Me desperté fuertemente, sudoroso y agitado, debido al trance de recuerdos que sufrí esa noche al igual que en otras. El despertador marcaba las 10 de la mañana, lo que para mí ya era tarde pues solía despertar y levantarme a las 8 generalmente.
Recordé que en el primer piso, se encontraba aquella visita inoportuna que me hacía enfurecer, y que de seguro aún debe estar durmiendo por ser domingo. Bajo lentamente sin ningún pensamiento que me perturbe, y con el único objetivo de echar a aquella persona, que me vuelve una persona enfermiza, de mi casa
- Oye… Es tarde, levántate y sal luego de mi casa.- Golpee tres veces la puerta y al no conseguir ninguna respuesta auditoria, simplemente entre bruscamente golpeando la puerta con la muralla. El sonido de la puerta, origino que Taemin se callera de la cama, lo que para otros seria cómico.
- Mmmm…- Lo único que hacía era quejarse, e impresionantemente se acomodó como pudo en el suelo y siguió durmiendo de cara al suelo.
- Realmente tienes el sueño pesado – De a poco me le acerque y no vi ninguna señal de conciencia.- Taeeemiiin~- Me arrodille lentamente a la altura de su trasero, dejando una pierna en cada lado de su cuerpo.- PUF…Que problemático eres.
Me quede quieto por unos minutos mientras me deleitaba con su silueta perfecta, su trasero era realmente voluminoso y aquel pantalón provocaba un excesivo resalto en la separación de sus nalgas. Su pelo rojizo le tapaba el rostro esepto su boca de forma de patito que daba a entender el profundo sueño en el cual estaba.
- Ni modo.- Suspire levemente, y lentamente lo di vuelta para quedar cara a cara, lo que no cumplía ninguna función mientras estuviera durmiendo.- Taeeemiiin… despierta o lo lamentaraaas – pronunciaba de forma “melódica” para ver si ocasionada alguna reacción.
“Conste, él se lo busco”
De un momento a otro mi mentalidad cambio al observar aquellos rojizos labios. Ya no le odiaba por sus estúpidas opiniones de la noche anterior y mucho menos quería que se fuera aquel cuerpo lujurioso que se encontraba a mi merced.
Baje mi rostro, y rose suavemente mi nariz por su cuello hasta su oreja para soplarle delicadamente a la vez que subía su playera con mi mano izquierda, mientras con la otra sujetaba mi cuerpo. Levante a tal punto su playera sin levantarlo, que podía presenciar esas rozadas tetillas.
Lo lamí sintiéndome extraño, no era la misma sensación que me proporciono Key incontables veces en aquella noche, sino que era algo mas cálido…deseoso. Sus tetillas me parecían extremadamente deliciosas y disfrutaba mucho lamentar, me satisfacía succionar desesperadamente y oír esos gemidos inconscientes de Taemin.
- Mm..umm.-
Constantes gemidos salían de esos rozos y sensibles labios, y aun así… seguía durmiendo por lo que decidí seguir al siguiente paso. Baje mi mano tocando aquel perfil de su cuerpo posicionando mi mano debajo del pantalón, agarrando de forma brusca una de las nalgas de Taemin lo que provoco que despertara y me mirara con total sonrojo al darse cuenta de la situación en la cual estaba.
- Tu… que… ¡¿Qué estabas haciendo?! – Se levantó rápidamente del piso tapizado, bajando su playera avergonzado
- Te despertaba.
- Pues de esa forma no se le desierta a alguien.-
- ¿Qué quieres que hiciera?, estabas durmiendo en el piso y además te grite varias veces. Mejor vístete y lárgate de mi casa.
Rápidamente tomo su otra ropa y se la puso rápidamente, aún tenía un tenue carmesí en sus mejillas lo que le hacía ver muy lindo y tierno.
“Es algo extraño, pero a veces pienso… que realmente quiero tener una oportunidad de amar a alguien… sin matarlo”
- Oye, oye… quítate ese rostro amurrado y ven que te hare el desayuno.- Le dije al ver su rostro levemente deprimido mientras nos dirigíamos al salón de comida que era bastante amplio. Una gran mesa que tenía capacidad para 20 personas y ni siquiera teníamos visitas.
