Cap 6: Propuesta. Día 2(parte 1)
El polvo que levantó pronto desapareció.
Naruto entendía que sus palabras le hubieran molestado, pero no comprendía porqué siempre le tiraba al suelo. ¿Es que el colmillitos no sabía que la mejor manera de entenderse era hablando y no pegando? ¿No veía las noticias?
Pero, aún así, no era eso lo que más le fastidiaba al rubio, sino el hecho de que no se sentía lo suficientemente fuerte para poder luchar de igual a igual(o de igual a superior) con el vampiro y eso le exasperaba. Tendría que ser paciente hasta que todo volviera a la normalidad y con eso incluía el tragarse las ganas de soltarle uno que otro puñetazo o decirle más de una verdad que irritarían al "perfectus vampiricus". El rubio ni intentó levantarse a sabiendas de que el colmillitos le volvería a tirar. Se limitó a mirar a aquellas orbes oscuras que de pronto estaban furiosas como neutras.
-Haré como si nunca hubiera escuchado nada, chucho-siseó Sasuke poniéndose en pie y desapareciendo al segundo.
Naruto seguía tirado en el suelo y ni siquiera se molestó en levantarse. Miró el oscuro cielo y suspiró.
Iba a ser más que difícil esto de tratar con el vampiro y la verdad es que dudaba conseguirlo antes de que el vampiro decidiese actuar, pero iba a intentarlo con todas sus fuerzas. Si moría y lo había conseguido, entonces no le importaría.
Sabría que un vampiro veía la verdad, su verdad,pero si quería monstrársela tendría que empezar tan rápido como le fuera posible.
No sabía si el hecho de que Sasuke estuviera enterado y consciente de lo que ocurría con los licántropos era un punto a favor o en contra, pero aún así lo averiguaría. Tenía el fuerte presentimiento de que tener a un vampiro de aliado ayudaría y mucho.
Lo malo era que no sabía cómo hacerlo. ¿Le obligaba a tomar el puesto de un hombre lobo y él sería el vampiro? No iba a contarle nada de su historia(ni se le había ocurrido, la verdad). Sasuke sabía qué le hacían a sus esclavos y lo que verdaderamente necesitaba era sentirlo en carne propia... ahora estaba la cuestión de ¿cómo?
Luego está el maldito inconveniente de la fuerza o mejor, de la no fuerza. No podía someterlo en el estado en el que se hallaba.
-Maldita sea-maldijo en un susurro-. Maldita luna y malditos efectos extraños.
También había pensado en enseñarle que los hombres lobo sí que tenían sentimientos, al contrario de todo lo que los vampiros pensaban... Malditas sabandijas, mosquitos chupa sangres...
Sí, pensó Naruto, eso resultaría más sencillo...
Satisfecho consigo mismo, se levantó y se marchó a la vez que se sacudía la ropa.
Antes de salir del parque notó la presencia de cierto colmillitos, pero lo ignoró. Se sentía ofendido, ¿de verdad pensaba el vampiro que no se daría cuenta?
Luego de fijarse un poco más, se percató de que no estaba solo. Un aura vampírica desconocida estaba con él, así que, sin hacer mucho ruido, se largó de allí tal y como iba a hacer en un principio.
Ya le bastaba con tener un solo vampiro en su vida para estar añadiendo más...
Cuando se alejó un poco más, se alivió al notar que no le seguían. Lo más seguro es que estuvieran de caza, aunque ignoraba que lo hicieran en grupo.
Naruto tardó más de la cuenta en llegar al departamento porque se metió por varios callejones. Aunque no le siguieran, no había que confiarse. En una de las calles vio a una perra apaleada y no tuvo que pensarselo ni un segundo para levársela consigo.
Al llegar, sólo su gata le dio la bienvenida.
Curó a la perra y le dio de comer y de beber para luego meterse en la ducha.
A la una y media ya estaba en la cama con Congui a sus pies y la perra entre sus brazos. Era pequeña y con el pelaje blanco. Naruto, antes de caer en la inconciéncia, se preguntó cómo alguien podía dañar algo tan puro.
El aire mecía su cabello rubio pero no le importaba. Éste no podría despeinar un pelo que ya de por sí era alborotado y que no conocía el peine.
Sarai en más de una ocasión, seguida por Cris, habían intentado peinarle pero ningún potingue surgía efecto más de dos minutos. Su cabello siempre se mantenía de punta, excepto cuando estaba mojado.
Naruto, harto de que se metiesen con su pelo(del cual sentía mucho cariño ya que era idéntico que el de su padre) decidió hacer una encuesta a mujeres y hombres por igual en una noche de fiesta, preguntándoles que si le quedaba bien el peinado o se lo tendría que cambiar y cómo le favorecería mejor. Las respuestas fueron de lo más variopintas: "Ami que me importa, ahora lo único que me interesa es que ese capullo se está llevando mi botella de vozka" o "con el pelo o sin él, guapo, te haría un traje de saliva" o "sí, te queda bastante bien".
