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La verdadera Historia de Harry por IruchiSlytherin

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Ya dentro, se quitó el abrigo y la sudadera, y se sentó en una de las sillas, sacando uno de los libros mientras esperaban a que llegasen los demás.


 


El libro que sacó y que empezó a leer era “El velo y su forma de adentrarse en el limbo.” 


 


El cual empezaba explicando que el velo era y es una puerta abierta hacia el limbo, que fue creada en 1700 por la propia Morgana Le Fay. Explicaba que fue creado para poder deshacerse de sus enemigos muggles, ya que ella pensaba que utilizar magia para matar a los muggles era malgastar su tiempo. Poco después de su descubrimiento lo empezaron a utilizar para la condena a muerte de los presos, hasta que más tarde el ministerio abolió esa ley y lo mantienen hasta ahora en el departamento de misterios, para poder investigar más. 


 


Por lo que ponía, se dice que aquellos que tienen a la madre magia de su lado o que tienen el don de los oráculos podrían atravesarlos y volver sin rasguño alguno.


 


Una maga, nacida de muggles del 1889, llamada Helena Ruíz del Valle, hija de un noble de España, consiguió adentrarse y salir al tiempo de cuatro años de estar perdida allí. Fue gracias a su pareja, que consiguió salir, ya que se adentro y volvió a por ella, introduciendola en el camino por el que se perdió.


 


La siguiente página estaba en blanco, asi que curioso paso a la siguiente encontrándose que el libro estaba escrito como si fuese un cuaderno de notas científico, firmado por Helena Ruíz del Valle y su pareja Neakail Forsyths, una elfa Coricia con el don del oráculo de Eleusis.


 


“Para poder adentrarse en el velo, hay que entender que es una puerta bidireccional, es decir que si puedes entrar, puedes salir. Lo único que tienes que hacer es no perderte ahí dentro. Pero bajo ninguna circunstancia te desvíes de la luz, oigas lo que oigas, o te pasara lo que a mí me pasó.”


 


Harry estaba tan concentrado leyendo que no oyó la puerta abrirse, ni los pasos de la gente entrar.


 


Los primeros en entrar fueron los leones que no habían visto antes a Harry. 


 


Estaban atónitos al ver que la persona que tenían delante leyendo tranquilo fuese Harry, pero no dijeron nada y se sentaron sin dejar de mirarle. Después de unos minutos subieron las serpientes con sus bebidas e inmediatamente pararon en seco los primeros al ver la escena y no creer que lo que veían era posible.


 


-Pansy, te importa moverte, que aquí atrás no podemos pasar.-Dijo quejándose y sarcástico Theodore con Draco a su lado suspirando por lo mismo. Con eso Pansy se movió, gracias a Blaise que fue quien la agarró del brazo y tiró de ella, acercándose a las sillas en completo silencio.


 


Eso extraño a ambos, cuando Draco fue a preguntarle que si para él también era extraña la acción de Pansy, vio a Theodore abrir mucho  los ojos mirando muy sorprendido a algo enfrente de él.  


 


Entonces fue a fijar su mirada dónde estaba viendo esté y se dio cuenta que su amigo miraba sorprendido una figura de un chico pequeño pero grácil, delicado, de apariencia andrógina. Tenía el cabello largo en una coleta y estaba sentado leyendo. La luz que entraba directa de la ventana, le daba un aspecto etéreo, celestial,encantador, algo que le había cortado la respiración.


 


Tragó nerviosamente, al notar que se había quedado sin saliva. Entonces vio las orejas puntiagudas y pequeñas que sobresalían entre el pelo, y la cicatriz de su frente que se intuía que era un rayo desde su posición. En ese momento se dio cuenta que era su pequeño Harry, ahí volvió a tragar en seco sin poder evitarlo.


