Jadeaba. Su respiración estaba entrecortada, su presión sanguínea se disparaba por los aires y su sangre circulaba a velocidades insospechadas haciendo que su corazón quisiera salirse de su pecho con cada lento y doloroso palpitar que ahogaba su garganta con cada maldito suspiro-. Ese mocoso piensa matarme de un ataque al corazón-decía mientras las gotas de agua circundaban lentamente su cuerpo. Había salido a toda prisa de la tina cuando sintió el leve roce de aquellas piernas contra su miembro. Cuando este empezó a despertar fue la señal directa que fue enviada a su cerebro junto con un gemido para que huyera de la escena del crimen. O posible escena de una violación donde sufriría varios años en una penitenciaria estatal donde posiblemente le hicieran aquello a él.
Un leve escalofrió recorrió su cuerpo al imaginarse siendo violado por varios hombres fortachones.
Se puso azul.
-¿papá?-respiraba entrecortado y a bocanadas exageradas de aire. Naruto le había pegado el susto de su vida al haber entrado de forma tan… ¿súbita? A su habitación. Inhalo y exhalo contando en regresiva, adquiriendo de nuevo, en el proceso de respiración, algo de color en su piel. Naruto estaba preocupado; su querido padre había corrido de la tina minutos después de que el entrara.
-¿estás bien?-dijo cabizbajo. Sasuke estaba seguro de haber visto unas orejitas de gato en aquella cabellera rubia, bajando como cuando regañabas al gato en cuestión, o cuando este se sentía mal. Una tenue sonrisa se apodero de sus labios. Suspiro… estaba seguro que en algún momento no podría resistirlo.
-sí, estoy bien. No te preocupes-dijo posando una mano en aquellos sedosos y rubios cabellos para revolverlos un poco y hacer que unas cuantas gotas de agua se esparcieran en el piso.
-¿Por qué saliste así… cuando entre?-Sasuke trago forzadamente. Miro a Naruto que lo veía con una mirada de culpabilidad. Aunque tuviera razón, no era cuestión para Sasuke hacerlo sentir mal. Al final de cuentas era su culpa tener aquella clase de sentimientos por su propio hijo.
-me acorde de una reunión que tenia esta tarde-medio mintió. Lo de la reunión era cierto, planeaba llevar a Naruto consigo y allí presentárselo a uno de los inversionistas de la compañía, viejo amigo de él-. Además no podemos bañarnos juntos por qué…- pensó mientras un hilillo de sangre bajo por su nariz, la cual fue rápidamente limpiada antes de que el pequeño se diera cuenta , junto a la mirada lasciva que su padre había enviado, de lo que pensaba.
-¿con quién me quedare?-dijo inocentemente mientras acomodaba la toalla que tenia envuelta en la cintura.
-tu vendrás conmigo. No tengo con quien dejarte-dijo mientras giraba sus ojos de la tierna escena, que mas que tierna parecía un estriptis mundanamente profesional… de casualidad el chico realmente quería matarlo.
-¡vale!-dijo sonriente mientras se dirigía a sus aposentos a cambiarse.
-11-
Sasuke y Naruto viajaban por la carretera interestatal, con dirección a la ciudad contigua, a una de las mansiones aledañas cerca de dicha ciudad. Allí vivía un viejo amigo de Sasuke, que mantenía negocios con él. Viajaban en un deportivo que el azabache utilizaba solo fuera de las horas de trabajo o cuando hacia un viaje igual al de ese momento. Un Ferrari f430 de color rojo vino rugía en la carretera mientras el viento se introducía por las ventanillas.
Para Sasuke no era una duda, más bien una confirmación. Todo el viaje en carretera iba a ser una media cotidiana tortura, pero en esos momentos un poco más fuerte que la que recibía por parte de su hijo. No solo por que este era violarle, tierno y lo hacía pensar en cada posición que jamás se imagino existieran cada vez que lo miraba. O no, Naruto estaba vestido de una manera tan provocativa en esos momentos. De una manera que juraba que si no invocaba a todo su auto control se lo tiraba allí mismo en la carretera.
