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OCEAN OF LOVE por Yushion

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Notas del capitulo:

Me demore, lo siento. Ultimamente he tenido muchos problemas con el internet ademas de que en el LOL (si, jueog lol) Estaban dando imagenes muy lindas de invocador y para eso hay que jugar mucho ¡Mucho! D: akjakjakja 

 

Ojala les guste este capitulo, la verdad me gusta bastante :) 


Mi mente se encontraba divagando en un mar de pensamientos inconclusos que solo lograban perderme más en la inmensidad de mi mente. Me quejaba cada vez que la inmunda gente chocaba contra mi cuerpo con prisa, sin detenerse para pedir disculpas demostrando su descortesía, cargando en sus cabezas, manos o hombros cualquier tipo de mercancía: Cerdos, gallinas, jaulas, ceda, pomadas… a mí mismo. El lugar era nauseabundo, pero no por un tema de higiene si no por la gran cantidad de gente, comidas y sonidos que se generaban en las calles. Volviéndose uno loco cada vez que los fuegos artificiales eran encendidos sin la debida precaución por los intrusos niños, en una extraña convinación de olores distintos, nauceabundos, o buenos olores que terinan siendo un asco por la mezcla de productos del lugar.

La señora con gran elegancia caminaba por entre la gente sin siquiera ser tocadas por estas, como si su ego formara una muralla impenetrable que alejaba a la gente. De seguro me llevaba hacia su tienda, para poder cumplir yo con el trato que había propuesto en un momento de desesperación. Se le notaba en el rostro lujurioso cuanto deseaba llegar a la comodidad de su habitad, repleto de putas como ella, para poder despojarme de todas mis prendas, desnudarme sin pudor convirtiéndome en una herramienta que le ayudaría a llegar al placer… que errada estaba. Yo no podría tocar otra piel que no fuese la de Taemin, eso se había convertido en mi ley cuando aquella manos tocaron mi pecho sin pudor. Soy como un esclavo que se encuentra en presencia de otra persona que no es su amo pero en su interior sigue bajo las órdenes de su grandeza.

Llegamos a una enorme casa, por no decir mansión, con un obvio estilo oriental típico de los prostíbulos ya que ayuda a ser más atractivo.

Entre rápidamente cuando se me fue ordenado, quitándome aquellos denigrantes zapatos y poniendo mis fríos pies en la calidad de unos simples calcetines. No miento cuando digo que al entrar se formo un silencio sepulcral, casi escalofriante. La mayoría de las jóvenes geishas se me quedaron observando con aquellos delineados ojos negros sobre el pálido blanco, con el kimono descarado que permitía que una le viese parte de sus redondos senos que resaltaban con obviedad ante el colorido encaje de sus prendas.

Seguimos caminando hasta el final de aquel pasillo ennegrecido por las sobras que escapaban de la luz de las velas, hasta llegar a una de las tantas puertas corredizas que de seguro nos llevaría a una simple habitación. La mujer hablo con el hombre que me aprisionaba por unos instantes, mis oídos no podían escucharle con claridad para poder entender al menos algo, un indicio de habla en común, debido a los fuertes gritos orgásmicos y gemidos guturales que surgían de aquellas obscuras habitaciones, inundando de manera desagradable mi cabeza sin mencionar mi olfato en cual recibían constantemente los olores del sexo ajeno.

Pero de pronto, de una de las habitaciones, salió de las tinieblas un joven rubio de nula expresion, casi como una estatua cualquiera si no fuera porque en su piel se notaba el color del hombre vivo. También usaba kimono, uno más desordenado el cual caía por sus hombros y dejaba a la vista su estomago que era extrañamente más femenino que cualquiese que hubiese visto en un hombre, a parte de Taemin. Es hermoso, diría que exageradamente lo es. Miro a todos lados quizás buscando algo o a alguien para nuevamente depositar su frio rostro en mí, continuando con sus rasgos estaticos que generaban un escalofrio imparable, lleno de espasmos extraños, vacios, dolorosos.

- ¿Dónde está él? ¿Por qué no estás con él? – Habla mi lengua y eso es extraño, pocas personas en su posición logran hablar otra lengua, generalmente las putas (puto en este caso) no suelen distanciarse más de cinco metros de sus habitaciones, cautivos para toda la vida. Aún así no mostraba angustia, no mostraba nada… solo se mantenía apoyado en aquella endeble puerta observándome detenidamente, buscando respuestas. – Entre más lejos estés de él, mas estará cerca de la muerte. Somos seres de amor. Debes ir por él. No permitas que toque el suelo o llegara a este lugar como yo. Si toca tierra será un monstruo.

No entendía el significado de sus palabras dichas tan al azar, como si tuviera las palabras en la boca y no sabría elegir que decir primero. Unas manos bestiales y deseosas le obligaron a entrar, tocándo su palido cuerpo ante mi mirada espectante, atonita, que aún trataba de comprender las palabras dichas por aquel sujeto ahora violado bruscamente. Desperté de mi transe cuando sentí la mano de aquella mujer tocar mi hombro tensado, destacando de mi blusa aquellas rojizas y largas uñas espeluznantes.

