Sus pasos eran lentos pero seguro, podía sentir su mirada detallándome como queriendo desnudarme con ella se sentó a un lado de mi mientras su brazo rodeaba mi cuello.
- Bienvenido a la cárcel preciosa- me susurro con esa sensual voz a mi oído, un escalofrió recorría mi espalda al sentir como luego lamia mi ovuló.
- Pe…ro.. ¿Qué.. crees.. que.. haces idi..ota?- gruñí con dificultan sintiendo su respiración en mi nuca lo mire a los ojos como si ellos me pudieran decir que planeaba.
- Yo nada…- me murmuro con una sonrisa inocente mientras me ofrecía su bandeja- el primer día es difícil ten, sería triste que una hermosura como tu comiera esa porquería- susurro mientras acariciaba mi cabello, mire lo que me ofrecía era pollo frito con ensalada aros y un jugo de naranja totalmente mejor de lo que tenía en la mía.
- No gracias.. y con permiso tengo mejor cosas que hacer- respondí mordaz mientras me levantaba, Yagari me acompaño para luego comenzar a dirigirnos a las salida del comedor gire lentamente la vista para ver lo que Kuran hacia, no pude evitar sonrojarme al sentir su mirada clavada en mi trasero mientras bebía el jugo- maldito – masculle por lo bajo mientras seguía a Yagari que no paraba de enviarme miraditas interrogatorios.
- ¿quieres jugar básquet?- murmuro de repente llamando completamente mi atención asentí débil mente sería mejor acostumbrarme a este lugar.
- Etto.. yo solo… umm.. lo que.. vistes ahori..ta bueno…- no hallaba como explicarme, tal vez si hablara con Kuran y le dijera no me interesas deja de joderme se alejara claro si no es que viene me viola, y después aparezco en los periódicos como joven sexi y guapo muere en pleito en la cárcel.. aun que ahora que lo pienso bien los periódicos no hablan mucho de este lugar.
- No te preocupes no tienes que decirme si no quieres- me susurro con calma mientras llegábamos al patio mire alrededor no había casi nadie solo como 10 o 15 reos algunos conversando y otros simplemente levantando pesas.
- Gracias- fue lo único que dije mientras tomaba un balón de básquet, para luego comenzar a rebotarlo.
- Bien.. veamos lo que sabes.. hacer- gruño Yagari mientras trataba de quitarme el balón le sonreí creídamente mientras de espalda lo lanzaba, logrando que callera en el aro.
- 2 ah cero jejeje.. – dije con una de mis más hermosas sonrisas mientras trataba de volver a tomar el balón.
- No te confíes chico- me respondió mientras se disponía a cubrirme para evitar que volviera a lanzar.
- Miren que tenemos aquí si es la putita de Kaname- me dijo un reo de cabellos castaño ojos miel y piel morena mientras me tomaba de la mano- dime te gusta que te den duro ¿eh?- volvió a decir mientras asía presión en mi trasero.
- Suéltalo Damon no valla ser que nos acuse con su noviecito- dijo un rubio de ojos azules claros piel blanca mientras tomaba de la camisa al castaño.
- Jum.. no me jodas.. pero bueno.. vale nos vemos luego mariquita..- gruño mientras tomaba al rubio y lo besaba, me quede atónito que coño había sido eso y a que se refería con que yo andaba con Kuran.
- Esperen pero… ¿Qué?.. – trate de articular mirando a Yagari como que pidiéndole una explicación.
- Creo que Kaname ha dado la orden para que nadie se te acerque podría decirse Zero que estas en la boca del lobo, y este siempre le ha gustado jugar con carne fresca si sabes a lo que me refiero..- me dijo mientras una enorme sonrisa burlona aparecía en sus labios me quede quieto un instante pensando en lo que había dicho- será mejor que volvamos a las celdas ya está oscureciendo- me volvió a decir mientras comenzaba a caminar lo mire un rato para luego con resignación seguirlo.
- Este lugar es una porquería..- gruñí mientras trataba de pensar en cómo hablaría con Kuran referente a su interés por mí.
- Tranquilo te acostumbraras…- me susurro Yagari para luego escuchar los gritos de los policías ordenando que cada reo entrara en sus respectivas celdas, me monté en el colchón de arriba de la litera para escuchar el molesto ruido de los barrotes al moverse dejándonos en un pequeño espacio.
- Dime mañana será lo mismo- pregunte con fastidió mientras trataba de taparme con la sabanas.
- No tal vez mañana tengas una buena sección de sexo con Kuran- escuche decirle a Yagari para luego comenzar ahogarme con mi propia saliva.