Vestía unos Prada de piel negra ajustados a sus piernas. ¿Por qué se lo compro? Enmarcando y resaltando sus atributos traseros. Una polera manga larga de color azul hacia resaltar sus ojos y su rubio cabello junto aquel añiñado rostro. Cada que Sasuke lo observaba de soslayo, tragaba forzosamente saliva y sobaba una de sus piernas con la otra, tratando de contener a su erección ya que estaba medianamente parado. El chiquillo lo hacía a propósito, de eso estaba seguro.
Estaba más que seguro que de un momento a otro estaría encima del pequeño lamiendo cada parte de aquel sensual cuerpo. Para un mes en abstinencia y baños de ducha fría; era un súper hombre al soportar todo aquello. En una de sus miradas de lado, Naruto había cruzado sus piernas sensualmente mientras colocaba una de sus manos en la ventanilla como soporte para su rostro en la palma de la misma. La luz que se adentraba intimatoriamente por la ventanilla, dándole un aire ceremonial, parecía un hermoso ángel.
Sasuke no lo resistió.
-12-
Se habían adentrado por una de las intersecciones de la carretera a un lugar que Naruto desconocía. No sabía que hacían en ese lugar, estaban parados frente a un barranco con las debidas líneas de seguridad para vehículos. Su padre había salido del automóvil y daba vueltas como toro enjaulado con un león de un lado para otro. No sabía que ocurría o ocurriría, solo un leve y rico escalofrió recorría su cuerpo indicándole que algo sumamente raro le pasaría.
Sasuke se había adentrado nuevamente en el vehículo y miraba lascivamente a Naruto, el pequeño sintió miedo y trago saliva secamente al verlo acercarse.
-papá que…-no logro completar la frase cuando unos labios carnívoros devoraban los suyos. De alguna forma sentía miedo pero no quería separarse. Sasuke mordía y lamia aquellos pequeños labios que lentamente se incursionaban a responderle. Sus manos viajaron por la cintura y apresaron el pequeño pero firme trasero, sacando un suave gemido que despertó al pequeño de su anonadada situación.
-¡detente! ¡Papá! ¡Por favor!-decía mientras Sasuke besaba su cuello. Pequeños atisbos de lágrimas se asomaban por sus ojos lentamente opacados.
-lo siento-jadeo Sasuke-. Me resulta imposible detenerme ya-mordió levemente la clavícula sacándole un seco gemido de placer a Naruto. No podía negarlo, entre lagrimas gemía, le gustaba lo que su padre le hacía, pero sabía que era incorrecto, ¿verdad? ¿No podían hacer eso por tener la misma sangre corriendo por sus venas? ¿Cierto? Una mano apresando su tetilla le hizo volver a la realidad con el gemido que afloro de su garganta.
Gemido
Gemido
Naruto pataleaba mientras Sasuke mordía una de aquellas rosillas tetillas sacando roncos gemidos acallados por leves hipidos. No podía negarlo, el cuerpo de aquel niño fue hecho por dioses, y estaba seguro que después de esa vez, no lo compartiría con absolutamente nadie. Si quería nietos, existía la inseminación artificial, ¿no?
Gemido
Suspiro
Gemido
Aquellos dulces sonidos lo volvieron en sus cinco sentidos, los cuales extasiados, hicieron que se apoderara una vez más de aquellas líneas que se entreabrían para producirlos. Metió su lengua, rozando a la otra que pequeña e inexperta, con movimientos monocordes le seguía el juego.
Como súbito juego ceremonial, Sasuke ágilmente paso a Naruto al asiento trasero y se recostó sobre él. Besando aquel apetitoso pecho, escuchando aquellos hermosos gemidos. Demonios. Se sentía escoria al hacerle eso a su pequeño, pero no podía resistirlo. Comenzó a amarlo cuando llego a su puerta y dijo que era su hijo. Dos semanas y ya besaba el lugar por donde este pasaba.
Hizo torniquete con el pezón derecho y ágilmente mordió y lamio el izquierdo sacando un par de gemidos más que lo enviaron al cielo y a Naruto al noveno posible infierno de la pasión. Su cuerpo reaccionaba por sí solo, quería y a la vez no que Sasuke, su padre, se detuviera. Las leves contracciones que daba su cuerpo le indicaba que estaba excitado, junto a su miembro golpeando la tela del pantalón. Esa mirada lasciva que Sasuke le enviaba era divina y lo hacía sentirse querido y deseado. Pero sabía que estaba mal.
