Sigilosamente subo a Taemin a la habitación de huéspedes para que pueda descansar en estas pocas horas que quedan antes de que el sol muestres sus primeros rayos solares. Mi Oppa no se encuentra debido a una cirugía que le surgió a las dos de la madrugada, y como por lo general las operaciones imprevistas y urgentes duran bastante tiempo, deduzco que regresara después de las 11. La vida de un cirujano y de los médicos importantes es muy triste y lamentable, siempre lejos de sus familiares por esas llamadas de último minuto incluso en los días festivos, creo que yo… sería un muy buen médico, las personas me apestan por lo que nunca tendría la necesidad de formar una familia.
- Minho …-
- ¿Qué?.- le miro fríamente y me doy cuenta que está totalmente sonrojado pero a la vez con una muestra de tristeza en su rostro.
¿Porque este chico puede mostrar tantos sentimientos? Me resulta molestoso.
- A ti… ¿Tú sientes algo por Key umma? ¿Te gusta?- Su voz sonaba un poco temblorosa, me agrada cuando su voz suena tan atemorizante ante la posible respuesta de la otra persona. Toda actitud de él me parece excesivamente llamativa a diferencia de una persona normal.
- ¿Gustar? No. Sería extraño que alguien como yo le guste alguien, sinceramente detesto el amor y sus derivados. – De inmediato su rostro palideció y bajo su cabeza sin motivo aparente, para mí. Me es difícil comprender los sentimientos de los demás hacia mí, cuando lo pienso y medito sobre eso me dan ciertos ataques en mi comportamiento y termino rompiendo cosas, a veces hasta vidrios o en peores casos me hago daño a mí mismo.
Un día cualquiera sufrí un ataque al pensar seriamente por qué le tomaba tanta atención a aquel individuo tan delicado, a la exageración que le daba a sus atributos físicos sin un motivo lógico, el porque me enfurecía cuando salía a cualquier lugar con Jonghyun o con Key. El ataque duro menos de un minuto pero termine rompiendo todos los vidrios de mi habitación provocando que mi Oppa llegara con un sedante anteriormente preparado, y sin ayuda, me pudo calmar. Según él me estoy esforzando demasiado en comprender las cosas y termino con un estrés peligrosamente alto.
- Minho…- aquella voz interrumpió mi visión de un recuerdo con una voz de un tono realmente bajo – yo te vi con Key…
- Pues obvio, estábamos sentados al lado de ti.- tenía pensado en salir de esa habitación debido a mi cansancio por no descansar apropiadamente en la casa de Key. “creo que debí dormir ahí”.
- No me refería a eso… cuando ustedes se fueron, me di cuenta que… habían ido al baño del DJ y… yo fui… entonces – Su cuerpo tembló de una manera muy hermosa.
- ¿Nos viste teniendo sexo?
- …
- Oh era eso. ¿Y?
- Pues eso no se debe hacer. ¡Si no te gusta, entonces no hagan esas cosas!
- Pero si tenía ganas de hacerlo.¿ Qué tiene de malo?
- Que no tomas en cuenta los sentimientos de los demás.
- ¿Acaso quieres que también te folle?, soy bueno.
- ¡Eso es asqueroso!
- Creo que Key no opinaba lo mismo
- Pero…
- Taemin, es solo sexo. Algún día te pasara que alguien tendrá otras intenciones con tigo y te seducirá y tu caerás a su encanto por las “lindas” palabras que utilizaran, tus hormonas se volverán locas y antes de que te des cuenta tendrás a alguien embistiéndote constantemente, mientras tú te abrirás cada vez más debido por el placer. Y luego te darás cuenta…que esa persona solo te utilizo para calmar sus deseos humanos.- “créeme, eso me ocurrió”.
- Yo… pensé que eras distinto. Me parecía tan interesante ese chico silencioso, realmente sentía que ese silencio era provocado por diversos secretos o recuerdos que te torturaban cada día, y yo quería ser esa persona que supiera todo de ti.-
- Eso es incoherente, las personas no quieren conocer a alguien porque si, si no por el interés propio.
- Eso es mentira, cuando uno aprecia mucho a alguien es capaz de estar con él en los momentos tristes y felices.
- ¡CALLATE!- Me le acerque realmente con un rostro asesino y desafiante, y con el dedo apuntándole me acerque a él.- Tú no tienes idea de las cosas que poseo en mi mente. ¿Amigos? ¿Quieres ser mi amigo?- bajo su mirada con gran temor.- Sácate esa idea de la mente. No serás mi amigo ni ahora ni nunca.
