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La verdadera Historia de Harry por IruchiSlytherin

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Harry se quedó mirando el libro asombrado, acariciando la cubierta, se sobresaltó un poco al notar dos pataditas en su pie. Levantó la mirada al frente viendo como Hermione intentaba llamar su atención. Parpadeo, tratando de entender las sutiles señales hasta conseguir descifrarlo. Miro hacia donde señalaba Hermione, viendo como Blaise le susurraba a Ron cosas al oído, provocando que se sonrojase cada vez más. Tan poco sutil estaba siendo que provocaba que todos les mirasen, incluse Remus que intentaba no reír y Lucius resoplaba y trataba de no poner los ojos en blanco, ante la poca sutileza. Todos volvieron a lo suyo cuando Ron levantó la cabeza, así pasó una media hora en la que la paciencia de Ron se iba consumiendo.


Un golpe fuerte resonó en la habitación, todos rápidamente miraron hacia la zona en la que sonó, encontrándose a Blaise sobándose la cabeza, a Ron de pie, ruborizado y con cara de enfado, sujetando como arma un libro viejo, grande y pesado.


Ron cerró los ojos , se giró y se sentó al lado de Harry, dejando solo a Blaise que le miraba entre alegre y lujurioso con un pequeño puchero.


Harry ocultó su risa, tapándose con el libro, haciendo como si leyese, aunque de reojo veía como Ron seguía sonrojado y murmurando con un enfado evidente, aunque de vez en cuando daba miraditas a Blaise.


Harry dejo este libro apartado de los demás, para poder seguir mirando más libros y poder seguir buscando más información.


Después de horas Harry, se dio cuenta que todo lo que habían encontrado, era el diario y unas cuantas frases en algunos libros. Ron se tumbó encima de uno de los libros agotado, Blaise se dejó caer en uno de los sillones de la biblioteca, Pansy siguió los mismos pasos que Blaise, Hermione se tocaba el pelo por los nervios de no encontrar algo más interesante. Remus y Lucius hacía rato que les estaban ayudando, con los libros más antiguos.


Remus ya harto, decidió parar, así que cerró el libro y empezó a colocarlos en sus respectivas estanterías. Cuando se fijó en uno, era un libro que emitía magia algo oscura pero por probar en buscar en este no podría pasar nada. Así que con decisión lo cogió y lo abrió allí mismo. Se percató de que trataba de criaturas mágicas, prácticamente de las “oscuras” y de las bendecidas por la madre magia. En él, después de capítulos y capítulos, llegó hasta un pequeño párrafo en el que hablaban de los elfos corícides, aunque lo que él resaltaría sería:


<Los elfos corícides , la gran mayoría, excepto aquellos que sus parejas son magos o brujas, conviven en sus santuarios. Estos santuarios siempre están en las zonas adentradas de bosques con gran soledad, por parecer “siniestros y horrendos”, pero en verdad son glamures. Con esos hechizos, glamures, provocan el estar ocultos a simple vista y así nadie podría pensar que allí residen. Los santuarios son grandes terrenos, amurallados por casas francas en los árboles, donde residen los guardias, y partiendo de allí en el interior están las demás parejas, con sus herederos y en medio de todo se encuentra un gran manantial. Este manantial contiene un agua cristalina con poderes especiales, que unos pocos han podido aprovechar, gracias a la hospitalidad de los elfos, pero solo aquellos que consideren que la madre magia, quiera regalar su ayuda por algún desafortunado accidente, etc


Uno de los más importantes se cree que podría estar en el bosque de Puckley, en Inglaterra. Hay otro en...>


A partir de ahí la siguiente frase estaba totalmente borrosa, provocando que no se pudiese leer más, asi que Remus saco un pergamino y copio lo que le llamó la atención, para poder dárselo a Harry.


Ya a partir de las seis y media, se decidió decir lo que se había encontrado y el próximo fin de semana seguir, buscando aunque Remus propuso que alguien viajase al bosque de Pusckley para poder confirmar lo encontrado, y poder continuar la investigación.


Harry no recuerda enteramente el viaje hasta Hogwarts ya que iba releyendo constantemente el diario de Lyra Malfoy, ya que Lucius decidió dejárselo y cuando se los acabase se lo diese a Draco, para que este pudiese devolvérselo.


Ni siquiera se despidió de ellos, tenía la cabeza en el sueño y el libro, así que nada más la cabeza cayó en su almohada esa noche, supo que algo raro iba a ocurrir.


< Se encontraba flotando en un habitación difuminada que poco a poco, se iba aclarando. En esa habitación vio a su madrina, al profesor Snape y a otro hombre. Ese hombre era alto, de pelo castaño, algo ondulado, con rasgos afilados y regios, su mirada era dura pero decidida, en toda regla a ojos de Harry era un slytherin.


-¡Te lo dije!-dijo Abbigail con retintín burlándose, echándose el pelo por encima del hombro, el profesor Snape puso los ojos en blanco de manera sutil y el otro hombre arqueó la ceja y sonrió de lado.


-Abbigail deja de burlarte, te dejo y sabes exactamente por que, pero te advierto otra burla más … y sabrás de primera mano por que antes también tenía cierto “respeto” por los que me hacía enfadar…- dijo con voz siseante pero acerada Abbigail bufo asintió cansina de escuchar la misma frase siempre.


-Bueno al meollo… ¿Ya te acuerdas de todo? ¿o te falta algo...?- preguntó Abbigail cambiando su actitud juguetona por otra sería, el hombre se tensó y apretó la boca , mirando a su izquierda, específicamente la ventana.


-No recuerdo todo, pero si lo importante. Ese viejo chiflado me las va a pagar…-dijo el hombre, provocando que su magia se manifestase físicamente incomodando al profesor Snape y a Abbigail, incluso un poco a Harry pero en su interior, su instinto le decía que ese hombre no le haría daño, ni él ni su magia.


-Entonces lo mejor es que te diga, que tengo una fuente que asegura que … nuestro querido cornamenta está vivo… ¿donde? No se sabe ¿Quién lo tiene? esa vieja pasa…-dijo rápido Abbigail, el hombre se tenso pero al escuchar el apodo que le tenía a ese viejo chiflado, parpadeo confuso.


-¿Vieja pasa?- dijo el hombre esperando alguna explicación.


-Oh, emmm… es un apodo que le puso Harrykins.-dijo Abbigail con una sonrisa cálida ante el recuerdo, Harry al ver eso no pudo más que acercarse flotando y sonreír, pero al rozarla Abbigail se estremeció y miró a su alrededor como si notase que alguien estaba ahí.Todos se tensaron, Harry incluso estaba entrando en pánico, entonces el hombre susurro un hechizo, que provocó una neblina en los ojos de él. Cuando el hombre abrió los ojos los dirigió por la habitación, hasta encontrarse con la figura de Harry, el hombre se tensó y su cara provocó su sorpresa. Harry entro en pánico, noto que ya estaba cada vez flotando más y antes de que pudiese decir algo y que el hombre pudiese decir algo, se desvaneció, yéndose con morfeo por fin…>”


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