- Joven Choi… nos tenemos que ir – aquel hombre de bata blanca me llamo desde un punto lejano para que abandonara la sala de visitas. Key entristeció de inmediato al escuchar aquellas frías palabras al igual que yo… no quería irme.
Pronto me aleje de aquel hermoso color rubio, le mire tiernamente y solo atine a sonreírle mientras él, llorando, me respondía de igual forma.
Subí a mi habitación y de nuevo entraba en mi pesadilla, en aquella realidad tortuosa que solo provocaba en mi desesperación y miedo.
Toque las murallas con las yemas de mis dedos, lisa y suave como siempre. Toque la cama, las sabanas, la ventana… aquella ventana que era la única que me dejaba escapar de mi realidad, mostrándome aquel hermoso cielo celeste que a pesar de las estaciones del año sé que nunca cambiara. Una mariposa entra y me le quedo mirando atónito.
“Es hermosa” eso es lo único que pienso al ver aquellas frágiles alas revolotear por toda mi habitación, resaltando por su hermoso color azul.” Ya debe ser primavera” digo para mis adentros al sonreír y ver como se dirige hacia la ventana para volar libremente atreves del frio viento.
Siento un ruedo en mi puerta, y un escalofrió me recorre el cuerpo… tengo miedo.
- Que lastima que hallas despertado… - me doy vuelta y puedo divisar su molestosa y detestable silueta, la causante de que quede en coma… la causante de que yo no pueda salir de este infierno.
- ¿Qué haces aquí… Siwon? – Pronuncio sin volver a mirarle, centro mi mirada en el hermoso blanco de las murallas. Si lo veo soy capaz de matarle.
- Lo que hago siempre después de que te despiertas –
Me exalto, tengo miedo. Veo como de sus manos saca aquella jeringa con un líquido celeste, que siempre provoca que mi cuerpo arda y que realice fuertes contracciones mientras que de mi boca sale saliva. Retrocedo, no quiero que me inyecte aquel liquido que para mi es veneno, si lo hace terminare en coma nuevamente y no podre salir nunca… y no podre disfrutar mi libertad, no podre ver a Taemin.
- ¡Aléjate! - le digo mientras él se acerca mas a mí, él posee mas fuerza que yo, él tiene mayor agilidad que yo – dijiste… dijiste que ya estabas aburrido de mi, que seria libre.
- No seas idiota. Nunca me creerías ¿O si? – le miro con temor “me mintió”. Escucho como su gruesa voz suelta una fuerte carcajada mientras sostiene mi cabello y me acorrala en la fría pared – jajaja realmente me creíste.
“Voy a morir, Nichkun me dijo que no soportaría otra dosis. No veré a Taemin… no lo veré” Una lagrima se desliza por mi rostro inexpresivo mientras que mi cordura se nubla y mis acciones son involuntarias. Todo se vuelve obscuro.
Despierto de mi letargo, y me encuentro de pie con dos objetos en ambas manos, una es una jeringa que ya se encuentra vacía, en la otra un bisturí. Agacho mi vista y encuentro que mis pies se encuentran limpios a pesar de la sangre que los rodea.
“¿Sangre?” mi vista comienza a avanzar, con temor, nerviosismo, curiosidad y me encuentro con lo que quería evitar. En aquel frio suelo, se encuentra Siwon con la mirada perdida y totalmente retorcido, la sangre de su estomago se desliza por mis pies sin tocarme, como si fuera una serpiente cualquiera en busca de comida. Su boca se encuentra con un tipo de espuma que yo ya eh tenido, y mi mente comienza a entrar en pánico.
Estoy perdió, lo eh matado y ahora nunca podre salir de aquí. Dejo caer mi cuerpo sobre mis rodillas sin dejar de mirar el cuerpo inerte de aquel hombre monstruoso, unas pocas lágrimas recorren mis mejillas mientras, que después de muchos años, mi llanto aflora. Ya no quiero llorar más en silencio.
Mi corazón se presiona fuertemente a mis pulmones provocando que me cueste respirar. Esto ya lo eh sentido, en mis ilusiones, estoy sufriendo y este llanto ahogador se llama “tristeza”.
