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i believe in angels por black_phenix

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Notas del capitulo:

Disculpen la tardanza para subir este capitulo, pero debía, antes de analizar y reeditar todos los capítulos, saber como hacer el siguiente para meterlos en mas problemas de cabeza. me encanta confundirlos, es un placer hacerlos darse contra las paredes para descifrar lo que sigue. *guiño*
Los y las amo. XD

 


 


 


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                                                  † Pure soul                                                      (¸.•´´(¸.•´´ ``•.¸)``•.¸ )


                                              


 


 


 


 


“El alma se cura estando con los niños.”


¡Sin doble sentido, pervertidos!


 


 


 


 


 


 


 


Al posar sus pies en el suelo, luego de notar el penetrante olor del moho y el acero oxidado, vio que todo en rededor era oscuridad. No podía ver bien por el momento, no hasta que sus ojos se adaptasen por completo, y dudaba que tardara mucho. El suelo en rededor estaba lleno de agua, logrando humedecer sus botas de piel de dragón. Hizo una mueca desagradable ante eso y el sonido escabroso de las tuberías fijas en la pared que goteaban incesantes. Luego de esperar unos minutos en los que sus pies se humedecieron mas, logro vislumbrar a la lejanía dos antorchar posadas cerca de lo que parecía ser una vieja puerta de acero.


No lo dudo dos veces para encaminarse a aquel sitio. Necesitaba dar con el paradero de aquello que buscaba y, especialmente, deseaba que esta vez no fuera una información falsa como las otras en los últimos años.  Logrando llegar a la puerta, la aprecio con aprehensión y detalle. Las runas inscritas y los sellos rotos en los bordes eran un indicio para él, pero también podía ser falso como los otros lugares antes que ese.


Antes de siquiera tocar, la puerta se abrió por si sola y una suave brisa azoto su rostro y su capucha ondeo suave haciendo que la sonrisa oculta bajo esta pudiera apreciarse un poco más. Mas allá de aquellos detalles en runas en el marco, todo estaba oscurecido por lo que parecía ser una densa neblina, o eso parecía.


—Me es extraño tener visitas sin “previo” aviso. Y más impresionante es que sea un “caído” —una voz con tintes de oscuridad inundo sus agudos oídos haciéndole ensanchar mas aquella sonrisa. Su búsqueda al fin había acabado en este lugar y eso le alegraba de sobremanera—. ¿Qué deseas tú, que tienes tus alas “rotas”de mí,  un “pecado,” para llegar al punto de venir hasta aquí?


   —He venido a proponerte un trato, “pecado.” —Respondió, sin atisbo alguno de nerviosismo en su voz. Se adentro a la habitación y camino entre la oscuridad a paso seguro con sus manos en sus bolsillos, atravesando la neblina que parecía disolverse tan solo al tocarlo—. Quieres salir, ¿no? Puedo darte esa oportunidad.


Una dulce carcajada, con matices oscuros, abrazo la oscuridad y lo hizo temblar un poco. Era una extraña sensación, reconfortante, pero extraña. Se detuvo cuando sintió el poder de las barreras incrementarse, impidiéndole el paso mas allá de aquel punto. Unas runas que parecían ser antiguas se iluminaron levemente de azul y dieron un poco de lumbre al desmadejado cuarto. Al final de la habitación, atada con gruesas cadenas y rodeada de un incontable numero de sellos, una figura con raídas ropas, sucias y viejas, reía con locura y diversión.


 —Perdona mis modales, pero creo que he comenzado a escuchar desvaríos. Según puedo sentir, tu poder es insuficiente como para siquiera destruir mis “ataduras” —comento jocoso, dando una sonrisa de lado a la encapuchada figura de su invitado—. Lamento no tener asientos o, al menos, algo que invitarle, pero deberá entender que no salgo bastante de este sitio. La última vez fue hace más de 500 años.


—Tienes un humor bastante negro, ¿eh? —retiro su capucha y dejo que, entre la oscuridad levemente matizada por el brillo de los sellos que impedían su paso, la figura moribunda pudiera verle mejor. Sus ojos de un azul oscuro y profundo llamo la atención del encarcelado, mas, aquellos finos labios seguidos de la respingada nariz, y no olvidarse del rizado cabello casi tan oscuro como las plumas de los cuervos, fue lo que mejor vislumbro de aquel refinado rostro.