Salí de inmediato de aquella habitación para poder dormir, por todas esas cosas que me había dicho Taemin fácilmente podría sufrir un ataque en frente de él.
“Lo detesto, realmente lo detesto. Ahora estoy molesto con migo mismo por haber dicho esas cosas. Odio esto, quiero estar solo… no quiero a nadie, no quiero que nadie me quiera. No quiero lastimar a nadie más.”
Lagrimas salieron de mis ojos ante aquellos pensamientos, me tape los ojos fuertemente para poder detener esas lágrimas.
“*- Eres un monstruo, ninguna madre que tenga un hijo como tu podría ser feliz. ¡Te Odio!
*- Crees que alguien podría quererte sabiendo cómo eres realmente. Sigues siendo un niño Minho. Estas demente… cualquier persona que se relacione con tigo terminara muerta, entiéndelo. No entiendo porque aún no te matas.”
- SALGAN DE MI CABEZA. Yo sí puedo querer a alguien, no soy un monstruo… no lo soy. Ustedes son los monstruos… mama, papa, el doctor… todos.
“*- Eres extraño-
*- Monstruo
*- hasta los perros son más Humanos que tu”
Tengo miedo, mi cuerpo tiembla por cada recuerdo que invade mi mente. Me duele el pecho, me duele la cabeza.
- El doctor tenía razón… debí morir cuando tenía la oportunidad yo… Jessica, te extraño mucho.
(Flash Back)
Habían pasado dos años después del incidente que se apodero de todas las portadas de los diarios, parecía insólito que Choi Minho de apenas 10 años pudiera asesinar a dos personas con la edad bastante avanzadas.
Su cumpleaños de 12 años había pasado hace dos meses y como siempre no lo celebro. Era hora de almuerzo cuando le vio por primera vez, sus finas manos tomando un vaso de leche y al mismo tiempo tomando la charola de comida. Era dos años mayor que él, y su cuerpo recién se estaba formando debido a la etapa de pre-adolescencia, su cuerpo aun poseía la delicadeza de una niña pero su cuerpo mostraba rasgos de alguien de 15 o 16 años.
Minho le miro incrédulo, boquiabierto, por la belleza poco visible para los demás pero no para él. Tiernamente se le acerco, casi temblando, en ese tiempo era bastante tímido y le era difícil dialogar con los demás debido a su enfermedad, en ese entonces, autismo grado 3.
- Disculpa… - Se le sentó de frente temeroso de la reacción de aquella niña, lentamente la niña subió su rostro con una enorme sonrisa que le entregaba una felicidad inexplicable, no podía entender por qué una niña como ella se encontraba allí. Nadie que posea una sonrisa como esa podría estar demente – Yo… Mi nombre es Choi Minho.
- ¿Choi Minho?, ¿eres ese niño que asesino a sus padres?- Ante esa pregunta Minho no supo que decir, le ponía triste el pensar como aquella niña reaccionaria al saber quién era.
- Em… yo
- No te preocupes… dudo que alguien sea normal aquí. Me llamo Jessica.
- Oh…
Cada día desde aquella tarde en ese frio salón de comida, Minho solía salir a buscar a Jessica y escaparse constantemente al jardín, que en ese tiempo, le permitían visitar. De a poco se volvieron mas íntimos, dormían juntos y por lo general Jessica escondía a Minho cuando ese “doctor” visitaba su habitación en las noches.
Al año después ingreso un nuevo chico al Manicomio (cabe mencionar que la especialidad de ese lugar, era acoger a niños entre los 8 y 22 años de edad), su nombre era Jinki mas conocido como Onew. Según los rumores el sufría un tipo de esquizofrenia leve, por lo que más de dos años no lo podían dejar en ese lugar. Su archivo decía que no era un chico violento con las personas incluso era bastante sociable, pero la razón por la cual se encontraba hay era que el torturaba, asesinaba y descuartizaba todo animal que le regalaran, y para que estos actos no afectaran a largo plazo a las personas, lo internaron por un tiempo corto para reducir esos instintos destructivos.
Tenía 14 años al igual que Jessica, con unos rasgos faciales muy tiernos y siempre que miraba a cualquier persona le miraba con una gran sonrisa amistosa.
Minho le conoció un día cualquiera gracias a Jessica, en uno de sus escapes diarios a las 3 de la tarde.
- Mira Minho… eh traído a un amigo.- dicho esto saco a Onew de detrás de un arbusto, donde se encontraba anteriormente oculto.
- ¿Por qué lo trajiste? Entre más personas traigas, nos descubrirán más pronto.- Su tono de voz se había puesto visiblemente celoso. No le gustaba compartir a Jessica, y mucho menos los momentos agradables que tenían cada tarde.
