Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Consecuencias de una noche de copas por Paz

[Reviews - 137]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Aquí tenéis otro capítulo más... espero que su lectura os guste.
 

Consecuencias de una noche de copas

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 12: Confidencias

 

Tras ese instante mágico, cuando ya estaban relajados Hanamichi se puso boca abajo con los brazos cruzados sobre el pecho su koi, al fijarse en su radiante expresión sintió la necesidad de confiarle lo que más le angustiaba, era algo que nunca habló con nadie, guardándolo en su corazón y que como una losa le había acompañado siempre, aunque por su carácter alegre pareciera que nada podía inquietarle.

-Sabes, tenía catorce años y ya entonces tenía fama de pendenciero. -Kaede le miró con curiosidad, tal vez sorprendido por sus palabras- Yo no buscaba las peleas, pero estas siempre llegaban a mí, y bueno, no estaba en mi forma de ser permitir que me golpearan sin devolver el golpe. Fue por entonces cuando mi padre sufrió un ataque al corazón. Oí los gritos de mi madre, pidiéndome que fuera en busca de un médico, salí corriendo sabía de uno que vivía a un par de cientos de metros de donde vivíamos y que pasaba consulta desde su domicilio, así que en un par de minutos me apersonaría en su casa. -su tono de voz fue descendiendo, hasta volverse un susurro- Mi padre podía haber salvado su vida, pero una pandilla me interceptó el paso a escasos metros de su casa, mi fama me precedía y quisieron demostrar que eran mejores que yo, les dije que me dejaran en paz que la vida de mi padre corría peligro, se rieron de mi y me atacaron tres de ellos, estaba furioso por que la demora podía costarle la vida a mi padre, cosa que así fue. -contó con expresión demudada.

-Lo siento... -deslizó su mano por su mejilla en un gesto consolador.

-Mi madre me vió regresar con el médico pero nunca me perdonó los golpes que marcaban mi rostro. No me creyó cuando le dije que no fue por mi causa la demora, su mirada siempre fue acusadora. Mis padres se amaban intensamente, el amor y el cariño que se tenían no era solo para ellos me alcanzaba también a mi, formábamos una autentica familia, por ellos hubiera dado mi propia vida. Con la muerte de papá todo se derrumbó a mí alrededor, mi madre me acusaba en silencio de su muerte, se abandonó por entero y pocos meses después también fallecía. Murió de pena y dolor. La luz de su vida se había apagado demasiado pronto, desde entonces he vivido solo, la pensión que recibo me permitió emanciparme, aunque una asistenta social me visitaba todas las semanas, debían pensar que me abandonaría como lo hizo mi madre. La muerte de mi padre me dolió, pero aún más que mi madre me hiciera sentirme culpable y nunca me perdonara por algo que no pude impedir.

Kaede le rodeó con su brazo, atrayéndole contra su costado, Hanamichi apoyó su mejilla en su hombro confortado por su calor.

-Yo también tengo algo para contarte... -murmuró.

-Sobre tu familia?

-Indirectamente, si... sobre ti, sobre nosotros.

-De qué se trata? -inquirió.

-Luego, es largo de contar... aún nos queda un par de horas para descansar.

-Kaede... -sentía que debía decirle lo que había hecho- Te mentí.

-Cuando? -fue capaz de ocultar la desazón que le provocaban sus palabras.

-Nunca tuve necesidad de un apartamento. Mi padre tuvo la previsión de poner el piso a mi nombre, es pequeño, pero suficiente para dos personas, tenía un compañero de piso, Yohei..., te acuerdas de él? -le miró con expresión apenada cuando vió su gesto asintiendo continuó hablando- le surgieron problemas en su casa y tuvo que dejarme por una temporada. Fue entonces cuando tu y yo coincidimos en el tren, algo dentro de mi debió advertirme que no debía dejaros, tu fuiste muy gentil al dejarme venir a verte, a estudiar juntos, sentí de nuevo que tenía una familia verdadera.

-Por qué me mentiste? Pudiste pedírmelo, aunque hemos estado un tanto estrechos no te lo hubiera negado.

-Porque comencé a sentir unos sentimientos que no podía comprender, pensé que el trato diario me ayudaría a darme cuenta que solo era atracción.

-Lo era?

-No... estoy completamente enamorado de ti.

Kaede le obligó a recostarse.

-Duerme.

Hanamichi supo que era su forma de decirle que estaba disculpado por su treta.

-Por qué no te hubieras negado?  -un tanto sorprendido por la afirmación.

-Duerme... -insistió Kaede.

Accedió a su demanda.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hanamichi sentado a la mesa con el bebé en su regazo seguía los movimientos de Kaede que estaba preparando el biberón de su hijo.

Fue durante ese instante, mientras disponía el desayuno, Kaede recordó la causa que había motivado que Hanamichi volviera al apartamento después de una prolongada ausencia.

-Hanamichi... -murmuró.

-Si?

-Has dormido bien?

-Perfectamente -dijo llevándose a la boca un trozo de pescado que masticó con satisfacción.

El pequeño se removió en sus brazos reclamando su parte en ese festín.

Kaede le acercó un biberón, sus manitas se cerraron en torno a él y con glotonería comenzó a mamar de la tetina.

-No has vuelto a tener ese sueño que te perturbaba? -inquirió.

-Ya no... -le miró con una sonrisa socarrona.

-Me preguntaba..., de que se trataba. Te veías muy preocupado.

-Ya no tiene importancia.... He resulto el enigma.

-Enigma? -preguntó más perplejo.

-Aha... -se echó hacia atrás, apartando un tanto la silla para darle espacio al bebé- Me veía a mi mismo haciendo algo que no creía posible -río divertido, consiguiendo que durante unos segundos el bebé le mirara con atención- Supongo, que no ignoras que cuando bebo en exceso me olvido de lo que hago?