—Y yo he de aceptar que eres bastante hermoso, chico. —Sonrió, mostrando dos alargados caninos entre los filamentos de sus dientes—. ¿No te gustaría mantenerla por toda la eternidad?


—He de declinar su oferta. La inmortalidad no es algo que necesite. —dijo, encogiéndose de hombros y transfigurando con un movimiento de su mano derecha, una roca en una silla aterciopelada estilo trono de color rojo y madera oscura.


—Lamentable, entonces. Pero volviendo al tópico de su “visita” debo decir que es la primera vez que escucho tanta insensatez en tanto tiempo. Y he de agregar que es bastante. —el joven frente a él tomo asiento y cruzo elegantemente sus piernas. Ciertamente era tentativo y no dejaba muchas cosas a la imaginación con tan galante y bello porte.


— ¿No fue la insensatez de “ciertas” palabras lo que lo llevo a donde está ahora? —chasqueo la lengua cuando escucho aquello. Aquel chico era un poco más hábil en el uso de las palabras y, bueno, tenía más ventajas que él ya que este parecía conocer ciertos detalles de su encierro—. Volviendo al tema, ¿te gustaría ser libre de esas cadenas? No estoy jugando, mis palabras son tan seguras como el decir que esas cadenas que te aprisionan pueden ser removidas.


—No hay día en el que no espere estar libre, mon petit chat. Y no es que dude de tus palabras, pero sigo diciéndotelo, tu poder es insuficiente siquiera para destruir esta barrera —negó antes de sonreír. Al menos era agradable tener una conversación decente después de aquel tiempo solo. Y no es que el conversara mucho con los seres que “iban” a visitarle para darle su “alimento” —. Ciertamente  mi curiosidad es grande, por lo que he de preguntar, ¿Por qué tienes tanto empeño, joven Nephilim*, en liberarme de este sitio?   


—Necesito de tu poder para poder entrar a un lugar donde ya no soy aceptado. —hizo una mueca de dolor y luego entrecerró los ojos con tristeza. Nada de aquello paso desapercibido por el encarcelado. Ese chico resultaba interesante (dejando de lado que lo atraía de una manera un poco fuera de lo cotidiano) —. Puede que no tenga el poder de liberarte de aquel sello que te aprisiona, pero puedo al menos sacarte de este lugar. Solo acepta y te daré las condiciones para esto.


—Sabía que no sería tan fácil hacer un simple trato de libertad. Al menos dime tus condiciones y puede que acepte. Ya que, si quisiera ser libre, solo tendría que esperar algunos años más y el poder necesario que he estado recolectando me liberaría de este maldito sello de castidad—rio quedamente al ver las mejillas del chico enrojecerse.


—No mataras ni te alimentaras de nadie, yo seré tu fuente de alimento. Y acataras todo lo que te diga del momento en que te libere al momento en que el trato llegue a su fin. —otra oleada de locura lo golpeo con la mofa oscura de su interlocutor. Podría decirse que era un sentimiento escabroso y poco natural, pero era ciertamente interesante sentir todo aquel poder oscuro traspasarle el cuerpo.


—Eres interesante. Te daré una última pregunta, ¿Cómo piensas devolverme mi poder? —sonrió de lado y ondeo su oscuro pelo mostrando así la mitad de su rostro. A pesar del tiempo transcurrido y que su cuerpo estaba marcado por cicatrices que no podía curar por el sello, seguía siendo hermoso.


—El “grave of María*” ha sido liberado. —el aire parecía haber sido cortado en ese momento. El silencio se asentó entre ambos y la seriedad tomo posesión del rostro del prisionero. El joven se levanto con ceremonia y camino más allá del límite del sello, haciendo vibrar los muros y que rayos y un brillo casi cegador se apoderara de lo que antes fue aquella oscura habitación. Para sorpresa del prisionero,  el Nephilim, que parecía brillar con luz propia, absorbiendo el poder del sello, destruyo la barrera y se acerco hasta él, tomando su rostro y levantándolo para que sus ojos se enfrentasen—. Ciertamente, tu mirada me confirma cuanta emoción posees al oír esto.


