Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Soy humano! por Enea

[Reviews - 131]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Advierto que este capítulo tiene un alto contenido sexual, así que si no estás preparada/o... leelo de todas formas =) xD

También que hay una gran cantidad de nombres que por lo menos yo tengo que apuntar para recordar xD Todos son amigos de Naruto(¡Qué sociable es este chico xD!)

Como siempre el pensamiento se pone en cursiva y los flash backs también y cuando estemos recordando algo, los pensamientos se pondrán con letras normales.

 

Cap 13: Las fantásticas ideas de Sarai. Día 6(parte II)

 

 

 

 

En el interior de Naruto se había desatado una fuerte lucha contra aquél quemazón que bajaba sin piedad por su garganta, rompiendo, devorando, quemando, haciendo cenizas todo aquello que se encontraba por su paso. El rubio sabía lo que iba a ocurrir. No era tonto, pero aún así no pudo detener la urgencia de luchar con todas sus fuerzas y sentir como, poco a poco, se iba haciendo menos doloroso. El líquido se iba notando menos hasta que desapareció.

No tenía ni idea de qué coño acababa de ocurrir. ¿Estaba muerto? Porque si era así, se sentía igual que siempre, incluso bastante adolorido. Podía notar como el interior de su cuerpo era un completo caos. Como su garganta gritaba por algún remedio para tanto dolor. Como su estómago luchaba para no abrirse ante la acidez que había albergado en su interior, pero nada más.

También había esperado ver esas imágenes sobre su vida que supuestamente la gente ve al morir. Pero solamente estaba esa inmensa oscuridad a su alrededor.

Y, de pronto, empezó a ver. Lo primero que visualizó con verdadera nitidez fue esos ojos oscuros que lo escrutaban como si estuviese viendo un fantasma. Y es que en verdad él tendría que estar muerto.

Intentó levantarse, dado que se había caído de culo ante la magnitud del dolor, y notó como poco a poco la incomodidad que sentía se iba pasando para caer en el olvido. Aunque Naruto tendría muy presente que jamás de los jamases volvería a morder a un vampiro.

–¿Cómo...?–musitó colmillitos sin poder salir de su asombro.

Por mucho que intentase verse como quien no tiene curiosidad eso ya era demasiado. ¡Era imposible lo que acababa de ocurrir! Sangre de vampiro mataba al licántropo desde siempre. Y es que aún recordaba las historias que le habían contado alguno de los suyos sobre la guerra entre vampiros y hombres lobo. Ambos clanes lo descubrieron en ese momento y así fue que la empezaron a utilizar para atacar al contrario. Les producía una muerte lenta y dolorosa, pero lo que al rubio le había pasado no concordaba para nada con lo que había escuchado.

Estuvieron en silencio unos minutos más, analizando todo lo que había sucedido. No dejaban de escrutarse mutuamente como queriendo que el contrario le explicase lo que acababa de pasar, pero ninguno encontraba una respuesta lo bastante lógica para que la calma volviese a sus cuerpos.

Sasuke fue el primero en reaccionar, llevándose la mano a la herida que hacia un tiempo ya se había cerrado. Eso tampoco era normal. Supuestamente la saliva de un lobo también era dañina para él y sí, había sentido dolor, pero nada comparado con lo que le hacían sentir los de su especie cuando entrenaban o algo por el estilo.

¿Acaso...?

–¿...todo era mentira?–la voz del rubio lo sorprendió.

Éste se estaba mordiendo el labio inferior, donde quedaba un poco de su sangre, dándole un tono más fuerte al ya de por sí... ¡¿Pero qué coño hacía él fijándose en lo que viene siendo el labio del chucho?!... ¡Ah, sí! Su sangre.

–¿Qué quieres decir?–¡a la mierda la regla de no mostrar curiosidad frente un lobo!

Naruto aún estaba confundido. Sentía las paredes de la garganta en carne viva. Cada palabra que conseguía pronunciar era como si una barra de metal ardiendo subiese y bajase por ella. Sabía perfectamente lo que necesitaba, pero tenía miedo de no poder sostenerse en pie sin la ayuda de la dura pared. Aún así, con paso vacilante, se separó de ésta e hizo el amago de dar un paso pero cayó al suelo de rodillas sin poderlo evitar.

Con cansancio, llevó las manos también a tierra y comenzó a respirar por la nariz, intentando mantenerse calmado, sin dejarse llevar por el pánico que todavía corría por su cuerpo, pero era del todo inútil. Incluso aún en ese momento podía sentir los restos de sangre en su interior, fusionándose con él, intentando provocarle el máximo dolor sin apenas conseguirlo. Quemando todo a su paso.

