A la mañana siguiente, se despertaron por un incesante ruido que provenía de la puerta. Los tres estaban en la habitación de Harry, desparramados en la cama gigante de este. Al no recibir contestación, el incesante ruido paró, pero se escuchó un chirrido al abrirse la puerta.
-¡Harry, Hermione, Luna, es hora de levantarse!¡Vamos!- Exclamó efusiva la persona que entró en la habitación. Hermione y Luna se despertaron frotándose los ojos todavía con algo de sueño. Vieron que quien había entrado era Abigail. La primera se avergonzó de lo que pudiese creer, mientras que la segunda no sentía vergüenza e intentaba levantar a un mimoso Harry que abrazaba la almohada como si le fuera la vida en ello.
-¡Allez, allez! ¡Qué mono!-Dijo Abigail mirando a Harry con ternura y calidez,
-Nosotras nos vamos… Y no es lo que usted cree.-Afirmó Hermione arrastrando a su amiga hacía sus habitaciones, dejando a solas a Abigail con un dormido Harry.
Abigail se acercó y le llamó suavemente, al no recibir respuesta después de cinco intentos en el que el chico hacía ruiditos de que le dejaran en paz. Ajeno a lo que iba a ocurrir segundos más tarde, decidió la mujer llevar su plan a cabo, le destapó y fue a la ataque.
-¡Guerra de Cosquillas!-Gritó ella mientras le hacía cosquillas provocando que el chico llegara a llorar de la risa.
-¡Basta por favor!-Suplicaba él sin aliento, al verlo así Abigail sonrió victoriosa y paró.
-Anda oso mimoso y perezoso vete a duchar que hoy hemos vuelto a quedar con todos para ir al callejón diagon. ¡Vamos! ¡Allez!-Comentó levantándose y acercándose al armario, sacando una camiseta gris clarisima con rayas oscuras, unos pantalones crema y unas zapatillas blancas.
Él mientras que sacaba la ropa, se fue a duchar. Al salir se encontró con todo ordenado, y fue directo a la ropa, empezando a vestir con un ritmo algo lento. Al terminar bajó por las escaleras hacia el comedor escuchando las voces animadas de Hermione y Luna hablándole a su madrina y a Remus.
Los tres desayunaron ligero, ya que eran más de las once. Entre risas y comentarios locos de Luna se prepararon. Abigail miró el reloj y soltó un gritillo de susto al ver la hora.
-¡Madre mía ya es muy tarde! -Exclamaba mientras los adolescentes la miraban extrañados y curiosos y Remus ocultaba una sonrisa pequeña.
-¡Chicos! Os tengo una sorpresa que seguro os gustará.-Dijo segura de sí misma, mientras se acercaban a ella y a Remus para desaparecerse hacia el Callejón Diagon, cerca de la tienda de Ollivanders.
-¡Vamos, seguidme!-Dijo mientras medio abrazaba a Harry, provocando sendas sonrisas en los rostros de los adolescentes y una risa en Remus.
Andaron un rato hasta llegar casi al final del Callejón, enfrente se alzaba un edificio con unos escaparates excéntricos y extravagantes, era un tienda que parecía antigua con un cartel con su nombre.
-¿Emporio alligans magicis animalium?-Leyó Hermione dudosa de porqué estaban ahí. Remus y Abigail se miraron cómplices y se sonrieron. (N.A: emporio de animales mágicos vinculados...No tenía mucha imaginación y lo traduje a Latín. Con google traductor. :) )
-¿Nos habéis traído a un emporio?-Preguntó curioso Harry, provocando que los adolescentes miraran a los adultos.
-Exacto pero no cualquiera, sino a uno muy especial.-Explicó Remus sonriendo ampliamente, y Abigail estaba con un brillo en la mirada y una sonrisa marca de la familia Black, provocando que Harry estuviera receloso e impaciente.
-¿Sabéis lo que es un familiar?-Preguntó Abigail, Hermione negó extrañada con el ceño fruncido, Harry negó varias veces mientras que Luna asintió sonriente. Antes de que Hermione dijera nada se anticipó Harry.
-¿Pero eso qué es?-Preguntó impaciente por saber, Hermione miró de igual manera a los adultos. Abigail que solo asintió y Remus contestó a su pregunta.
-Los familiares son animales, tanto exóticos o comunes , pueden ser también domésticos o salvajes, a los cuales te puedes vincular. Estos animales tienen un potencial mágico el cual puedes compartir en ciertos momentos, es decir pueden hacer magia y puedes pedir prestada en momentos de peligro, igual que ellos pueden hacer lo mismo con tu propia magia para poder protegerte. Puedes intentar elegirlos pero ellos son los que tienen la última palabra.-Explicó Remus entrando en moco profesor, Abigail con una mirada alegre y traviesa asintió ante esto.
-¿La última palabra?-Preguntó Hermione, una duda que tenían tanto ella como Harry.
-Explicando mejor puede que los elijas pero ellos te tienen que elegir a ti también para poder ser tu familiar. Tienes que estar dispuesto a entender tus pros y contras, ya que tendrán una personalidad parecida pero no igual la tuya.-Dijo Abigail mientras se acercaba a la puerta con ellos detrás.
Cuando se acercaron a la puerta , al entrar vieron a Fred y George cerca de la mesa principal de la tienda con el dueño de está. Tenían con ellos dos lobos, uno era negro y el otro blanco, a lado de ellos estaba Ron con un especia de mapache, o eso parecía y por último estaba Neville con una águila muy rara acompañados por Arthur.