Desde ese día ya no volvieron con el tema, aunque Naruto sabía que Cris todavía le tenía ganas.
Un ladrido le llamó la atención. La perra de pelaje blanco estaba correteando por le parque en el que ahora se encontraban cerca del piso de Iruka. Como éste no había ido todavía a casa, Naruto había decidido quedarse a la perra. Total, luego iba a vivir solo.
Además, aún siendo nueva, le era muy fácil manejarla ya que entendía todo lo que ella demandaba y él podía hablarle como si fuera el jefe de su manada. Cosas como esas, le habían permitido sacarla sin correa.
Ahora Laika(así le había puesto Naruto de forma provisional, pero tenía la ligera sensación de que se quedaría con ese nombre) se divertía jugando con la arena.
Ese día no había ido a la universidad ya que no iba a soportar otro desplante de parte del colmillitos y no iba a ir hasta la hora de su clase, que era por la tarde. Además, tenía una excelente excusa; la noche anterior no habían quedado, así que no le podían replicar nada.
Un fuerte sentimiento de diversión y de hambre le aturdió. Miró a la perra y observó, divertido, como ésta estaba moviendo la cola a la vez que observaba como una pareja comía en el césped.
Sonrió para sí mientras se levantaba del banco y enviaba la orden a Laika para que regresara. Naruto no entendía muy bien eso de las órdenes o sentimientos que intercambiaban pero sabía que Laika los recibía, o si no ¿por qué motivo la perra venía corriendo con la lengua afuera?
Una nueva e inesperada presencia provocó que Naruto le enviará una nueva orden para que se alejara lo máximo posible, sin salir del parque. Que se mantuviera alerta.
-¿Qué haces aquí?-inquirió el rubio sin mirar a ningún lugar en concreto.
-Tendría que preguntártelo yo, ¿no crees?-gruñó la voz del vampiro a su espalda-. Te ordené que fueras a las 9:00 a la universidad.
-Eso fue el domingo, hoy es martes-comentó tranquilamente Naruto a la vez que observaba como la pareja había terminado de comer para empezar con el postre que le ofrecía su pareja sin reservas.
¡Largaos a un hotel!
-No me contradigas-siseó en su oreja izquierda provocándole un escalofrío.
-No me puedes hacer nada. Hay mucha gente presente que te vería y así vuestro anonimato se iría al carajo.
-No es ningún impedimento. Puedo hacerlo tan rápido que nadie lo notará. Los humanos, al igual que vosotros los chuchos, no os enteráis de lo que pasa a vuestro alrededor.
-¿Y tú sí?
La pregunta de Naruto provocó en Sasuke una vacilación que ni el propio rubio notó. El vampiro se quedó observando al rubio.
Si se la hubieran hecho hace un par de años hubiera contestado con un sí sin pensar, pero ahora justo cuando su mundo estaba patas arriba, esa pregunta no tenía una fácil respuesta.
Pero aún metido de lleno en la ya habitual guerra de pensamientos que se producía en ese momento sin que nadie se percatase, supo poner su típica máscara neutra con un toque de burla(nunca venía mal dejar claro a los demás que él era superior).
-Preguntas estúpidas de perros estúpidos-se burló el vampiro a la vez que se sentaba a unos sesenta centímetros de Naruto.
Naruto se levantó y se estiró mientras miraba a Laika. Ésta, al verlo, se acercó corriendo hasta quedarse a sus pies mientras gimoteaba y se ponía panza arriba, tratando de llamar su atención.
-Veo que el hecho de ser un chucho hace que los demás chuchos se alegren al verte-se burló Sasuke.
-Es mi perra, inútil.
-¿Qué me has llamado?-siseó el vampiro poniéndose de pie de forma amenazadora.
-Lo que has escuchado o me dirás que tienes gusanos en las orejas-bromeó el rubio-. Eso de estar muerto debe de ser un asco, ¿no?
-Es mejor que estar lleno de pulgas y garrapatas-contraatacó el vampiro con una sonrisa de lado-. Además que cuando te bañes(si es que lo haces, porque no dudo que debes de ser un guarro) tienes que dejar un buen matojo de pelos en las tuberías. Por lo menos yo me ahorro el tener que llamar a un fontanero.
-Y yo. Te llamo a ti y con uno de tus bichos come pelos lo tenemos arreglado-sonrió Naruto.
-No tengo tantos para ti, chihuahua.
-¡Oh! Admites que tienes, colmillitos-exclamó divertido el rubio.