Tuve que ingresar contra mi voluntad, adentrándome en aquella obscura habitación que era alumbrada por la pequeña chimenea que alejaba el frio invernal. Vi a la mujer acomodarse en la manta que estaba en el piso, dejando a un lado su abrigo y joyas que oculto rápidamente de mí creyendo que en algún momento podría robarle.

¿Taemin que estarás haciendo?
Yo… Yo tengo miedo de lo que estoy a punto de hacer.
¿Pero qué otra cosa podría hacer? No puedo ver cómo te desvaneces de mis manos justo ahora que te acaricie con ellas. No puedo negarme que te deseo, que tu rostro y suaves caricias encendieron en mí un ardor difícil de apaciguar, y dudo que pueda ser calmado hasta que logre hacerte mío.

Taemin no sabes cuánto añoro que dejes de llorar cada vez que algo nuevo te decepciona de mi, cuando oculto mis sentimientos frente al mundo y niego que me estas volviendo loco. Amo esta locura aplastante que es consecuencia de la droga de tu cuerpo, de tus sabores dulces y exquisitos, de tus miradas de pación, temerosas. Que me lleva a errar moralmente, que me permite conocer lo glorioso del placer carnal y lo sutil del amor real mientras la extraña sensación de lo pecaminoso debora mi mente.

Deseo ensuciarte, convertirte en un ser que no pienses en nada más que en el unir nuestros cuerpos como todas unas bestias en celo y lograr que nunca conozcas lo que es la vergüenza del acto sexual entre hombres. Quiero conocer tu pureza y profanarla con la mentalidad humada. Besarte, abrazarte, sentirte, tocarte, susurrarte un “Te amo”. Y son todos estos malditos pensamientos, todos estos pensamientos descarados, los que me están jodiendo la cabeza y la puta moral.

 

 

 

(END MINHO)

 

 

 

Jinki con una tranquilidad admirable sostuvo entre sus dedos el reloj de bolsillo que su padre con tanto orgullo le había obsequiado. Observo la hora: cinco de la madrugada. Sonrió de lado al ver la dirección de las delgadas manillas del reloj y observo de reojo como Taemin comenzaba a temblar con cada movimiento que hacía, en cada dificultosa respiración.

Un agudo grito salió del cuerpo de la criatura, seguido de contantes lagrimas que surgían debido al fuerte dolor y la desesperación. Taemin podía sentir como sus costillas se movían dentro de su torso, generándole fuertes chillidos que eran callados por la escases de oxigeno. Sus piernas le ardían, le dolían, incluso su agonía era mayor que cuando estas se separaron para darle vida a su forma humana.

Conseguir quien matar, devorar y transformarse en humano era sencillo comparado con la fuerte agonía de sus costillas trisarse para formar otras, la piel rasgándose en su cuello para darle paso a sus branquias y el fuerte ardor, como mil brazas quemando la blanca piel, cuando sus piernas se unieron lentamente creciendo entre ellas escamás de un tenue color turqueza.

 

 

 

(MINHO)

 

Me quite dudoso mi delgada blusa, dejando a la vista mi torso contraído por los nervios y completamente agitado. Trataba de pensar en lo que fuese que me evitara golpear aquel rostro maquillado de exagerada manera, pero ¿En qué pensar? Si pienso en Taemin terminare preocupado o excitado, y lo ultimo no es una opción que desee en este momento.

- Los pantalones también.

Escuche la voz de la puta, hablaba mi lengua o más bien un intento amorfo de esta. Le obedecí, sumiso como siempre bajando aquellos pantalones que me separaban de mi desnudes. Si, debajo de mis pantalones no traía nada más que mi miembro, un poco de vello púbico y mis tostadas piernas. Los deje a un lado con indiferencia, al igual que mis ganas de seguir con esto.

Nunca creí que un día me encontraría en un prostíbulo, con mi cuerpo desnudo y una mujer a punto de tocar mi miembro.

- Si no está duro no es entretenido – dijo fumando nuevamente un poco de aquel intoxicante humo para luego expulsarlo de tal manera que nublaba su rostro.

- Pues desnúdate… te tengo una sorpresa.

Trate de sonar excitado, con algún nivel de seducción en mis palabras pero no creí que lo lograra. La mujer se desnudo rápidamente mientras yo trataba de respirar de forma calmada.

Cuando estuvo completamente desnuda se recostó en aquel cubrecama tirado en el piso y yo entre en acción aun nervioso. Me pose sobre ella tratando de desconcentrarla, excitarla de algún modo con caricias poco indecorosas pero exactas que sabía que le ocasionaban choques eléctricos. Toque sus senos, decidido, recibiendo por su parte agudos gemidos que eran comparables a los de las otras prostitutas, mientras ella insistentemente masajeaba mí erguida espalda en la cual se podían notar mis omoplatos. Deslice mis manos por sus piernas provocando que su deseo por tocar su vagina se hiciera más grande para luego satisfacerla en ese ámbito, introduciendo mi dedo en aquella húmeda cavidad mientras yo trataba de pensar en la inmortalidad del cangrejo, en que fue el primero ¿El huevo o la gallina? yo que se.

