Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A cup of tea. three times two-shots. por black_phenix

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Oh, dioses, me alegro tanto de que os guste este fic: Lo pense un dia que estaba leyendo un manga yaoi donde habia una cafeteria algo similar. Bueno, no interrumpo. Espero les guste este capitulo; sólo me quedan dos mas antes de terminarlo.

 

Darjeeling:

 Margaret’s hope.

 

 

 

 

“Aún en la más terrible de las adversidades, las esperanzas permanecen”.

 

 

 

 

 

Me pregunto mientras camino a casa, ¿Por qué lloro? Yo así lo quise, asique, ¿Por qué? ¿Por qué demonios el dolor es tan insoportable en cada latido? No somos nada, no tenemos nada. Ni siquiera somos amigos y aun así sufro de tal manera. Es como si mi corazón estuviera gritando de pena en la oscuridad de mi pecho. Y duele, como nada en la vida lo ha hecho. Me siento hecho pedazos, con el alma destrozada como si fuese un espejo roto. Y las lágrimas caen sin mi permiso. Sé que si grito lo hare por algo significativo que me dará la respuesta, pero no quiero escucharla resonar una y otra vez en mi cabeza, diciéndome lo estúpido que puedo llegar a ser.

 

 

 

 

 

El grito sale involuntario, porque mi pecho no puede contraerse más para contenerlo. Doy gracias a la oscuridad y el vacío que me rodea en mi camino. La única vez en mi vida que llore y me sentí de esta manera fue cuando mis padres tenían muchos problemas para conseguir siquiera algo para comer. Porque lo sabía, ellos preferían morir de hambre antes de siquiera dejarme a mi sin nada. Y por ello llore cuando me di cuenta de lo importante que podía ser para ellos. Pero había una gran diferencia entre aquella vez y esta: esa fue una sensación entre sufrimiento, regocijo y alegría. Pero este de ahora es puro dolor, y siento mis manos temblar involuntarias mientras mi rostro se contrae.

 

 

 

 

¡Maldición, Naruto, no llores!

 

 

 

 

¡Maldición, maldición, maldición!

 

 

 

 

No lo puedo creer. ¿Qué tan importante puede llegar a ser una persona de la que siquiera conoces su vida superficial?  ¿Cómo es posible enamorarte de alguien así de rápido? No lo comprendo, no, no tiene siquiera sentido toda esta situación, todas estas sensaciones que me invaden en puntos imprecisos.  ¿Qué me has hecho, Sasuke?

 

 

 

 

¿En qué punto deje la formalidad con él? No sé, y ya quiero dejar de pensar. Quiero dejar atrás todas esas imágenes que corroen mi mente cada dos por tres. ¡Maldición, entiéndelo, crio estúpido, así deben ser las cosas! Ustedes no pueden tener algo que será prácticamente infructífero y se verá afectado en un futuro próximo. Y no es como si él quisiera algo con alguien que es tan poca cosa como yo.

 

 

 

 

Quizás… Quizás lo que quiso todo este tiempo fue disculparse por dejarse llevar por un impulso nervioso.

 

 

 

 

Sin que me diera cuenta de nada, ha comenzado a llover a cantaros.  Yo sigo mi camino como si nada estuviera sucediendo, absorto en los miles de pensamientos  que pasaban por mi mente junto a aquellas millones de sensaciones que se reunían en un punto preciso causando un dolor agudo e insoportable: en mi corazón. 

 

 

 

 

Y me he dado cuenta de algo en particular que me hace sentir más miserable: realmente me he enamorado. No un capricho, no platónico, sino real. Me he enamorado de él y su forma de ser. Y no lo soporto, esta sensación quiero que me deje para siempre, pero sólo el tiempo me dirá si podré olvidarlo.

 

 

 

 

 

 

 

—14—

 

 

 

 

 

 

 

Los siguientes días pasaron como si fuesen nada. Nadie podía darse cuenta de que me encontraba totalmente destrozado; era realmente un buen actor. Lo único malo es que tenía aquella imagen frescamente pintada en mi memoria. No sé si realmente ellos tienen algo, me he alejado todo lo suficiente que he podido de Sasuke para que nuestras vidas no tuvieran algo más en común que nuestro trabajo. Espero paciente durante horas, fingiendo una sonrisa todo el tiempo, para que la hora de salida siempre llegue. No tengo excusa para mi propio ser.

