió mientras se sentaba en un taburete.
-Tranquilos Weasleys no sois los únicos que no sabéis francés.- Dijeron Zabinni y Higgs, este último sonriendo de manera seductora a Fred.
-¿Cómo sabemos que es verdad?¿Porque tendríamos que confiar en vosotros?-Preguntó Harry mirándoles desconfiado, además de que un aura un tanto extraña le rodeaba, provocando que a todos menos a Malfoy les dieran escalofríos.
-Bueno, no podéis saber si es verdad, y ¿por qué tendrías que confiar en nosotros?... Básicamente porque la Tía Abigail me mataría si a su querido ahijado le ocurriese algo.-Añadió Malfoy con voz indiferente pero mirando curioso a Harry por lo ocurrido.
Parkinson, Nott, Zabini y Pucey decidieron buscar una mesa y sentarse, llevándose con ellos a Higgs y Bôle casi a arrastras, porque parecían que querían quedarse con Malfoy, los gemelos y Harry.
Recelosos, los chicos les fueron diciendo lo que querían de beber y comer a Malfoy bajo la atenta mirada de Hermione, Neville, Luna y Ron desde la mesa.
Malfoy se dio cuenta de que cada vez que él hablaba francés Harry se ponía tenso en su asiento.
-Merci Amélie. Je viens de faire une grande faveur.(Gracias Amelie. Me acabas de hacer un gran favor.)- Dijo Malfoy después de pedir todo lo que Fred y George decían.
-Oh la la! Soyez le bienvenu. Mais qui aurait pensé que Harry Potter allait prendre quelque chose ici! Vous avez été mon salut. Aussi je pense que j'ai aussi été le vôtre pour les regards que vous lui manquez.(¡Oh la la! de nada. ¡Pero quien iba a pensar que Harry Potter iba a tomar algo aquí! Has sido mi salvación. Además yo creo que también he sido la tuya, por las miraditas que le echas.)- dijo Amélie acabando con una risita provocando que Draco le mirara un poco mal para luego bufar, haciendo que Harry les mirase a ambos curioso, sin saber porque Malfoy hacía esas expresiones.
-Os lo traerá enseguida todo, así que os podéis ir a la mesa.-Dijo Draco sin mirarles todavía sentado en el taburete.
-Vamos Harry.-Intentaron convencer los gemelos a Harry en voz baja, mientras se levantaban de los taburetes Queriendo llevarse a Harry sin fiarse ni un pelo de Malfoy.
-No id vosotros, que quiero hablar con él.-Contestó Harry, ellos iban a adelantarse pero Harry aclaró rápidamente.
-Chicos se defenderme y si necesito algo los llamo. ¿Vale?-Dijo Harry, ellos miraron recelosos a Malfoy y suspiraron, sabiendo que con la cabezonería de Harry no ganarían. Así que se dieron la vuelta y se fueron a la mesa.
Durante un tiempo, Harry y Malfoy estuvieron en silencio, sinceramente Harry ya lo había pensado en muchos momentos, pero ahora Malfoy le había demostrado que había madurado. Así que podrían tener esta conversación sin salir en pelea, o eso esperaba.
“Creo que ya somos mayores, para que nos peguemos y peleemos todo el rato, así que ¿hacemos tregua Malfoy?...¡Argh! No se como empezar la conversación.”Pensaba en pánico Harry.