Le vi curvarse de placer y mi miembro seguía bajo, lacio, como si una impotencia repentina provocara que ninguna descarga eléctrica llegara a aquella zona.

Tome sus ambas manos y las lleve sobre su cabeza, dominándola de una forma indecorosa que la hiso excitarse más, típico de las putas. Aumente las embestidas de mis dos dedos, viendo como de a poco sus gritos me daban a entender que su orgasmo se encontraba cerca. Su respiración aumento al igual que sus retorcidos movimientos debajo de mí. Entre gemidos y palabras sucias sentí como llego al orgasmo.

Aproveche el momento… era ahora o nunca.

Y simplemente, la ahorque.
Viendo como sus ojos se abrían mientras sus piernas pataleaban a todas partes tratando de alejarme, pero no podía, su orgasmo le habia arrebatado la mayoria de su fuerza. Sus uñas se clavaron en mis manos haciéndolas sangras, rasguñando también mis brazos en un intento desesperado por golpearme con sus brazos comportandose con sorpresa frente a la desesperación obvia de la falta de oxigeno.

Solo podía oír su leve quejido y los constantes golpes que daba hacia el piso que obviamente no serian oídos en aquel lugar donde golpes muchos más fuertes surgían en las otras habitaciones. Era el lugar y el momento indicado para matarla.

Sus manos cayeron y sus quejidos cesaron. De sus ojos abiertos caían las últimas gotas saladas, llamadas lágrimas, y en su cuello ahora rojizo se notaba el contorno de mis gruesos dedos que por poco rompieron su cuello. Ambos estábamos desnudos, yo vivo y ella muerta. Pensé matarla antes pero creí que era más digno que tuviera su último orgasmo.

 

Había matado a un ser humano por miedo. Por temor a perder a mi ser amado y que terminase en aquel lugar, con aquellas putas, siendo maltratado como un objeto sin derecho. Porque sabía que aunque la mujer no tuviera dinero para comprarlo, Jinki encontraría la forma de venderle a Taemin a un bajo precio, he incluso regalarlo. No tenía opción. Si se mata a la abeja reina toda las demás mueren.

Sujete mis piernas en un intento desesperado por auto consolarme mientras sentía como la piel de aquella mujer bajaba cada vez más su temperatura ¿Ahora qué? ¿Correr de estos lunáticos y rogar por que a Jinki se le ocurra desembarcar antes de que descubran el cuerpo? Lo había hecho todo sin pensar en mí y en lo que me harían, yo solo deseaba que Taemin no terminase en las manos de los humanos.

Sentí como la puerta se abría lentamente pero no me agite en lo mas mínimo, estaba muy concentrado en convencerme de que de alguna forma había hecho lo correcto y que ha esta mujer obviamente nadie lloraría. La oí cerrar y como pies descalzos se acercaban a mí. Dos pálidos brazos me abrazaron por detrás de una manera cálida y gentil, consolándome quizás como si yo fuese un niño que está llorando por algo de lo cual no tuvo la culpa. Deje que me acariciara el cabello, que me diera palmaditas de aliento y que me vistiera lentamente aquel joven rubio que vi en el pasillo.

- Eres un tesoro muy valiente – trataba de consolarme mientras abrochaba los botones de mi blusa miestras mi perdida mirada observaba un punto ciego en el espacio, no definia profundidades ni tomaba atención a los cuidados de la persona frente a mi – hiciste lo correcto.

- Mate a una persona inocente.

- No, no lo era. Era cruel y despiadada. De seguro si lograba obtenerlo lo iba a matar en menos de una semana.

Aquello me perturbo y enfureció. Sostuve entre mis manos aquellas delgadas muñecas y mire por unos segundos aquellos fríos ojos, su piel era fria como la de aquel cuerpo desnudo que se encontraba a menos de un metro de mi.

- ¿Cómo sabes…?

- Tenemos el poder de leer la mente de las personas y anticipar sus movimientos. ¿Cómo se llama él? – ¿Por qué esta persona me confunde? Me habla con calma, suavidad, tal vez para que mi cabeza piense en otra cosa que no sea en el acto horrible que acabo de hacer.

- T-Taemin – tartamudee al ver como subía mis pantalones desde mi tobillo hacia mi trasero, abrochándolo rápidamente y no demostrado ningún signo de lujuria en su mirar. Era como si estuviese viendo a un niño asustado, y eso era.

- Hueles a Taemin.

- ¿Cómo dices?

- Cuando formamos una unión con algo tendemos a impregnarle nuestra esencia inconscientemente, marcando el territorio y advirtiéndole a otros tritones que esa persona… tiene dueño –

Vi como lentamente se dirigía al cuerpo de la mujer y la cubría con la manta sin ningún sentimiento de pesar, de seguro no era nada imporante por lo cual preocuparse, solo una mujer más en este mundo que encontro su muerte en lo inesperado.

- ¿Eres un tritón? – el rubio solo asintió levemente y en ese momento pude comprender que tal vez no había sido la primera vez que había visto un tritón, que ellos se ocultan entre las gentes con su forma humana, como este sujeto, y uno sin darse cuenta forma lazos con ellos, amistades, y puede vivir toda su vida engañado. - ¿Qué haces en este lugar?

