- Pensar que te volvería a ver en este colegio tan… común – Onew se encuentra frente a mi sin su bata blanca y con un aire de confianza puesto que ya a pasado una hora después de la hora de salida escolar. Quiso acompañarme a mi casa a lo cual no tuve como negarme, aunque hayan pasado muchos años, sigo sintiendo ese calor y esa protección que solo él me puede otorgar.
- Pues, en muchos años pueden pasar bastantes cosas.- le digo un poco nervioso por la cercanía que tiene a mi cuerpo.
- Emm… ¿no me harás pasar?
- Esta bien, entra
- Gracias - Le abro la puerta lentamente, dejando a la vista toda mi casa que hasta el momento se encontraba vacía.
Se acerca rápidamente al gran sillón de la sala principal y se sienta cómodamente como si desde el momento que le abrí aquella puerta, ese lugar se haya convertido de inmediato en su casa. De a poco me acerco a ese cuerpo de una apariencia muy adulta y me cobijo en su hombro de una gran contextura.
- Te extrañe mucho .- me susurra de manera gentil mientras yo de a poco me quedo sumergido en ese olor que aún conserva a pesar del paso de los años, y mis ojos comienzan a cerrarse por la falta de sueño de días anteriores. Siento como una mano cálida y grade me acaricia mi delgada mejilla
Mis ojos se cierran completamente y mi cuerpo se entrega completamente al agotamiento, y caigo rendido en ese lugar por el sueño. Lo último que pude sentir antes de caer en un mar de sueños e imágenes inconscientes, fue un beso fugas sobre mis gruesos labios y luego sobre mi cuello.
(Onew)
Observo su angelical rostro mientras de a poco cae rendido al sueño y, tal vez, al agotamiento. Su cuerpo se vuelve más pesado y entiendo que debe estar completamente dormido. Mi corazón se intérnese por aquel cuerpo adolecente que aun muestra rasgos de aquel niño de tan solo 12 años que conocí al entrar por primera vez en ese laberinto de gritos incoherentes y actitudes demenciales. Me tiembla el cuerpo al recordar aquel niño de aspecto angelical, ahora, convertido en todo un adolecente; su pelo se ha vuelto más largo, sus ojos más grandes, su boca más deseable, y su cuerpo… su cuerpo más lujurioso del que poseía hace 2 años atrás, cuando lo vi por última vez al salir de aquel manicomio.
De manera inconsciente agacho mi rostro y mis labios buscan tiernamente los suyos, hasta que se juntan en un fugas beso. Con tan solo esa fricción siento la necesidad de querer más, de besarle más, dirigiéndome desesperadamente a su cuello largo y musculoso.
Después de algunas mordidas y besos que lo marcaran como mío por algunos días me dirijo nuevamente a aquella boca suave y deliciosa.
- Ta…Taemin~ -
- …
(Minho)
*
Me encuentro en aquel jardín de mi pasado, estoy en el manicomio. Puedo mirar a mi alrededor muchas personas con el mismo atuendo que yo, que nos hace parecer a todos la misma persona con el mismo de locura y la misma apariencia enfermiza.
Mis pies caminan de forma lenta hacia un ningún punto definido, me detengo al observar a alguien con atuendo “normal”, llena de colores y con un aspecto delgado. Está recogiendo de forma muy cuidadosa unas flores de color amarillo, la cuales agrupa en su mano izquierda. El viento se acerca a su cabellera rojiza y le cubre su rostro blanco y delgado, me acerco lentamente y toco su hombro para saber quién es. Sus ojos se posan en mi temeroso y con un temor muy abundante en las personas que eh conocido, era Taemin.
- Taemin – Este me mira y de forma lenta se levanta para emprender una huida en cámara lenta – Taemin! – Sigo gritando pero él no se quiere dar vuelta, mis pies no responden y cuando trato de correr es como si no me moviera en lo absoluto. La gente se va del jardín dejándome solo, en una obscuridad que de apoco se acerca a mi cuerpo delgado y de un color neutro mientras aún sigo gritando.- ¡Taemin! ¡Vuelve!.