 


“Si antes pensaba que era hermoso e irresistible, ahora lo es más y todavía más irresistible.” Pensó Draco suspirando por dentro, mientras él estaba en la inopia. Draco notaba como su magia quería acercarse a Harry, tentándole pero la controlo casi a tiempo.


 


Los demás ya estaban queriendo atosigar de preguntas a Harry de todo, mientras algunas de las serpientes seguían mirandole a él y a su príncipe de hielo. Al ver a su amigo tan hipnotizado y callado. Sabían que Draco se estaba volviendo loco por dentro.


 


-Harry ¿eres un elfo Corícide?-Preguntó de sopetón Theodore, provocando el silencio de todos y el reaccionar de Draco. Harry ante eso entrecerró los ojos receloso, y su tenue aura suya empezará a aparecer un poco y el silencio continuó hasta que asintió dándole la razón.


 


-Se sobre eso, porque mi bisabuelo quiso “especializarse” en ellos. Aunque al final lo dejó después de mucho tiempo. Creo que debió encontrar alguno. Por lo poco que sé, es que suelen esconderse en su clanes.-Explicó rápidamente Theodore para poder rebajar los humos de Harry, consiguiéndolo segundos después.


 


-¿Sabes más de ellos?- Preguntó Harry curioso acercándose a él con ojos vibrantes con una sonrisa. Theo puso una mueca.


 


-Mi bisabuela en un arranque de celos, quemó toda la investigación.-Añadió con pena de decepcionar a Harry y por su propio amor a los libros. Harry atenuó su sonrisa y sus ojos se apagaron un poco.


 


-En la biblioteca de la mansión, hay libros de elfos lunares, y sobre las ninfas Coricias, así que tendrá que haber sobre los elfos Corícides. Además soy Malfoy, ya verás que los consigo.-Dijo apresurado Draco acercándose a Harry, para poder animarle inmediatamente. Harry le sonrió ampliamente pero hizo una mueca de preocupación. Draco se preocupó pensando que se había propasado e iba muy deprisa.


 


-¿Pero tus padres nos dejarán ir a tu biblioteca y buscar allí?-Preguntó preocupado y con una mueca. Draco al escuchar que la preocupación de Harry era eso, sonrió y soltó una risa.


 


-Por supuesto que sí, eres el ahijado de Abigail. Padre no tendrá ningún problema y madre nunca está por la mansión.-Contestó haciendo un gesto con la mano, dándolo por sentado, sin dejar sonreir. Los demás sonrieron aliviados, aunque los gemelos se miraban algo preocupados por la interacción que se estaba desarrollando delante de ellos.


 


-¡Genial! Ya verás que lo encontraremos entre todos.-Animó Hermione incluyendo a los demás, haciendo que Harry le sonriese. Draco forzó la sonrisa al ver que no estaría a solas con Harry, y cuando este se giró para sonreirle, vio la sonrisa de satisfacción de Hermione indicando que lo había hecho aposta.


 


-¡Vamos a celebrarlo!- Exclamaron a la vez los gemelos y Ron felices. Ron se acercó y puso su brazo entre los hombros de Harry, medio abrazandolo. Esté se rió y negó divertido.


 


-¡Vale! Pero espera, que recojo mis cosas.-Contestó separándose de su amigo, Draco ahí vio su oportunidad, y cogió el abrigo y la sudadera colgándose lo en el brazo mientras que con la otra mano cogía la mochila de Harry, y se la acercaba. Los demás empezaron a salir de la habitación dejándolos los últimos. Aunque los gemelos fueron arrastrados por Pansy y Blaise para que no pudiesen interrumpirlos.


 


Harry fue a darse la vuelta y se vio muy cerca de Draco. Sonrojándose se dio cuenta que llevaba sus cosas, así que metió el libro que llevaba en la mano en su mochila. Rápidamente cogió y se puso la sudadera, para después colocarse la mochila, que había estado sujetando el otro.


 


-Gracias.-Contestó en voz baja, sonrojado por los nervios.


