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Dos amores y un amante por Paz

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Notas del capitulo:

Haruko se siente abandonada... ¿podrá Hanamichi conformarla con palabras o tendrá que emplearse a fondo para hacerse disculpar?

 

Dos amores y un amante

 

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo XVII: Ya no me amas

 

Haruko se siente abandonada por Hanamichi, porque durante las últimas semanas apenas si le ha visto durante los entrenamientos, le ve salir corriendo apenas pueden retirarse de la duela sin perder tiempo en ducharse sale a la calle, con excesiva prisa.

-Quiero hablar contigo... -le dice parándose delante de la puerta para impedir que salga.

-Mañana, ¿eh? -sus defensas se desmoronan cuando ve aparecer unas lágrimas en sus ojos.

-Ya no me amas -solloza con desconsuelo su novia.

-Pero... pero que cosas dices... como voy a dejar de amarte si lo eres todo para mi -exclama dándose cuenta entonces que apenas si ha salido con ella un par de tardes, el resto del tiempo lo ha pasado con Rukawa, los dos solos en el dormitorio, escuchando con cierta satisfacción los ladridos de Sultán que ha sido desterrado del dormitorio cuando él va a ver a Rukawa. Lo que hace demasiado a menudo- ¡¡Vamos, vamos!!! -la consuela estrechándola contra su pecho.

Se siente culpable porque se había propuesto pasar con ella tanto tiempo como con Kaede y sin embargo no ha cumplido, porque su deseo de tenerle a su lado, de oírle gemir, de escuchar su nombre roncamente le ha mantenido atado a él.

Lo que siente por Kaede es tan vehemente que siente la necesidad de permanecer a su lado todo el tiempo, pero desde esa tarde, oyendo la queja de su novia, comprende que tiene que cumplir el propósito que se hizo a si mismo, complementar su tiempo libre entre uno y otra sin menoscabo para ninguno de ellos. Sabe que tiene que cambiar su actitud hacia su novia.

Rukawa que sale les ve abrazados. Hanamichi le mira a modo de disculpa porque instantes antes, aprovechó que todos salieron de las duchas para hacerle saber que esa noche no podía quedarse y que irían juntos a practicar desde temprano, ahora mientras abraza a Haruko para consolarle le hace un gesto de pesar. Comprende que esa tarde se quedará de ella y siente celos de esa muchachita que con su inocencia y sus lágrimas consigue tener a su koi.

No tiene más que resignarse, baja los parpados haciéndole saber que ha entendido su mudo mensaje y continua sus pasos hacia donde guarda su bicicleta, antes de montarse se acomoda los cascos y pone su música favorita, una que le mantiene relajado y con los pensamientos lejos de su koi, porque no desea imaginarlo junto a esa chiquilla.

Una sensación extraña se apodera de él, como si estuviera siendo observado, se volvió para mirar a su alrededor, Hanamichi con el ceño fruncido, parece estar dándole una advertencia, sabía que se preocupaba por su seguridad, a menudo le comentaba que le preocupaba verle escuchar música mientras conducía la bicicleta porque sus sentidos estaban puestos en la música y no en lo que sucedía a su alrededor, se quitó los cascos guardando todo en el bolso. La sonrisa feliz que asomó en sus labios le confortó, sabía que esas pequeñas cosas le ponían contento.

-Adiós, Rukawa... -dijo Hanamichi cuando pasó raudo a su lado.

Su respuesta fue un gruñido, la risa de Hanamichi le acompañó durante todo el trayecto a su casa.

-Parece que Rukawa tiene novia -dijo inesperadamente Haruko.

-¿Por que lo dices? -se volvió a mirarla sorprendido, al fijarse en la expresión de su rostro supo que su comentario era casual.

-No se..., me da esa impresión. También tu te comportes diferente -antes que preguntara a que se refería continuó- Antes solías pelearte con Rukawa durante los entrenamientos, ahora parecéis más compenetrados.

-¿En serio? No me he dado cuenta, supongo que ahora me siento más animado sabiendo que eres mi novia. ¿Donde quieres que vayamos? -se apresuró a cambiar el tema de la conversación, no fuera a decir algo indebido.

-Paseemos un rato por el parque, luego me llevas a casa.

Cuando estuvieron en el parque, pasearon cogidos de la mano como muchas otras parejas con las que se cruzaban, algunos senderos conducían a apartados rincones, donde las sakuras mostraban el comienzo de la primavera. Hanamichi condujo a Haruko hacia uno de aquellos espacios y la ayudó a sentarse, galantemente había extendido sobre el césped su chaqueta para evitarle molestias con las  hierbas o piedritas.

-Pronto será el hanami -dijo Haruko levantando la mirada hacia los brotes de las sakuras.

-Dicen que esta vez debido al excesivo calor va a adelantarse la floración -comento Hanamichi tumbado sobre el suelo, con las manos cruzadas bajo su cabeza- El Gori...

-No le llames así... -le reprendió posando sus dedos sobre sus labios.

-Disculpa... -tomó su mano con la suya y fue besando cada uno de sus deditos, ante el regocijo de su novia que sentía cosquillas con las suaves caricias y un tibio calorcillo que llenaba su cuerpo- Tu hermano mayor, vendrá a pasar con vosotros el hanami.

-No estoy segura, desde que se fue no ha fallado un año. ¿Por qué me preguntas?

-Pensé que podría encontrar un buen lugar y reunirnos las dos familias.

-¡¡Eso sería maravilloso!! -exclamó con entusiasmo.

-Entonces decidido..., si tus padres me lo permiten, me ocuparé de todo -dijo pensando que era una forma de compensar a Haruko por el tiempo que la había dejado de lado, medio se incorporó apoyándose en el brazo, mientras con la mano libre la atraía hacia su pecho.