—No tengo emoción alguna al escuchar eso. Si sabes tanto como parece, has de conocer también el significado de que, el grave of María, haya sido despertado. —su voz sonó como un susurro, pero aun así hizo vibrar cada parte del Nephilim con emoción. Nunca había sentido algo así, y, para su perplejidad, el hombre al que miraba parecía saber todo lo que pensaba. Cosa que lo hizo sentirse de alguna manera morbosa, excitado—. Alguien tiene en su poder el contenedor de todo lo que antes fue mío. En otras palabras, después de tanto tiempo, ha aparecido un nuevo dueño para mi poder.


—Te equivocas en eso, Vladimir tepes. —Sonrió de lado ante la sorpresa que logro vislumbrar en aquellos ojos de color rojo cuando pronuncio su nombre—. Tú “poder” sigue siendo tuyo, no ha encontrado nuevo dueño.


— ¡El grave of María  solo puede ser invocado por su dueño! Dime quien otro, aparte de mi, podría despertarlo, ¿eh?  Solo su nuevo poseedor podría hacerlo. Nadie más podría. —desvió el rostro haciendo que, su invitado, se levantara y lo mirada desde arriba. ¿De qué demonios valía estar ahora libre si su poder ya no respondería a él?


—sabias que, existe “una llave maestra” para todo lo que existe en este mundo. —los ojos de Vladimir se posaron de nueva cuenta en él y luego bufo pensando en lo idiota que sonaba todo aquello. Podría ser verdad que existiera una llave maestra, pero era imposible que estuviera devuelta tan solo a poco tiempo de su desaparición—. El Regis está despertando, y en sus manos esta, el grave of María.


El cuerpo de tepes se sintió estremecer. Su propio cuerpo se sintió atemorizado ante esa afirmación que su interlocutor le estaba contando.


— ¡El no puede haber regresado! Ha pasado muy poco tiempo y,  Eso solo pronosticaría…


—Otra “caída” o posiblemente la salvación de todas las especies. Por eso estoy aquí, para pedir tu ayuda. Si logramos obtener lo que estoy buscando, la “caída”puede detener. Ayúdame, por favor, bríndame tu poder. —sus ojos brillaron en expectativa. Puede decirse que Vladimir se sentía atravesado por aquella mirada. Bajo el rostro y sonrió de lado.


—Tienes mi absoluta obediencia joven Nephilim. —no tenia de otra más que aceptar el trato. No podía creer lo que estaba ocurriendo, pero debía prepararse para lo peor—. ¿Puedo conocer su nombre, joven amo?


—El nombre que me fue por mi padre, dado aquel día, el día de mi nacimiento fue, Ciel. —al decir esto, sus manos brillaron y los sellos interpuestos en su camino comenzaron a arder. Las ataduras que detenían a Vladimir comenzaron a destrozarse, como si una gran cantidad de presión fuese puesta en ellas. El mayor sello de todos, el mágico a sus espaldas, el tetragramaton*  de cinco picos, lo atravesó y se acerco al joven Ciel, quien poso su mano extendida hacia él y comenzó a absorberlo—.Obert, ànima en pena, segells sagrats, sang de l'hereu, passió de l'amo, destí incert. uneix les nostres ànimes*. — En el dorso de sus manos apareció el sello que antes estaba en las paredes, deteniendo todos los movimientos del vampiro—.  Ahora estas ligado a mi hasta que seas realmente libre. Ven conmigo, Vladimir tepes.


 


 


 


 


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Rayos caían incesantes, atravesando el oscuro cielo y azotando con la planicie destrozada de aquella ciudad en ruinas. Edificios desquebrajados y, nada en rededor más que destrucción y soledad era lo que lo acompañaba. Ni siquiera los cuerpos de los muertos estaban a su alrededor o indicio alguno de que alguna vez, en esa ciudad, algún ser humano vivió. En uno de los muros aun intactos de concreto, él estaba atado, con sus manos en alto y, lo que parecía ser una espada, atravesaba su estomago. Su sangre formaba el dibujo de dos hermosas alas desplegadas.


