disclamair: naruto no me pertenece, pertenecen a nuestro amado sensei masashi kishimoto sama. yo soy solo un mero admirador de su trabajo y uso sus creados personajes con fines de ocio.
lo unico mio son las historias y personajes originales de la misma.
si deseas publicarla, comunicate conmigo... ahora renombrado black phenix.
este es mi correo de la pagina... blackestphenix@hotmail.com
nota: este fic continene chan y shota... ¿que es chan? chan es como se considera el que un adulto, amntenga relaciones (dentro de los fic) relaciones con un menor. y el shota, son las simples escenas de erotismo que (al igual que el chan) se utilizan para los menores en el fanfic.
capitulo 2
Dos semanas exactas desde lo ocurrido en la cama, dígase beso, han transcurrido. Y todavía mientras sus ojos se cruzan, exageradamente, esa expresión de vergüenza atraviesa el rostro de Naruto. Sasuke aun se cuestionaba, como fue capaz de hacer algo de tal índole mental. Gritaba mentalmente cada vez que se le atravesaba el pensamiento de volver a besarlo. Y es que esos labios eran dulces y deliciosos. -Maldición- mascullo al tiempo que salía del despacho-. Solo ha sido un beso, y aun así, desde aquel día, eh tratado de que más cosas ocurran-bajo la cabeza; avergonzado consigo mismo. Ni siquiera a su reflejo en el espejo podía mirar-. Dios, ese mocoso arruinara mi vida… pero, ahora que lo pienso. Mi vida ah estado más activa desde que el llego. Al menos, agradezco que me haya sacado de la rutina… aun así, no dejo de pensar en lo que ah ocurrido desde ese día… Y como olvidar estas dos alocadas semanas… -musito mientras se dirigía a su cuarto. Lentamente fue rememorando los momentos clave de su calvario.
-¿qué haces… papá?
El azul cielo de sus ojos no le dejaba reaccionar bien. ¿Cómo diablos salir de un problema tal? Miro sus labios y trago en seco, necesitaba algo para salir de esa, aunque fuera una simple mentira- te estaba dando el b…beso de b-buenas noches-dijo visiblemente nervioso. En verdad deseaba que el chico no se diera cuenta. Cuando vio la hermosa sonrisa que este le dirigió su corazón desacelero notablemente calmado. Al menos no tendría que dar explicaciones. Sasuke suspiro para luego tratar de acomodarse en su lado de la cama.
-buenas noches-dijo Naruto al tiempo que tomaba el rostro de Sasuke y le plantaba un beso casto en los labios. Sasuke quería gritar, pero mejor decidió acostarse en su lado de la cama mientras trataba de conciliar el sueño. Algo que para cualquiera en su lugar era imposible…
-bue… buenas noches-repitió mientras se abrazaba a sí mismo. Necesitaba poner habitable aquella maldita habitación, tal vez así se salvaría de los problemas hormonales que ese chico le estaba produciendo. Trago en seco cuando una imagen de los labios sonrojados de Naruto pasó por su mente. Solo medio día y su mundo estaba casi de cabeza.
-5-
La insulsa y molesta luz que se adentraba por el ventanal, que anunciaba a su vez que acababa de amanecer, dio de lleno contra el rostro de un más que ojeroso Sasuke. No había dormido más de tres horas, y es que era lógico teniendo en cuenta que Naruto se paso toda la noche, entre sueños, manoseando su cuerpo y restregándose, buscando quizás una fuente de calor, contra él. Sasuke deseaba llorar, pero parecía imposible con los resquicios del insomnio marcado por todo su rostro. No lo quería hacer por no poder conciliar el dulce sueño que planeaba tener, sino, por los instintos carnales y, casi animales, que el chico despertaba en él.
Si no hubiera hecho acopio de todo su auto control patentado Uchiha…. Me lo follo porque me lo follo.
Se levanto para poder darse una ducha, que a su vez lo tendría, junto con una taza de café cuando saliera, en todos sus sentidos. Se despojo prenda por prenda mientras observaba su demacrado reflejo en el espejo. ¿Eso era una cana? Suspiro para luego meterse a la regadera, necesitaba todas sus fuerzas para ese día en especial, lo sabía y esperaba equivocarse.