- No seas amargado, él es un buen chico –
- Si fuera bueno no estaría aquí.
- Hola – interrumpió el mayor – Mi nombre es Jinki, pero me puedes decir Onew.
- Él es muy guapo. ¿No?
- “Yo soy más guapo”- pensaba Minho.
- Además es alguien muy interesante. Nunca eh conocido a alguien que asesine tantos animales como él – La razón por la cual Jessica estaba en el manicomio, era por su extraña obsesión con lo dementes y generalmente asesinos. A tal punto llega su obsesión, que cuando ve un reportaje o una noticia abrumante en la televisión, intenta realizar exactamente lo mismo que el asesino. Matando así a su perro, hermanos, mejor amiga, etc.
- Yo soy más interesante que él.
- Minho date cuenta, asesinar a dos personas adultas paso de moda.
- Wooow mataste a dos personas adultas ¿Tú solo? – Onew le miro con unos enormes ojos de admiración, le daba una extraña sensación de excitación conocer a un ser como aquel “inocente” niño, que después de meditar un poco, lo encontró realmente sensual y sexy. Unos ojos penetrantes se posaron en todo el cuerpo del menor, a lo que este solo reacciono alejándose.
- No es para tanto Onew- dijo Jessica mostrando cierto grado de celos, no quería pensar que un mocoso como su amigo le quitara aquel partido.
Pasaron los meses y Onew cada día se obsesionaba más con Minho, le miraba constantemente en la hora de almuerzo e intentaba hacer reír al menos con su rutina del “pollo”. Minho solo atinaba a reírse, ya que esos gestos eran muy cómicos, ver a alguien hacer figuras con el pollo era muy cómico.
Por otra parte a Jessica le carcomían los celos, ya no veía a Minho como su amigo si no como su oponente, un rival que en cualquier momento sacaría sus enormes uñas y le arrebataría a aquel chico.
Un día como cualquier otro, la misma estúpida rutina para Minho. Jessica logro entrar a la oficina de uno de los doctores que la revisaban y atendían, robando así un diario de ese mismo día. Ocultándose en la mesa de esa sala, observo un caso de asesinato donde un hombre había asesinado a sus dos hijas gemelas con un tenedor de plata y las ahorco después con los cordones de sus zapatos.
- ¡Excelente! – Con esos simples datos, Jessica podría librarse de aquel estorboso de Minho y quedarse con el guapo Onew.
En la noche de ese mismo día, le ofreció al menor quedarse a dormir con ella para charlar sobre su actitud, y un sinfín de escusas que origino que Minho le creyera. Onew se preocupó mucho por la actitud repentina de Jessica, le había tomado tanto afecto al menor que aparte de sentir un gran celo, se sintió extraño… sentía que ese día alguien faltaría en ese grupo, y ahora solo serían dos.
Anteriormente, la chica del hermoso pelo ondulado se había apoderado de uno de los tenedores de la cocina. Cuando Minho estuvo lo suficientemente durmiendo (la verdad no lo estaba, ya que Onew por su preocupación le dijo que no durmiera en la noche), Jessica lo tapo con las sabanas y poniéndose sobre el pecho de Minho para inmovilizarlo, subió sus manos para aumentar la peligrosidad de su arma.
Pero no salió como lo espero, todo lo contrario, Minho con una sola mano empujo lo suficientemente fuerte a Jessica y lo último que pudo divisar antes de que su mente tomara otro tipo de personalidad, y se le nublara la mente y la conciencia, vio aquella sonrisa deslumbrante que a pesar que estuviera en peligro o que sintiera celos por Minho, esa sonrisa nunca se quitaría de su rostro.
Al entrar en si al otro día, se encontraba en una habitación desconocida más blanca que las otras y las murallas tenían un tipo de acolchado para que no se lastimara. Una ventana muy pequeña le prohibía observar el paisaje. Luego se enteró que había asesinado a Jessica, propinándole varias estocadas con el tenedor hasta deformar aquel hermoso rostro por completo.
Por aquel suceso confuso, los doctores se dieron cuenta que Minho no era consciente de las veces que asesinaba a alguien, si no que cubría todo rastro de conciencia humana en el hecho y al recobrarla no recordaba nada.
Cuando Minho cumplió los 17 años, se enteró que Onew había dejado ese manicomio dos semanas antes de su cumpleaños. Entendió que en ese momento se encontraba totalmente solo, sin nadie más que el mismo, y ni siquiera eso, ni el mismo se tenía aprecio.
Pero él nunca pensó en ese entonces, que aquel Onew volvería y convertiría su vida en un infierno.
(Fin Flash Back)