— ¿De verdad creías que podía hacer algo contra él, chico? —una lúgubre voz lo hizo levantar la vista de la fina hoja de acero que tenia partiéndolo por la mitad. No era doloroso, pero se sentía ciertamente extraño tener eso atravesando sus intestinos. Fijo su vista en la nada y, a sus oídos llegaron risas y gritos, sonrisas de alegría y rostros sin vida de gente que desconocía completamente—. No pudiste salvarlos aquella vez, ¿Qué te hace pensar que ahora lo harás?


— ¿Quién eres? —su voz fue un murmullo que se expandió en la nada. Le dolía la garganta y sentía que pronto dejaría de hablar.


—Soy quien te permite ver la realidad de tu futuro— ante él, dos enormes alas negras se abrieron con esplendor y, cuando fijo la vista en el suelo, se encontró con una de  sus formas Animagas. Un león oscuro con dos hermosos ojos de un verde escarlata sin igual—. Yo soy una de  las respuestas a todas tus preguntas. Ven conmigo, te dejare ver lo que una vez perdiste.


Las cadenas que ataban sus manos, se redujeron a cenizas y la espada que estaba en su estomago despacio haciéndolo caer de improvisto al suelo. Sin pensarlo dos veces, bajo la mirada escrutadora del león, se levanto y comenzó a seguirlo—. ¿Por qué estaba atado, en ese muro?


—Tú mismo te ataste, o al menos, tu otro yo lo hizo—respondió el león rugiendo hacia muro que empezó a brillar, pasando imágenes inconexas de personas desconocidas—. Esta es, tu línea de vida. Donde todos tus recuerdos residen, y todas tus vidas pasadas interactúan entre sí.


Antes de que si quiera pensara seguir al león, una mano lo agarro del bazo y lo hizo estrellarse contra un muro aledaño. Se levanto adolorido y ante el contemplo al león observándole mientras una figura conocida, o eso parecía, le acariciaba la crin.


 — ¿Por qué demonios has hecho eso? —pregunto con el ceño fruncido y la voz alzada. Le molesto en gran medida y ciertamente le dolió como el demonio el golpe que recibió. Su cabello danzo al levantarse y sus ojos brillaron con enojo, mas no pasó de allí—. ¿Quién eres?


—Seria la personificación de todo tu poder, o algo así —el león gruño y, para Harry, pareció una carcajada burlona. El ser delante de él, acariciando al león, estaba vestido como un príncipe de la edad media. Su cabello era rubio y sus ojos parecían dorados mesclados con azul—. Puedes llamarme Arthur.


—Bueno, Arthur, ¿Por qué demonios me lanzaste así? —su ceño se frunció y su resoplido pareció darle vida al lugar. El joven príncipe rio un poco y se acerco para acariciarle la mejilla.


—Aun no estás listo para ver todo aquello. —Respondió, con una sonrisa maternal antes de pasarle una mano por la cabeza—. En aquel lugar—dijo apuntando al muro donde antes planeo entrar— solo hay dolor esperándote, joven Potter. Memorias que van de la mano con desdichas de la vida y de un destino poco favorable que una vez te toco.


— ¿Cómo lo sabes? —volvió a preguntar, esta vez intrigado.


 


 


—porque son mis recuerdos, de mi antes de ser el Regis. —Harry abrió grande los ojos al estar en la presencia que todos los seres mágicos le nombraban. La sonrisa de Arthur lo tranquilizo y lo hizo pensar que estaba en un país lleno de maravillas inimaginables, aunque ciertamente, estaba parado en un lugar que pareció ser arrasado por una guerra donde todo ser viviente desapareció—. Tú, siendo yo, eres mi sucesor al trono de la vida, Harry.


— ¿Trono, de la vida? —pregunto curioso mientras seguía al joven príncipe y al león que se había encogido y ahora figuraba como un pequeño gatito con dos alas minúsculas en su espalda, en las manos de Arthur. La devastación estaba por todos lados y las nubes, que seguían cargadas de truenos y centellas, amenazaban con blandir su furia contra la tierra.