Tres cuartos de hora después (45 minutos), cuando salió del baño en los que dispuso treinta minutos, se enfundo en un elegante traje Cerruti con un corte perfecto, color azul marino a líneas, un poco más oscuro de lo normal. Camisa rojo carmín y una corbata negra con un prendedor con la forma del logotipo de la compañía. Las mangas de la chaqueta iban acompañadas de dos gemelos de oro blanco. Dio un último vistazo a su porte en el espejo de cuerpo completo que estaba en la estancia de su habitación y, a paso parsimonioso se encamino a levantar al perezoso de su hijo.
-Naruto… levántate…-removió suavemente el cuerpo del joven. No vio indicio alguno de que su orden fuera recibida.
-… ¡Naruto!-alzo un poco más la voz, tratando, por lo que lograba observar, inútilmente, que el pequeño abriera por lo menos los ojos-. ¡Levanta!
Resignado se dirigió al pie de la cama, quizás lo que su hermano usaba para levantarlo los días libres que tenia funcionara, tomo los pies del rubio y de un fuerte tirón. ¿Cuándo diablos se agarro de la cabecera de la cama? Se pregunto mientras soltaba al cuerpo que suspendía unos centímetros de la cómoda. Se masajeo suavemente el puente de la nariz. Estaba más que claro, y demostrado, que ellos dos se llevarían pésimos a la hora de levantarse. Una vena estaba aflorando en su cien. Suspiro, necesitaba tomar ese día con positividad, al final de cuentas; se libraría del chiquillo enviándolo a una habitación propia…
Tomo las sabanas y de un fuerte tirón, las retiro, dejando a la intemperie el cuerpo de Naruto. Sasuke sonrió cuando vio como este tanteaba los lares vacios en la cama, buscando con que cubrirse en esos momentos. Naruto al no encontrar con que cubrirse, abrió un poco los ojos para ubicar la tibia tela que minutos antes se apegaba a su cuerpo, enviándolo a dulces y agradables sueños… con indescriptibles sensaciones.
-¿papá…?-pregunto al enfocar a Sasuke, que tenía una sonrisa de medio lado y la sabana que estaba buscando alzada triunfalmente.
-levántate… perezoso. Tenemos que salir en un rato y quiero que estés listo. Primero pasaremos a la tienda de ropa-dijo mientras se dirigía a la puerta-. Date un baño y te espero en la cocina…
Naruto observo como Sasuke desaparecía tras la puerta del corredor… se levanto soltando un sonoro bostezo. Ya eran dos los que pensaban que sería un día pesado. Se dirigió al baño para comenzar a alistarse… luego pasaría a desayunar algo junto a su padre y por ultimo enfrentarse a un día, cuando menos, terrible.
-6-
Llevaban un tramo bastante largo en su recorrido. Primero recorrieron un par de tiendas de moda, en las cuales se sumergieron entre mares de prendas, tratando de encontrar las adecuadas para la figura de Naruto. Compraron un cuarto de cada tienda, al final de cuentas, Sasuke tenía bastante dinero y Naruto era su hijo, a Sasuke le pareció bastante justo gastar dinero en lo que este, al parecer, nunca tuvo de buena mano. Como estaban cerca del crudo mes del hielo, Naruto se quedo con una polera manga larga y unos pantalones negros puestos, después se desharían de las prendas viejas. Pasaron dos horas de shopping y una hora en la plaza inmobiliaria, comprando dos camas y algunos muebles para equipar las habitaciones desocupadas.
Allí mismo contrataron a los trabajadores y avisaron al conserje para que este les abriera la puerta del depto.
Al finalizar la jornada de compras, dejando todas las bolsas en el maletero del convertible, ambos se dirigieron a las oficinas centrales de la Uchiha Corp. Ninguno podía evidentemente negarlo, por la sonrisa en los labios de ambos, que se habían divertido en esa esplendorosa mañana que había augurado ser una de las peores de sus vidas.