 

 

 

 

Siento vergüenza de mí mismo.

 

 

 

 

Tengo que ocultarme en la oscuridad de mi habitación para poder soltar unas cuantas lágrimas de frustración  tratando de no preocupar a mis padres, que se veían más felices últimamente. Me alegro por ellos, realmente se merecen todo lo bueno que les pase. Yo, en cambio, no creo tener oportunidad alguna de sentirme feliz o ser feliz por algo o alguien. Estoy enamorado de algo imposible, ilusionado con pasar el tiempo al lado de alguien que ya ni siquiera voltea a verme.

 

 

 

 

Soy un cero  a la izquierda, y eso no es algo que pueda cambiar aunque quiera.  Sé que Sasuke tiene que casarse con alguna bella joven dama de sociedad y producir un heredero algún día, y eso me impide siquiera intentar acercarme para robarle un beso y gritarle que lo quiero sólo para mí. No quiero ser el plato de segunda mesa que se llenara con las sobras y migajas que él deje cuando encuentre el tiempo para verme oculto de la sociedad, de su familia, para pasar una noche donde ni siquiera la mañana pasaremos juntos.

 

 

 

He ahí la cuestión de mi doloroso dilema.

 

 

 

 

Las imágenes de un yo esperando otro día, soñando con verlo cruzar la puerta y abrazarme diciéndome que me quiere, son un martirio para mí. Porque se, lo entiendo y lo comprendo, que estas viles sensaciones no tienen fruto. Los padres de Sasuke lo impedirían a toda costa, y harían la vida  medianamente feliz que mis padres tenían se viniera abajo.  Y eso es algo que no podría perdonarme.

 

 

 

Ja~. Tengo todas las de perder en esta situación.

 

 

 

 

 

 

 

—15—

 

 

 

 

 

 

—Minato, por favor, espera. Dale tiempo…—seco mis lágrimas con rapidez y agudizo mis sentidos. ¿Mis padres estaban discutiendo? Pero eso era imposible, ellos nunca habían peleado a menos que fuera de manera juguetona. Pero no tengo tiempo para analizar nada de eso porque escucho como papá abre la puerta de mi habitación con fuerza y me lanza una mirada severa.

 

 

 

 

— ¿Quién es, Naruto? Dímelo. —Su profunda voz me hace sentir pequeño. ¿De qué me estaba hablando? Miro a mamá, quien está suspirando resignada detrás de él, y hago un gesto de no comprender lo que está sucediendo. Papá parece enojarse ante mi mutismo—. ¡Por Dios, Naruto! Dime ya quién diablos es el que te tiene así.

 

 

 

 

Yo sigo metido en un mundo de confusión esporádica porque no comprendo de qué va todo el jodido asunto. Mamá sonríe comprendiendo mi situación y toca el hombro de papá instándolo a que se calmara, cosa que logra con mucha facilidad. Luego la veo suspirar y tomar asiento a mi lado.

 

 

 

—Sabemos que te ocurre algo desde hace mucho tiempo, hijo—yo evito su mirada, porque me sentiría expuesto, pero ella toma mi rostro y me obliga a darle la cara—. Aunque lo niegues, Naruto, es imposible que nos mientas diciendo que no es nada. Porque escucharte llorar desconsolado cada noche nos está martirizando. Al principio creíamos que  era el estrés de estar trabajando, porque nosotros también tuvimos un tiempo en el que comenzábamos a llorar por el dolor que sentíamos al llegar a casa del pesado trabajo. Pero toda opción quedo descartada de inmediato cuando continuaste y continuaste llorando. Te amamos, te adoramos, y dimos un voto de no interferir al darnos cuenta que era algo sentimental por una persona por lo que llorabas. Pero esta situación ha llegado a su límite.

 

 

 

Me muerdo el labio inferior y dejo escapar las lágrimas que estuve conteniendo. Cierto, no podía ocultar nada de ellos.

 

 

 

—Por favor, Naru-chan, cuéntanos. Nosotros estamos aquí para ayudarte en momentos como este, sino fuera así seriamos inútiles como padres  que somos. —Papá me abraza y mamá hace lo mismo. Me siento débil cuando estoy con ellos de esta forma.

 

 

 

 

—Me he enamorado… enamorado de un imposible. —Les explico tratando de calmar mi llanto, cosa imposible por como veo que van las cosas—. Y antes de que me digan que nada es imposible, él lo es.