—El Regis, es el rey del mundo. Tú, siendo el Regis, eres amo absoluto de toda forma viviente en la tierra. O algo así. —Harry bufo ante eso y le dio una mirada escrutadora al joven rey, según lo que este mismo había dicho.


—no quiero ser alguien que manipule a otros a su conveniencia.


Arthur sonrió ante esas palabras—. Creo que no entiendes bien el concepto de ser un rey, Harry. —Harry bufo y Arthur rio quedamente—. Podrías decir que un rey es alguien que manipula, pero eso solo es si el rey lo desea. Un rey es alguien noble que gobierna y da confort a los menos agraciados. Sería lo mismo que harías siendo Lord Potter, con los puestos de aquel llamado Winzengamot: impartir justicia y equidad.  No obstante, la existencia del Regis es esencial para este mundo, y mi turno está por terminar.


— ¿Por qué? —cuando llegaron al límite de la ciudad, todo era nada. Todo más allá del límite de esta era solo un blancor único que parecía tragarse absolutamente  todo. Arthur extendió una mano y Harry, la  tomo. Cuando Arthur poso un pie en el blancor refulgente de aquella nada, todo desapareció detrás de ellos y delante, un hermoso paradigma de un  lago y la  naturaleza, los rodeo.  Era esplendoroso y Harry pareció suspirar al sentirse tan tranquilo y en paz. Algo muy diferente de la escena anterior que parecía haberle dado escalofríos todo el tiempo.


—Gaia es nuestra madre y nosotros somos sus mensajeros como una vez fue establecido. —dijo —. Nosotros, siendo hijos de Gaia, somos la conexión de la vida de esta a los seres descendientes de ella. En otras palabras, si nosotros, o tú,  no existiésemos, la magia desaparecería por completo. Y así toda forma viviente sobre el plano terrenal. Y con respecto a mi tiempo, he sustentado el trono del Regis durante siglos siendo un simple mortal con poder. Un mago, como ustedes los llaman, esperando a tu llegada.  Tú eres yo, aun conectado a Gaia y yo soy tú y a la vez una existencia unilateral con pensamientos propios; somos la misma hoja de una espada. Harry Potter, he llegado a mi límite sosteniendo el mundo como alguien simple y común, es momento que un verdadero inmortal tome el trono de la vida.


Harry, sorprendido, quedo atónito ante aquellas palabras. Podría esperarse cualquier cosa al saberse reencarnación de un rey importante, pero eso era demasiado. En otras palabras, el era la razón de vida de todas las cosas que respiraban y se movían.


—El Regis es hijo mismo de la madre tierra, Gaia, nacida del poder de Dios y, posiblemente igual a este. Simplemente posees un cuerpo mortal, pero ahora mismo eres, siendo un elfo antiguo, un inmortal.  Gaia es el centro de la vida en el universo. La primera hija de Dios, quien sustenta la vida de todas las formas existentes y, quien posee el poder para lograr batirse con el todo poderoso creador. —Harry estaba anonadado y tan sorprendido que no podía articular palabra alguna ante tal revelación—. Eso es lo que desea nuestro enemigo, tu enemigo. El poder de batirse con Dios. Tomar su lugar como creador, como nuestro abuelo, podría decirse. Pero para ello necesita devorar a Gaia y para alcanzar eso, necesita eliminarte a ti.


—Esto es, Merlín, increíble. —Arthur rio quedamente. Harry sentía que todo su cuerpo temblaba y, sin lugar a dudas, eso era algo que estaba comenzando a posarse con más peso que sus responsabilidades anteriores sobre sus hombros.


—Jamás pensé que mi padre llegaría a ser tan famoso. —Harry casi dejo de respirar mientras apuntaba con un dedo acusador a Arthur. Olvido todo lo dicho y miro con impresión al joven rey (aun a sabiendas que este era más antiguo de lo que creía) —. Oh, sí, Merlín el grande era mi padre y yo, era el rey legítimo de Camelot al igual que el Regis de aquella época.