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Caminaban hacia la entrada, en la cual, si se prestaba mayor atención, se podía notar a una joven pelinegra sonriendo en dirección a los aludidos. La chica hizo la referida reverencia ante su jefe como era costumbre para ella. Sasuke respondió con un leve asentimiento el saludo y Naruto quedo en silencio observando curioso los movimientos de su padre dentro del ámbito de su trabajo.
-Sasuke…-dijo la chica sonriéndole al Uchiha-. Espero que hayas podido resolver el problema de los beneplácitos sustraídos.
-descuida Hinata, el problema ya está resuelto y los inmiscuidos en dicho problema serán sometidos esta semana…-respondió mientras ambos, seguidos muy de cerca por el rubio, se encaminaron adentro del inmenso edificio.
Hinata detuvo su caminata en medio del transitado vestíbulo de la central-. Sasuke… ¿Quién…?-hizo la pregunta muda mientras apuntaba sutilmente en dirección de Naruto, quien a su vez admiraba la decoración de la recepción. Su padre tenía muy buen gusto.
-¡oh!, Que descortés de mi parte-dijo mientas tomaba de los hombros a Naruto y lo hacía girar para quedar de frente a Hinata-. Naruto… ella es Hyuga Hinata, vice presidenta de la compañía y mi asistente-la aludida saludo cordialmente con una hermosa sonrisa- Hinata…-le dijo a la chica mientras empujaba a un muy cohibido y nervioso Naruto al frente-. Este es Naruto… mi hijo.
Las reacciones, claro está, de los que no tenían nada que ver con eso, pero escucharon las palabras dichas por su jefe; no se hicieron esperar. Todo fue calma antes de la peor de las tormentas; el silencio sepulcral que cubría la recepción no tenía equiparación con nada. Hinata deseaba limpiarse los oídos y volver a preguntar, pero savia que escucho perfectamente las palabras de Sasuke, ese niño era su hijo. Una risilla cristalina, calmo el tenso ambiente… Hinata sonrió quedamente al pequeño. Después tendría el tiempo para charlar con Sasuke y enterarse de las buenas nuevas.
-entonces… un placer Naruto-kun, espero que no llevemos bien-Hinata se inclino un poco y extendió la mano. Recibiendo por respuesta un leve apretón, y una sonrisa que hizo jadear a más de uno y una. Ya no había dudas… era hijo de su jefe. ¿De dónde más sacaría tanta belleza en una sola sonrisa? Y eso, que Sasuke no sonreía muy a menudo, y quien fuera capaz de presenciarla era porque la fortuna le sonreía.
Los tres se encaminaron a la oficina. Sasuke tenía asuntos pendientes con algunos documentos y uno que otro despido, a parte de la reunión que se efectuaría con los diferentes mandos que puso a cargo de las empresas, tanto extranjeras como las ramificaciones de la principal, en todo territorio nipón. Lo malo era que no tenía con quien dejar a Naruto, no podía llevarlo a la reunión y de seguro se aburría esperándolo en la oficina.
-puedo hacerme cargo de él… ¿si gustas?-dijo Hinata, ofreciéndose para el cuidado de su hijo. Sasuke sonrió, esa chica siempre sabría lo que él quería antes de que preguntara. Sasuke asintió, y antes de retirarse a la sala de juntas en el último nivel del edificio, algo lo insto a que acariciara la cabeza del pequeño, deslizando sus finos dedos por las suaves y rubias hebras de cabello.
-nos veremos en un par de horas…-dijo antes de emprender camino hacia el ascensor. Hinata se sorprendió, pero como la vez anterior preguntaría cuando tuviera tiempo. Ahora debía prestar atención al dulce angelito que sonreía como cuando a un niño se le entrega un juguete nuevo.
-¿vamos?-corto Hinata los pensamientos del rubio, entendió una mano hacia él y le sonrió. El gesto fue correspondido y la mano tomada. Ambos emprendieron su pequeño viaje turístico por la empresa… seria un día bastante ajetreado y entretenido.