Escucho como la puerta de mi sala se abre y se cierra fuertemente, sigo llorando y prácticamente me encuentro gritando y chillando.
- Minho… - siento como un cuerpo se dirige corriendo hacia mí, se agacha y me abraza fuertemente provocando que mi llanto bajara de volumen lentamente. Me da pequeños besos en mi nuca mientras acaricia fuertemente mis mejillas con unas enormes manos, de a poco siento como mi respiración vuelve a su ritmo normal y mi pecho deja de presionar mi corazón.
- Onew… yo no quería… - vuelvo a romper en llanto mientras escondo mi rostro mojado en el largo cuello de Onew, a la vez que pequeñas lágrimas caen por las mejillas de él. - ¡Nunca saldré de aquí! – aprieto su chaqueta de cuero entre mis dedos y le acerco mas hacia mi. Necesito un poco de cariño, necesito a alguien con quien pueda desahogarme
- Tranquilo Minho… - Aquel hombre que siempre me ah sonreído sostiene mi rostro entre sus manos para que pueda observarle. ¿Por qué siempre le hago llorar? – Todo estará bien, tu saldrás de aquí…¿Sabes? En esta estación de primavera comienzan a vender frutillas y sandias, son muy deliciosas – entre llanto Onew trata de calmarme contándome lo que me espera por disfrutar después de que salga.
“¿Por qué? ¿Por qué nunca me pude enamorar de Onew?”
- Perdóname… - le susurro para luego soltarme de su agarre para poder mirar nuevamente aquel blanco suelo – Perdóname… por nunca darte una oportunidad, de verdad lo siento…
Siento como se levanta de un golpe. “me odia”, agarra mis manos y me quita ambos objetos con los cuales le di fin a la vida de aquel hombre de oficina, forcejeo un tiempo con él ya que me es difícil soltar aquellos fríos objetos.
- ¡Dame eso! – me grita y por el susto suelto ambos objetos, los guarda en los bolsillos de sus jeans negros. Su rostro cambia totalmente, mostrando un perfil de seriedad que a la vez que me tranquiliza me da un poco de miedo.
Observo como su chaqueta de cuero abandona su cuerpo, volando por los aires hasta llegar a una de las cuatro esquinas de mi habitación, dejando a la vista una camisa azul que luego arremanga con rapidez. Camina hacia el cuerpo de Siwon y, atónito, veo como esparce la sangre de aquel sujeto por su camisa y brazos.
- ¡¿Qué haces?! – Le pregunto exaltado, levantándome rápidamente sin dejar de mirarle asombrado.
- No te tendrás que quedar, si el asesino es otro… -
“No, no lo hagas”
Corro hacia él, me agacho a su altura y trato de detenerlo para que deje de ensuciarse, para que deje de protegerme. Él se zafa de mí con facilidad, con solo empujarme con su codo yo quedo tirado en el suelo.
- Por favor Onew detente.- le miro entristecido. Su cuerpo se detiene pero ya es inútil el esta completamente manchado de sangre, de mi error.
Él se gira hacia mí y me sonríe como siempre lo había echo, son aquel brillo que solo él puede tener, aquella sonrisa que nunca a sido falsa solo sincera. Se acerca a mí y me mira directamente a mis ojos humedecidos.
- Yo… siempre te odie porque no querías amarme. Trataba de… hacerte reír y de convertirme en alguien importante, yo quería ser aquella segunda persona a la cual le confiaras todo, tristezas y felicidades. Pero siempre yo era aquella tercera persona a la cual no necesitaba, siempre era Taemin quien lograba estremecer tu corazón y eso que nunca lo has visto… Estaba ciego. Ahora me doy cuenta de que siempre me tomaste en cuenta, no como alguien con el cual quisieras tener un tipo de relación pero si como alguien importante.
- Onew… - siento como el agarra mis manos suavemente, con aquella que no posee mucha sangre.
- No se que hallas soñado en aquel coma, pero solo te digo que has cambiado…y por fin eres aquel Minho que siempre quise conocer.