Su labio inferior temblaba al igual que cada extremidad de su piel y su mente gritaba por reposo absoluto, queriendo caer a la oscura e insípida inconsciencia, pero el rubio no lo permitiría. No, no se dejaría vencer tan fácilmente y menos por algo tan... extraño.

Se incorporó de nuevo y comprobó que por lo menos ahora sí que podía estar recto sin temblar en demasía.

Con mucha más confianza que en un principio, dio el primer paso seguido del segundo, así hasta que pudo andar con normalidad, si así se podía llamar ir haciendo eses como si estuviera como una cuba.

Como pudo salió del callejón buscando un bar. Notó como colmillitos se posicionaba a su lado y lo miraba curioso, pero, como bien sabía Naruto, no iba a preguntar nada. Ambos sabían que ya había demostrado suficiente ansia al saber como para toda una vida.

Menos mal que encontró un sitio donde vendían agua al poco tiempo, porque sino no sabría qué más hacer. La bebió como si no hubiese probado en años un líquido y eso es lo que parecía. Aquél espeso brebaje que se hacía llamar sangre, le había provocado más que un fuerte dolor en la laringe y en parte del estómago, que sintió mitigar cuando el agua cristalina y fría bajó por su garganta, dejándole un agradable cosquilleo. Cuando hubo pedido otra botella porque ya se había acabado la anterior, salió seguido de colmillitos, éste siempre en silencio, solamente observando sin perder detalle.

Naruto analizó la calle en donde habían acabado. No la reconoció pero tenía la ligera sensación que estaban cerca de la playa de Palma, así que de ahí podían coger el autobús e irse ya para su piso y dormir. ¡Oh, sí dormir, lo que más deseaba hacer! Y cuando una sonrisa tonta estaba por escaparse recordó su terrible futuro. ¡Tenía que ir con Iruka y Kakashi! ¡Se escapaba de la muerte para ir a por más!

Empezó a andar hacia donde creía que estaba la parada.

–Creo que nos han mentido–retomó el comentario que había dejado en el aire.

–¿Qué quieres decir con eso, chucho?

–Justo lo que te estoy diciendo, colmillitos. Nos han mentido, obviamente, para no decirnos la verdad. Ahora, ¿qué verdad nos ocultan? Ni idea, pero de algo estoy seguro–Sasuke lo observó, expectante–. No he muerto.

...Vale, renuncio. El chucho es más imbécil de lo que pensaba.

–¡Menuda novedad!–exclamó sarcástico.

Naruto lo observó sin entender su tono, levantando ligeramente una ceja inquisitoriamente.

–¿Es que no te das cuenta de la magnitud del asunto?

–Lo único que veo es que no me he podido librar de ti.

–Eres un...–se mordió la lengua para no seguir. En ese momento tendría que dejar las ganas de matarlo. Sí, de...–¡Bastardo! Un carbón pero de los grandes. Si es que ahora entiendo porque estás conmigo. Los de tu especie en verdad te han echado, incluso tu familia. Si es que, pobre de tu madre que al verte... uf, no quiero ni pensar en lo qué pensó al ver a un bastardo como tú.

–Hm.

–Y me apostaría lo que fuera a que tu primera palabra fue “chucho”–Sasuke alzó la cejas, mirándole divertido por su monólogo, muy al contrario de lo que cualquiera pudiese pensar, se lo estaba pasando bastante bien viendo como el otro despotricaba tonterías a su costa–. No, no me mires así, porque es que te encanta decir “Chucho esto, chucho lo otro, chucho chúpame la polla”.

Sasuke casi se cae de boca al escucharle lo último mientras que Naruto se reía por la reacción.

–Más quisieras...–No le digas chucho, no le digas chucho–, chihuahua.

–Además de aquí soy el único que no es gay.

–Oh, por favor, chucho, asúmelo, eres gay. Tienes más pinta de plumifero que otra cosa. Además, te encantaría chupármela.

–Sí, más quisieras. A lo mejor se te va la cara de amargado.

–No tendría esta cara si tú no estuvieras aquí.

–¿Ah, no? Pues nadie te dice que te quedes a mi lado, ¿eh? Te lo digo en serio. Te echaré mucho de menos, pero aún así entiendo que en la vida hay que seguir, que evolucionar y sé que yo he sido para ti otro más en tu larga vida y que tienes que seguir adelante–decía melodramáticamente el rubio mientras que se apoyaba en la parada del autobús, al cual le quedaban veinte minutos–. Déjame atrás. Yo... lloraré en silencio...

