Consecuencias de una noche de copas
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 19: ¡¡No me lo puedo creer!!
Pasaron los días, paso la liga universitaria y Yohei intentaba descubrir porque su amigo Hanamichi se sentía tan apegado al bebé de Rukawa. Era una actitud que le resultaba incomprensible.
Llegó el final del segundo trimestre y tomaron sus vacaciones. Todos disponían de mucho tiempo libre y reanudaron las platicas que solían tener en Danny's, si bien ahora se había unido al grupo Rukawa y su bebé. Hanamichi estaba tan pendiente de ellos que había puesto en peligro ese último semestre.
Aquella, aún no lo sabían, fue la última tarde de un cálido verano, el sol brillaba luminoso y una suave brisa acariciaba sus cuerpos, habían elegido esa vez un parque para verse y todos disfrutaban charlando, tumbados unos sobre el césped, otros como él o Hanamichi sentados con las espaldas apoyadas en el tronco de dos árboles próximos, Rukawa en cambio estaba de pie, con la mirada fija en su hijo que Hanamichi sostenía en sus brazos, cuidando que el sol no le diera de pleno, protegiendo su piel blanquecina.
Aún recordaba el enfado que había agarrado Rukawa cuando se enteró. Al parecer Hanamichi se tomó tan en serio la relación que sostenía con Rukawa y su hijo que sin contar con nadie se buscó un empleo nocturno, que afecto no solamente su propia vida, sino también sus estudios, llegando al agotamiento físico y psíquico.
Era elogiosa la actitud de Hanamichi, sin embargo, debía haber mostrado más sentido común, después de todo, él no era responsable de ese niño, si la familia de Rukawa le había rechazado, al menos eso creía, no tenía porque él tomarse tan en serio cuidar de ambos. Ese comportamiento le llamaba mucho la atención porque en el pasado se habían llevado como perro y gato, siempre estaban peleando y ahora sorprendentemente su amigo cambiaba por completo su trato hacia Rukawa llegando al extremo de buscarse un trabajo para mantenerles, si en aquel entonces le hubiera parecido una locura, ahora le extrañaba más todavía, porque qué él supiera Hanamichi nunca pensó en trabajar, ajustando sus gastos a la pequeña pensión que recibía. Era reacio a ajustarse a un horario y que lo hiciera por ellos le hacia preguntarse que le ocultaba Hanamichi.
Mientras así pensaba, miraba hacia Hanamichi que reía mientras jugaba con el bebé y como un eco le respondía el chiquillo, fue entonces cuando creyó comprenderlo y su mirada escrutadora quedo más pendiente de ambos durante el resto de esa tarde.
-¡¡No me lo puedo creer!! -Exclamó mentalmente Yohei dándose cuenta que había tenido la respuesta que buscaba delante de sus ojos durante todo el tiempo y no había sabido verla. Cómo era posible? No cabía ninguna duda, Hiromichi-kun era un calco perfecto de su amigo, no físicamente, no cabía dudas que había sacado los rasgos de Rukawa, excepto el color de los ojos, su risa, el movimiento de su cabeza, cuando permanecía atento a lo que Hanamichi le decía o cuando Rukawa llamaba su atención. No cabían más dudas, su amigo Hana era el padre biológico, pero quien era la madre? Cómo había llegado el bebé a las manos de Rukawa? Y como era posible que aceptara hacerse cargo de un bebé que no era suyo? Todos conocían la rivalidad que siempre existió entre ellos.
Sintió una mirada sobre él, al fijarse vió que era Rukawa. Se levantó y fue a su lado, le espetó de improviso.
-Sabías que Hanamichi es el padre de Hiromichi? -si esperaba sorprenderlo no lo consiguió.
Rukawa le miró sin pestañear.
-Si.
-Fue su madre quien te lo entregó? Por qué a ti? -preguntó.
-Mal conoces a Hanamichi, si crees eso. -murmuró imperturbable Rukawa.
-Qué quieres decir?
-Hanamichi solo ha hecho el amor a una persona -dijo dando unos pasos para alejarse de él y volver junto a su hijo que seguía atentamente los juegos tontos con los que su padre le entretenía.
-Según eso... tú... -dijo Yohei.
-Si...
-¡¡¡No me lo puedo creer!!! -exclamó llamando la atención de todos sus amigos.