-8-
Naruto iba contando todo lo que hizo con Hinata, desde la visita de la cafetería hasta las alas privadas del último piso, rememorando ese tour privado que la vicepresidenta le dio por las instalaciones, con explicaciones de que es lo que se hace y la función de los trabajadores de cada área laboral. Habían acordado, por insistencia y poca paciencia de Sasuke, que pasarían por la heladería antes de llegar a casa. La cual estaba a una cuadra de su departamento.
-¿de qué quieres el tuyo, Naruto?-preguntaba Sasuke ya dentro de la heladería mientras observaba a Naruto tomar asiento en una de las mesas libres. ‘’chocolate’’ escucho mientras se acercaba a la dependiente, la cual, sonriente le miraba lascivamente. Sasuke pidió los helados y rápidamente, después de recibir lo pedido, pago para retirarse a la mesa donde su rubio incordio le esperaba.
-¿de qué es el tuyo?-pregunto Naruto mientras comía de una manera que antojaba de más de una forma a Sasuke de usar aquella boca. Tuvo que comer de su helado para enfriar su deseo y desviar la mente a otra cosa. ¿Cómo diablos no se daba cuenta lo que provocaba el chiquillo ese?
-mm… es de bizcocho-dijo, y se apresuro a agregar-: Contiene alcohol.
-guacala-hizo un mohín de asco mientras llevaba otra cucharada de su helado de chocolate a sus labios. Sasuke sonrió por el acto y observo a su alrededor, eran alrededor de las siete y algo de la noche, por ello no había mucha gente en el lugar-. Hinata me dijo que la Uchiha Corp. Tiene muchas sucursales -expreso con curiosidad.
-si- respondió-. Y como único heredero, todo será tuyo en un futuro-agrego, dejando impactado al pequeño. Una leve risilla escapo de sus labios por la cara que puso el pequeño.
-¿y tu familia?-pregunto, refiriéndose a los negocios.
-bueno, la fortuna familiar es inmensa. Yo soy el actual cabeza de familia y fui heredado en vida… es decir, que mis padres, tus abuelos, están vivos. Al igual, aunque me moleste, mi hermano, tu tío-Naruto estaba algo mareado por todo lo dicho, le confundía. Sus abuelos estaban vivos, lógico. Y tenía un tío, que era el hermano, según se notaba, mayor de Sasuke… su padre. Y de un momento a otro se daba cuenta que era el futuro dueño de todo un imperio.
-¿Dónde están?
-actualmente-dijo mirando el reloj-, según me dijeron, para estas horas, han de estar aterrizando en el Cairo.
-¿el Cairo…?
-si… ellos, mi hermano y su esposo están de viaje-dijo mientras tomaba la última cucharada de helado y agregar-: vacaciones.
-Esposo… -la simple palabra parecía haber causado estragos en la mente del joven. Entonces ¿su tío era homosexual y estaba casado? Pero lo que más le consternaba. ¿El matrimonio gay, es permitido?
Sasuke rio ante la cara de consternación de su hijo y dijo-: si, es gay. Pero eso no lo hace diferente persona, solo tiene un gusto diferente…-Naruto solo sonrió ante eso.
-sí, lo sé, pero… lo que me pregunto es; ¿Por qué tus padres no los habían obligado a casarse con una mujer y tener un descendiente?- mm… es suspicaz pensó Sasuke mientras tomaba otra cucharada de helado y le respondía:
-en realidad, si, nuestros padres lo intentaron… solo que con mi hermano les salió mal lo planeado, por eso yo-dijo apuntándose con la cucharilla de helado-, soy el cabeza de familia actual. También soy gay, bisexual para mejor aclarar-Naruto lo miro impresionado. Sasuke estuvo más que tentado a soltar una risotada-. Planeaba casarme con una mujer, conocida o amiga para poder tener al menos un hijo a quien dejar el imperio Uchiha… este tipo de cosas ah venido ocurriendo desde muchos siglos atrás en nuestra familia.