Naruto se tuvo que morder el labio inferior al notar como éste empezaba a temblarle por aguantar la risa.

–¿Has pensado alguna vez en dejar de ser tan gilipollas?–inquirió totalmente serio el vampiro.

–¿Lo has pensado tú? Lo tuyo es más crítico que lo mío, ¿no crees?

–Veo que todavía tienes ganas de más, habérmelo dicho, chucho de pacotilla, que me queda sangre de sobra.

Naruto enmudeció al escuchar eso último. El solo recordar... Tembló del terror que le producía.

–Eres un gilipollas–musitó derrotado el rubio.

–Y tú un gallito que ladra mucho pero no muerde.

–Los gallos no ladran–le corrigió con una ceja alzada.

Sasuke le miró como si le hubiese dicho que el cielo era naranja.

–¿Y ahora eso a qué viene?–inquirió.

–Pues que me has dicho gallito y que ladro, pero los gallos no ladran.

–Creo que a parte de imbécil, sordo. Yo en ningún momento te he dicho gallo, chucho–contradijo de forma seria.

–No, sí que lo ha hecho. Ahora no te hagas el tonto y me hagas creer que me he vuelto loco.

–Yo no tengo culpa de que lo seas.

El rubio fue a hablar pero Sasuke se adelantó.

–Mira, chucho, te voy a explicar una cosa. A mi me da igual qué hayas escuchado o qué no, pero yo nunca me equivoco, así que si te digo que te he dicho chucho es que te lo he dicho y punto.

Naruto se mordió el moflete interno con insistencia.

Pasados unos segundos, dejó de hacerlo, miró la carretera y suspiró. Hablar con colmillitos le provocaba dolor de cabeza, más de la que ya llevaba encima.

Mantuvieron el silencio, aunque se mandaban miradas asesinas de vez en cuando(si no, no eran ellos), hasta que apareció el autobús. Naruto pagó por los dos y después ambos se sentaron en la primera fila de dos que encontraron vacía.

El rubio estaba reventado. Y no era para menos. Llevaba un día inconsciente después de una paliza que...

–Oye, hablando de todo un poco, aún no me has explicado porqué coño me has pegado, cabrón–comentó el Uzumaki mirándolo de manera retadora.

Sasuke, al contrario que la primera vez, resopló entre aburrido y cansado.

–No pareces muy afectado por ello–Naruto lo observó sin entender–. Estás aquí, hablando tan tranquilamente conmigo.

–Si no te has dado cuenta, colmillitos, he intentado matarte.

–Sí, lo recuerdo y también recuerdo que el tiro te ha salido por la culata.

El rubio dio un trago a la botella que llevaba en la mano. Después la tapó de nuevo y jugueteó con ella entre los dedos antes de contestar.

–Justo por eso es que estoy preguntándotelo de nuevo, sin saltarte a la yugular.

Colmillitos estaba muy entretenido mirando la ventana ignorando completamente al chucho, o por lo menos eso es lo que hacía ver. Aunque no por eso Naruto dejó de taladrarle con la mirada exigiendo en silencio una contestación.

Pasados unos segundos se escuchó un suspiro cansado y el rubio luchó contra la sonrisa victoriosa que amenazaba con escaparse.

–Creo que ya te dije que lo hice por tu bien, así que no me hagas repetirlo–habló con voz pastosa, como si se acabase de despertar.

–Sí, lo recuerdo perfectamente, pero aún así quiero una verdadera explicación. Además lo único que me dijiste fue “Dame las gracias, chucho, te acabo de salvar el trasero peludo que tienes”. Mucha explicación no es, la verdad.

Aún podía verle de pie en el callejón, mirándole desde arriba, altivo, imperturbable... cabrón como él solo.

Se escuchó de nuevo un suspiro.

Sasuke lo miró por el rabillo del ojo antes de empezar a hablar.

–Para empezar, chucho, no sé porqué te tengo que dar explicaciones–Naruto iba a empezar a protestar pero colmillitos lo cortó–, pero supongo que en esta situación ambos estamos interesados en que se sepa la verdad–el rubio lo miró confuso ante sus palabras–. Para empezar, no sé qué viste o que creíste ver, porque yo no fui quien te dio la paliza...

–¡Pero si te vi!

–...al principio–siguió como si no hubiese habido interrupción–. Cuando me fui de tu lado no fue por mera casualidad, chucho. Yo ya había notado la presencia de otro de los míos cerca, así que básicamente hice como que no iba contigo, pero aún así él te notó. En el momento en el que me di cuenta, tú ya estabas empotrado contra la pared, así que hice lo primero que se me ocurrió: unirme a él.