 Y por fin entendiendo que el calorcito que sentía en el pecho y las mariposas en el estómago, era que le gustaba Draco. Se rehusó a mirarle a los ojos por los propios nervios e inseguridad. Draco sonrió de lado y sus ojos recorrieron toda su cara mirando como el sonrojo bajaba por su cuello y se perdía por el cuello de la sudadera.


 


-No es nada.-Dijo con su característico arrastrar de palabras, haciendo que imperceptiblemente se estremeciera, aunque él lo percibió.


 


- Deberíamos ir, nos estará esperando.-Añadió Harry, mientras mentalmente quería darse cabezazos.


 


“Merlin, por favor dime que no dije eso. Parezco una niña tonta que no sabe hablar. Si sigo así me pareceré a Lavender... Seguramente ya he conseguido que piense eso, seguro, segurísimo.” Pensaba inseguro por sus nervios y timidez que despertaban cuando estaba al lado de él.


 


-Por supuesto, pero una pregunta. ¿Qué estabas leyendo? Te tenía ensimismado.-Dijo Draco bastante curioso. Aunque se recordó, que pregunto eso para sacar a su pequeño de sus nervios y tímidez. Ante la pregunta Harry parpadeo pensativo hasta que acaeció rápidamente.


 


-¡Oh! Si era un libro sobre...- Empezó a decir dudando sobre decírselo, ante la duda Draco arqueó una ceja.


 


-¿Ocultando algo?-Preguntó Draco bromeando quitando hierro al asunto, ante eso Harry acalló mordiéndose el interior de la mejilla.


 


-Puedes confiar en mi Harry, te lo prometo.-Aseguró Draco al ver la mirada seria de Harry, este asintió y suspiró.


 


-Encontré en una de mis bóvedas, unos libros que me llamaron la atención, especialmente por los títulos. Estos tratan sobre el limbo y como adentrarse y salir de ahí, y también sobre el velo.-Contestó Harry mirándolo intentando transmitir el porqué con su mirada, provocando que Draco al principio sólo se perdiese en ellos hasta que recordó la frase que acababa de pronunciar Harry y le miró con sorpresa.


 


Draco no se pronunció y cada segundo Harry no sabía qué pensar, a cada segundo entraba cada vez más en pánico por dentro. Aunque su mirada no reflejase nada. Draco se aclaró la garganta llamando su atención.


 


-Lo haces por tu padrino, Sirius. ¿No?-Preguntó Draco consiguiendo que él solo asintiera, ya que vio como los ojos se volvían más tiernos por los recuerdos que le debían pasar por su cabeza.


 


-Bien, entonces te viene bien el venir a la mansión. Allí podríamos encontrar más información, ya que somos parte de las veintiocho familias. No diré nada, será nuestro secreto.-Dijo guiñandole un ojo, haciendo que el ambiente se relajara y que Harry volviera a sonrojase como un tomate. Ante eso asintió y salió rápidamente de la habitación seguido por Draco que iba con una sonrisa pequeña pero satisfecha. Cuando se estaban acercando a la mesa donde estaban todos borro esa sonrisa y forzó una más normal.


 


-¿Por qué habéis tardado tanto?-Preguntó casi gruñendo Fred mientras George radiografiaba con la mirada a los dos, sin fiarse de que Draco no hubiese hecho nada.


 


-¡Oh! Le estaba preguntando a Harry si mi padre había ido a su casa a hablar con tía Abigail, ya que ha desaparecido repentinamente hace unas noches antes de venir a Hogwarts.-Mintió Draco fácilmente antes de que Harry lo hiciese, y así él no se sintiese mal por hacerlo. 


 


Cuando todos desviaron las miradas de ellos, para hablar, Draco le guiño un ojo de manera cómplice provocando que el sonrojo de Harry volviese con más fuerza, esté para que no lo viesen, lo oculto bebiendo la cerveza de mantequilla, poniendo atención ante el obvio coqueteo de Pansy hacía Hermione.


