Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La verdadera Historia de Harry por IruchiSlytherin

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

      《Harry se encontraba en un bosque, oscuro y siniestro, pero algo le decía que continuase andando. Después de un buen rato, vio un claro y allí vio a gente pero la luz del sol les impedía que les viese bien aunque escuchaba unas voces etéreas, armoniosas, que cantaban. Entonces notó que una de esas personas se acercaba a él, alzando levemente los brazos, como si le diese la bienvenida.

 

- ¡Oh mi pequeño! Has venido a nosotros, ya estás cada vez más cerca. Te ayudaremos al cometido que te ha asignado la madre magia. Tienes nuestra ayuda, la ayuda del bosque. Ten precaución con el longevo mago, porque te introducirá obstáculos en el camino. Entrega tu confianza a la doncella que te protege. Nos volveremos a ver Haganrih (Harry)》

 

Harry se despertó sobresaltado, quería que el sueño continuase y poder descubrir quienes eran, donde estaba ese bosque, es decir saber todo. Después de suspirar decepcionado de no poder volver ese “sueño” pero a los minutos recordó lo que pasó anoche y se sonrojó sin poder evitarlo, se le formó una sonrisa en su cara. Cuando asomó su cabeza entre las cortinas, vio que estaban todos con prisas, dándose cuenta que llegaban tarde.

 

La mañana pasó rápida. Harry no vio a Draco en todo el día, ya que no compartían clases ese día. Aunque en verdad por la timidez y el nerviosismo, prefería evitarle aunque también notó como Hermione estaba más despistada y distraída de lo normal, y siempre una sonrisa adornaba su cara sin abandonarla en todo momento.

 

En la última hora, Harry se fue con Hermione a su clase que compartirían, con dos Ravenclaws y Hufflepuffs, mientras Ron y Neville se iban a pasar esa hora libre al jardín para descansar.

 

------------------------------------------------------------------------------

 

Ron y Neville estaban en el jardín, centrados en sus tareas para quitárselas para el fin de semana y también para poder comprar sus disfraces para el famoso baile de Halloween, Samhain. Sabiendo que Hermione ya tendría la tarea hecha por adelantado y Harry con su plan estricto que desde el verano no se extrañaban que estuviese casi en el mismo punto que Hermione, o por lo menos lo más cerca posible.

 

 No notaron como dos personas se acercaban, hablando y vigilando a que dos leones gemelos no estuvieran cerca. Mientras estaban organizándose, Neville se fijó que le faltaba un libro para acabar la tarea de encantamientos.

 

-Ron, se me ha olvidado un libro. Subo a la habitación y ahora vuelvo. ¿Vale?- Dijo apurado Neville, Ron al verle así, sonrió divertido.

 

-No pasa nada, tranquilo. ¿Por qué no mejor te quedas por allí y me paso un momento por la biblioteca, cojo el libro que necesito y hacemos todo en la torre?-Preguntó Ron intentando tranquilizar a Neville. Este asintió y más deprisa que el corre caminos, salió pitando de allí con sus cosas. Ron se quedó mirando al sitio donde segundos antes había estado Neville, y soltó una risa sin poder evitarlo. Incluso cuando una sombra le tapaba la luz, no podía parar de reír ni siquiera para mirar quien era. Llegando a toser para poder respirar bien.

 

-Cuidado mi pequeño Ronnie, sería una pena que te ahogues.-Dijo una voz melodiosa, rítmica. Cuando Ron alzó la mirada se encontró la cara de Blaise Zabini que le miraba intensamente. Ron al verlo, se sonrojó y Blaise le sonrió seductor.

 

Ron nervioso empezó a meter sus libros, pergaminos y plumas en su mochila, ocasionando que varias de las cosas se le cayesen de las manos. Blaise, rápidamente se arrodilló y empezó a ayudarle mientras rozaba sus manos con las de Ron, haciendo que se ruborizará todavía más y que le temblasen las manos a Ron.

