The last tear:
Hapiness.
“Aun entre los pequeños recovecos del martirio hacia la carne y el derrame sin fin e impune de la sangre inocente, el alma misma; que llena de polvo y mugre esta. Invisible dentro de aquellos contenedores que solo lustran con sus lenguas los zapatos de aquellos a quienes tienen en su propia fascista gloria, sigue siendo blanca y pura, esperando ser libre del pecado donde fue sellada.
Porque en ellas, aun después de haber experimentado en contra de su pura naturaleza, el descontrol, el odio, la venganza, aun siguen existiendo aquellos simples sentimientos que la hacían comprender un poco mas allá de su pureza; la tristeza, el amor, la alegría; por eso somos llamados seres humanos: cada uno tan o más contradictorio que el otro, tan bueno como malo, tan puro como oscuro…”
El olor dulce que aun estaba intacto en su memoria y olfato, inclusive asediado por la peste de la sangre del cadáver que lo acompañaba en la habitación; seguía siendo tan exquisito como siempre. El suave tacto de su piel, aun seguía hormigueando entre sus dedos, como si aun estuviera sobre su cuerpo y no sobre aquella asquerosa pistola. Y su melódica voz, pidiendo que siguiera, absorta en gemir su nombre y una que otra cosa –obscenidad para sus desvirgados oídos y sentidos-, seguía taladrando su mente.
-. Si al menos hubieses comprendido bien, nada de esto estaría ocurriendo en estos momentos: aunque si lo piensas mejor, te vez espectacular muerta. Creo que deberíamos preguntarle mejor a un estilista –Sasuke soltó una carcajada para luego mirar el techo de la habitación. Abajo aun seguía el ajetreo de las autoridades tratando de convencerlo para que se entregue.
¡Estúpidos!
Pensó al tiempo que bajaba la mirada: volviéndose a cuestionar una vez más la razón del por qué había matado a la chica antes de hacerla escuchar lo que lo ataba tan fuertemente al sentimiento de amor que tenia por su adorado rubio; llegando a la conclusión de nuevo de que sus chillidos serian lo último que deseaba escuchar.
Mas teniendo en cuenta de que la vería gritar, llorar, hipar y retorcerse como un cerdo cuando está a punto de morir…
Una imagen que no le agradaría tener grabada ese día…
-. Conocí a Naruto el verano pasado –comenzó luego de haber visto suficiente de aquel cuerpo que empezaba a extender el desagradable olor de la putrefacción-, fue amor a primera vista –suspiro lanzándose al colchón-. No tenía interés en absolutamente nada ni nadie, tus constantes alaridos y molestas apariciones diciendo una y otra vez que me amabas, ya me tenían completamente harto. Si hubiera sido posible, o por que tenia mas auto control en ese tiempo, estarías como estas ahora frente a mi –comento quitando importancia al hecho antes de continuar-. El ascendía por las escaleras de emergencia hacia la azotea de la universidad: se había escapado de la aburrida clase del profesor Nara al igual que yo de la de Orochimaru.
Dio media vuelta en la cama y miro a la puerta, con anhelo de que lo que estuviera pasando en ese momento, jamás hubiese ocurrido y que su adorado zorrito apareciera para hacer cositas obscenas en aquella cama.
->. Planeaba ir a comprar algo para cuando abrí la puerta, el estaba allí, mirándome como un idiota –una sonrisa se extendió en sus labios al aun recordar la expresión en el rostro de Naruto. Sasuke suspiro y se mordió el labio inferior-. Espera un momento, recordar ese día me hace avergonzarme y sonrojarme –Sasuke desvió la mirada con el rostro rojo en vergüenza. Al parecer la locura lo había consumido por completo.
->. El, se acerco a mí en silencio y ambos solo nos dejamos llevar; no te creas que en cosas obscenas sino que, simplemente comenzamos a hablar, a conocernos y ahí fue cuando me interese por alguien por primera vez, me enamore completamente de él –tomo asiento en la cama y lleno una vez más la copa de coñac y recargo su rostro sobre la mano que tenia empuñada la pistola-. ¿Sabes que me dijo en el momento que se presento? –una sonrisa se afloro en sus labios-. “soy Naruto Uzumaki y me encanta el ramén”
Una risilla lleno de nuevo el ambiente. Sasuke tomo un sorbo de la copa a lo que volvía a su historia-. Desde ese día, tuvimos muchos más encuentros. Pero entre tú y yo, yo era quien los provocaba y los hacía parecer un accidente –miro sin mirar a Sakura. Aun le dolía pensar que Naruto se había ido para siempre y que él había caído en la desgracia de ser un asesino.
¡Nada más importaba si no lo tenía a él!
Frunció los labios y volvió a suspirar contando en regresiva buscando calmarse…
->. Me había quedado en su casa una noche de tormenta que nos tomo desprovistos. Aquel fue el día mas feliz de mi vida, me cuestione miles de veces si debía decirle que me gustaba o no, pero mi orgullo pudo mas así que decidí hacerlo… -aun recordaba el contonear de las caderas de Naruto cuando estaba preparando el té en la ortodoxa cocina del departamento para ellos dos-. Se lo dije sorpresivamente y él lo creyó una broma hasta el momento en que lo bese –toco sus labios saboreando algo que ya era inexistente.