-Y a mi me importa poco lo que creas -el tono calmado de su voz contrastaba con la agitación de Yohei, cuando sin mirarle le contestó, antes de acabar de hablar estaba reanudando sus pasos.
Hanamichi miró a Yohei, su calida mirada le hizo saber que sabía que finalmente había acabado conociendo su secreto. Vió como Rukawa se reunía con ellos, sentándose junto a Hanamichi, quien le tomó de la cintura atrayéndole contra su costado, al tiempo que sus labios se posaban en los de su pareja. Apartó la mirada turbado por la tierna escena.
En el transcurso de la tarde no tuvo ocasión de interrogar a su amigo respecto a su paternidad, se limitó a recordar la conversación que mantuvo con él, respecto a su compromiso con Rukawa y como le comentó que existían temas de los que él no podía hablar, lo que le hizo saber que si deseaba enterarse de más tenia que ser Rukawa quien hablara, pero como acercarse a él, cuando ni siquiera eran amigos, que estuviera con ellos no significaba más que lo hacia por Hanamichi.
Recordó como Rukawa había vencido su mutismo para pedirle ayuda, bien podía devolverle el favor contándole lo que deseaba saber. Por qué motivo protegía la identidad de la madre de Hiromichi? Qué Hanamichi se hubiera acostado con una chica no era nada deshonroso? Conocía bien a su amigo y sabía que de saber que iba a ser padre se hubiera casado con ella, lo cual le inducía a pensar que la muchacha le ocultó ese hecho. No podía creer lo que había insinuado Rukawa. Era imposible. ¡¡Los hombres no se embarazan!!
Justo en ese instante Rukawa hizo una sorprendente revelación.
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Kaede llevaba una semana guardando un dulce secreto, por un lado se sentía feliz con la noticia, pero por otro recordaba lo que Hanamichi le había dicho, sin embargo, ahora lo sabía ya era tarde para impedirlo, porque sus precauciones habían sido tomadas a destiempo.
La presencia de los amigos de Hanamichi era un aliciente para sentirse protegido, seguro que él no iba a protestar excesivamente, tampoco le importaba descubrir su secreto, como decía el dicho los amigos de mis amigos son mis amigos y ellos harían cualquier cosa por su líder. Además Mito conocía parte de su secreto, y aunque le había dado a entender quien él era la madre de Hiromichi, su mirada le daba a entender que no podía creérselo.
-Hana... -llamó su atención y cuando la obtuvo soltó de improviso lo que estaba guardando- ¡¡Estoy embarazado!!
Permaneció sordo a las exclamaciones de sorpresa de los demás, solo miraba atentamente a Hanamichi, la única reacción que le importaba era la suya.
-Te ha visto el médico? -se limitó a preguntar Hanamichi.
-Si... -susurró.
-Ven aquí, Zorro taimado -dijo al tiempo que posaba a su bebé en su sillita y se levantaba, Kaede se hecho en sus brazos que le recibieron cálidos y envolventes- Lo sabía..., lo comprendí cuando fuiste a buscarme, pero también me lo dijo tu cuerpo. -le susurró al oído.
-Dijiste que no deseabas más hasta que creciera Hiromichi.
-No pensé que fueras tan rápido, -se justificó- solo fue una vez, pero el que venga será bienvenido. -acarició con ternura su rostro abarcándole y acercándole, sus labios se posaron en los suyos, el suave movimiento de sus labios se hubieron intensificando, saboreando cada rincón de su boca, deleitándose con los suaves gemidos que escapaban de él, sintiendo como sus brazos le rodeaban y respondía con el mismo ardor.
Una tos le devolvió a la realidad, lentamente fue deshaciendo la caricia hasta separarse. Se miraron en silencio durante unos segundos, viendo alivio en la mirada de su koi, luego se volvió hacia sus amigos.
-No me dais la enhorabuena? -Preguntó- Vais a ser tíos -les informó soltando una alegre carcajada.
Sus amigos aún seguían en estado de shock, excepto Yohei que sacudía la cabeza como deseando negar esa evidencia.
La felicidad de Hanamichi era contagiosa, enseguida se vió rodeado por su tropa dándole la enhorabuena, aunque en el fondo de sus mentes no habían acabado de asimilar esa sorprendente noticia.
6 de noviembre de 2008
Fin
Paz