 


 Si él se daba cuenta de eso, es que era más obvio. Prácticamente imposible que no se notase, solo faltaban fuegos artificiales. Miró a Hermione, viendo como está se sonrojaba a más no poder. 


 


Ron estaba más o menos igual, solo que él al ser casi igual de despistado que Harry, en varias ocasiones se había apoyado en el brazo de Blaise, que estaba apoyado en el respaldo de su silla.


 


Pasó la tarde con dos gemelos que vigilaban a dos serpientes obcecadas en coquetear con ellos, y con ganas de matar a más serpientes que en toda su vida escolar. Al final los gemelos huyeron de allí acompañando al tierno Neville con la caballerosa serpiente Theodore, que fue el único que no se notaba tanto sus intenciones. Y al que parecía que se había ganado de alguna manera a los gemelos.


 


Terence y Adrian, se miraron y sonrieron traviesos para ir detrás de ellos e intentar por todo lo posible tener una cita para el próximo fin de semana, siendo seguidos por un preocupado Ron y un no tan preocupado Blaise. Que aprovechaba todo para medio abrazar a Ron y amenazar con sus miradas matadoras a todo aquel que mirase más de dos segundo a su “Ronnie”. Seamus y Dean viendo esto decidieron seguirlos, olvidando el acoso y derribo de Pansy a Hermione y del silencio agradable entre Draco y Harry.


 


Harry anduvo todo el camino ensimismado en todo lo sucedido, observado por el rubio, admirando su belleza y aprendiendo como era su personalidad.


 


A mitad del camino hacía la torre, Hermione se vio arrastrada por Pansy por un pasillo y sin poder avisar a Harry ni Draco que iban delante de ellas a unos pasos.


 


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-¡Pansy!-Exclamó sobresaltada Hermione, al verse arrastrada y apoyada a una pared, con ella delante.


 


-Ya no se como hacerlo, así que ahí voy. ¡Me gustas! ¡ Me gustas mucho, desde hace tres años, y ya no aguanto más! Me encanta verte en la biblioteca, entusiasmada por lo que encuentras y aprendes, emocionada por cada clase de cada día, como eres fuerte a la hora de ignorar a la gente que no ve cómo en realidad eres. Me encanta tu lealtad a tus amigos, y cómo los cuidas como si fuese familia tuya. Adoro cuando te sublevas ante aquello que no toleras, llevando con orgullo tus principios...-Dijo Pansy abstraída diciendo todo lo que tenía en su cabeza, siendo detenida por unos suaves labios contra los suyos y unas manos delicadas en sus mejillas.


 


Para las dos ese beso duró una eternidad, todo el amor de las dos, toda esa pasión reprimida, toda esa admiración, ternura y complicidad se vieron eclipsadas en ese beso.


 


Cuando se separaron, Pansy le estaba agarrando de la cintura mientras Hermione bajó las manos de las mejillas hasta los hombros, y se sonrojó cuando recordó lo que acababa de hacer. Pansy se rió ante su reacción.


 


-Tú también me gustas.-Susurró sonriendo tímida Hermione, Pansy ante eso la abrazó fuertemente mientras reía feliz. No sólo porque era correspondida si no porque también era la primera que había conseguido tener a su leona, no como sus amigos. Aunque su estrategia fue muy “Gryffindor”, le había salido bien la jugada.


 


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Cuando llegaron a unos metros de la dama gorda Draco paró, haciendo que Harry chocase con él. Cuando este se iba a caer, Draco se lo impidió soltando una suave risa.


 


-¿Andando por la nubes Harry?-Preguntó en broma Draco haciendo que este se sonrojase, asintiese sonriéndole. 


 


Entonces se dio cuenta de que estaban solos. ¿Dónde se habían metido Hermione y Pansy? se preguntó Harry.


 


 


 


 


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