->. Tuve suerte de haber sido correspondido…
El estruendoso sonido de un disparo se escucho en el hall de recepción del hotel, donde los dueños eran interrogados al haber sido descubiertos en actos ilícitos de espionaje en las habitaciones de sus huéspedes.
Los policías abordaron las escaleras por ambos extremos del lugar: planeaban asaltar la habitación y detener por completo aquella locura formada por alguien obseso en el amor.
-. Iruka, crees… ¿crees que merece la pena morir por algo que amas? –pregunto un oficial que cubría su boca con una máscara de vinil negro y dejaba ver una extensa herida a lo largo de su ojo izquierdo. El oficial segundo lo miro y sonrió.
-. La situación que está ocurriendo aquí ahora, lo dice todo por sí sola, Kakashi –respondió, mientras lo miraba directo a los ojos. Kakashi lo miro sin entender bien e Iruka comprendió-. El joven Uchiha, quien secuestro y ahora sabemos, asesino, a la joven Haruno Sakura; había sido informado de la muerte de un adolescente llamado Uzumaki Naruto a manos de la occisa en este caso –Kakashi lo miro aun más confuso-. El llego corriendo al lugar del hecho y comenzó a llamarlo pidiendo que se despertara mientras le decía cosas como “amor” “cariño” y lo besaba y abrazaba como queriendo jamás dejarlo ir.
Los negros ojos del oficial se cerraron penosamente al coincidir con los sentimientos del asesino en este caso-. Kiba –dijo al oficial al otro extremo-. Arresta a los dueños del lugar y mételos en la patrulla –ordeno para segundo después, el subordinado bajo las escaleras para acatar la orden de su jefe.
Sasuke reía poseso ante su acto-. Lo… siento –trataba de calmar la indecorosa risa que se había posesionado de él-, no era mi intensión dispararte en los senos, aunque pensándolo bien, jamás los ibas a usar –desestimo el hecho rápidamente-. Como iba diciendo, planeaba casarme con él, después de tanto tiempo había tomado el valor para decírselo y el sonriendo me abrazo como nunca antes diciéndome cuanto me amaba.
Una lágrima descendió por su rostro y cuando la limpio, escucho el mullido correr de varias personas en el pasillo mientras el inconfundible sonido de unas pistolas cargándose, se adentro a sus oídos con rapidez, haciéndolo sonreír-. Parece que no me queda mucho tiempo contigo, Sakura.
Se paro y camino lenta y elegantemente hasta la chica, sentándose en la pared de al lado mientras posaba sobre sus sienes la pistola-. Nunca me arrepentiría de haberlo visto a escondidas con su hermoso traje blanco, tratando de verse mejor para mi, por mi, por nuestro día especial –mas lagrimas acompañaron a la que fue limpiada, pero esta vez, corrieron por el rostro del Uchiha sin ser detenidas-. Solo por tu egoísmo no pudimos estar juntos en vida, solo por tu maldita vanidad… pero sabes, tuve la suerte de hacerlo mío durante toda la noche anterior a ese día… y aunque impediste que estuviésemos juntos.
Los policías se acercaban cada vez más…
-. Hoy no me impedirás acompañarlo en la muerte.
Otro disparo resonó en la habitación alertando a los policías una vez más. Esta vez, sin ponerse a pensar, todos corrieron a la habitación y derrumbaron la puerta para segundos después, bajar sus armas y simplemente entrar para ver la escena de dos cadáveres en una esquina.
-. Llegamos tarde… -musito Iruka dejándose caer sobre la cama.
-. Creo que… llegamos a tiempo –Kakashi apunto a la pared, detrás de la occisa dama que vestía un traje de camarera; varios agujeros de bala se vislumbraban en el cuerpo de la chica. Iruka miro en la dirección pedida y solamente asintió en acuerdo con lo dicho por su superior.
Los policías forenses entraron en el cuarto y mientras estos esperaban órdenes para confirmar horas de decesos una fantasmagórica figura esperaba recostada del marco de la puerta…
-. ¿Nos vamos, Sasuke?
Sasuke sonrió y camino a paso lento hasta su adorado Naruto…
-. “aun en la soledad de mi alma, tu recuerdo me acompaña… espérame allí, pronto estaré junto a ti” –escucho que recitaban las palabras que había escrito anteriormente-. Que descansen en paz… -musito el policía que se había recostado en la cama y que había cerrado los ojos de los occisos.
Sasuke lo miro después de haber tomado la mano de Naruto y sonrió para luego de pasar junto al oficial de la herida en el ojo y susurrar…
-. No esperes mucho tiempo… -se rio jocosamente al igual que Naruto mientras desaparecían.
-. Al parecer… -susurro Kakashi a lo que se reafirmaba la idea de confesarse a su castaño amor mientras veía a Iruka y respondía a aquella monocorde frase que se decía al final de toda existencia-. Ya lo hacen…
Fin.