Antes de que Harry dijera nada, Arthur le golpeo en la frente con un dedo haciéndolo salir del sueño como si saliera de un lago helado. “hablaremos después, joven Potter”


 


 


Draco estaba a su lado, mirándolo preocupado  mientras el solo negaba tranquilizándolo. Había despertado con un ensordecedor grito; pensó que moriría mientras la oscuridad se lo tragaba con gula. La luz del sol lo baño y se sintió tranquilizado de repente luego del beso de su pareja.


—Solo ha sido una pesadilla, amor, no te preocupes. Luego te lo comentare —Draco sabía que le estaba ocultando algo, pero confiaría en que Harry le diría todo cuando estuviera listo. La anterior tarde se la habían pasado de compras después de que los chicos arribaran de Howarts. Pansy se había tomado las molestias de ponerles una correa a todos para llevárselos de compras. Para Harry, ciertamente, fue el día mas largo de toda su vida. Se la habían pasado de tienda en tienda (de alta costura y categoría que Pansy conocía), viendo todo tipo de traje celebre y conformista para pasar los días en la mansión Malfoy a partir de la semana siguiente, ya que primero debían informar a sus familias de todo (o una parte resumida contada por Harry como excusa) del porque de sus decisiones. Y también presentar formalmente a sus parejas.


Era la primera vez que Harry pensaba que las mujeres eran algo de temer. Y más lo era tener a un Draco con obsesión por la moda acompañando a dos eruditas de la tela.


Tuvieron el día mas ajetreado de todos. Pero al final, lograron conseguir todo cuanto pudieron. Inclusive habían descubierto cierto secretito que Ron y Blaise estaban escondiéndoles. Al parecer, Ronald estaba embarazado de unas pocas semanas y ellos lo estaban guardando para el día más presuroso a revelarlo; cuando Blaise le pidiera matrimonio.


Lo más terrorífico fue, que las chicas al enterarse del embarazo, había arremetido contra una tienda Muggle de ropa de bebes junto a los futuros padres. Suerte que pensaban que las parejas eran normales, sino hubiesen tenido problemas obliterando las memorias de tantos Muggle’s curioso que se acercaba a oír los gritos histéricos de Pansy y Hermione que compraban todo cuanto les gustaba.


 


 


 


 — ¿Cómo han pasado la noche? —pregunto Lucius, con Remus a su lado que le serbia, a gusto propio, una taza de café caliente. Harry se acerco; había pasado una agradable ducha junto a Draco. Desde hacía un par de días que habían comenzado a disfrutar (en más de un sentido) de la regadera juntos. Harry se había decidido a contarles lo del sueño y todo con respecto a lo del Regis, al igual que a su padre, ya que en estos momentos la presión lo estaba aplastando. Por lo que tener ayuda de gente mayor y mas experimentada seria de gran relevancia.


—Muchas cosas han pasado. —comento Harry, impresionándolos a todos por la seriedad con lo que había dicho aquello. Draco alzo una ceja expectante ante el tono de su amado elfo. Harry se había levantado extraño (aunque eso no le quito lo excitante en el baño, para nada) —. Con respecto al sueño, Draco, tengo algo que contarles a todos. Algo que pone las tornas de lado. Y es algo mas cojonudo que lo que les conté en la cena la otra vez.


— ¿He de llamar al Lord? —Harry asintió y Lucius le dio las indicaciones a Wilshire para que fuera en busca de su amo. El príncipe, a su manera de ver, era alguien más intrigante de lo que nunca antes pensó—. Por el momento, comamos a complacencia antes de que el Lord arribe. Así podremos pasar al jardín y hablar un poco más calmos todo este asunto referente a lo que nos tengas que decir.