- Comportándome como un monstruo… -

- ¿Por qué?

- Estoy pagando un castigo que dudo que algún día sea pagado.

Arrastro de los cabellos a aquella muerta mujer la cual había envuelto en el cubre cama donde la asesine, llevándola a las afueras para tirarla fríamente al jardín de aquella gran mansión para luego seguir caminando, llevándola hacia el bosque en dondel uno podía perder a cualquier persona entre aquellas obscura sombra tenebrosa producida por los arboles nocturnos. Yo solo le seguí.

- Como todo tritón curioso me enamore de un humano – comenzó a relatar mientras yo tomaba de los tobillos aquel cuerpo inerte del cual no tenía ninguna compasión, y creo que aquel chiquillo tampoco – Era un joven pescador de los fríos mares del este, su sonrisa era hermosa y su cabello de un rubio tenue. Lo ame tanto que estúpidamente un día me le acerque… Pero era demasiado bueno como para matarme o maltratarme por lo que me cuido cada semana pensando que era un ser que necesitaba de protección –

Lo mire de reojo al notar como por fin un sentimiento se posaba en su pálido y frívolo rostro: era tristeza, una melancolía tan profunda que me hizo recordar la primera vez que entre en contacto con Taemin, cuando entre gritos y heridas tuvimos que sacarle aquella dañina bala.

- Pero era tan estúpido que no me daba cuenta que él tenía novia y no me miraba más que a un simple amigo. De un día para otro dejo de hablarme, aunque para un tritón el tiempo pasa realmente rápido, luego fueron meces hasta que cumplió el año. Su barco estaba ahí pero él no, seguia pescando para nadie. Sumido por mis deseos de verlo salí del agua y toque tierra, convirtiéndome en un humano lleno de sentimientos de ira y amor mezclados. A diferencia de otras veces al verle con aquella mujer enfurecí, sumido por los nuevos sentimientos yo… lo mate, a él, a su mujer y al niño recién nacido hijo de ambos. Y al matar al ser amado, tu felicidad muere con él.

- ¿Por qué lo hiciste?

- No lo sé, por mi mente solo surgió el pensamiento de que él era feliz con otra persona y sentí celos. Los tritones hacemos cosas horribles cuando tocamos la tierra y somos estúpidos… como Taemin, él es estúpido. Dejarse atrapar, disparar, maltratar, encarcelar, solo para estar cerca de ti. Es estúpido. Los sentimientos humanos lo son aún más.

Guarde por un momento silencio para procesar sus palabras, lo que yo hacía supuesto ilusoriamente en un principio era verdad “Taemin hacia esto por mi”, todo para que yo estuviese más a su lago y entregarle mi frio cariño que me es difícil de demostrar. Por todo este tiempo me empeñe en convencerlo de que se fuera para pensar egoístamente en nuestro bienestar de forma separada, sin caberme la posibilidad por unos momentos que él era feliz cada vez que salía de la pecera y yo lo sostenía entre mis brazos, una felicidad compartida que era eterna a pesar de tocarnos solo por unos segundos.

- Y tú eres estúpido por no decir que lo amas.

Enterramos a aquella mujer rápidamente para yo volver al barco y ver a Taemin. Cavamos su tumba improvisada con los dedos, y la cubrimos del mismo modo, terminando toda aquella mugre incrustada en mis dedos dolorosamente eh incluso podía ver cómo un poco de sangre escurría entre mis yemas.

- ¿Por qué la mataste?

- Porque me lo iba a arrebatar.

- Vete. Taemin ya se convirtió en tritón.

Sentí un frio congelante colarse en mi pecho al oír aquello, oprimiéndolo con fuerza mis costillas y mi respiración. Antes de marcharme vi aquellos ojos fríos que observaban el montículo de tierra que cubría el delgado cuerpo de la fallecida mujer, y como si anticipara lo que yo iba decir en una predicción casi tétrica me observo directamente y dijo:

- No todos los tritones nos convertimos en monstruos… Choi Minho. Si un día toca el suelo terrestre y enloquece, solo bésalo.

- ¿Cómo te llamas? – el solo sonrio.

- Solo dime Ren

 

 

Rápidamente recorrí el camino de regreso a casa, con prisa y prácticamente corriendo con desesperación cada vez que tocaba aquel mar de hojas caídas en el anterior otoño. La luz se avecinaba por los altos cerros alertando del amanecer, en un velo hermoso que cubría de fino rojo la cabeza de las montañas. Corrí entre la gente que era menos que antes, chocando con cosas que se encontraban a mis pies y tropezando con más de un transeúnte.

Le necesitaba, su frialdad y a la vez a su repentino calor. Mi mente divaga en los recuerdos de su hermosura, aquellos que me despertaban cada noche en un mar de agitación y sudor para luego avergonzarme por una obvia erección. Quería sentir su cuerpo para saber que se encontraba a salvo, que mi asesinato no fue en vano y que ahora su vida, su dignidad y su pureza seguían intactas.

