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painless por kurorin

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Notas del fanfic:

Este es mi primer Fanfic, espero en verdad que les agrade, me esforcé bastante en escribirlo... sean amables, por favor. Si todo va bien seguirê escribiendo una continuacion y si no... igual la escribire, je.  Es una historia original, ¡en verdad! fue dificil conseguir los nombres para mis personajes, asì que escribi algunos que me gustan con nacionalidad Japonesa. 

 

Notas del capitulo:

Bueno, aquì les traigo el primer capitulo de mi Fanfic, fue complicado crearlo, en especial por los nombres. quiero compartirles antes de empezar, que esta historia es en parte un poco de lo que vivì en la escuela siendo adolescente... espero que les agrade y  pidan màs capitulos, ¡serè feliz!

Ok ya comencemos entonces!

La fría soledad lo invade una vez más, la desesperación de no poder Salir de aquel lugar que tanto lo atemoriza, que lo frustra y lo llena de miedos e inseguridades; porque su mundo siempre ha sido así. Busca una respuesta, algo que le indique como salir de aquel infierno al que fue sometido involuntariamente y grita al darse cuenta que es una marca que llevara el resto de su vida… es marca a la que él llama “Destino”. No importa a donde vaya o que tipo de personas encuentre, todo, absolutamente todo es falso, como la sonrisa que la gente se obliga a llevar en el rostro todos los días; él la odia, odia esa fría mascara que ha creado a pesar de que su único deseo es desaparecer… está cansado, necesita ayuda, pero nadie lo escucha… él no es nadie para el mundo, o al menos eso cree…

-¿Ume?- Sus ojos se abren después de un gran letargo- ¿Qué es lo que quieres de mí?

Suspira una vez más con cansancio, mira a su alrededor; el mundo se mueve y el… está vivo. Otro día más. Se levanta pesadamente del lugar que le otorgaba su tranquilidad día con día, aquel frondoso árbol situado detrás de la escuela donde nadie lo molestaba; era hora de entrar a clases y si llegaba tarde sería acreedor a un lindo castigo.

Entro al salón de clases bajo la atenta mirada de sus compañeros, ya estaba cansado de aquella rutina, así que sin más preámbulos tomo asiento esperando a que el resto del día pasara lo más rápido posible… de lo más normal…como siempre.

-¡Dai-kun!- Esa chica de nuevo- Moko quiere salir por un helado después de clases… ¡¿vamos?!

-Tu voz es molesta- Miro por la ventana con un gesto de aburrimiento. Moko era una chica muy linda pero hueca, a ella le gustaba a morir Daisuke y el… el solo quería morir si se trataba de ella.

-¡Mooo, Moko no es molesta! Además- Tomándolo del brazo- Solo quiero un helado y una cita.

-¿Con quién?

- Contigo tontito

- Tch- Chasqueo al escuchar aquello, como si no escuchara los insultos de su padre todo el tiempo, ahora también una cualquiera lo molestaba de aquella manera- Lárgate- dijo lo último para luego liberar bruscamente el agarre de la chica.

-¡Dai-kun!

-Daisuke- La miro desafiante- Mi nombre es Daisuke.

-Como sea- Cerro los ojos indignada- ¿porque sigues siendo así conmigo?

-Así como…

-Frio, serio…tan…idiota.

-¿Perdón?

-Solo me preocupo por ti, pero tú eres de lo peor con Moko.

-Deja de llamarte por tu propio nombre… es repugnante.

-¡El único repugnante eres tú!- Grito enojada llamando la atención de sus compañeros y de paso logrando una furtiva mirada de su parte- N-no… yo no quise…

-Lárgate- dijo tranquilamente- si tanto te repugno… lárgate.

-P-pero yo

-¡Vete!- Se levantó impulsado por la furia que sentía e aquel momento sin haber notado antes al profesor, el cual se encontraba en el umbral de la puerta observando aquella escena- ¡Estoy cansado de ti, de todos ustedes! ¡¿Por qué demonios no dejas de joderme la vida, acaso se divierten?! ¡Tú!...-apuntando a la chica, quien derramaba lagrimas- dices que te gusto, que me quieres, pero lo único que sabes hacer es arruinar mis días, ¡tu sociedad es tan mediocre que no comprende lo que es “querer estar solo”!

-Dai-kun…-llanto y más llanto.

-Te odio- finalizo, cargando esto último con un profundo odio.

El silencio reino en el salón de clases, como si ello fuera a aminorar la tristeza y el miedo que la chica sentía en aquel momento. Su respiración pesada por la descarga de adrenalina transformada en palabras y la inquisidora mirada del resto de sus compañeros era lo único que se presenciaba en esa pesada atmosfera.

-Watanabe-san…- La voz del profesor resonó llamando su atención- No creo que sea la manera correcta de dirigirse a una dama.