-pero…-soltó interrumpió Naruto antes de que su padre continuara-. ¡No lo harás!, ¡¿verdad?! ¡Es decir!, ¡no te casaras ya teniendo un hijo!…
-no, no lo hare, tu eres mi primogénito… por ende mi heredero universal-sus ojos estaban fijo en los azules, un tanto parecidos a los de su madre, solo que con una profundidad aun mayor-. No importa que te guste… sean hombres o sean mujeres-exclamo mirándolo ceñudo-, nuestra familia debe prevalecer y de ti, aunque sea alquilando un vientre, quiero un nieto.
Naruto lo miro indignado para luego decir-. Lo dicho ofende… ¡por supuesto que quiero tener un hijo!-Sasuke lo observo seriamente para luego sonreír. Si tenía sangre Uchiha corriendo por sus venas.
Dio un leve vistazo al local que parecía un poco mas lleno que hacía unos minutos.
Sasuke frunció el ceño, al notar, según entrevía y en esos momentos notaba; que varios de los clientes miraban de una manera no-sana a su hijo. Envió una mirada furibunda a los entrometidos, los cuales asustados desviaban la vista con temor a morir, ese era el mensaje que enviaban aquellos oscuros ojos. El pequeño vio la mirada que su padre lanzaba al otro lado del local, giro un poco su cabeza y vio al tipo en la mesa del fondo mirar nerviosamente a otro sitio, tratando de quitar la vista de su mesa.
-¿ocurre algo, papá?-pregunto. Le pareció bastante curioso el comportamiento de aquel sujeto.
Antes de que Sasuke respondiera, dos voces curiosas se escucharon tras ellos, en la mesa contigua. Dos chicas que parecían de la edad de Naruto, se acercaron a ellos. Llevaban trajes chinos de artes marciales, la de moños pregunto-: ¿es de verdad, tu papá?
-eso no es posible-se apresuro a agregar la acompañante de la otra. Naruto sonrió y Sasuke coloco una sonrisa de lado.
-¿Por qué no es posible?-pregunto Naruto con un mohín que hizo sonrojar a las niñas.
-pues… porque él es demasiado joven y tu pareces tener nuestra edad. No creo que él sea tu padre-Naruto planeaba replicar pero Sasuke se le adelanto con una expresión cordial.
-lamentablemente, sí, tengo la edad requerida para tener un hijo de su edad, y si, el es mi hijo señorita…-dijo mientras esperaba el nombre de las dos chicas.
-Ten Ten… y ella es Satsumi- respondió con aquel gesto de cordialidad que Sasuke le dio-. Ambas somos estudiantes de artes marciales-agrego, excusándose por el modo de vestir.
-ah sido un placer. Espero nos encontremos otra vez, por el momento nos retiramos. Buenas noches-se despidió Sasuke. Naruto hizo lo mismo, pero no sin antes dejar un beso en las mejillas de las chicas, acto que dejo a Sasuke paralizado. No le gusto para nada. Y que al perecer por el sonrojo de aquellas dos, les encanto.
-9-
Al llegar a la casa y subir todo lo que ese día, En la mañana, habían comprado, sin dejar de contar el paseo al supermercado donde se armo la de Troya discutiendo por el ramén. Sasuke convenció al rubio que comiera al menos tres veces por semana algo hecho de su propia mano. Se dispusieron a revisar la que sería la habitación de Naruto. Estaba decorada según el gusto del rubio. Habían discutido aquello con los trabajadores y se encargaron de que todo quedara según querían. La habitación estaba decorada en azul claro. Estampas de diferentes jugadores de futbol, según Naruto, le encantaba dicho deporte. Una PC. (Portátil, Computer) descansaba en la mesita de noche al lado izquierdo de la hermosa cama de roble. Naruto quedo maravillado y antes de que Sasuke se retirara, después de darle el visto bueno al trabajo, Naruto se giro y pidió algo insólito.
-papá… y, ¿el beso de buenas noches?-pregunto inocente, Sasuke trago en seco al escuchar esas palabras. ¿Qué hacer en esos momentos?