Me estaba volviendo loco y en mi interior sabia que esta era una obsesión enfermiza. O Tal vez no era obsesión si no amor ¿Pero entonces por qué no me he atrevido a declararme? Obviamente que no lo hago porque soy un jodido cobarde que no piensa más que en sí mismo. Y de pronto entre este mar de enumeraciones caóticas llega a mi lo dicho por aquel joven rubio, por Ren, o más bien deducido por mi; Taemin hacia todo esto por mí.

¿Por qué no sacrificar todo por aquel que lucha por tu amor? Le he dejado a la deriva, alimentándose de los restos que deja el mar de mi cariño, convirtiéndome en caprichoso y en egoísta. Le trate de monstruo, negué el amor que le tengo y la excitación que me provoca, no lo defiendo frente a Jinki y mucho menos frente a la marina… pero él sigue amándome ¿Entonces qué es lo que me impide luchar?

Llego rápidamente al barco que se menea lentamente en las tranquilas aguas de aquella hora. Subo aquella rampla, sí, la misma rampla que me guio al mar, a conocerlo y a amarlo locamente.

Con una rapidez casi inhumana llego al tercer subterráneo donde de seguro Taemin se encontrara en la pecera, ya que Jinki se habrá dado cuenta antes que yo que él se ha convertido, tal vez nuevamente han tenido que usar armas de fuego e incluso tal vez lo hayan torturado.

Al llegar le veo tranquilamente en la pecera y eso me preocupa, cruzando sus brazos en tu pecho de tal forma que me impide verlo. Me acerco al vidrio como tantas veces lo he hecho debido a la necesidad que tengo de tocarle, le miro y veo que su pelo ha vuelto a ser el de antes; Largo, sedoso, de un cobrizo hermoso. Su aleta se mueve de un lado a otro casi por instinto ya que le veo dormir, tal vez está soñando.

- Buenos días Taemin – le susurro mientras apoyo mi frente en el frio cristal – cumplí mi promesa de volver.

Vi sus ojos abrir lentamente, pero se veía tan apagado y débil que me entristeció verlo así. Quería que riera, que sonriera y que sus labios tocaran mi boca en un exquisito beso de consuelo pero no podía, aun debía saber más cosas de él antes de cometer un error que podría dañarlo más de lo que esta.

- No la toque, lo juro – me sentía angustiado rezando que por favor él no me odiara – no podía hacerlo – le seguí viendo deprimido y me sentí completamente frustrado.

Le vi cerrar nuevamente los ojos y quise llorar, no me gustaba verlo así, me dolía, me enfurecía, me deprimía, y lo peor de todo era que no podía hacer nada.

- Taemin…- le llame pero no respondió, vi como de a poco se encorvaba más hasta ya serme difícil ver su hermoso y tranquilo rostro – necesito que me digas algo.

Y repentinamente yo también me sentí sumido en un horrible cansancio nauseabundo de esos que tienen los enfermos, sintiendo como mis músculos pesaban el doble provocando que poco a poco bajara hacia la húmeda madera. Sentí un fuerte dolor de cabeza y unas horribles ganas de vomitar lo que no había comido, mi temperatura se elevo en mi rostro al igual que en resto de mi cuerpo dándome a entender que una fuerte fiebre había surgido de mi interior.

Vomite, vomite el bilis que sirve para deshacer los alimentos que, reitero. no había consumido. Era ahogante, amargo, en cada contracción que producía saliva, espuma y lagrimas en exceso. Me costó respirar para poder tranquilizar mi respiración. No entendía porque aquellas nauseas que sentí en una primera instancias, antes de conocer a Taemin, volvían justo en el momento menos indicado. No sabía, y debido a que mudaba mucho que consiguiera en un profundo sueño dudaba mucho que lograra entender.

(END MINHO)

 

 

 

 

Jonghyun y Key corrían velozmente por las calles con una menor cantidas de gente, chocando con más de un transeúnte debido a la gran prisa que llevaban. Traían consigo varios libros que educadamente le pidieron a la bibliotecaria que les abrió sin importar que fueran ya las cinco de la madrugada. Habían perdido la mitad de su tiempo en convencer a los marinos que les dejaran salir, y otro buen poco buscando a algún hombre que supiera de alguna leyenda sobre los hombres peces. No se habían tomado ninguna molestia en siquiera leer el contenido de aquellos cientos de libro que sobrepasaban la capacidad de los brazos del rubio y del moreno que seguían corriendo.

- Eres un idiota. Mas te vale devolver los libros antes de que zarpemos – Key no estaba acostumbrado a cargar con tanto peso, eso todo lo sabían e incluso Jinki trataba lo menos posible de hacerle cargar cosas para que la ira de este no surgiera. Era débil y mal humorado, pero estaba tan desesperado como Jonghyun por tratar de buscar la mayor cantidad de respuestas posibles.

- Prometo recompensarte cuando lleguemos – el moreno se detuvo un momento solo para cerrarle tentativamente el ojos a Key quien solo respondió con un libro directo en su cara.

- ¡Pervertido!

Se apresuraron mas cuando notaron como el sol ya comenzaba a alumbrar sus espaldas, generando en el suelo sus sombras que se veían deformadas y alargadas por la luz de la madrugada.