- Onew te quiero…lo siento.- presiono fuertemente sus manos, tan suaves, tan calidad.
- Minho… mientras tu seas feliz yo siempre lo seré – me sonríe.
…..
Me encuentro en una sala obscura en una de sus cuatro esquita, estoy agachado en posición fetal escondiéndome de los guardas que tarde o temprano vendrán a mi sala, sin encontrarme allí si no que a otra persona y a Siwon muerto.
Oigo las bocinas de alerta y mi cuerpo se exalta, presiono fuertemente mis piernas hacia mi cuerpo pidiendo que no me encuentren aunque sé que no lo harán. La bocina se oye de forma más persistente y la voz del general se escucha por el recinto.
- ¡Alerta! Sala 102, repito ¡Alerta! Sala 102.
Escucho como los bototos de los oficiales pasan por el pasillo que da hacia mi habitación, a este sonido le acompaña los murmullos y disturbios que los demás pacientes hacen debido al sonido y a la presencia de esos uniformados. De a poco me pongo de pie en la completa obscuridad y me dirijo hacia la puerta abriéndola lentamente, encontrándome con todos los pacientes fuera de sus habitaciones.
- ¡Oh! ¿Minho no es tu habitación? – les miro y subo mis hombros en señal de que no comprendo nada, ellos creen mi pequeña actuación y miran nuevamente hacia mi habitación que ahora se ve como sacan a Onew con un saco de fuerza.
Todos quedan atónitos frente a esa situación, los murmullos se escuchan con mayor intensidad mientras Onew camina entre todos los pacientes custodiados por cuatro guardias. Observo como se aleja y con ello un sentimiento de culpa se apodera de mi mente.
- ¿Señor Minho que sucedió? – una de las enfermeras exaltada me pregunta con la esperanza de que yo narre lo ocurrido entre ambos sujetos de aquella sala. Le miro y no le digo nada, neutro me alejo de ella quien no entiende mi actuar (como siempre).
Al alejarme escucho que la misma enfermera pregunta a los otros pacientes por mi actitud indiferente, previamente preparada, y simplemente escucho débiles palabras.
- Él es así… no habla con nadie mas que consigo mismo.
…..
De a poco me arreglo para poder salir de aquel lugar, en pocos minutos uno de los guardias vendrá y me llevara hacia la salida de aquel manicomio para que pueda irme a mi casa. Me visto con la ropa que Nichkun me trajo antes de irse de vacaciones a las Vegas para casarse, pero no me dijo con quien.
Al llegar al oficial me levanto de mi cama que ahora se encuentra sin sabanas, sin almohada y sin frazadas, me hace una seña para que lo siga y yo agarro las únicas pertenencias que después de 7 años aun poseo, las fotos de Taemin.
Bajo con lentitud pero al guardia no le importa, observo por ultima vez aquellas paredes que fueron mi prisión durante la mayoría de mi juventud. Mi vista se fija en aquel gran jardín que fue mi escondite en aquellos tiempos cuando Jessica, Onew y yo solíamos escaparnos sin ningún motivo. Los arboles están mas grandes desde la ultima vez que baje hacia aquel verdoso lugar, ya que desde la muerte de Jessica simplemente me encerré en mi habitación limpiando mi mente con el perfecto blanco.
El pasillo antes de llegar a la salida me trae recuerdos, como todo aquel lugar, al lado de él puedo observar atraves de muchas ventanas el casino donde muchas veces Onew me hiso reír con sus presentaciones de pollos caminantes.
A pesar de que este lugar haya sido el mismo infierno para mi, siento que al irme pierdo una parte de mi ser. Siento como si un gran peso se bajara de mis hombros logrando que ahora camine mas tranquilo y con más animo. A pesar de todo extrañare las blancas salas, a esas personas que para mi eran todas iguales, aquel jardín, aquel cielo celeste que solo puede ser admirado perfectamente en ese lugar y la absoluta y completa soledad.