-¿Dama?

-Así es –continuo acercándose a Moko y ofreciéndole un pañuelo para secar sus lágrimas- Señorita, por favor pare de llorar.

-A-arigato –acepto temerosamente el gesto del mayor.

-No le puede llamar “Dama”- aclaro, haciendo énfasis en la última palabra- Es una acosadora.

-¡¿Que?!

-¡Watanabe Daisuke!- El profesor había explotado en cólera; nadie, absolutamente nadie tenía derecho a insultar a su adorable Moko.

-No puede negármelo- dijo tranquilamente regresando la mirada hacia la ventana a un lado suyo- se la pasa detrás de mí, me molesta y solo quiere que le preste atención.

-Debería estar agradecido y sin embargo le responde de la peor manera.

-No es nadie importante para mí

-P-pero yo…- fue interrumpida por el brazo del profesor- sensei…

-Daisuke, Moko es una linda chica, atenta, fiel y  muy inteligente.

-¡¿Que!?- una carcajada salió de la boca de aquel chico y como poseído por un demonio, se levantó de su asiento sujetándose el estómago por la risa- Sensei...  en verdad sabe bromear… Moko no tiene ni una pizca de inteligencia, para su desgracia nació con belleza a cambio de ello.

-¡Daisuke!

-Ella no es nada para mí.

-¡Watanabe Daisuke!- el mayor levanto la voz.

-Es una mierda de persona, al igual que todos ustedes

-¡Cállate!- una bofetada fue lo que recibió después- cierra la boca…

-Me golpea por decir la verdad…

-Te golpeo por decir tonterías…

-No lo son… es lo que la jodida sociedad le quiere hacer creer; dígame, ¿cuándo fue la última vez que tomo una decisión basándose en sus criterios y no en lo que le han impuesto otros?- lo confronto con aquello hablando de la manera más segura que podía, sosteniendo su ahora adolorida mejilla- ¿No puede hablar, cierto? Porque sabe que es la verdad.- Sentencio.

-No lo es…-Dudaba.

-Entonces dígame, ¿Porque se convirtió en la marioneta de las “autoridades”?…la marioneta de este asqueroso lugar.

-Daisuke

-Dígame!

-¡Es mi trabajo!- Las palabras salieron atropelladas como si las hubiera dicho obligatoriamente- ¡Es mi maldito trabajo, el enseñarles, guiarlos y corregirlos!

-¿De qué está hablando?- su expresión denotaba burla- ni usted cree en esas estúpidas palabras… lamento decirle- se acercó a él palmeando su hombro como si fueran buenos amigos- que me da lástima…

-¡S-suficiente! - Aparto de un manotazo el brazo del chico y lo tomo por el cuello de su camisa fuertemente- ¡Vete, vete!- para luego empujarlo bruscamente hacia la salida del salón de clases.

La respiración del profesor se había agitado y transpiraba de manera insólita, como si las palabras del insolente joven le hubieran golpeado de la peor manera dejándolo en una situación tan vergonzosa frente a sus alumnos; él se había defendido, o mínimo lo había intentado, pero ese chico había dicho tantas cosas que eran verdad y que él estúpidamente trataba de evitar… le daba miedo en cierta forma. Ahora solo podía mirarle con odio por haber insultado a su alumna preferida, a él y a sus ideales. Le interesaba aquel joven y su descarga de coraje a todo el mundo.

Su rostro no reflejaba expresión alguna, tan frio como siempre. Como… como podría ganarle a un chico que aprende de la mejor escuela…la vida misma.

-Vete- repitió, esta vez más calmado, aunque por dentro moría de coraje- por favor.

-Tch- fue el único sonido que emitieron sus labios después de ser corrido de aquel sitio.

Lentamente, pero sin vacilación, tomo su mochila y se encamino hacia la salida del salón; deslizo  la puerta tranquilamente y antes de salir se volvió al hombre que luchaba internamente por no derrumbarse frente  a sus alumnos.

-Lo siento, Aiba-sensei- Salió sin más y camino perdido en sus pensamientos… había peleado con el profesor de nuevo.

Y es que simplemente no podía detenerse cuando de ello se trataba, era como su pasatiempos, el hacer enojar al mayor hasta el punto de merecer una suspensión de su parte. Ya eran demasiados problemas encima como para ganarse otro castigo del director, así que aceptar salir cuando Aiba-sensei lo echo de aquel lugar fue lo más inteligente que pudo haber hecho.

-Tal vez… debería dejar de hacerlo- sonrió al decirse aquello el mismo.

Es decir, ¿en qué les molestaba a sus compañeros que el pensara de esa manera? Era la verdad, ¿no? El consideraba la sociedad actual como la peor de todos los tiempos. Ya todo era visto a base de prejuicios y estereotipos; ¿cómo querían que las cosas marcharan viento en popa si los más “altos” tenían ideales estúpidos?