 


 


 


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Lord Voldemort arribo a la mansión Malfoy con cara de preocupación. Ciertamente estaba ocupado y le había intrigado que su hijo lo hubiese llamado tan temprano en la mañana. Había algo que lo hacía estremecerse, y eso, siendo el Lord Voldemort, no auguraba nada bueno. Después de lo de la reunión con sus Mortifagos, informándole solo a los más seguros de sus subordinados sobre los detalles de Harry siendo su hijo, y lo de la pureza de sangre con respecto a los Muggle’s y posibles nacimientos de nuevas familias sangre pura luego de la guerra, hubo algo que tomo posesión de sus ya extintos sentimientos. Era algo que se le había quedado atravesado en la garganta y no podía salírsele, y posiblemente tenía que ver con Harry y el asunto que aun no habían tratado.


La elfina domestica lo había guiado hasta el jardín, donde su hijo, junto a su pareja y Lucius junto al hombre lobo, lo estaban esperando.


—Buenos días, mi Lord—saludo Lucius, siendo seguido por el saludo de Remus y el de su hijo. El devolvió el cabeceo y miro a Harry.


—Buenos días, padre. —saludo Harry, invitándole a tomar asiento junto a él. Tom tomo asiento y, detrás de él, apareció Nagini diciendo una que otra indecencia que hicieron a Harry reír con soltura—. Buenos días, Nagini. —la saludo cuando esta repto por la silla de Tom y se coloco en su regazo, con la cabeza en la mesa escuchando atenta.


—Buenos días, Harry. —pareció sonreírle, cosa que extraño a los que no entendían el Parsel.


— ¿Para qué era requerida mi presencia tan temprano en la mañana, Harry? —pregunto, Tom, mirándoles a todos con aquella profunda mirada antes de servirse el té.


—Quería hablarles a todos de la verdadera profecía y, de quien soy la reencarnación. —Tom se detuvo, mirando inquisitivamente al joven Potter al igual que los otros tres pares de ojos—. No había comentado esto porque necesitaba primero encontrar las respuestas a algunas preguntas con respecto a esta.


— ¿Ya las has encontrado? —pregunto Remus, y Harry asintió quedamente. Suspiro y relajo los músculos antes de comenzar a resumir las cosas.


—La profecía simplemente establecía que, estando en peligro, mi padre me salvaría y me marcaria como su igual. —Levantando un mechón de su cabello, mostro la marca en forma de rayo de su frente haciendo a Tom suspirar disconforme ante esta; lamentablemente, fue la única opción que tuvo en aquel momento que sintió el peligro sobre el pequeño de su querido James —. Y la otra parte de esta simplemente dice que yo regresare, una vida pasada en esta presente, como algo que siempre se espero.


—Es intrigante, debo añadir—dijo Lucius, con el ceño fruncido ante esto.


—lo mas intrigante seria, ¿a quién estoy reencarnando? —Susurro con una sonrisa marca Slytherin (enseñada por Draco mismo) de lado—. Y de eso se trata mi sueño de anoche.


— ¿De la que te levantaste todo sudoroso y temblando? —pregunto Draco y este asintió. Mm, nunca espero a que Harry comentara aquello tan rápido.


—Yo soy la reencarnación del rey Arturo de Camelot, hijo de Merlín el grande,  y reencarno como el Regis regente de este mundo...


 


 


 


 


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Todo era escombros en ese momento, nada parecía tener sentido, pero según podía entrever todo tenía que ver con el ser que lo estaba acompañando en ese momento. El Night club al que había entrado la noche anterior estaba derrumbado y las personas que antes estaban allí, al igual que el que atendía el bar, se habían convertido en muñecos.


—Esa edificación, al igual que los que estaban dentro, la había creado para atraer personas para así poder alimentarme. —Había explicado encogiéndose de hombros—. Era para lo único que podía usar el poder que me quedaba, y era la única manera de atraer personas hacia mí. Descuida, no los mataba, de nada me servía quedarme con los cuerpos sin vida y, ciertamente no quería transformarlos en futuros vampiros.


—Bueno, de acuerdo. ¿Te parece bien si vamos a por ropas que te queden mejor que eso? —Vladimir asintió, siguiendo al que sería algo así como su amo. Le había asombrado cuando había cambiado el mundo en todo el tiempo que estuvo encerrado. Las personas ya no conocían quien era él; todo el mundo en su época decía su nombre con terror en los labios—. Te dije, nosotros cambiamos radicalmente lo que era este mundo. Desde la época del último Regis, los humanos dejaron de conocer lo que era la magia. Exactamente llevas más de 1500 años encerrado en aquel lugar, mi querido Vlad.