- ¿No querías que me fuera? – el puchero que mostro realmente lo hiso ver un niño.
- Bueno cambie de idea, es mi casa y mientras estés en ella no debes rechazar mis atenciones.
- ¡Mmm!
Planee hacer unos huevos con tocino y un jugo de naranja, algo fácil ya que hace poco supe cocinar y no tenía la habilidad de preparar algo más elaborado. Estaba cociendo los huevos mientras en la entrada de la cocina americana se encontraba Taemin, mirándome fijamente pero cuando le miraba de vuelta el me evitaba. Eso realmente me molesta.
- ¡Minho te estas quemando con el aceite! – Vi como Taemin se me acercaba apresurado con, casi corriendo, con una toalla para cubrir mi mano que efectivamente se estaba “friendo” por culpa de unas grandes gotas de aceite caliente que tocaron mi mano al echar el tocino de forma fuerte. – Es que no te das cuenta que te quemas… ¡Niño bobo!
- Yo… - Mierda, tenía que actuar si no quería que Taemin se diera cuenta – ¡AH!, me duele si presionas tan fuerte – Fingí, ya que la verdad ni siquiera sentía un cosquilleo
- Pues aguántate, además no puedo echar agua ya que es peor porque se puede pegar la tela a tu mano…
- ¿Cómo sabes de eso?
- Minho… eso es normal, todos lo sabemos… ¿Cuándo niño nunca viste al Oso panda que te daba consejos de cuidado?
- Em…No
- … - Me miro con un rostro muy asombrado a lo que respondí rápidamente con un beso fugas.
“¿Por qué demonios… HICE ESO?”
Su rostro reflejaba un rojo total, como algunos dicen *“rojo maraco intenso” (dicho realmente tonto, aun no lo entiendo). Termino de vendarme la mano y se dirigió rápidamente al comedor con las cosas ya preparadas.
Me quede en la cocina, tranquilo, estático por la actitud inconsciente que realice. Tocaba lentamente aquel pañuelo celeste en mi mano, que cumplía la función de proteger mi mano de una infección por mis heridas. Miraba aquella venda mientras en mi rostro se formó una sonrisa de simpatía, la primera en mi rostro, de seguro me veía estúpido sonriendo de esa forma.
“Una acción… vale más que mil palabras.”
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Miraba incrédulo el cielo despejado en la sala del colegio, solitario en aquel gran terreno por ser el primero en llegar. Mi mano estaba normal y aquel pañuelo celeste fue cambiado por vendas de verdad que mi padre gentilmente cambio después de analizar mi herido.
Era un día realmente agradable y cálido, el viento peinaba hermosamente la punta delicada de los árboles. Un ruido perturbo mi trance de admiración, era Jonghyun y realmente se veía agitado y con un cierto grado de odio hacia mi persona
- ¡Hay estas! … - Se me acerco rápidamente chocando con los asientos vacíos de mis compañeros, yo me levante lentamente mirándolo fríamente a sus ojos de cachorro y a su silueta robusta.
De un momento a otro me veía tumbado en el suelo debido a un fuerte puñetazo de parte de Jonghyun, tenía bastante fuerza ya que mi labio se rompió fácilmente y un hilo de sangre corría de mi boca.
- ¡Maldito!. ¡Hace poco te conocemos y ya tienes el descaro de acostarte con Key!- Me levanto del suelo agarrando firmemente el cuello de mi camisa manchada levemente con sangre. – Es que no tienes respeto por tus amigos.
- ¿Qué amigo? – Otro golpe ocasiono que chocara con la mesa de Taemin.
- ¿Cómo que “que amigo”? ¡Nosotros Bastado! – Una patada en mi estómago.
- Ohh… ya entiendo. Sientes celos.
- … Que…
- Oh!... eso era. Deja adivinar; el típico niño que se enamora de su mejor amigo pero él no le corresponde y por eso es un mujeriego. Y no puede aceptar que el “nuevo”, se lo haya follado tan fácilmente.
- Ten cuidado con quien hablas Novato – Lentamente me levanto sin sentir, obviamente, ningún dolor debido a sus golpes.