*
Despierto de forma agitado y por un gran frio que recorre mi espina dorsal, rápidamente me percato de un tipo de abrigo que cubre mi cuerpo sudado por aquel extraño sueño. Me levanto lentamente para recuperarme bien de aquel sueño, por el frio me pongo ese abrigo de color café obscuro bastante largo, y puedo reconocer aquel olor.
- Onew …-
Miro el reloj y son las 7 de la tarde, salgo de forma apurada a comprar las cosas para la cena ya que mi padre no ha podido comprar nada por su poca disposición en el hogar. Avanzo de forma normal por el cemento divisando un mini-supermercado, entro y me encuentro con aquella figura semi- femenina y ese pelo rubio que combina perfectamente con ese tono de piel blanco.
- Oh! ¿Minho que haces aquí? –Era Key, vestido con un atuendo verde completo.
- Em… vengo a comprar. ¿Y tú que haces aquí?
- Trabajo aquí en las noches, pero esto a punto de salir. Te atiendo a ti y me voy.- Elijo rápidamente un poco de jugo y algo rápido como, una sopa instantánea. – Eso no te alimenta nada – me dice mientras pasa los productos por la caja.
- No se cocinar y mi Oppa no se encuentra en casa.
- Um que lastima. Son 230 won.
- Toma – Le otorgo el dinero y miro como rápidamente saca su mochila.- ¿Key quieres venir a mi casa a quedar a dormir?
- Umm… está bien baby, total hoy también estoy solo. Además que si comes solo de eso te puede caer mal.
- ¡A sí!, dame una caja de condones.- Le digo apuntando una caja de color rojo con rosado.
- Esos no, son muy chicos para ti. Necesitas los verdes, son más caros pero no apretaras a tu “enorme amigo”.
- Tú lo conoces más que nadie.- le dije con un tono normal
- Exacto.
Comimos un curri que Key pudo prepararlo con lo poco y nada que tenía en mi refrigerador. Vimos unas películas de terror en mi plasma, y me daba un poco de risa como Key se tapaba hasta la cabeza por unas simples imágenes con sangre. Subimos a mi habitación y nos acostamos en mi cama de dos plazas.
Le di un pijama de mujer, que se encontraba en el armario donde yo estaba antes de que llegara a ese lugar. Era rosado con flores de cerezo que lo adornaban completamente y a mi parecer a Key le quedaba a la perfección.
Se abrazó fuertemente a mi torso desnudo dibujando con su dedo en mis abdominales cualquier cosa. Su pierna estaba enredada con la mía y su pelo rosaba tiernamente mi cuello.
- Jonghyun tiene mejor cuerpo que yo.- pude notar un pequeño sonrojo en las orejas de
Key quien de a poco fue bajando a mi parte baja, para acarician a mi miembro dormido por sobre la tela.
- Eso es verdad.
- Y la tiene más larga. – Miraba aquel techo que tenía una abertura para poder observar el cielo nocturno.
- Lo se.- de a poco sus carisias cesaron y lo tome gentilmente de la cintura para acomodarlo sobre de mí.
- Y él te quiere más.- vi como sus ojos miraron a la venta del lazo derecho y una luz lunar toco su blanca piel.
- Eso no lo sé. – su rostro entristecido se acomodó en mi torso tiernamente.
- ¿Por qué lo haces con otro hombre?
- Porque quiero imaginarme por unos minutos que es Jonghyun …
- Tienes un cuerpo hermoso y una gran personalidad. ¿Por qué no seduces a Jonghyun?
- Eso es muy diferente baby – Su rostro se vuelve a levantar, y toma mi rostro con ambas manos – Yo puedo seducir el cuerpo de un hombre, pero es muy difícil seducir los sentimientos de alguien. Especialmente si es alguien el cual te gusta.
- El te quiere… y mucho
- Pero no lo demuestra. Yo no puedo decírselo porque no me creerá y de seguro pensara que lo único que quiero es follar con él.
- Eso no es verdad, eres su Key… de seguro no importa con cuántos hombres te hayas acostado él siempre te querrá a ti, y pensara que la culpa es de los hombre con los cuales te acostaste. – sus ojos crecieron enormemente y sus ojos de a poco se humedecieron debido a mis palabras, que simplemente no las planeaba si no que salían automáticamente
- Pero…
- La otra vez que me viste con moretones y cortes fue porque Jonghyun me golpeo.
- Yo… lo siento.
