Pov Hades.
Maldije una y otra vez en mi mente, aun no podía creer lo que Zeus me había hecho primero marcaba mi hermoso cuerpo y luego venía y me amenazaba, tan descaradamente que me daba ganas de vomitar.
- Estúpido Dios de pacotilla insufrible - susurre mientras sentía como mi habitación vibraba, molesto me mordí la lengua al parecer mi hermano me había escuchado lo que hacía que esto fuera mejor.
Gruñendo y con imágenes masoquista donde Zeus estaba encadenado contra un pilar del infierno mientras yo le doy unos buenos latigazos, me pongo en pie y me dirijo al baño, no porque él me lo ordenó claro que no, es solo que aunque me molestaba admitirlo en verdad necesitaba una ducha.
Cansado mire mi sangre la cual ya había dejado de brotar, esto era malo dentro de poco ni siquiera iba a poder enfrentarme a los dioses más débiles como lo eran Apolo y Dionisio, hasta era posible que el mismo Morfeo me derrotara y eso era algo que no podía permitir, por suerte Zeus creía que esto era otros de mis brillantes planes para derrotarlo, aunque no entendía ¿porque Zeus quería que viviera con él en el Olimpo?
- Rayos esto es tan confuso- solté mientras comenzaba a desnudarme, ya sin ropa alguna me acomodo en la tina la cual era amplia, la agua aunque no estaba muy fría me hacía un picor en toda mi hermosa piel, era delicioso sentirlo aunque no podía evitar sentirme incómodo ya que a pesar de saber que estaba solo, no podía evitar sentir como si un par de ojos estuvieran posando se sobre mi desprotegida piel.
- Deja de pensar eso Hades - me digo a mi mismo mientras me hundo más en el agua, en vez de estar actuando como niña avergonzada cuando no había nada a mi alrededor, debería estar pensando en el posible plan de mi hermano para querer tenerme aquí.
Sin encontrar las respuestas en mi cabeza, me levanto y me seco con un terso paño azul marino, era lindo pero siempre he preferido el color rojo sangre, quiero quejarme pero sé que nadie me oirá.
- Y lo peor de todo es que al final ni recupere mi porno y ni podré verlo aquí, joder y es que hasta dudo que pueda tener acción - me queje mientras me secaba mi cabello.
- Tal vez debería aceptar de una vez esa cita con él, así puede que me divierta y me quite el estrés con una buena noche de sexo desenfrenado- hable en voz alta.
Con eso rondando en mi mente salí para ponerme la horrible ropa que Zeus me había dejado, debo aclarar que sus gustos son tan pero tan malos como la persona que diseño los uniformes de los reos.
Ya listo y por lo menos algo presentable salí a caminar para conocer un poco más del castillo de mi hermano, quizás y encontraba algo interesante que me ayudaría a vengar por el maltrato que me da.
Claro está que mi mala suerte hizo acto de presencia y aunque al principio pensé que podría salir a divertirme, al des visar la puerta principal de entrada y salida del castillo, mi plan se fue al retrete cuando me encontré con nada más ni menos que Hera quien venía llegando.
- pero !que!- grito sorprendida y aterrada mirándome como si me fuera salido una segunda cabeza, decir que me molesto su actitud fue poco.
- Hola queridísima cuñada ¿cómo estás?- dije con sarcástica amabilidad mientras le sonreía.
-Hola Hades ¿qué haces aquí? - dijo con cortesía mientras sus ojos me fulminaban con la mirada, nunca le he caído bien a ella y el sentimiento es mutuo.
- Tu esposito me trajo- gruñí recordando la forma brusca con que fui tratado.
- Ho entonces bienvenido - dijo con voz neutra mientras me detallaba.
- Gracias aunque deberías darle una mejor bienvenida a tu esposo tal vez así se le quite lo gruñón - murmure con burla disfrutando sus expresiones relajadas y tranquilas que amenazaban por desaparecer.
-¿cómo así?-respondió mientras elevaba una de sus castañas cejas, Hera no era una mujer fea en verdad era alta castaña y tenía buenas proporciones, también poseía pecas y unos ojos increíble mente verdes aunque claro eso no quitaba el hecho de que era una maldita, aunque eso sería decir más cosas de lo que debería.
- Una noche desenfrenada de sexo para calmar el hogar- solté con burla aunque lo que buscaba era acercar a esos dos, para distraer a mi hermano y poder escabullirme fuera y dentro del castillo.
-!!Hades!!- mi nombre resonó entre las paredes de manera autoritaria y fría, gire sobre mis pies sólo para encontrarme con el semblante colérico de mi hermano.
- si- dije mientras ponía un tono de voz inocente sintiendo mi cuerpo pesado, observe como a grandes zancadas Zeus se acercaba, estaba molesto y eso que aún no había hecho nada.
-Vamos- me dijo mientras me tomaba del brazo, no me queje por la fuerza aplicada pues ya podía suponer que esto sería siempre así entre él y yo, de repente me comencé a sentir enfermo sintiendo como todo me daba vueltas, apenas podía elevar mis pies al caminar y las ganas de vomitar se hacía más fuerte.
- ! Qué diablos hicieses!- grito una vez que entramos no sabía dónde supongo a mi habitación, no sabía a lo que se refería Zeus pero no estaba contento para nada.
-yo. .oo- tartamudee yo nunca lo había hecho bueno tal vez si pero hacia milenios que no lo hacía.
-Deja de hacerte el inocente Hades, dime que hiciste porque no puedo ver lo que está. ...- no escuche lo que dijo todo mi cuerpo estaba en llamas, sentí mis huesos crujir ante una fuerte presión, un jadeo ahogado se escapó de mis labios antes que unas gruesas y amargas lágrimas brotaran de mis ojos cerrados, todo a mi alrededor se había vuelto negro exaltando un último gemido caí inconsciente.