–¡Oh, vaya gracias! Qué amabilidad por tu parte, ¿no?

Se encogió de hombros.

–Bueno, si lo piensas, yo te di más flojo que él, así que...

–Bastardo–escupió con odio, mirando por la ventana, intentando despejarse un poco, porque notaba como de nuevo la ira irracional intentaba apoderarse de nuevo de su cuerpo y no lo podía permitir.

–A ver gilipollas que no te he contado todo esto para que ahora me saques morritos. Que estamos en líos.

Naruto volvió a mirarle, curioso.

–El cabrón también notó que tu asqueroso olor estaba en mi, así que, dedujo que algo tenía que ver contigo, y bueno básicamente dejó caer que nos iba a estar vigilando–esto último lo pronunció a la vez que alzaba fugazmente la ceja como queriendo decir que por él podía hacer lo que quisiera y que no era nada aconsejable enfadarle más de la cuenta.

El rubio había vuelto su mirada a la ventana de nuevo, intentando pensar algo que los pudiese ayudar, pero que tu propia cabeza este en contra de ti, golpeándole mentalmente todo el tiempo, no le ayudaba en demasía.

–Un momento–susurró de pronto–. Dices que nos vigila, ¿no?

–Hn.

–¿Cómo sabes que ahora mismo no nos está viendo?

Sasuke arqueó una ceja a la vez que escrutaba su alrededor con disimulo.

–Tengo la ligera sensación de que por hoy nos dejará en paz. Además, cuando me reconoció, casi pude notar como se acobardaba–una sonrisa de superioridad afloró en sus labios.

El rubio se mordió la lengua para no decir nada que le hiciese bajar del pobre burro que se había subido.

Miró por donde estaban y notó con sorpresa que la siguiente parada era la suya, así que se levantó del asiento, esquivó las piernas de colmillitos y apretó al botón. No tuvo que esperar mucho tiempo. El autobús pronto abrió sus puertas y el rubio salió de allí seguido por el vampiro que miraba a su alrededor como si nunca hubiese observado de verdad lo que le rodeaba. Naruto siguió andando sin detenerse a pensar si colmillitos lo estaba siguiendo o no. poco le importaba eso.

Se paró en la parada del bús y miró cuánto tiempo tenía que volver a esperar pero el sonido de su móvil lo distrajo.

–¿Si?

–¿Naruto?–preguntó una voz femenina al otro lado, pero ni siquiera esperó a que el aludido pudiese responder– ¡Por fin, joder! ¿Dónde diablos te habías escondido? ¡No te vas a creer lo que ha hecho Sarai!

–¿Qué ha...?

–Ven ahora mismo a Gomila, ¡pero ya!

Cuando se quiso dar cuenta, Cata ya le había colgado. Se quedó mirando sin parpadear el aparato que yacía en su mano, esperando tontamente que alguien le llamase para explicarle la situación, pero básicamente ésta nunca llegaba.

Resopló al ver el autobús que le llevaría a casa de sus tutores. ¿Y ahora, qué? No podía negar que le había preocupado la llamada. Conocía lo suficiente a Sarai para saber la clase de locuras que la chica podía cometer, pero tampoco podía aplazar el ir a ver a Iruka y Kakashi, además que ahora la cachorra era mucho más importante que todo lo demás. Así que, decidido, entró en el bús y sacó su tarjeta, la acercó al aparato para pagar el viaje... volvió a resoplar, guardándola en el bolsillo trasero a la vez que bajaba del coche y empezaba a correr dirección Gomila. ¡Maldita conciencia!

 

 

 

Arqueó una ceja entre incrédulo, fastidiado y enfadado. Bueno, quizá lo último un poco menos, Naruto lo definiría más como exasperado.

Volvió a mirar su mano derecha y el tic que había empezado a tener en la ceja se hizo más notable. Luego giró el rostro para observar su otra mano.

No, ahora, en serio, ¿cómo he llegado a esto?

Y es que, tener una vibrador en la mano izquierda y en la derecha...

 

 

 

 

Con la respiración un poco entrecortada consiguió llegar a la maldita plaza Gomila, donde ya se empezaba a observar gente de ambiente y eso le hizo fijarse en la hora. Eran las doce y media de la noche. En serio, ¿es que todo el mundo estaba en su contra o qué? Por que si era así, Naruto exigía una explicación.

Colmillitos, como siempre, se hallaba a su lado, sin dejar de mirar los movimientos del chucho aunque en ese momento también se encontraba vigilando su alrededor, buscando algo fuera de lo normal y que le alertase de la aparición del estúpido vampiro que se habían topado con anterioridad.