Harry sonrió contento y curioso, yendo rápido hacía los chicos siguiéndoles Hermione y Luna. La primera veía todo como Harry, curiosa e interesada en todo lo que veía.
-¡Harry, Hermione, Luna!- Exclamaron a coro los demás al verles, provocando sus propias risas.
-Ya era hora.-Dijo Fred sonriendo mientras que acariciaba la cabeza del lobo negro.
-¡Qué bonitos! ¿Cómo se llaman?-Preguntó Harry poniéndose a la altura de los dos lobos, sin tocarles. Los dos lobos le analizaban, con sus oscuros ojos.
-El mío que es el lobo negro y es macho, se llama Kitsune. El de George es un lobo ártico blanco y es hembra se llama Faidu.-Contestó Fred presentando a los majestuosos lobos, mientras acariciaba la cabeza de Kitsu.
-El mío es un panda rojo y es hembra, se llama Rave.- Presentó Ron sonriendo orgulloso teniendo en brazos a Rave. Dejando a Harry patidifuso ya que él pensaba que era un mapache y no un panda Rojo. Hermione se puso a la altura de Rave, con una sonrisa curiosa.
-El mío es una águila Filipina y también es hembra, se llama Hugin.-Presentó Neville tímidamente ya que se había dado cuenta que lejos de ellos parecía que se encontraban compañeros de Hogwarts.
Segundos después se acercaron hacía allí el grupo que parecían compañeros de Hogwarts, sorprendiendo a Neville al ver quienes eran, y se quedó mirándolos.
Harry notó que Neville miraba hacía un punto mucho rato por lo que se giró viendo a un grupo de personas. Un grupo que parecía que se encontraban en todas partes, eran Draco Malfoy con una serpiente de cascabel, a Pansy Parkinson con un felino parecido a un lince, a Blaise Zabinni con un animal que parecía un felino pero un tanto extraño, a Theodore Nott con águila, a Adrian Pucey con jaguar, a Terence Higgs con mono extraño y extravagante y por último a Lucian Bôle con un otro lince, siendo acompañados por dos adultos, Lucius Malfoy y Theodore Nott (Padre).
-¡Vaya! ¡Parkinson tiene un gato rojo de Borneo, Higgs un mono de cara blanca y Zabini una fosa!-Comentó Hermione maravillada por los animales tan exóticos y extraños.
-Parece que Nott tiene un águila real y que Bôle tiene un lince ibérico.- Añadió Luna con su mirada ensoñada de siempre.
Mientras los chicos habían estado hablando, Abigail había estado con Arthur y Remus.
-Habéis tardado...-Comentó Arthur con una sonrisa suave.
-Los chicos, que estaban remolones.-Comentó Abigail intentando aparentar inocencia, Remus solo soltó una risa suave.
-Y al parecer tampoco sabías que Lucius Malfoy y Theodore Nott estarían con sus hijos y sus amigos por aquí ¿no?-Preguntó Remus con la típica mirada que utilizaba para James y Sirius cuando les pillaba haciendo una travesura. Abigail mostró una expresión ofendida.
-¿Están aquí? ¡Vaya, qué sorpresa! Toda una casualidad.-Contestó ella fingiendo sorpresa y alegría, intentando ocultar su sonrisa victoriosa. Remus puso los ojos en blanco ante la mala actuación.
-¡Abigail!-Dijo Arthur mirándola un poco enfadado y a la vez avergonzado. Antes de que pudiese contestar una voz les interrumpió.
-¿Abigail? Vaya parece que el “destino” quiere que nos veamos más seguido. -Dijo Lucius Malfoy haciendo hincapié en las palabras destino, mientras que enviaba a Remus un seductora e intensa mirada provocando que Remus estuviese nervioso y que Arthur también estuviese así al recibir una mirada así por parte de Theodore Nott.
-Al parecer, pero en verdad hemos venido para que mis chicos tengan un familiar.-Contestó Abigail feliz, alegre e infantil.
-Nuestros chicos también acaban de recibir sus familiares.-Añadió Theodore Nott con una sonrisa tranquila.
-Faltan Harry, Hermione y Luna, les voy acompañar.-Dijo Remus intentado huir de esa situación.
-¡Oh! Podrían acompañarles los chicos y así nos quedamos todos los adultos hablando.-Dijo Abigail haciendo fallar los planes de huida de Remus.
- Por supuesto, una muy buena idea. Draco podrías enseñar a los demás dónde están los animales.-Mandó ella provocando que este la miraba con una ceja alzada pero al segundo cambió la cara por una sonrisa.
-Claro tía Abigail.-Contestó Draco sonriendole ampliamente.
-Vamos Gryffindors… Seguidnos.-Dijo Draco al grupo de adolescentes.
Mientras se introducían en la tienda, Terence Higgs iba indicando los tipos de animales y su clasificación.
-Por aquí están los roedores…-Señalaba Terence indicando las vitrinas y vidrieras donde se encontraban los animales.
-¡Hey!¿y Potter?-Preguntó Terence dándose cuenta de que Potter no estaba entre el grupo.
Harry se había escabullido sin darse cuenta y estaba donde los animales de sangre fría, para ser más exactos donde las serpientes. Iba mirándolas una por una, algo aburrido porque para sus ojos la mayoría eran todas iguales pero cuando iba a desistir, algo le llamó atención.
La última vitrina en la que supuestamente no había nada, entre las sombras de las hojas, ramas y piedrecillas se movió algo, provocando su interés. Estuvo mucho rato en silencio y medio escondido esperando a que lo que fuera saliera.