El sonido del cierre de su pantalón lo hizo mirar a Sasuke, el cual, estaba abstraído en su miembro que se vislumbraba erecto bajo la prenda de lencería infantil. Sintió una mano pasearse por sobre la prenda sacándole varios gemidos, y no fue hasta cuando una lengua lamio su glande, que quiso morir en ese momento. Se sentía divino, el rose de aquella áspera carne lamiendo con gula su pequeño pene. Las succiones, las pequeñas mordidas, las tiernas lamidas. Lo volvían loco.
-por… ha… favor… detén...te… papá aah-ah –decía entre lagrimas y gemidos entrecortados el pequeño. Sasuke lo miro mientras continuaba la felación que estaba seguro su pequeño disfrutaba tanto como él. El placer abrumaba su cuerpo y esas cristalinas lagrimas lo sacaron de su ensoñación, aunque quisiera, no podía detenerse. No después de haberlo probado. Y si no lo hacía en ese momento, lo haría en cualquier otro.
-lo siento-dijo mientras daba un pequeño beso en la boca a Naruto-. Aunque quiera, no puedo detenerme. Me gustas mucho, no como mi hijo, sino como ser humano que eres, me atraes-esto impresiono al pequeño-. No puedo resistir estar cerca de ti y no poder tomarte como lo hare hoy. Quiero que seas mío, mío en cuerpo y alma.
¿Cómo decir no ante tan hermosa declaración?
-se mío-dijo mientras besaba el cuello del pequeño-. Se solo mío y de nadie más… que yo-dio una lamida en las tetillas-, seré tuyo para toda la vida-mordió la clavícula nuevamente y escucho aquel sonido que le traía loco desde hacia minutos-. Tú cambiaste mi vida, en tan solo dos semanas-una sonrisa-. Y ya me tienes a tus pies.
Naruto no supo qué, pero antes de que se diera cuenta, el mismo había besado a Sasuke en los labios, metiendo su lengua y esperando a que la otra reaccionara y jugara con la suya. La saliva mitigaba sus gemidos y en la forma tan animal que devoraban sus labios los hizo estremecerse.
Cuando el beso termino, por falta del tan preciado oxigeno, Sasuke se había posicionado en el pene del pequeño nuevamente y comenzó un vals de succiones y lamidas que hizo que la espalda de Naruto se arqueara al sentir que un delicioso liquido que Sasuke trago, salía de la punta de su glande.
Suspiro
Gemido
Gemido
Sasuke aun con semen dentro de su cavidad bucal, beso a Naruto dándole a probar de su esencia efímera después de habérsela tragado y compartido saliva dulce con Sasuke. Aun sin romper el beso, Sasuke posiciono a Naruto entre los asientos, terminando de desprender el Prada de su piel y abriéndole las nalgas para poder ver aquella rosada entrada. Se lamio los labios al ver como esta se contraía y Naruto las alzaba esperando algo que al parecer deseaba más que nada. Pero debía esperar.
Metía y sacaba su lengua simulando penetraciones, escuchando leves suspiros. Estaba anonadado y se incursionaba a un mundo de pleno placer, siendo el capitán del primer viaje de su querido hijo a ese valle de inmensas praderas que ardería con su pasión.
Uno de sus dedos reemplazo la lengua y se abrió paso en aquella tensa cavidad. Naruto contraía su rostro algo adolorido, pero solo era una leve molestia. Cuando Sasuke comenzó el movimiento de entrada y salida, parecía que Naruto comenzaba a disfrutar para cuando adentro el segundo dedo y esta vez un quejido se escucho, pero no dio importancia para cuando comenzó a mover sus dedos en forma de tijera ampliando la angosta entrada y salía y entraba nuevamente en forma de penetraciones. Cuando el tercer dedo se abrió paso, Naruto ya no sabía que era el dolor, se dejaba azotar por las oleadas de placer mientras gemía incontables veces, suspiros y su trasero moviéndose buscando mas contacto le hicieron saber que ya estaba listo.