Haruko apoyó sus manos en su pecho, mirándole con ansiedad, entreabriendo sus labios que se le ofrecieron, no se hizo esperar, los suyos se posaron levemente en los suyos, presionándoles, acariciándoles con la punta de su lengua, entreabriéndoles, llevándose el jadeo entrecortado de Haruko cuando accedió al interior de su boca y comenzó a deslizarse por ella, siendo consciente que echaba de menos la dulzura que emanaba de ella, el calido aliento, sus jadeos entrecortados cuando la palma abierta de su mano abarcó uno de sus senos presionándolo. Sintiendo el temblor que la recorría.

La miró, tenía los ojos cerrados entregándose a la caricia con arrobo, sus mejillas estaban sonrosadas y sus manos se aferraban a sus hombros.

Volvió a tomar posesión de su boca, con ardor su lengua mantuvo una húmeda y deliciosa batalla con la suya, acariciándose, enroscándose entre si, jugueteando hasta que comprendió que si no se detenía corría el riesgo de cogerla allí mismo.

Sus manos se detuvieron, lentamente se separaron de su cuerpo suave y entregado. Sus respiraciones estaban aceleradas, el brillo de su mirada era de insatisfacción y supo que ella lo deseaba tanto como él.

-Discúlpame, te amo tanto que me haces perder el sentido -murmuró.

-No te disculpes, yo también deseaba sentirte, estando contigo me haces vibrar, -bajo la mirada como avergonzada de expresar esas emociones, enseguida la levanto como desafiante- A tu lado me siento viva, mi corazón se estremece, aun cuando no te he visto él te reconoce -murmuró expresando así el amor que sentía hacia él.

-Te amo y por eso no voy a hacer nada de lo que luego podamos arrepentirnos... -la beso suavemente, luego la ayudó a levantarse, recogió su chaqueta que sacudió con energía, parecía haber olvidado que su novia había cedido a sus deseos sumisa y entregada- Te llevaré a casa.

Haruko asintió.

Una hora después la deja junto a la puerta de su casa. Su madre sale a saludarle, en ese instante aparece el padre que regresa de su trabajo. Ambos insisten para que se quede un rato, más él se disculpa argumentando que esa tarde tiene que cuidar a su hermana, su madre tiene una cita con su médico.

Ellos comprenden y no insisten más.

Hecho a andar hacia la estación, al llegar se detuvo en el andén, sacó su móvil e hizo una llamada.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Moshi...moshi...

-Yohei..., te necesito.

-¿Dónde estas?

-No es eso... pero gracias. -sonrió, ya no estaba para peleas, su tiempo era precioso para perderlo en discusiones- Estoy hecho un lio, necesito un moderador.

Yohei soltó una carcajada.

-No es para reirse... -bufó exasperado.

-Disculpa..., ¿no eres capaz de satisfacer a tus dos amores?

-Algo de eso hay... creí que iba a ser capaz de dividirse entre uno y otro, pero no ha sido así, con uno estoy a todas horas y hoy Haruko me hizo ver que la tenía abandonada.

-No te has planteado pensar que solo amas a Rukawa -afirmó- En estas últimas semanas solo te has visto con él.

-Eso es a causa de mis hormonas -dijo sin reparos, mirando hacia derecha e izquierda para comprobar que nadie le había escuchado- cuando estoy con él siento que no puedo dejar de hacerlo.

-¿Y él? ¿Que dice? -sentía curiosidad.

-No le he oído protestar -comentó.

-¿Lo hacéis todos los días? -preguntó sorprendido. El silencio de su amigo fue una afirmación- Les diré a los muchachos que no te dejen acercarse a Rukawa los días que tengas que estar con Haruko-chan.

-¿Y si Haruko interfiere los días que estoy con Kaede? -preguntó.

-Nos ocuparemos que no ocurra.

-Gracias, amigo, sabia que podía contar contigo. Ahí llega mi tren.

-¿Dónde estas? -no tuvo respuesta porque la línea se había cortado. Seguro que iba recto hacia Rukawa, era imparable la trayectoria que llevaban esos dos. No tenía dudas respecto a los sentimientos que Hanamichi sentía hacia Rukawa, solo bastaba verles ocupando un mismo espacio para ver las miradas que se dirigían. Haruko-chan estaba tan enamorada que no veía el peligroso camino que iba a recorrer junto a su amigo, de saber lo que pasaba por el corazón de Hanamichi su dolor o su despecho podía llevarla a tomar decisiones equivocadas, pero ahí estaba él para evitarlo. Tenía que mantener a Haruko-chan apartada de esos dos, no permitirle que fuera consciente de lo que pasaba ante sus ojos. Hizo una llamada- Ookus... -no fue necesario decir su nombre- comienza la "Operación Rojo" punto 2 -le estaba haciendo referencia a un listado de directivas a seguir que les había entregado días atrás para que lo estudiaran.

-Comprendido.

A partir de ese momento Yohei se ve inmerso en el enredo amoroso de su amigo Hanamichi e intenta junto con la gundam favorecer sus citas con Haruko-chan y Rukawa. Tarea casi imposible, porque su amigo les eludía siempre que podía yéndose con Kaede cuando debía estar con Haruko. Yohei cuando eso pasaba, tranquilizaba a sus amigos, haciéndoles saber que no era su culpa que Hanamichi les burlara una y otra vez.

-¿Cuando se dará por enterado? -se preguntaba por centésima vez Yohei- Cuando se dará cuenta que sus preferencias están con Rukawa.

Hasta el próximo capítulo....

Paz

 

Notas finales: Quiero acabar este fic cuanto antes, y como los siguientes capítulos ya estan escritos, podré actualizar sin problemas uno a la semana.Paz

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