Tan concentrados estaban en cuidar de que sus pies no tropezaran con cualquier hoyo, objeto o animal que no se percataron de la persona que repentinamente había cruzado frente de ellos.

Chocaron como cualquier despistado con una velocidad impresionante, cayendo al suelo con tal fuerza que sintieron como de inmediato los libros se desparramaron por toda la sucia calle pero sin ensuciarse por completo. Key se lastimo la rodilla y estuvo a punto de gritarle a aquel sujeto pero decidió pensar con claridad: ellos habían sido los culpables, solo es de bestias correr por una calle sin mirar en frente. Jonghyun no se quejo, solo sobo rápidamente su cabeza por el golpe que había recibido en ella y, al notar que habían chocado con un hombre de tercera edad, fue a su ayuda como cualquier joven de buen corazón.

- Lo siento señor – trato de levantarlo pero este solo se quedo quieto en sus rodillas mientras recogía uno de los cientos de libros que estaba desordenados en la sucia tierra. – somos unos despistados… - Jonghyun sacudió las desordenadas ropas del hombre que si bien no se notaban muy costosas, es mas hasta se veían pobres, trato de limpiarlas lo mas que pudo.

- No es normal que los jóvenes se interesen por la lectura – susurro el hombre ayudando a ambos jóvenes con la recolección de los libros.

- No todos son aburridos.

- ¿Por qué estos libros? – pregunto el anciano recogiendo el último de los libros, depositándolo en los brazos de Jonghyun.

- Por nada… - susurro el moreno.

- Cuidado con lo que averiguas. Hay cosas que es mejor nunca saber.

- ¿A qué se refiere? – esta vez Key se atrevió a preguntar, asomando su confusa cabeza por entre el montón de libros que ya tenía en sus brazos, nuevamente.

- Si tuvieras un secreto ¿Te gustaría que alguien lo descubriera?

- Si ese secreto interfiere con tu vida, es mejor conocerlo – ataco Jonghyun con una gran seguridad.

- Pero sigue siendo un secreto que por algo es eso; un secreto. Aquellas criaturas odian que las personas, humanos, conozcan de ellos. Por eso la mayoría de estos cuentos quedan en eso, simples historias fantasticas que son abandonados en cualquier biblioteca.

- ¿Usted sabe de los tritones? – el moreno quería fumigar Key con solo mirar aquellos felinos ojos por haber delatado aquel detalle, pero no podía, nunca podría odiar incluso por solo unos segundos a aquel rubio arrogante.

- ¿Qué si se? – el anciano lentamente comenzó a arremangarse la manga para luego mostrar como una cicatriz horrible se asomaba al medio de su antebrazo, como si algún fuerte animal le hubiera sacado la mitad de la piel en un simple zarpazo. – Esto fue hecho por uno que no conoció el amor.

Key dejo caer sin importancia aquel montículo de libros que se había demorado cansadores minutos en ordenarlos, sostuvo entre sus manos las viejas y arrugadas del viejo que le miraba confundido. El rubio cayó en desesperación, llevando aquella mano a su frente como si quisiera ocultar su llanto de angustia.

- Por favor… - susurro el menor quien apretaba sus ojos para evitar que las lagrimas salieran de este – ayúdenos. No importa si no sabe nada, pero guíenos…

- ¿Qué les ha sucedido? – frente a ellos ya no se encontraba un viejo escuálido que vestía de harapos y poseía un peinado descuidado, si no la fuente de la respuestas, de la sabiduría, de la anhelada ayuda que no eran capaces de encontrar en ellos mismos ni en otros.

- A nosotros nada… Mi amigo… es una larga historia… - susurro Jonghyun, dando grandes pausas como tratando de ver que era lo que debía decir primero.

- Si fuera una historia más corta, dudo que la desesperación los hubiera consumido.

 

 

Jonghyun convenció a los guardias para que estos le permitieran el ingreso a aquel indefenso anciano que se ocultaba misteriosamente entre aquellos voluminosos harapos, bajando las escaleras con sigilo para que ningún marinero, o Jinki, los descubriera ingresando al tercer subterráneo. Si no fuera porque se habían encontrado con Luhan anteriormente nunca se hubieran enterado que Taemin fue llevado nuevamente a la pecera y hubieran llegado primero a las celdas.

¿Por qué tenían tanta prisa? Taemin se había transformado nuevamente en tritón.

Al llegar al subterráneo lo primero que diviso el moreno fue a su amigo recostado en el piso, en una pose de total agonía, como si el alto estuviese teniendo una pesadilla que le asfixiaba el pecho. Corrió hacia Minho sin importarle que delante de este Taemin se encontrara con su apariencia normal.

Sostuvo entre sus manos la repentina blancura del rostro de Minho, estremeciéndose al notar la elevada temperatura del cuerpo del alto y el constante sudor que no paraba de brotar de su ardiente frente. Minho estaba temblando como si sufriera un repentino ataque de hipotermia, su respiración agitada, dificultosa y pausaba asustaba exageradamente a Jonghyun quien solo pensó en agarrar uno de los cientos de libros, que nuevamente había tirado al piso, y darle un poco de aire al mover constantemente las delgadas hojas.