-Que idiotez- tomo asiento en el último escalón, antes de llegar a la azotea de la escuela, si un monitor lo veía por ahí estaría acabado. Le gustaba aquel lugar, era solitario y tranquilo… tal vez por el hecho de que nadie quería subir tres pisos para llegar a ese sitio. Sin embargo, era necesario en su vida y en aquel momento por sobre todo.

Se permitió recostarse un poco en la pared a un lado suyo y cerrar sus ojos mientras ideaba una excusa cuando su profesor hablara con su padre esa tarde acerca de su mal comportamiento. Se metería en aprietos otra vez con él a fin de cuentas… otro día mas entre gritos y posibles golpes.

-…-revolvió su cabello después de suspirar- Todo por culpa de esa chica estúpida… acosadora, si tan solo no te hubiera conocido yo…

-Tú no estarías aquí… disfrutando de esta paz.

-Correc...- abrió los ojos sorprendido para poder divisar a un chico sentado frene a él- Q-quien

-¿Quién soy?... Tú conciencia- respondió para después sonreír amablemente- tu hermosa conciencia.

-¡¿Que?!- casi salto al gritar. Aquel chico simplemente dejo salir una risa por sus reacciones- ¡Oye!

-Ya, ya, cálmate- seguía sonriendo… si, su hermosa sonrisa…no, todo él era increíble; no había pensado que un chico tuviera esa belleza en su ser- ¡Holi! Soy Minami Kaoru, un gusto

-El mío no- Miro a otro lado al sentir como los colores comenzaban a subir a su rostro, tenía que dejar de verlo- Vete.

-Oye…- su rostro enmarcado con un gesto de desilusión- eres un grosero.

-Discúlpame por no importarme tu miserable existencia.

-Mi…-Soltó una carcajada sosteniéndose el estómago- Mi miserable existencia no es nada comparada con la tuya… chico frio y grosero.

-Basta... ¡Vete!- se levantó  alterado señalando escalera abajo- ¡por donde viniste, ahora!

-Pero llegue de arriba…

-…

-Jiji

-¡Con un carajo que te vayas!- lo tomo del brazo para levantarlo notando que era un poco más pequeño y frágil que él- no me importa de dónde viniste, ¡solo vete!

-¡Espera, espera!- se soltó como pudo del agarre del más alto- no puedo ir ahí otra vez, ya voy tarde a casa y…

-¡Entonces lárgate!

-Mooo, de verdad tienes un humor del demonio- Hizo un puchero inflando un poco las mejillas y recogiendo su mochila.- está bien, me voy, pero no porque me corras.

-De hecho te estoy corriendo, idiota- su paciencia se estaba terminando.

-Me voy porque no quiero problemas con mi padre.

-….

-Ya son suficientes por hoy- sonrió de nuevo y fue cuando lo noto… una marca de la vida…un golpe, el cuello del chico llevaba un parche en un costado… de hecho, no lo había visto bien a él y es que en verdad era atractivo. Su perfil de chica y esos rasgos tan definidos lo hacían parecer una; su cabello extrañamente pintado en distintos matices de azul y sus expresivos ojos…No, sus tristes ojos- Así que me voy.

- Espera- Lo sostuvo del brazo otra vez llamando su atención y encontrándose de nuevo con esos ojos…- Soy Watanabe Daisuke.

El más bajo solo lo observo por escasos segundos para después adornar su rostro con aquel gesto que comenzaba a enamorar a Daisuke; suavemente deslizo su mano hasta que su palma estrecho la de Dai en un apretón como buenos amigos… Si, tal vez aquello seria el inicio de algo nuevo para él… para los dos.

-Un placer…Watanabe-san… Me voy- Se soltó del calor que emanaba su mano para después comenzar a bajar peldaño tras peldaño hasta dejar a Daisuke solo una vez más.

-Interesante.

Fue lo único que salió de sus labios después de verlo irse, el lugar comenzaba a sentirse incomodo ahora que ese chico ya no se encontraba con él… una incertidumbre lo empezaba a carcomer por dentro y ese inexplicable deseo de cruzar más palabras con él surgió de su interior confundiéndolo de sobre manera… ¿Qué demonios era él?

Notas finales:

Um...algo me dice que quedo cortito, ¿ustedes que piensan? igual me esforzarè en hacer màs largos los demàs capitulos, si asì lo desean. ¡Estoy nervioso por leer mi primer critica! 

Espero que si les sea de su agrado y aunque no sea bien vista igual seguirè escribiendo... Arigato minna. Nos leemos despuès, por cierto, actualizarè los sàbados, bye.

PD. Se aceptan las buenas y malas criticas.


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