Salgo un viento despeina mi cabello, el sol choca directamente hacia mis grandes ojos sin dejar que vea con claridad, frente a mi hay un camino derecho que me dirige hacia la reja principal por lo que me dispongo a caminar sin antes despedirme del guardia.
Camino rápidamente, casi corriendo entre los verdes arboles adornados con flores, entre los sonidos de pájaros y el revoloteo de sus alas. Diviso a lo lejos su castaño y largo pelo que le llega a los hombros, se ve delgado y un hermoso atuendo le hace resaltar. Él se encuentra charlando animadamente con Key mientras que pequeñas sonrisas acompañan su blanco rostro, aun no se percata de mi presencia. Es normal…. Él nunca me ah visto.
Salgo por enorme reja y con lo primero que me topo es con la mirada Key hacia mi, le sonrió y sus ojos se humedecen como siempre.
- ¿Umma? – escucho su hermosa voz que no se compara a ningún sonido que allá escuchado antes, él mira a Key antes de divisarme a mi. Se pone nervioso ya que se le nota que no sabe como actuar, de seguro en su mente estará pensando en “¿Es él? O tal vez no”.
Veo como aquel rubio le sostiene la mano para dirigirse hacia mi que me encuentro a unos pocos metros, frente a la cercanía de Taemin siento como mis manos comienzas a sudar y mi cuerpo vibra extrañamente, mi estomago esta hecho un revoltijo y comienzo a producir mas saliva de lo normal.
- Taemin… él es Minho, Minho él es Taemin – sus ojos se abren enormemente sin dejar de mirarme, presiona fuertemente el brazo de Key y sus ojos se humedecen.
Retrocede lentamente hasta esconder la mitad de su cuerpo detrás del de Key, no hago nada para acercármele para no asustarlo por lo que decido a solo sonreír aunque mis deseos por abrazarlo hacen que mi respiración se agite y que me cueste tragar debido a su lejanía.
- Vamos Taemin… - Escucho como la voz de Key le insiste, y siento como mi corazón se acelera al verle llorar.
El tiempo pasa lentamente al ver como Taemin corre hacia mí, guardando en mi mente cada segundo de nuestro re encuentro. Sus lágrimas se deslizan por sus mejillas y sus brazos son alzados para recibir un abrazo.
Le Abrazo, siento como sus pequeños brazos me llenan por completo y como se rompe a llorar al sentir mi cuerpo con el suyo, esconde su rostro entre mi cuello y me presiona fuertemente.
No lo resisto y siento como mi corazón duele, duele, duele, tal vez no sienta dolor físico pero ahora mi corazón duele pero no por la angustia, el olvido, o la soledad, duele por un extraño e único sentimiento que por fin después de tanto tiempo vuelvo a sentir… Felicidad.
Agarro su tierna cabeza para presionarla más fuertemente contra mí, y mi rostro se humedece por las constantes lagrimas que no cesan de caer.
¿Cuánto desee esto? No existen palabras para describirlo ¿Por qué siento esto? Aun no lo entiendo ¿Que son los sentimientos? No estoy claro de ello ¿Existirá la completa felicidad? Quien sabe. Lo único que se ahora es que mi mundo gira en tordo a una persona y que cualquier experiencia, quiero experimentarla con él, con Lee Taemin.
Eh cambiado solo por una ilusión, una ilusión que logro abrir mis ojos, mi mente y mi corazón, comprendí que temo perderle y que seria capaz de todo por solo tenerle cerca. Vuelvo a sonreír, vuelvo a llorar, vuelvo a querer, vuelvo a entender y todo gracias a una persona.
Eh sufrido una metamorfosis que solo se pudo concretar gracias a mis ilusiones, sueños y deseos. Para algunas personas puede que haya cambiado de la nada, sin motivo, sin razón. Pero siempre tras un gran cambio se encuentra una gran historia y una gran persona.
Si algunos creen que cambie de la NADA. Pues le digo que Sufrí una METAMORFOSIS DE LA NADA.
~¡PROXIMO CAP. ESPECIAL LEMON!~
~NOS SEGUIMOS LEYENDO EN OTRO FIC. GRACIAS Y ADIOS~