 

 

 

— ¿Un él y no ella? —Papá parece sorprendido a lo que mamá simplemente bufa y lo mira azorada.

 

 

 

—No hay género en el amor. Si le gusta un él o un ella es asunto de él. Nosotros sólo tenemos que preocuparnos por que sea feliz. —Bajo la mirada y una tenue sonrisa, aunque triste, ilumina algo mi rostro por la manera de ser de mi madre.

 

 

 

—Esa es la cuestión, mamá, lo nuestro no puede ser de ninguna forma existente. —Me abrazo a ella y me dejo ir en las sensaciones de dolor y vacío, y la soledad que sentía al pensar que ese sentimiento tenía que cargarlo oculto durante toda mi vida comenzó a desaparecer —. Es un chico que heredara todo un imperio, que tendrá que casarse y tener un hijo algún día. Y lastimosamente eso no es algo que yo pueda darle. Sé que me dirán que todo se puede, pero no lucho por su cariño porque sé que tendré a muchos en mi contra. En especial a su familia. Y también creo que tiene novia…

 

 

 

Esa palabra trajo a su mente la misma escena que presencio cuando estaba sacando la basura en el Akatsuki, cuando encontró a Sasuke besándose apasionadamente con Sakura en aquel oscuro callejón. Y las lágrimas lo volvieron a empapar de manera súbita.

 

 

 

Sus padres lo observaron sin saber que realmente hacer. No los culpaba, idealmente para él ellos no harían nada más que tratar de animarlo con alguna salida a algún sitio.

 

 

 

—Los quiero mucho…—cerré los ojos y me deje envolver en la cálida sensación de su abrazo.

 

 

 

—Nosotros también, hijo, te queremos mucho.

 

 

 

 

 

 

—16—

 

 

 

 

 

 

Los consiguientes días me vi un poco mejorado luego de haber hablado con mis padres sobre mi situación sentimental. Eso me ayudo a sobrellevar el trabajo de manera más común y menos fingida que antes. Incluso había hecho amigos entre los clientes que frecuentaban la tienda.

 

 

 

 

—Te veo un poco mejor, Naru-chan, eso es bueno—Itachi-san me sorprende. No sabía que estaba también al pendiente de mi estado emocional, pero no debía de preocuparme si él no sabía nada de lo ocurrido. Quizás y pensaba que era algo sucedido en la casa, o en el colegio,  que me estaba molestando—. Pero realmente creo que deberías resolver tu situación con Sasu-chan. Los dos se están hiriendo mutuamente con esa actitud desconsiderada de ambos.

 

 

 

 

Abro ligeramente la boca: —N-No sé de qué me está hablando, jefe.

 

 

 

 

Itachi-san me sonríe de manera picara y me siento enrojecer a mas no poder.

 

 

 

—No finjas no saber lo que te estoy diciendo. Sé perfectamente que tú y Sasuke tuvieron algo y por eso es  la tensión que se ha sentido en los últimos meses. Y más cuando encontraste que mi Ototo-idiota parece tener algún tipo de relación con el chicle andante que viene a recibir sus servicios aquí. —Creo y perjuro que he perdido todo el color de mi piel. ¿Cómo mierda Itachi-san supo todo aquello? De nuevo esa sensación me invadió, era una sensación extraña que me decía que no intentara averiguarlo sino terminaría volviéndome completamente loco—. Vamos, Naru-chan, sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? Además, no es como si no pudiera darme cuenta de la situación cuando en un principio ustedes hablaban y se sonrojaban, y ahora se estén evitando a toda costa.

 

 

 

 

El local estaba ya vacío por lo que no me preocupo dejarme caer en la barra y mostrar aquella triste expresión que estaba ocultando.

 

 

 

—Me gusta. —Le revele sin preámbulos y él no pareció sorprenderse, más bien parecía que lo sabía —. Una de las noches que Salí de trabajar Sasuke se ofreció a llevarme a mi casa, pero estaba tan cansado, siendo que no tenía mucho trabajando y aun no me acostumbraba, que me quede dormido en su coche. Como no sabía dónde quedaba mi departamento me llevo al suyo y me dejo pasar la noche allí. Aquella mañana, sin que ninguno de los dos pudiera evitarlo, terminamos teniendo relaciones. Desde ese día comenzamos a evitarnos. Yo lo evadía porque no sabía que era esa sensación que comenzaba a sentir por él, y cuando supe lo que era, comencé a crear un muro entre nosotros. Aunque doliera, aunque me destrozara, lo nuestro no tiene ni tendría futuro. Su situación familiar me lo impediría de cualquier manera.