- ¿Novato? … Pues este novato se follo a tu Diva, más veces de lo que tu sueñas en tus fantasías sexuales.
- Lávate la boca antes de hablar de Key de esa forma.
- ¿Y cómo quieres que la trate?, de seguro esas “hermosas” caderas se formaron por todas las veces que ah follado con cada hombre que se le acerca.
- Tu… ¡Maldito bastardo!
- ¡Jonghyun! – Aquella voz angélicas llamo la atención de aquel rabioso cachorro, y corrió a mi auxilio al ver como estaba mi boca, ya morada y ensangrentada. – cómo puedes ser tan bruto…-
- No me digas que estas de su parte Tae… es un bastardo. Se acostó con Key
- Pues Key no se hubiera acostado con Minho, si tú te le hubieras declarado.
- No es mi culpa
- ¿Entonces de quién? ¿Crees que es lindo ver cómo esta todo cariñoso con todas esas mujeres?
Tras aquellas palabras Jonghyun se fue realmente enfurecido a tal punto de tener sus ojos humedecidos.
Me senté en mi puesto y gentilmente Taemin me volvió a curar mis heridas. Me limpio la sangre y luego deposito en mis moretones y cicatrices un tipo de crema humectante.
- Gracias… - Fue lo único que pude decir. Era primera vez que decía gracias por algo, y creo que Taemin se dio cuenta y sonrió gentilmente a lo que respondí de la misma forma – Eres hermoso
- … yo… em…- iba a decir algo, pero nuestros compañeros comenzaron a entrar rápidamente y de forma agrupada. Solo nos quedamos en silencio y sin mirarnos las 2 horas que duraba nuestro primer bloque de materia, seguía mirando estúpidamente aquel cielo hermosamente colorido y después, por inercia, observaba aquella mano que me había originado una nueva cercanía a Taemin.
“Nunca pensé que alguien… llegaría a protegerme.”
Era la hora de Matemáticas, en los dos recreos anteriores Key llegaba a nuestra sala junto a su perro guardián Jonghyun, y se me acercaba para ver mi herida que se me ocurrió, tontamente, decir que me había caído. El ambiente tenía una intensidad muy pesada, me incomodaba estar allí por lo que iba repetidamente al baño para solo estar con ellos unos 5 minutos.
Estaba dibujando un tipo de mariposa, cuando por la puerta entro la Directora lo que ocasiono que todos nosotros nos levantáramos de nuestros asientos rápidamente.
- Hola jóvenes. Lamentablemente el profesor de Matemáticas se encuentra enfermo, por lo que decidí poner a un alumno en práctica, como el substituto por este mes en el cual se ausentara
A todos nos era indiferente, era normal que las personas se enfermaran y era muy grato saber que se enferme un profesor, debido a que habrá menos estrés y más si es del ramo de Matemáticas. Estábamos en posición de sentarnos cuando mi mirada se posó en aquel largo cuerpo cubierto por una larga bata blanca, en esos lentes que cubrían unos ojos rasgados muy asiáticos, a diferencia de los míos. Me quede aun de pie, sin mover ningún musculo, mirando fríamente cada movimiento de esa persona hasta que esta posa sus ojos en mí y me regala una gran sonrisa. Taemin me mira al igual que nuestros compañeros.
- Oh! Tanto tiempo Minho. – se gira hacia el pizarrón y traza aquella tiza en el pizarrón para escribir su nombre, no me muevo, sigo observando cada acto que realiza. Mis piernas tiemblan extrañamente y mi corazón late atemorizante.
Aquel sujeto termina de escribir su nombre, y todos mis compañeros leen al igual que yo ese nombre, mientras yo me siento lentamente en mi asiento. Miro aquella meza con marcas y rallones que hago en mis momentos de ocio, con lo ojos ligeramente húmedos, pero por un sentimiento de temor, angustias, y aflicción. Dos marcas de plumones permanentes resaltan de otros, uno dice un nombre muy tierno y gentil “Jessica”, mientras que el otro me recuerda a aquella sonrisa que en todo momento estuvo presente.
- … Onew… - susurro a lo que Taemin gira para verme preocupado
- Bueno mi nombre es lee Jinki y seré el substituto de su profesor de matemáticas en este mes.
“Todo se acabó”