-Admito que eres el ser más idiota que he conocido, idiota.
-¿Es un halago o un insulto? Porque si todos a los que conoces son como tú, soy la persona más inteligente que has llegado a ver en tu vida.
-Bueno, eso de persona es discutible-Sasuke se estaba divirtiendo con la estúpida discusión y pudo observar como el chucho también lo hacía.
-Entonces, estás de acuerdo en el hecho de que soy lo más inteligente que has conocido-se jactó el rubio.
-No voy a malgastar saliva para decir lo obvio, idiota.
Hubo un silencio de un par de segundos.
-Tengo una pregunta-comentó serio el Uzumaki- y espero que me respondas porque es que en verdad no estoy muy puesto en la materia del vampiro...
-¿Acaso estás metido en alguna?-se burló el Uchiha en un susurro audible. Naruto lo ignoró.
-....y me preguntaba ¿cómo es que salís por el día? ¿No os fundís o algo por el estilo? ¿o eso sí que es una leyenda?
Se quedaron en silencio, devolviéndose la mirada, hasta que Naruto se impacientó.
-¿Me vas a contestar?
-Me has dicho tu pregunta, pero nunca te he asegurado que la contestaría-respondió con simpleza el vampiro.
Joder con el señorito.
Naruto suspiró a la vez que se agachaba y le acariciaba el vientre a la perra. Luego volvió a erguirse y miró al vampiro con diversión. Se le acababa de ocurrir una idea.
-TEngo que ir un momento a casa, pero Laika, mi perra, o puede entrar ahora-mentira-. Quédate con ella hasta que vuelva.
-¿Qué?-preguntó estupefacto el vampiro observando al rubio quien se había alejado unos pasos-. Veo que eres más idiota de lo que pensaba. Si de verdad quieres a este animal, te la llevarías. Soy un vampiro y me puede entrar hambre.
Naruto miró a Laika y luego a colmillitos y sonrió.
-Correré el riesgo-dijo al fin alejándose otros pasos para luego volver a donde se hallaba en un principio-. Pero como se te ocurra tocarla con intenciones insanas para ella, te mataré. Además, ¿no comiste anoche?-esa pregunta pilló desprevenido al vampiro-. No me mires así, anoche te sentí con otros vampiros y supuse que... ¡Yo qué sé! Os juntabais para cazar-se sintió un poco idiota al decir aquello en voz alta ante la penetrante mirada del vampiro.
Sasuke le iba a replicar soltando alguna de sus genialidades pero se calló al caer en algo.
-¿Me puedes sentir?-y otro golpe mental. Los vampiros no debían tener curiosidad por seres tan insignificantes como los chuchos. ¿Es que acaso no aprendía?
-¿Qué te pensabas? No somos tan imbéciles como pensáis. Por no decir que los licántropos son casi idénticos que los vampiros.
-Sí, en tus sueños-bufó Sasuke ofendido-. No nos compares, chucho. Jamás seré tan idiota como tú.
-Nonos he comparado, colmillitos-contradijo el rubio-. Los vampiros y yo no tenemos nada en común. Somos como el agua y el aceite. Antes de parecerme una pizca a vosotros-siseó con desprecio-, me suicido.
Esa afirmación formulada con tanto odio sorprendió a Sasuke.
-Además-prosiguió Naruto-, yo soy humano.
-Sí, claro y yo una mariposa-soltó Sasuke exasperado por la continua tontería de ser humano.
Bueno, solamente te faltan las alas.
Naruto vio como Sasuke abría y cerraba la boca. En sus ojos mostraba curiosidad la cual intentaba esconder tras su ya conocida frialdad.
Eso le extrañó pero luego sonrió al comprenderlo.
-Mira, te propongo algo-dijo serio-. Admitiré que soy un licántropo si tú admites que sientes curiosidad, que quieres saber cosas sobre los seres que tanto odias-Aunque en verdad no tengo ni idea del por qué. Es algo ilógico que los vampiros odien a los licántropos cuando son ellos los malos de la película.
Sasuke le miró entre estupefacto e irritado.
-¿Esa era la propuesta?
-No-sonrió Naruto-. Tenemos que soportarnos durante una semana, ¿no?-no esperó una respuesta(tampoco esperaba recibirla)-, pues había pensado que, ya que es más que obvio que nos odiamos, que me quieres matar al igual que yo a ti, pero que no lo hacemos por extrañas razones que ni siquiera nosotros mismos entendemos, podríamos hacer un esfuerzo-por no decir un milagro- de llevarnos bien... De ser "amigos"-dibujó las comillas en el aire a la vez que pronunciaba la palabra que dejó en shock al vampiro.
Al ver que, después de unos minutos seguía estático, Naruto decidió romper el silencio.
-Bueno, ¿qué dices?