 

 

 

— ¿Qué es eso que descubriste? —Itachi-san me da una expresión suave y extiende sus labios en una sincera sonrisa, como si supiera lo que estaba a punto de decir.

 

 

 

—Que he terminado irremediablemente enamorado de él. —Mis lágrimas comienzan a correr otra vez—. Que me destroza saber que no tengo ninguna oportunidad para decirle que lo amo. No quiero ser el plato de segunda mesa al cual él asistirá cuando se encuentre bajo presión y este harto de fingir que tiene una familia feliz. No lo soportaría. Este sentimiento—toco mi pecho y dejo que una sonrisa aflore en mis labios, triste y llena de muchos sentimientos— es tan real y doloroso que creo que en algún momento me consumirá por completo.

 

 

 

 

— ¿Por qué no crees tener oportunidad con él? Yo no veo problema alguno en ello.

 

 

 

 

—Tu familia, Itachi-san. Eso es… Ellos impedirían eso a cualquier costo. Son los Uchiha, los cuales generación tras generación han alcanzado la sima y han heredado su imperio a alguien capaz de continuarlo. Sasuke es ese alguien, y no creo que a ellos les guste ver una mancha en el perfecto ser que es su hijo. —Lo veo poner una expresión comprensiva—. También está el hecho de que mis padres se verían involucrados de alguna manera si dejo que algo entre nosotros pase. Ellos ya se han sacrificado demasiado por mí, no quiero que pierdan lo poco que han ganado por apoyar algo que no tiene futuro…

 

 

 

 

— ¿Y qué te hace pensar que lo nuestro no tiene futuro?  —Abro los ojos llenos de sorpresa y miro la sonriente expresión que Itachi-san tiene en el rostro. ¡Me ha timado para que suelte todo! Y para colmo, ¡Sasuke había escuchado todo lo que había dicho!

 

 

 

Dios, tengo miedo de encararlo y ver aquella fulminante expresión.

 

 

 

—Contéstame—el displicente susurro me hace casi mearme. Veo a Itachi-san sonreír y despedirse, dejándome a mí y a Sasuke a solas. Estoy temblando de pies a cabeza y estoy seguro que si algo me toca gritare como niña—. Maldito dobe, ¿sabes cómo diablos me he sentido pensando que me odiabas? Y tu tan campante enamorándote de mí en secreto.

 

 

 

 

No quiero verle, no quiero, no quiero. Sé que si lo hago dejare que todos estos jodidos sentimientos me controlen: —Yo…

 

 

 

—Tú, nada. ¿Me entendiste? —Ahora es mucho más difícil y doloroso encararlo sabiendo que me odia. Lo escucho patear con exaspero la barra y yo sólo atino a encogerme esperando la cantidad de palabras hirientes hacia mi persona—. Deja de pensar en cosas que sólo me corresponden a mí lidiar. Mis padres no tienen ningún derecho a controlar mi vida, y eso se los deje claro hace mucho tiempo. Ahora…—me encuentro siendo halado con brusquedad y rapidez hacia su cuerpo y me siento muy confundido—. Me gustas… ¿comprendes, Dobe? Estamos en la misma situación. En estos días que me la he pasado tratando de evitarte (porque, sin razón alguna me lanzabas miradas de odio), me la pase pensando en que era esa sensación que comencé a tener contigo desde el primer momento en que te vi.

 

 

 

—A quien miraba con odio era a otra persona. —Le evadí la mirada. Me sentía demasiado expuesto junto a él. Lo escucho resoplar con burla y creo que me he vuelto rojo de la vergüenza al darme cuenta de lo que he dicho.

 

 

 

—Escuche que viste lo del beso con la loca aquella. — ¿Huh? ¿Loca? —. Déjame explicarte para que lo entiendas mejor. Mientras tú me evadías, yo me sentía cada vez más decaído. Ella pareció notar eso y comenzó a comportarse de manera diferente; dejo de ser una acosadora y lentamente se convirtió en algo así como una confidente amiga. Claro que nunca saque a relucir nuestro encuentro y problemas. Ella pareció tomar eso, lo de que comenzara a reír por las locuras que me comentaba, como un paso para llevar aquello un poco más lejos. El día en el callejón estábamos hablando de cosas triviales para cuando me sorprendió tirándoseme encima para besarme…

 

 

 

 

—P-Pero te vi responderle muy apasionado el beso. —Sasuke río con burla en mi cara  y yo infle mis cachetes, enojado.