Naruto visualizó a un grupo en el cual se hallaban Cris y Cata o por lo menos eran los únicos que llegó a distinguir con claridad. Allí habían muchas personas... Entonces fue cuando recordó que Cris le había dicho que iba a ir todos. Eso explicaba la cantidad.

A cada paso que daba distinguía a una nueva persona. Paco, Fran, J(al cual hacia por lo menos una eternidad que no veía, ni siquiera vía facebook), María Antonia(alias Marian), Cosme, Tomeu, Jaume y Lina, aparte de los ya mencionados Cris y Cata. Todos ellos formaban un círculo dejando un espacio en medio donde se encontraba Sarai. 

Naruto no se detuvo hasta llegar al lado de sus amigos, los cuales al notar su presencia empezaron a abrazarle o a darle golpes en el hombro con sonrisas en los rostros. La frase más escuchada fue: “¡Cuánto tiempo, tío!”.

¿Qué ha pasado?–preguntó después del recibimiento, mirando alternativamente a Cata y Sarai. Podía escuchar la voz de Jaume presentándose a colmillitos. No le dio importancia. Nadie sabría lo que era.

¿Cómo que qué ha pasado? ¿No habíamos quedado para salir?–cuestionó a su vez Cata con una sonrisa para nada inocente.

El rubio la observó largo rato, ignorando las voces de sus demás amigos, intentando caer en lo obvio pero aún así era demasiado... ¡Joder que no había ido a casa de sus tutores porque supuestamente algo había pasado! E iba y se encontraba con un montón de gente con bolsas en las manos donde sobresalían los vasos de plástico de cubalitro, las botellas de alcohol y... ¿eso que tenía en la mano Sarai era un vibrador?

¡Qué cojones!

¿Qué coño haces con eso, Sarai?

Por eso te he llamado–la sonrisa que había mantenido se borró del rostro para fruncir el ceño–. Sarai e Iván–el aludido sonrió con picardía mirando a la nada o eso intentaba aparentar– se han traído un montón de cosas del sex shop y bueno... ya sabrás en lo que acabará, ¿no?

Oh, sí, claro que lo sabía.

Todavía podía recordar cuando, a los quince años, Iván le comentó que sus padres tenían una tienda para mayores y Sarai se empeñó en ir. Nunca en su vida Naruto había imaginado que la supuesta tienda para mayores fuera un sex shop, ni mucho menos. Él se había formado la idea mental de un lugar para cuidar a los ancianos o algo por el estilo. Aún así, eso no fue tan grave que cuando el padre de su amigo sugirió que podían coger lo que quisiesen, siempre y cuando lo hiciesen aparentando que lo iban a comprar, para que los clientes no los viesen de mala forma. Así, pues, Sarai e Iván se empeñaron en coger cada juguete, cada cosa que les parecía curioso para poder “experimentar” según las palabras del padre. ¡Cómo odió ese día! Y no era porque no se había divertido, o no, se lo había pasado genial, viendo los sonrojos de Sarai cuando le decían que esa crema tenía que probarla en cierta parte o que tenía que probar cierto juguete(siempre era Iván el que lo sugería, Naruto solamente leía las instrucciones, o aparentaba que lo hacía, dado que únicamente veía los dibujos intentando mantener su rostro neutro), o el rostro pervertido de su amigo cuando la chica se iba al baño para probar algo y volvía segundos después. Empezó a odiarlo cuando su querido e íntimo amigo había propuesto jugar todos juntos con... bueno, con todo lo que había quitado a la tienda. Sarai acepto después de unos minutos pensando alegando que ambos eran sus mejores amigos y que no le daba vergüenza mostrarse tal cual ante ellos, siempre y cuando ellos hiciesen lo mismo. Fue Naruto el único que predijo como acabaría todo eso. Un trío. Un maldito trío. Y no es que el rubio no quisiese experimentar, lo que pasaba es que... bueno... él nunca había tenido lo que los chicos denominaban “el saludo mañanero” y ni siquiera se había tenido que... mmm.. tocar. Y eso le preocupaba de sobre manera dado que todos sus amigos comentaban las veces que lo hacían(Naruto se sorprendía por la cantidad en ocasiones). Incluso había llegado a tal extremo de haberse tocado sin erección. Había resultado extraño, pero ni un poco placentero. Al contrario, le dolía. Por ese motivo no quería seguirles el rollo a sus amigos. No quería decir: “Oye, es que soy impotente a mis quince años” e irse para que al día siguiente todo el mundo se haya enterado. ¡Eso sí que no!