 

Cuando ya estaba todo guardado, Blaise se incorporó y le tendió una mano a Ron. Este avergonzado e intentando que no se notase, la cogió ocasionando que Blaise le diese un tirón demasiado fuerte, cayendo así directamente en sus brazos. Ron ante el choque se agarró fuertemente a la camisa de él, ruborizándose tímidamente no levantó la cabeza, estando paralizado sin saber qué hacer. Mientras el otro intentó ocultar una sonrisa de triunfo al poder tener unos segundos así a su leoncito. Al notar el estado de Ron, decidió ser benevolente y se apartó suavemente causando que le mirase confuso y al segundo avergonzado.

 

-¡Vaya, lo siento Ron, no he medido mi fuerza! ¿Estás bien?- Preguntó recatadamente pero algo coqueto. Ron ante la pregunta asintió rápidamente nervioso y agitado, rápido se pudo la mochila al hombro.

 

-Mmm... Muchas gracias Blaise, pero me tengo que ir. ¡A la biblioteca a por un libro!-Dijo Ron tratando de no tartamudear e intentó escabullirse.

 

-¡Oh, de verdad! ¡Yo también! Te puedo acompañar. ¿si quieres?-Preguntó Blaise, haciéndose el ingenuo y Ron mordiéndose el labio reprimió un suspiro.

 

-Si, claro. No hay problema.- Contestó cohibido y algo cortado. Blaise le sonrió calmado e intentó tranquilizar un poco a Ron.

 

El camino hacía la biblioteca, era un silencio incómodo para ambos. Incluso la serpiente estaba ahora algo nervioso, estaba dando vueltas a su cabeza hasta que le vino un tema del que hablar.

 

-Ayer, después de irnos. ¿Visteis a Hermione y Harry? Porque nosotros nos acostamos sin saber de Pansy y de Draco.-Comentó curioso Blaise de manera calmada, aliviando ese silencio que antes era incómodo.

 

-Creo que Mione y Pansy son novias. Aunque tampoco lo sé seguro. -Dijo Ron dubitativo, cuando de repente escucharon un grito claro, en el pasillo cercano a ellos.

 

Cuando se aproximaron se encontraron una escena que a Ron le encendió la sangre en cólera. Estaba Ginevra Prewett con la varita en alto con Sky a su izquierda con la misma pose defensiva mientras se enfrentaban a Neville, Theodore y los gemelos.

 

-¡En serio Neville, vas a defender a esos traidores y a ese proyecto de mortifago! ¡E incluso a esa estafa de falso héroe! Te recuerdo que por su culpa tus padres fueron torturados.-Gritaba Ginevra, intentándolo sacar de los nervios. Mientras el nombrado apretaba fuertemente la varita y con la otra mano el antebrazo de Theodore, deteniendolo de hacer algo de lo que se podría arrepentir.

 

-Si, defiendo a estos traidores y proyectos de mortifagos e incluso al “falso” héroe. Porque por lo menos no es un desperdicio de persona, como eres tú. Fíjate, piensa el ladrón que todos son de su misma condición.-Contestó Neville con voz tranquila mientras la miraba fríamente advirtiéndole de que hiciese lo que hiciese iba acabar muy mal. Ginevra fue a interrumpirle, pero Neville decidió comentar algo más.

 

-Cuidado con lo que dices Ginevra, o Sky. Os recuerdo que soy el heredero Longbottom, parte de las veintiocho familias.-Dijo serio, provocando la sonrisa ladina y maliciosa en el rostro de Theodore y las sonrisas alegres y traviesas de los gemelos. Una sonrisa sorprendida pero alegre se abrió paso en la cara de Blaise, y una cara confusa en Ron pero algo alegre al saber que sus amigos y hermanos estaban perfectamente. Entonces Ginevra fijó su mirada en Ron y antes de que este se pudiese defender, actuó rápidamente.