-Si..., creo recordar algo de eso. -no le comentó el dolor que sintió al saber que esa maravillosa noche había quedado en el olvido, porque al  no recordar de lo sucedido entre ellos, tampoco pudo contarle la sorprendente consecuencia que provocó.

-Por ello, era muy perturbador para mi soñar noche tras noche que le hacia el amor a cierto zorro -continuó con una sonrisa- y no es porque me desagradara, al contrario era muy estimulante.

-¡¡Oh!!... -sus mejillas se colorearon al oírle.

-Sabes que hablas dormido? -preguntó inesperadamente al ver su rubor, era gratificante ver que era capaz de expresar sus emociones.

-Nadie me lo dijo... -Kaede se recuperó del shock tras ese cambio drástico en su conversación. Abrió los ojos que había cerrado para no ver la diversión de Hanamichi a su costa.

-Supongo que no habrás dormido con otros chicos para que pudieran decírtelo.

-Eres el único que has tenido ese privilegio. -no deseaba que pensará que se acostaba con cualquiera.

-Me alegro... -su atención regresó al bebé que estaba terminando ese primer biberón.

-Qué... que dije? -sentía curiosidad.

Hiromichi protestó con energía cuando se vió desprovisto de su comida, calmándose apenas le acercó a la boca su siguiente toma.

-Déjame recordar... -tomó una actitud pensativa- ¡Ah si! Ya recuerdo, dormías profundamente, lo cual no es de extrañar, me preguntó si es algo de familia -le miró alargando con una sonrisa ese momento- Lo que si me resultó extraño fue que me acariciaras -su misma bajo a su entrepierna, sonrió al ver como iba en aumento su rubor- Oh, no creas que pensé que fuera intencionado, fue apenas un roce, pensé esta dormido, no sabe lo que hace -la impaciencia de Kaede se notaba en el pliegue de sus labios que se apretaban entre si, decidió no torturarle más, a veces la impaciencia es una mala consejera- Te pegaste contra mi costado, te enredaste contra mi, note que te sentías a gusto, así que te abrace acercándote más, sentí tus labios en mi cuello, fue una sensación electrizante y me susurraste... -le miró fijamente- "Do'aho..." -se interrumpió preguntando quejoso- Por qué hasta dormido me llamas así? No importa... te disculpé por lo que me dijiste.

-Que dije? -su intención de torturarle estaba consiguiendo ponerle más impaciente.

-¡¡Ah si, lo que dijiste!! -Exclamó como si lo hubiera olvidado- "Do'aho, ámame. Quiero sentirte dentro de mi", después fue cuando me besaste. -Kaede esta más rojo que su cabello, cambio su expresión divertida por otra más seria. Su rostro irradiaba una ternura inusual en él- Entonces lo comprendí todo. Mis sueños era parte de mi subconsciente para recordarme lo que había pasado aquella noche.

-Yo... tengo que explicarte... Hiromichi...

-Eso es lo que no comprendo, por qué si tú y yo estuvimos juntos como pudiste hacerlo con una chica.

-No lo hice... -se apresuró a tranquilizarle.

-¡¡Quué!! Entonces... cómo? Acaso... -le miró con un titubeo- no eres su padre? No es tu hijo? -insistió en su interrogante.

-En cierto modo, no... si.

-Qué quieres decir? Si es tu hijo, pero no eres su padre -interpretó así su vaga respuesta.

-Exactamente.

-Eso resulta imposible... -frunció el ceño al recordar algo que dijo esa madrugada- Oye, porque dijiste que... él sabía que sus papás se querían.

-Porque es así. Acaso tú no le quieres? -preguntó inquieto.

-Claro que si, él es mi pequeño zorrito.

Hiromichi comenzó a sacudirse en los brazos de Hanamichi, alzando sus manitas en dirección a su rostro, dejando deslizarse su segundo biberón vacío, que fue rescatado antes que cayera al suelo.

-Sabe que hablamos de él -se levantó llevándoselo a la sala, en tanto Kaede terminaba de recoger la cocina.

Algunos minutos después Kaede se reunía con ellos. Hanamichi estaba tumbado en el suelo con el bebé sobre su pecho, su mano estaba apoyada con suavidad en su espalda para evitar que se deslizara de su privilegiada posición.

-No lo dijiste en sentido figurado, sino literalmente. -Hanamichi volvió a retomar la conversación.

-Si. -sabía que era lo suficientemente inteligente para acabar de comprenderlo.

-Por tanto, soy el papá de Hiromichi.

-Si...

-Si soy su padre.... -acarició con suave ternura su cabecilla- Cómo es posible? Te juro que yo no he estado con...

-No necesitas hacerlo, lo se... -le interrumpió.

-Ah si? Explícamelo a mí, porque estoy confundido, hecho un verdadero lío. -sacudió la cabeza como si así despejaba el caos que tenía dentro de ella- Si tu no eres su padre y yo si, quién es su madre?

-Yo...

-¡¡¡¡Quuuueeeé!!!! -medio se incorporó sin soltar al sorprendido bebé, que sobresaltado por el estridente grito comenzaba a fruncir sus labios próximo a un repentino berrinche.

-Te dije que era largo de explicar...

-ChhhuuuuChuuuuuu -exclamó Hanamichi palmeando suavemente al niño y meciéndole para calmarlo, sin dejar de mirar a Kaede que se mantenía tranquilo.

-Pongámonos cómodos. -propuso.

Continúa en el próximo capítulo

Paz

Notas finales: Hanamichi sigue tan perdido como siempre...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).