- ¡Minho despierta! No comiences con tus enfermedades ahora. – le propino unas cuantas cachetadas, unos baldes de agua fría pero ninguno tuvo éxito en despertar al alto cuyos labios ya comenzaban a partirse.

- No despertara con tanta fiebre – Key rápidamente llego con un pañuelo empapado para untar el torso del alto que se encontraba sudado, limpiando rápidamente la perlada piel y dejando una agradable sensación de frescura que Minho no podía percibir por su estado de delirio.

Aquel anciano de seca piel y ceño fruncido guardo un absoluto silencio al ver como aquella larga y turquesa cola se balanceaba de un lado a otro lentamente, de manera pausada, generando un tenue sonido de agua de rio. Se encontraba pasmado, sintiendo como los recuerdos del pasado se encontraban en cada litro que entraba en aquellas pequeñas branquias, en cada onda que formaba aquel largo y castaño cobrizo, en cada débil movimiento de aquella delicada aleta hecha de la más hermosa tela.

Pero dejo a un lado su respiración detenida y el sudor de su frente, para poder tomar un gran minuto de pensamientos que le ayudaban a entender el contorno de aquel lugar: el tritón casi inconsciente en aquella pequeña pecera y aquel alto que no dejaba de quejarse en un sueño tal vez inexistente. Sus pensamientos repentinamente concordaron al recordar uno de los miles de datos que había recopilado en cuarentaicinco años desde que había visto por primera vez uno de esos monstruos.

- Tienes que meterlo en la pecera. – el anciano fue directo hacia Minho y, sin preguntar, lo levanto rápidamente del frio suelo para cargarlo sobre vieja y débil espalda. – Aquellos pañuelitos no servirán de nada.

- ¿Qué quiere decir? – Jonghyun solo se limito a ayudar a cargar a Minho hasta que este se encontrara a la suficiente distancia como para levantarlo con toda la fuerza que tenia, Minho era delgado pero su peso era descomunal.

- Si el tritón se encuentra débil, pues el lazo que los une también se debilitara con él y si eso sucede… - ambos tomaron fuerzas, y como si fuera cualquier saco de papas, el alto cayó hacia lo más profundo de la pecera hasta chocar con la aleta de Taemin – Este muchacho no tendrá protección.

Rápidamente y como si fuese el mas natural de los instintos, Taemin sostuvo entre su cristalina aleta el flotante cuero de Minho que yacía inconsciente, pegando aquel antes caluroso cuerpo contra el suyo tratando de buscar algún consuelo en aquellos largos y musculosos brazos que se encontraban estáticos.

- Minho se ahogara… - el temor se notaba en la voz del moreno que veía como el cuerpo de su amigo era ocultado por la enorme aleta de aquella criatura, que poco a poco iba envolviendo el cuerpo casi completa.

- El tritón no lo permitirá – y el moreno pudo observar como la criatura juntaba sus pálidos y delgados labios con los gruesos de su amigo, casi de manera pasional y hasta con una tenue necesidad amorosa. Se impacto frente a este hecho, era de esperarse ya que nunca en su vida había visto a su amigo besar a otro (Bueno, prácticamente Taemin era de sexo masculino)– No te precipites, solo le está entregando oxigeno. Necesito preguntarle algo… ¿Desde cuándo esta aquí?

- Hace aproximadamente tres o cuatro semanas, no lo recuerdo muy bien.

- ¿Cómo fue? – Por unos instantes Key y Jonghyun se observaron los rostros tratando de ver quién sería el que explicaría aquella larga historia.

- Minho había caído enfermo mucho antes de que Taemin fuese descubierto, tenia vomito, nauseas y había bajado mucho de peso debido a esto. Luego empeoro hasta el punto en donde una noche se ahogo, tal vez un fallo debido a la alta fiebre y… falleció.

- ¡¿Falleció?! – el anciano les vio atónito. Obviamente. Era extraño que alguien que había fallecido ahora se encontrara siendo mantenido vivo gracias a un tritón.

- Bueno luego revivió… Cuando llego Taemin. Avistaron sirenas y Jonghyun fue de inmediato a proteger a Minho porque según Jiki las sirenas enfermaban a los hombres hasta la muerte y luego se los llevaban. Pero Taemin entro al barco y traía consigo a Minho vivo… desde ese día Taemin se encuentra cautivo en esta pecera por ordenes de nuestro capitán.

- Un lazo de vida y muerte. Demasiado arriesgado. – el anciano tomo asiento en un montón de maletas apiladas simétricamente, guardando un gran silencio mientras quejidos salían de su boca debido a un dolor repentino en su ya vieja espalda

- ¿Lazo?

- Las sirenas y tritones son seres que viven de amor, en su forma pura hasta podría decirse obsesiva. Si ellos no tienen que amar pues se vuelven en monstruos. En el caso del tritón estos tienen a formar lazos primarios con el ser amado a diferencia de las sirenas que solo se centran en la admiración viva o muerta. Existen cientos de lazos que uno puede establecer, uno de esos es el lazo Vida y Muerte; consiste en entregar parte de protección y vida al ser amado con tan de verle vivo… uno de los más extraños lazos ya que generalmente los tritones tienden a transformar en sirenas o sirenos al humano.