 

-¡Flagrante!-Dijo enfurecida Ginevra señalando con su varita a Ron, un hechizo en el que salían de su varita unas líneas de fuego. Inmediatamente los gemelos y Neville lanzaron un protego antes que Zabini, pero este aprovechó para contraatacar.

 

-¡Incarcerous!-Contraatacó Zabini señalando rápidamente con la varita a Ginevra y a Sky. Se acercó ágilmente y rápido como una verdadera serpiente a ellos dos.

 

- Os voy a dejar algo claro, desechos y escorias. Como lo volvíais a intentar, os demostrare porque a muchas de las magias se han considerado oscuras, inhumanas e ilegales en varios países del mundo.-Murmuró Blaise con furia, ira y tanta cólera que las caras de los dos atados estaban pálidas, con correspondientes semblantes de espanto y pavor.

 

Ron rápidamente se apartó de sus amigos y hermanos. Para dirigirse hacía donde estaba Blaise, tirando de su brazo para detenerle de que cometiera un error garrafal.

 

Blaise se dejó llevar por él, pero seguía con la varita en mano, en un puño con los nudillos blancos ante el agarre tan férreo. No se fijó por donde iban, hasta que le obligaron a sentarse. Dándose cuenta de que estaba en un sofá de color verde con Ron mirándole preocupado acompañados por unos gemelos que soltaban barbaridades contra lo sucedido mientras Theodore y Neville, les daba la razón.

 

Se fijó que ellos se habían alejado para dejarle un espacio, aunque Ron decidió quedarse con él. Blaise empezó a amedrentarse y a temer que por estas acciones que todo lo que había avanzado con Ron, se perdiese de un plumazo. Ante eso, y sus pensamientos, se miró las manos. No quería levantar la mirada, sin querer ver en Ron una mirada asqueada, que pensase de otra manera. Se estaba revolcando en la situación que se escenificaba en su cabeza. 

Ron no sabía que hacer al ver que casi no reaccionaba. Estaba de una manera tan retraída, tan taciturno, que inseguro le agarró la mano, apretándosela y respiró profundamente, esperando que esa valentía que fluía por sus venas no hiciese que se derrumbase y le tragara la tierra.

 

-Muchas gracias, no sé como agradecerte por esa acción. Se que no todo el mundo te puede defender y todavía menos arremeter dejando en entredicho su orígenes e incluso a su familia.-Susurró Ron tenso, al verle tan rígido. Indeciso pero con arrojo y decisión, rápidamente le dio un beso en la mejilla, y le miró fijamente. Blaise durante unos segundos no reaccionó pero en su mente le fascino y le chocó lo que acababa de suceder. 

 

Con cuidado levantó la mirada, encontrándose la cara ruborizada de su amado, con ojos inseguros mirándole mientras se mordía el interior de la mejilla. Hipnotizado por la imagen que veía, entrelazo su mano con la suya y le empezó a acariciar con el pulgar, mirándole embriagado, y una sonrisa optimista y animada empezó a parecer en su cara.

 

Unos carraspeos rompieron inmediatamente la burbuja íntima que se había formado. Ron apartó su mirada para ver quienes eran los que carraspeaban, viendo miradas interesadas con brillos traviesos y maliciosos en sus ojos. Se ruborizó abochornado e intentó soltar la mano de Blaise, de manera sutil. Aunque el codazo que le dió se notó ahí y en Pekín, pero este no le dejó liberar su mano sonriendo triunfante a los gemelos, viendo el fastidio entre esas miradas.

 

-Creo que deberíamos ir ya a la torre, va a ser el toque de queda...-Avisó Neville algo ruborizado al lado de Theodore mientras este le rodeaba con el brazo de manera “casual”, que incluso pasó desapercibida por los gemelos.

 

-Claro, vamos Ronnie, además tenemos que escribir a papá. -Dijeron Fred y George a la vez dejando caer la amenaza, provocando que un pequeño miedo se asomase en los ojos de su hermano. Blaise se levantó del sitio y  tiró de la mano de Ron.