-no creo que…-quedo mudo y su corazón acelero al notar la expresión desalentada del chico. Naruto sobaba su brazo mientras sonreía amargamente con una expresión algo deprimida. Sasuke se apresuro a preguntar-: ¿te… ocurre algo?
-ya… no me quieres. ¿Verdad?-dijo sin más. ¿Cómo coños dice eso de una forma que duelan sus palabras? Sasuke comprendió a lo que se refería. Pero qué diablos quería, el beso que el pedía era en los labios. Cosa que realmente no le molestaba, solo que no estaba seguro que si probaba esos labios de nuevo pudiera contenerse.
-apenas llegaste ayer…-dijo con un suspiro-. Y a regañadientes eh comenzado a cogerte cariño-más del necesario- de acuerdo… te daré tu beso de buenas noches, pero quita esa cara-musito mientras rascaba su nuca. Se acerco al rubio que le había vuelto a sonreír. Maldito manipulador. Sonrió ante eso, si era su hijo. Se acerco al chico para darle un suave roce en los labios para por lo menos mantener la compostura. ¿Quién diría que él mocoso podría hacer aquello?
Naruto, durante el roce, lo había tomado de la nuca y le daba más que un simple besito de buenas noches. Parecieran amantes, más bien un pederasta aprovechándose de un niño inocente. Sasuke no supo cuando, pero cuando reacciono, ya estaba en su habitación tocando sus labios con una parsimonia envidiable. Se mordió el labio inferior impotentemente mientras sentía su entrepierna crecer. Estaba seguro… ese crio me matara.
Se puso su pijama de seda de color negro, y se recostó, mientras su mente estaba en otro sitio, en la cama. Suspiro cansinamente a lo que sus ojos se posaban en el techo. Resistió el primer día, pero que serian los días por venir antes de que no volviera a recoger a Naruto.
Estaba seguro que quería negociar lo del crio. Al final de cuentas era su hijo.
Si, había hecho la prueba de la sangre ese día. Cuando fueron al médico según Sasuke, para ver si tenía algún tipo de enfermedad rara. Sonrió al ver lo ingenuo de la situación. No iba a dejar embaucarse tan fácil, pero el doctor confirmo lo que desde el principio presentía. Naruto era su hijo y heredero legitimo.
Antes de cerrar los ojos, sintió el brusco movimiento de una persona acostándose pesadamente en la cama. Naruto se hallaba bajo las sabanas mirándole de una manera suplicante algo simple-. Déjame dormir contigo… no puedo dormir solo-dijo al tiempo que sus mejillas se teñían de rojo. ¿Sabrá el que es mi Kriptonita? Sasuke suspiro y antes de negarse Naruto lo miro de nuevo con aquella hermosa cara en forma de suplica que le empezaba a gustar-. Por favor… aun no me acostumbro a dormir solo.
-¿duermes con tu madre?-pregunto. Naruto solo movió afirmativamente su cabeza. Suspiro mientras se acomodaba bajo las sabanas-. De acuerdo.
Naruto sonrió mientras se acercaba más a Sasuke y cerraba los ojos con una sonrisa triunfante.
-10-
Así transcurrieron sus dulces y martirizantes dos semanas.
Entre inocentes insinuaciones que llevarían a cualquiera al área más recóndita en el paredón de siquiatría. Sasuke salió de sus pensamientos para llenar la tina de agua caliente y poner algunos perfumes aromáticos y relajantes en el agua tibia.
Sasuke después de haberse retirado su ropa, se había acostado en la tina de agua tibia mientras cerraba los ojos perceptiblemente relajado. Su mundo fue un martirio esas semanas, pero valió la pena, al menos era un poco más cercano al rubio. No de la manera que deseaba pero más cerca. Se sintió en ese momento en la tina tan relajado y tranquilo.
Cosa que no duro mucho al sentir un cuerpo recargándose contra su pecho.
-¿sabes…? eres cómodo-musito Naruto acomodándose mejor en el cuerpo recostado de Sasuke, el cual visiblemente, aparte de nervioso, estaba hecho una maraña mentalmente.
¿Ahora como diablos salía de esa sin violar al deseable cuerpo desnudo del niño?