 

 

 

 

—Perdón por eso, pero si consideras apasionado el tratar de quitarme a esa cosa de encima, creo que necesitas ir pronto con un oculista. —Lo miro totalmente incrédulo. Puede que tenga razón, no en lo del oculista, pero aquel día no me fije bien en la escena, sólo Salí corriendo y le pedí a Itachi-san el resto del horario libre porque no me sentía bien (una mentirilla blanca que creo no se creyó). De alguna manera comenzaba a sentirme completo mientras aquel abrazo se producía—. Eres un gran tonto sin importar que tan bueno seas en clases. ¿Plato de segunda mesa? ¿Crees que consideraría eso a la persona con la que tuve mi primera vez?

 

 

 

 

Alzo la vista con expresión estúpida. Lo sé, lo sé, de nuevo estaba juzgando a una persona por su apariencia, porque podía perjurar que Sasuke era alguien muy experto en el arte del sexo. No por nada me inmergió en torrentes continuos de placer aquella mañana en su departamento. Mis mejillas estaban brillando de lo avergonzado que me sentía. ¿Cómo podía estar pensando en eso en estos importantes momentos?  Aunque no me podía culpar sintiendo el olor de su piel al ras de mi nariz.

 

 

 

 

—Estás pensando cosas indecentes, ¿no? —Me mira divertido y yo sólo atino a negar con efusividad, dando a entender que él tenía razón—. No importa, porque yo también las estoy pensando. —Se me acerca con lentitud y yo me creo morir en ese momento—. ¿Puedo besarte? —Asiento con lentitud mientras cierro mis ojos. Era tan emocionante que podía jurar que mi corazón estallaría en cualquier momento. Cuando siento por fin sus dulces labios sobre los míos, puedo sentir cuando mi alma abandona mi cuerpo. Cuanto tiempo deseando eso y al final podía obtenerlo—. Que te quede claro, Dobe: eres mío. No te alejes nunca de mí.

 

 

 

—Por supuesto, joven amo. —Se sentía genial estar entre sus brazos. Planeábamos darnos otro beso, pero un sollozo interrumpió nuestra escena amorosa. Sasuke giro su rostro con expresión asesina hacia donde se encontraba el escueto sonido.

 

 

 

 

—Perdonen, pero es que es tan hermoso. —Itachi-san estaba al punto del llanto, con un pañuelo rosado limpiándose las falsas lágrimas. Junto a él, unidos a la burla, se encontraban Sasori-san y Kisame-san (descubrí el nombre real un día que tuve que adentrarme a las cocinas).

 

 

 

— ¡Estúpido hermano! —Mientras Sasuke se encuentra discutiendo con el jefe, yo me encuentro admirando la escena con una de mis mejores sonrisas.

 

 

 

 

—Deberías de cuidarlo bastante bien, Sasuke, o sino podrías perderlo. —Miro a Sasori-san con curiosidad. Estaba diciendo eso mientras me apuntaba—. Todo él dice violable. En todas y cada una de las partes de su cuerpo. —Sasuke le da una mirada asesina mientras yo me siento avergonzado. Esos tíos eran un caso perdido.  Pero, ciertamente, eran unos grandes amigos.

 

 

 

 

—Ni te atrevas a imaginar algo indecente con mi novio, Sasori, o lo pagaras caro. —Mi corazón se aceleró ante esas palabras. ¿Novios? Quiere decir que Sasuke y yo éramos algo más que simples personas que se querían mutuamente.  Nuestra relación tenía un nombre.

 

 

 

 

Y, sin darme cuenta, me encuentro soñando despierto mientras Sasuke e Itachi-san entran en una discusión a la cual no preste el mínimo de atención.

 

 

 

Era cierto; nunca hay que perder las esperanzas.

 

 

 

Notas finales:

Gracias.

Ah, y dejenme aclarar. El margaret's hope es un tipo de té que se recoge en una estacion del año definida. Es fuerte, y con un sabor estrambotico.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).