En cambio, utilizó la lógica para poder hacer cambiar de opinión a sus dos amigos utilizando frases como: “¿Estáis seguros? ¿No pensáis que esto puede hacernos cambiar entre nosotros? ¿Seguiremos viéndonos solamente como amigos? ¿No estropeará la relación que tenemos?” ¡Y voilá! Trío a la basura. Pero eso no había imposibilitado el seguir con los descubrimientos... siempre por parte de Iván y Sarai, claro.

¿Pretendéis hacer una orgía?–inquirió Naruto de nuevo en el presente.

Cuando pronunció esas palabra, un silencio se hizo a su alrededor. Observó por el rabillo del ojo como colmillitos lo miraba con intensidad, como si hubiese dicho algo indebido y es que para el vampiro lo había hecho. ¿Orgía? ¿Orgía? ¡¿Orgía?! ¡Y encima con un montón de humanos asquerosos! Pero nada era peor que entre ellos estuviese... él. El chucho. Un escalofrío le recorrió la columna al pensarlo.

Sarai, al contrario, sonrió, divertida por el rostro que mostraba su rubio amigo.

Bueno, esa no era la idea inicial, pero dado que todos somos amigos, no veo nada de malo, ¿no?

Tal vez tendríamos que...–empezó J pero se vio silenciado por Jaume que estaba más que rojo.

No, no tenemos nada. No pienso hacer una orgía con vosotros. Según Sarai íbamos a hacer el pavo con los vibradores y todo eso, pero nadie dijo nada más–en su tono de voz se notaba que estaba más que avergonzado.

Naruto al escucharle, recordó que Jaume siempre había sentido algo más que amistad por Tomeu, así que para él tendría que ser difícil el que le digan que iban a hacer una orgía pero que al ser los dos hombres... Además de que Tomeu era un heterosexual redimido. Se acostaba con cada mujer que se le ponía a tiro y jamás había hecho algo con un hombre y no estaba en sus planes hacerlo.

Todo el grupo sabía sobre la orientación sexual de su amigo, pero pocos eran los conocedores del sentimiento que albergaba por el mujeriego del grupo. Además de que, si se hacía la estupenda orgía(nótese el sarcasmo), todos dudaban seriamente que Jaume se empalmara(a parte de que Naruto tampoco lo haría).

Pero qué aburrido llegas a ser, eh–se quejó Tomeu.

Bueno, no sé para que tanta discusión si Sarai ha dicho desde el principio que no íbamos a hacer tal cosa–intervino Lina que se encontraba al lado de Sasuke.

Éste último se mantenía mirando sin pestañear a Naruto el cual ya se empezaba a poner nervioso.

Además de que para eso tendríamos que estar en una casa–comentó Cosme, aunque luego añadió–, a no ser que entre nosotros se esconda un exhibicionista.

Tengo que decir que es excitante el pensar que te pueden pillar y eso, pero por ahora yo no he llegado a tanto–sonrió Paco.

Y que nos arresten tampoco me mola demasiado–susurró un poco cohibida Marian.

Joder, que gente tan aburrida–refunfuñó Iván aparentando decepción–. Pero como hemos dicho, ese no era el plan, aunque si estáis dispuestos...–se quedó callado un segundo para dejar a entender lo que quería decir–. De todas formas nosotros habías planeado emborracharnos, bailar y hacer el tonto con los juguetes, sea con nosotros mismos, en grupo o con algún desconocido o desconocida que se una al grupo.

Vamos, que hay que mojar, ¿no?–espetó Fran.

Los que quieran. Aquí no se obliga a nadie.

¿He de recordarte de que yo no creo en el sexo por el placer?–volvió a decir Fran.

Y ya te he dicho que puedes mantenerte puro hasta que venga tu princesa azul hasta que quieras, pero no por eso los demás nos vamos a abstener de pasarlo bien–frunció el ceño.

Naruto se mordió el labio inferior.

A ver chicos, yo me voy a tener que ir, hagamos o no orgía–anunció, mirando especialmente a colmillitos, el cual suspiró al escuchar las palabras. El rubio supo que durante todo ese tiempo había estado pensando las mil y una maneras para no tener que participar en la locura que por ahora estaba presenciando.

¿Qué? ¿Por qué?–preguntaron todos al unísono.

¡Hace tiempo que no nos vemos, no te puedes ir ahora!–exclamó alguien.

¡Eso! ¿Quién sabe cuándo tendremos de nuevo esta oportunidad?–secundó otra voz.