 

-Claro. Vamos acompañarles Theo, no vaya ser que esas escorias anden a la espera.-Dijo Blaise advirtiendo a Theodore, que asintió pensativo guiando a un Neville ruborizado. Blaise llevo de la mano a Ron, que no levantó la mirada del suelo desde el momento que se levantó, siendo seguidos por dos sombras que estaban planeando su asesinato.

 

En todo el camino Blaise andaba en una nube de felicidad y Ron en una mezcla de entre vergüenza y fascinación, mientras los avances de Theodore estaban pasando desapercibidos por la vigilancia de los halcones que eran los gemelos. Blaise aprovechaba en acariciar la mano secuestrada y tirar suavemente de su dueño, provocando que este se tropezase y se agarrase más fuerte.

 

Para Blaise fue muy corto el viaje de ida, pero no se podía quejar, ya que de alguna manera su querido león le había brindado con una confianza que antes ni soñaba en conseguir en mucho tiempo. Aunque estaba más seguro de que tardaría siglos en conseguir que Ron fuese suyo y él de Ron. Pero estaba planeando minuciosamente, en cómo ganarse a todos sus cuñados y su suegro, de una u otra manera.

 

Cuando llegaron a la torre, Ron se escabulló de una manera tan profesional que incluso Blaise se enorgulleció, aunque también supo que en el futuro a él también podía hacerle eso. Así que tenía apuntado que debía aprender a evitar eso o por lo menos saber dónde encontrarle. 

 

Neville se despidió tartamudeando pero mirando a Theodore más que a los demás, no dejando que su timidez y nervios le intimidaran. Esto provocó una sonrisa en él, por la ternura que causaba su querido herbológo.

 

 Los gemelos se fueron los últimos, esperando a que las serpientes se marcharan y que estuvieran lejos, específicamente Blaise.  No se fiaban de que se colase en la torre, para poder hacerle algo a su hermanito. Sinceramente había demasiados rumores rondando por esa serpiente.

 

Todos se fueron a la cama con una mezcla de sentimientos, unos seducidos como los chicos y Hermione, otros confusos y temerosos pero también algo enamorados como Harry, aunque no hubiese visto a Draco en ningún lado en todo el día.

 

------------------------------------------------------------------------------

 

Entre tanto, Abigail se encontraba en una mansión, la cual desde fuera de las protecciones tenía una apariencia hosca, siniestra e incluso amenazadora, pero por dentro de estas protecciones era totalmente diferente, refinada, selecta y distinguida.

 

Estaba siendo acompañada por el sanador Akira viendo a un hombre inconsciente en una cama, señorial de sábanas de seda. Era un hombre pálido, de pelo oscuro y ondulado, con una nariz regia, con unos rasgos afilados pero hermosos, alto con manos de pianista, que se alzaron a tocarse la cara y la cabeza. Despertando así de su inconsciencia, con dolores en todo el cuerpo y cabeza se levantó lentamente, poniendo en cada movimiento toda la seguridad que proyectaba.

 

-Te dije que la poción y el ritual funcionarían, y no no te voy a decir como conseguí la idea y de dónde conseguí los elementos.-Dijo franca y sincera Abigail ante la mirada verde, fría e incluso cabreada del hombre que había estado inconsciente.

 

-Señor, le recomiendo que durante estos días no haga magia, hasta que su núcleo vuelva a su ser después de haberse… unido de esta manera.-Comentó el sanador Akira serio pero a la vez cauteloso sin dudar ni un segundo con quien estaba hablando, no siendo una imprudente como Abigail. 

 

El hombre asintió frunciendo el ceño, de una manera que tanto a Akira y a Abigail les era ya familiar. Abigail impidió que una sonrisa divertida apareciese en su cara.

 

-Creo que recuerdo cosas, que antes no creo que supiese que había vivido...-Dijo susurrando con una voz aterciopelada, provocando que tanto Abigail como Akira se tensaran al saber a qué se refería, temiendo el día que recordase todo. Temiendo la reacción y quienes pagarían por tal acciones.

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).