—Impresionante, juraba que era más de 500 años, pero al parecer he estado más allí. —Comento con desdén  y una mueca de asco en el rostro—. Razón que explicó por qué el Regis está de vuelta.


 


—Para tu memoria serian exactamente eso, pero Cromwell te había dormido por mil años y cuando despertaste no tenias noción del tiempo, por lo que imaginaste que era un día después de tu encierro o algo por el estilo. —Ciel se encogió de hombros y entro acompañado de Vlad a una tienda de ropa común y corriente. La gente los miraba extrañado y la dependiente estaba a punto de sacarlos a la calle por estar empañando la belleza del lugar—. Disculpe, pero, ¿cree tener una talla que le quede al joven aquí? —mostro una gran cantidad de dinero que hizo a la dependiente ahogarse en su propia imaginación.


 


— ¡Por supuesto! Por favor, pase al probador. —Vlad alzo una ceja en señal de intriga ante la forma de manipular que tenia Ciel, haciéndole soltar una sonrisa de lado que hizo que suspiros de mujeres fuesen escuchados. Oh, aun no perdía ese toque. Acompaño a Ciel a los probadores y se adentro a la espera de los cambios que se probaría.


Después de más de una hora, donde ropa iba y venía, Vlad al fin salió con un traje Gucci de color negro, con una camisa branca por debajo del chaleco y la corbata en la mano al no saber ponérsela.


 — ¿Cómo se supone que va esta cosa? —alzo una ceja y apunto a la corbata en su mano. Ciel rio y se acerco para tomar la corbata y luego pasarla por el cuello de la camisa. El olor de Ciel, para Vladimir, era embriagante y tentativo. Hacía mucho que no probaba bocado alguno y, ese parecía el mejor momento para hacerlo.


— ¡Oye! Estamos en público—Vlad sonrió lobunamente y halo a Ciel tras el vestidor. Nadie se percato de esto, y la dependiente estaba muy ocupada contando los fajos de dinero tras la caja registradora.


—Entonces aquí estaremos seguros—dijo, y oliendo su fragancia, clavo sus colmillos en el blanco cuello del chico, cerrando los ojos excitado al sentir como su boca era llenada por aquel exquisito liquido con esencia mágica.


— ¡ah! Eres un maldito pervertido, ¡ah! Mira que morderme de esta… manera —gimió y se estremeció. Cierto que el mismo se había ofrecido a ser el alimento del vampiro, pero eso no adjudicaba que podría ser cuando este quisiera. Por el momento lo dejaría, era la primera vez después de tanto tiempo que se alimentaba después de todo, o ¿no?


 


 


 


 


 


 


Continuara.                                                                                                                                         (¸.•´´(¸.•´´ ``•.¸)``•.¸ )


                                                                                    


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 

Notas finales:

Nephilim* es la forma en que se les llama a los hijos, de los hijos de Dios. en otras palabras, mitad ángeles y mitad humanos.
Grave of María* puede sonar extraño, pero soy adicto a la serie de D-gray Man. y esa es una de las Inocencias que ellos utilizan. quise ponerlo por que el nombre me encanto. y bueno, apuesto a que a ustedes le pareció fabuloso. XD

Obert, ànima en pena, segells sagrats, sang de l'hereu, passió de l'amo, destí incert. uneix les nostres ànimes.* es creado por mi, y quiere decir:
Abierto, alma en pena, sellos sagrados, sangre del heredero, pasion del amo, destino incierto. une nuestras almas.

Alma sagrada que transitas los pesares de la vida; permite a esta oscura materia reconfórtate en la oscuridad de mis besos. Soy un alma perdida, adyacente en los pecaminosos caminos de la sociedad; benigno veneno que nos es dado cuando nacemos. Tus manos me atraen a tus labios; tu pecaminoso aroma me deja perderme en los pesares del fruto prohibido.
Soy un Noé que busca la redención:
Y en los pesares del infierno arderé con devoción.
Phenix.


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