- Eres un maldi… etto eso ¿es?- no termine de completar al escuchar lo enormes gemidos de placer que provocaban los reos.
- Relájate se callaran a las 12 de la madrugada será mejor que te duermas o trates- me dijo mientras soltaba una risilla que me puso medio nervioso.
- Umm..- fue lo único que murmure mientras cerraba los ojos dispuesto a hundirme en los brazos de Morfeo.
Era de noche el frio de noviembre se sentía, los carros pasaban a alta velocidad por mi ventana pero eso no me importaba, gire mi vista encontrándome con tu hermoso rostro, tus mejillas sonrojadas por el frio te veías triste y solo pero yo estaba ahí para apoyarte, un ruido fuerte se escucho mientras todo se volvió de un intenso color carmesí un grito ahogado escuche pero ya era tarde..
Abrí mis ojos sudando frio hace tanto tiempo que no soñaba con él es irónico me pregunto qué dirían si me vieran preso tal vez pensarían que soy una deshonra, una sonrisa amarga se formo en mis labios mientras me baja de la litera, las rejas estaban abiertas pero al parecer ninguno de los reos estaba despierto, tome entra manos mis utensilios de higiene un baño me aria tanto bien comencé a caminar, ya había pasado más de diez minutos estaba cansado tal vez hubiera sido buena idea preguntarle a Yagari donde quedaban los baños en este lugar.
Mi rostro se ilumino al ver las regaderas, por lo menos el dios de arriba comenzaba apiadarse de mi pensé con una sonrisa, me quite la camisa dejando al descubierto mi pecho, coloque en el piso los utensilios de higiene mientras me disponía a bajarme los pantalones.
- Valla..- escuche una voz en mi oído no por favor, no esa voz es la de.. gire lentamente abriendo mis ojos al ver lo ahí parado detrás de mí.
- Kuran..- salió de mis labios mientras lo veía todo desnudo solo cubriendo su parte intima con un paño- umm.. ¿Qué… haces.. aquí?..- pregunte lo cual ahora me parecía que era una estupidez.
- Disfrutar de la hermosa vista pero tranquilo continua no hay problema- dijo con su mirada fija en mi torso.
- Cállate.. ahora que recuerdo… se puede saber que hiciste- gruñí recordando lo de ayer en la tarde.
- Umm.. yo no eh hecho nada..- dijo mientras elevaba una ceja como interrogando a que me refería.
- Ahh claro sabes ayer estuve con Yagari jugando básquet y adivina que me paso un reo me ataco y me dijo que si yo era tu puta.. y uno dijo que era tu noviecito y déjame decirte Kuran que si tú tienes algo que ver con ese rumor te juro que…- no pude terminar de hablar ya que el castaño me acorraló entre la pared y su cuerpo.
- Me juras ¿qué?.. dime Zero que harás umm… déjame pensar ohh ya sé.. nada.. yo aquí soy el que mano y tu como cualquier otro debes obedecerme- me dijo mientras sus manos tomaban mi cintura- tu eres mío..- me volvió a decir mientras su lengua recorría mi cuello.
- Ah.. no.. dete..nte..- masculle mientras trataba de sepárame, sus labios se posaron en los míos ahogando mis quejas mientras apegaba mas su cuerpo a mí.
- Eres delicioso tal cual como me lo imagine… no espera.. sabes mejor..- gruño mientras bajaba a mi pecho para mordisquear mi tetillas.
- Espera ya entendí- dije agarrando su cabeza- déjame complacerte- le susurre mientras acercaba mis manos a su pecho acariciándolo, este me miro deforma desconfiada para después dejarse besar por mí, agarre sus manos elevándolas hacia arriba de la cabeza de Kuran mientras me acercaba para devorar sus labios en una lucha entre lenguas mientras trataba de apegar mas mi cuerpo al suyo.
- Umm..- gimió Kuran al sentir mi pierna en su entrepierna sonreí victorioso mientras me alejaba de, él un gruñido se escapo de los labios del Cataño pero eso a mí no me importaba.
- Bien espero que te haiga gustado pero lo que soy yo no pienso volver acercarme a ti- dijo de forma a rogante mientras me colocaba la camisa y agarraba mis utensilios.
- Eres.. un.. espera que me libere ¡maldito!- me grito el castaño al verse amarado al tubo de la regadera por su propia toalla, una sonrisa maliciosa apareció en mis labios al ver su confundimiento ni si quiera se había dado cuenta de cómo lo había amarado.
- Adiós ka.. ah.. um..na..ah..me ahh.. ah..- dije haciendo imitaciones de gemidos para luego salir de las regaderas con una enorme sonrisa en labios, para luego escuchar una risa diabólica y un fuerte grito de “me vagare”.