Llevo dos días sin aparecer por mi casa, chicos, creo que tendría por lo menos que ir hoy.

Pero si ya no hay autobuses–comentó Cris, que extrañamente no se había pronunciado antes.

Iré andando–contestó con simpleza.

¡Estás loco!

¿Dónde has estado todos estos días?–inquirió de pronto Cata como si hubiese recordado en ese momento su desaparición.

Naruto se llevó la mano a la nuca y empezó a rascársela de forma inconsciente mientras una sonrisa tonta aparecía en sus labios.

Me dieron la paliza de mi vida y me quedé inconsciente durante todo un día. Hoy he despertado–soltó sin miramientos. No era bueno con las escusas y menos mintiendo, así que optó por decir la verdad.

Un movimiento a su lado le hizo percatarse de que colmillitos estaba sorprendido. Estaba seguro que jamás se hubiese esperado esa contestación. 

Pero pronto dejó de pensar en ello al ver el revuelo que montaron sus amigos. De la nada se vio a si mismo rodeado de un montón de gente que lo manoseaba, mirando hasta con lupa cada extremidad para poder apreciar algún golpe o algo así. Tarde se dio cuenta de que había cometido una estupidez. ¡Ya toda evidencia había desaparecido!

Me curo rápido–sonrió nervioso.

¿Pero estás bien?–Lina fue la primera en salir del shock y poder hablar.

Sí, tranquilos.

¿Quién te lo hizo?–inquirió J, enfadado.

La verdad es que no lo sé. Estaba hablando con Sasuke y de pronto empezaron a golpearnos.

Al escuchar eso último, todo el mundo se giró para mirar a colmillitos e hicieron lo mismo que con Naruto, aunque éste se apartó incómodo por tanta cercanía no grata.

¿Estáis bien los dos, pero?

Sí, tranquilos. A Sasuke no le han hecho casi nada–no pudo evitar decirlo con rabia, pero aún así pocos se dieron cuenta de ello. Colmillitos sonrió con petulancia–. Después se marcharon. Ni siquiera nos han robado. Por eso tengo que ir a casa de...

De todas formas ya estáis aquí así que no nos importa. Os quedáis y punto–soltó Sarai con su tono característico que no daba lugar a alguna contradicción, así que tanto Naruto como Sasuke se vieron arrastrados hasta un lugar un poco alejado de miradas indiscretas, con un vaso de cuba litro en la mano, lleno hasta los topes con más alcohol de lo deseado.

Sasuke se sentó lo más alejado posible de la muchedumbre, aunque se mantuvo a una prudente distancia del chucho, por si se le ocurría soltar alguna imbecilidad si entraba en un estado de embiagrez, aunque pronto se percató de que el alcohol, al igual que a él no le afectaba.

Colmillitos no estaba acostumbrado a rodearse de humanos y sus costumbres y menos en tal estado de... ¿gilipollez? Sí, ese era un buen adjetivo. Bueno, es que para él, estar pasándose hielo de boca en boca porque sí y que si fallaban tenían que beber un vaso entero sin parar... bueno, era algo bastante desconcertante. El solo pensar que alguien conocido(como su hermano, por ejemplo) lo viese con tal gentuza, le daba un no sé qué. Por supuesto, él se abstenía de hacer el ridículo con esa panda de... idiotas. Lo que en verdad le divertía era ver al chucho intentando que no se le cayese el maldito hielo resbaladizo para no tener que beber más(ya llevaba cuatro vasos por caídas).

Después empezaron con algo así llamado “verdad, mentira o atrevimiento”. Claro, que en esa ocasión, los atrevimientos eran exclusivamente sexuales, enfocados sobre todo a los juguetes que tanto Iván como Sarai habían llevado. A más de uno le tocó chupar de forma sugerente los vibradores. En ese juego, Naruto entregó más de una prenda, dado que no iba a chupar nada delante de un vampiro que le miraba con burla. ¡Ni loco! Pero de pronto empezó a cambiar el juego. En ese momento ya no solamente estaban con los vibradores y los lubricantes y demás esencias eróticas. Ahora habían sacado cadenas, 

hasta un látigo. Eso sin lugar a dudas fue un...

Un sonido metálico y el rozar de algo contra su muñeca le hizo mirar a su derecha y observar con sorpresa como Sarai había aparecido de la nada y le había apresado la mano con un grillete y el otro extremo estaba en la mano de... ¡Oh, madre de la luna!

 

 

 

 

–Ups–rió de nuevo–. Cr-creo que–volvió a reír– no t-tengooooo laaaa llave–volvió a reír.