- ¿Q-Que quiere decir? ¿protección?

- Mira a tu amigo… - susurro el viejo apuntando a Minho por solo unos segundos, viendo como poco a poco el color de su piel volvía al igual que la salud del tritón. – Tu amigo tiene un corazón que solo latera si aquel tritón no es asesinado.- Silencio mortuorio – Si el lazo se debilita, y digo aquello porque vi como “TAEMIN” se encontraba prácticamente moribundo, la enfermedad de Minho volverá al igual que las sirenas y él morirá – aquellas palabras fueron pronunciadas con una frialdad impresionante, sin pausas y serenas como si lo que dijera fuera una visión del futuro casi cierta.

- ¡¿Y porque volverían?! Ya… ya no alejamos de ellas ¡No pueden llevarse a Minho!

- Claro que pueden y lo harán. Te puedo asegurar que en todo el trayecto de Asia hasta Japón aquellas cosas te han seguido, esperando que aquel tritón muera seguramente porque saben que en este lugar el día de su sentencia puede contarse con los dedos. No se detendrán hasta que esos dos formen un Vínculo.

- ¿Vinculo? – Key por primera vez alzaba su voz para interrogar, ya sumido en la curiosidad tal vez por culpa de estar tanto tiempo al lado de aquel maldito moreno.

- En palabras simples: Deben tener sexo.

- ¡¿S-Sexo?! – Key se tenso al oír aquella pecaminosa palabra, tornándose sus mejillas de un rojo puro y respirando agitadamente.

- Claro, las sirenas y tritones tienen un detector o una forma de saber cuando un humano ya les pertenece a otro, por lo que un Vinculo funciona para marcar a alguien como suyo. Aunque no es tan fácil de concluir si se sabe que solo se puede hacer cuando el tritón está en su forma humana pura.

- ¿Humana pura?

- ¿Taemin se ha convertido en humano cuando estuvieron navegando? – Jonghyun observo a Key quien seguía rojo al oír la exclamación del anciano, suspiro pesado al responder con un simple si ya que lamentablemente eso era lo único que sabía. Taemin se había convertido en humano, solo eso.

- Si

- ¿Se comió a alguien?

- Si

- Las transformaciones que ocurren fuera de mar solo pueden concluir cuando un tritón devora a un humano que posee algún parentesco a él. Pero aquella transformación Humana Impura no sirve para el Vínculo por lo que seguramente este pequeño tritón ignorante cometió aquel error en un momento de desesperación. Taemin solo puede tener relaciones sexuales en tierra.

- ¿Y si no es así?

- Dudo que lo haga. La verdad… dudo que pueda resistir otra transformación humana fuera del agua.

Era extraño, aquella declaración era extraña y alarmante.

- El tritón de seguro apenas soporto volver a su forma natural. Si vuelve a transformase en humano en el mar, y transcurrido las veinticuatro horas… seguramente morirá por el dolor.

- Tanto… ¿Tan difícil es su especie? – Key se encontraba entristecido por la criatura a comparación de la humana; Taemin tenía que sufrir tantas cosas solo por sentir a Minho entre sus brazos, transformarse en Humano sin importar el dolor ni la posibilidad de muerte, ver cómo sin el cariño de el alto la criatura era capaz de desfallecer en cualquier momento. Pero también sabía que la muerte de Taemin significaba la muerte del alto… sin embargo, extrañamente, sentía que esta criatura nunca permitiría que eso pasara.

- Y eso es solo una octava parte de lo que falta por conocer, eso no es lo peor…

- ¿Qué?

- Lo peor es que si Minho se acerca a cualquier sirena o tritón, permaneciendo lejos de este… podría su enfermedad volver. A eso me refería con protección. Taemin protege mediante el lazo la enfermedad que porta Minho que lamentablemente es incurable luego de que las sirenas lo invocan… si se acerca a un hombre pez puede empeorar su salud hasta el punto en donde el menor no podrá luchar contra la enfermedad.

 

Y aquello a Key le hizo palpitar alocadamente el corazón como una fugaz advertencia que él había encontrado apaciguada desde que zarpo de Asia. Una sospecha primera que surgió nuevamente como una fresca herida hace tiempo sellada. Algo que no tenía nada que ver con aquel tritón ya no moribundo pero si con alguien que se encontraba en aquella deplorable situación.

Una segunda historia ocultada en la mente de Key que al ver a Minho recordó a alguien tan cercano y familiar. “Si se acerca un hombre pez puede empeorar su salud” Esa pequeña frase le dio a entender porque Jinki… le tenía miedo a aquel tritón

Notas finales:

Holo holo holo holo holo holo 
Si habia faltas de ortografia era porque en un momento, no se porque, mi Word comenzo a fallar y no me moestraba las palabra smal escritas :c Perdón si hay algo. 

 

Les quiero, respondo altiro los REview, mañana subo en otro capitulo o tal vez esta misma noche 1313 

 

Review 


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