Naruto gruño por haber dejado de sentir aquel extraño placer y Sasuke sonrió por ello. Se posiciono detrás del pequeño mientras sacaba su enorme pene y lo ponía palpitante y ardiente en la entrada de Naruto-. Relájate, dolerá un poco. Pero te gustara-dijo y rápidamente, apoyándose en las caderas de Naruto, fue enterrándose en aquella cavidad que le daba poco a poco vía libre. Naruto apretaba la mandíbula y trataba de aguantar el cómo su piel interna se abría dejándole paso a su padre.
Jadeo
Jadeo
Suspiro
Sasuke estaba por completo dentro de Naruto, pero no sentía que este se relajaba, así que tomando su pequeño pene, comenzó a masturbarlo recibiendo una leve relajación por segundos, segundos que aprovecho para dar la primera lenta estocada. Primera estocada que recibió un quejido y luego de varias intermisiones del mismo tipo comenzó a recibir los gemidos que esperaba.
Lentamente se hundía y salía, una y otra y otra vez. Veces que inundaban en placer aquellas dos mentes que disfrutaban de lo mismo-. Más… mas-escuchaba a Naruto pedir. Aumento la velocidad de las penetraciones recibiendo mas gemidos del pequeño como pago. Se endurecía cada vez más, la presión de su sangre subía y su pene con la solvencia de la lubricación interna de Naruto, se deslizaba con más intensidad en aquel interior hasta dar con un punto de placer que volvió loco a Naruto. Placer que lo volvió loco a él.
Gemido
Jadeo
Gemido
Suspiro
Sasuke se salió de él y lo tomo en sus manos para luego de acomodarse en el asiento trasero, lo sentara de una sola sobre su pene, recibiendo un largo y lánguido como distendido gemido en el cual sus sentidos se asentaron en el éxtasis. Lo que veía, como lo que sentía lo hacían gemir lo hacían querer mas. Naruto se auto penetraba mientras las manos de Sasuke lo ayudaban en las subidas y apretaban las bajadas, profundizando aquellas excitantes penetraciones que dejaba sus mentes sumergidas en un distante blancor que no les dejaba pensar.
Cuando Naruto se corrió sobre él, por el éxtasis de su acto de amor. Sintió la contraída entrada que le permitió solo unas cuantas estocadas más antes de que su semen abundante y caliente saliera sacando un ronco gemido de ambos. Naruto cayó abatido y con una pequeña sonrisa; sobre el hombro de Sasuke.
-te… amo… papá-susurro mientras sus ojos se cerraban. Aun tenía el palpitante miembro de Sasuke en su interior, pero que importaba, se sentía tan bien tenerlo dentro mientras se quedaba dormido.
-y yo a ti-susurro en su oído Sasuke al tiempo que salía lentamente recibiendo un pequeño gemido. Acomodo a Naruto en el asiento trasero y se acomoda la ropa para salir y dejarlo dormir un buen rato. Le había encantado todo.
-13-
Habían cumplido con el amigo de Sasuke, el cual no se molesto en preguntar por su retraso, y varias horas después, estaban cómodamente en su departamento. Ambos dormían plácidamente abrazados en la cama de Sasuke. Después de haber hecho todo aquello no dormirían separado. ¿Verdad?
Una incesante llamada, al timbre de la puerta, lo despertó. Suerte que Naruto tenía sueño pesado y solo despertaba cuando le quitaban las sabanas de encima. Arma secreta de Sasuke para levantarlo en las mañanas.
Se coloco sus pantuflas y con parsimonia, no sin antes prepararse para mandar al diablo a quien quiera que estuviera en la puerta, se movilizo hasta la entrada, el living estaba en completa calma, cosa que le agrado. Naruto se había acomodado a su medida. Con varias discusiones los primeros días, pero estaban comprendiéndose mutuamente. Y se comprenderían más cada vez que tuvieran sexo en la mesa barroca antigua donde quería probar ciertas posiciones. Ese fue el mejor día de su vida.
Rápidamente abrió la puerta y quedo en suspenso mientras aquella chica se abalanzaba contra él y besaba sus mejillas- ¡eh regresado de mi viaje, amor!-decía la chica mientras le sonreía.
-Sakura-susurro mientras una nerviosa sonrisa afloraba en sus labios.
Estoy jodido.