Naruto volvió a sentir el tic de la ceja, pero ahora no se podía comparar con el rostro que estaba poniendo colmillitos.

Mientras la loca psicópata de su amiga se reía a más no poder, Naruto y Sasuke se miraban intentando no matar a nadie o por lo menos que su furia fuese a menores, pero eso solamente provocaba que se enfadasen más, así que bajaban la mirada hacia sus manos, aunque al contrario de lo que pensaban, los enfadaba mucho más.

¡Oh, genial! Todo un puto fin de semana atados.

 

Notas finales:

Hola!!!!

Soy yo, el cabezón xD Vale, no. Soy yo, Enea xD Es que no sonaba tan bien xD ¡Ya he acabado los exámenes! Eso es una parte buena, ahora vengo con la parte mala. Como he dicho, estoy en la universidad, estudiando diseño y desarrollo del videojuego, así que como podéis notar mi carrera es un poco difícil y más cuando tengo que hacer un trabajo de fin de año, véase un juego con un grupo. Bien, pues mi querido grupo y yo hemos acordado hacer un nivel a la semana, véase trabajo y trabajo sin parar. Eso me acorta bastante el tiempo que tengo para escribir, así que ahora sí que no sé cuándo volveré a actualizar alguno de mis fics. Ya no este, sino todos los demás T_T Que por cierto tengo que decir que Muy adentro se me borró el capítulo y por eso no he actualizado, no que haya abandonado pero estoy bastante mosqueada con esa historia. ¡¿Cómo se le ocurre borrarse?! Así que, hasta nuevo aviso, no pienso juntarme con ella JUM.

Placer y Dolor tengo el segundo capítulo a medias, pero ni idea de cuándo lo suba. Y ahora, novedades novedades. Por si algunos no lo saben, tengo un fic acabado de tres capítulos titulado ¿Y Por qué no...? y dije que a lo mejor hacía una segunda parte. Bueno, tengo que decir que por ahora esa segunda parte esta en marcha así que dentro de poco también verá la luz. 

Mmmm creo que ya no tenía que comentar nada más... No sé, noto que se me olvida algo pero... bah, ya saldrá ^^

Bueno, ahora a lo que en verdad importa, ¿qué os a parecido? Quería que fuera más largo, pero no tengo tiempo. Puedo tardar más y entregar más o tardar menos y dar menos, vosotros decidís ^^ 

¿Qué os a parecido los amigos? Bastante variados, espero. Entre que uno es gay y está enamorado del mujeriego del grupo, después uno que sus padres tienen una tienda de sexo(como molaría tener un amigo así xD)... Espero que os haya gustado esa parte, porque tengo que decir que todo fue expontáneo, no tenía planeado poner nada de nada.

Sé que últimamente Sasuke está en plan segundo plano, lo sé, a mi también me fastidia, pero ¿qué le vamos a hacer? Es la puta personalidad del niño este asqueroso(no penséis que no me gusta xD) Sí os fijáis, en la serie(anime o manga, da igual) también está un poco apartado, solamente que Naruto lo mosquea constantemente xD De todas formas, en los próximos capítulos ya no estará tan fuera de serie(por así decirlo) porque, básicamente, va a estar las 24H con nuestro rubio... ¡Que están atados, chias/os! ¡Qué aquí ya empieza a haber salsa! (xD)

Ah, antes de que se me olvide y creo que esto es lo último que os diré, porque sé que soy un poco torrante, es que algunos nombres que he utilizado para los amigos de Naru son mallorquines totalmente. Como Jaume o Tomeu o Cosme(más mallorquín imposible ^^)

Bueno ahora sí, me voy!!!

 

PD: He contestado a todos vuestros comentarios!! Me ha costado pero lo he hecho ^^

PD2: Por primera vez y espero que no sea la última, la verdad, voy a recomendar un fanfic de Naruto también de FlorDeDesierto que me encanta es Recuperándote por ahora lleva 16 capítulos y me encanta! Lo aconsejo bastante ^^

PD3: Sé que no tiene nada que ver, pero me hacía ilusión xD Os voy a dejar un link de un video o mejor un corto que hemos hecho el grupo que os he estado hablando del juego, para una asignatura que es audiovisual. ¡Yo salgo! Soy una de las chicas, no os diré cual xD(la de azul!!!) xD Cotton Love es una ida de olla impresionante pero a mi me gusta y me hace reír, aunque me han dicho que se han puesto a llorar al verlo... (¬¬ ¿en serio? xD) Como dice el título es sobre el amor de un cojín aunque a mi me gusta más definirlo como la vida de un chico que se enamora del cojín xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).