- No lo sientas, no es tu culpa. Creo que Jonghyun sabe que… tu nunca harías eso sin un motivo. ¿O me equivoco?
- No.
- Ahora duérmete que tengo sueño y mañana tenemos que levantarnos temprano.
Su cara mostraba una gran sonrisa, mientras miles de lágrimas bajaban por su rostro iluminado por la luna llena. Se durmió de forma inmediata debido por el llanto
“Puedo seducir su cuerpo. Pero es difícil seducir sus sentimientos… Tal vez Taemin, está seduciendo mis sentimientos.”
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Nos levantamos rápidamente yo con Key debido al gran atraso que teníamos en ese momento. Salimos literalmente corriendo de mi casa y tomamos un taxi el cual pago Key.
Nos bajamos y con la primera persona que nos encontramos fue con Jonghyun, quien se veía muy molesto al vernos llegar juntos. Ambos lo saludamos y seguimos nuestro camino no tan apresurado hacia el colegio. Pude divisar en la puerta del colegio a Onew, por lo que apresure rápidamente mi paso intentando no chocar con su mirada y serle indiferente.
- ¡Minho! – Mierda …
- Nos vemos en el recreo – Le dije a Key y Jonghyun mientras ellos seguían su camino a su sala, y yo me quedaba quieto sin mirar a Onew.
- ¿Quién es…Taemin? – No quería mirarlo, seguí dándole la espalda sin resignarme a darme vuelta.
- Un compañero.
- Lo estimas mucho ¿verdad?
- Yo no puedo estimar a nadie.
- Muy bien. Te imaginas si lo llegas a querer, y a las semanas aparezca muerto
- Estoy curado
- No estas curado, solo dicen eso al percatarse de que no has hecho nada anormal por unos años.- Siento sus brazos abrazarme por mi cintura apretando su cadera con mi trasero.
- ¿Qué quieres?
- A ti
- ¡Déjame en paz! – Escape de su agarre y salí corriendo de ese lugar. ¿Por qué siempre que me libraba de un pervertido aparecía otro?
Llegue de forma rápida a la sala, estaba muy agitado por subir esas escaleras corriendo sin detenerme. Rápidamente me senté en mi asiento donde al lado de este ya estaba sentado Taemin con su rostro gentil y con una ternura única, su presencia me tranquilizo extrañamente y al verle directamente a los ojos me propino una linda sonrisa a la cual respondí de igual manera ( creo que esto se me está volviendo algo normal).
- ¿Minho te encuentras bien?– Agache mi rostro sujetando mi frente en la fría mesa, para poder helar mis pensamientos. Cuando por fin pude tranquilizarme me di cuenta que tenía sujeta la mano de Taemin quien estaba totalmente rojo hasta sus pequeñas orejas.
También él apoyo su frente en la mesa para poder ocultar su sonrojo, de a poco nos estábamos acercando lentamente hasta chocar nuestras narices sin dejar de mirarnos y yo sin soltar su delicada mano que no quería que me dejara. Sentía algo extraño, ya no sentía agitación por haber corrido si no que mi corazón seguía latiendo fuertemente hasta el punto de dolerme, mis mejillas ardían y mi estómago se estrujaba sin motivo alguno. De a poco nuestros labios comenzaron a buscar el del otro y extrañamente… mis ojos se cerraron al igual que los suyos.
Fue un pequeño beso, pero a la vez muy extraño… lleno de sensaciones tanto dolorosas como excitantes para mi cuerpo, todo mi cuerpo ardía al igual que el suyo. Quería más, quería que me propinara otro beso pero que este me entregara más sensaciones, más calor, más excitación. Me le acerque nuevamente a lo que Taemin respondió cerrando los ojos y al sentir su aliento chocar mi rostro.
- Buenos días alumnos.- al escuchar eso todos mis compañeros se levantaron rápidamente al igual que nosotros dos. Rápidamente desviamos nuestras miradas, y no nos vimos por un buen tiempo pero aun así… no soltaba su hermosa mano.
- Buenos días profesor - dijimos al unísono
- Señor Choi podría soltarle la mano a su compañero, que de seguro se la está asfixiando.
- Uuiiiii – Se burlaron nuestros compañeros al vernos tomados de la mano
- No quiero soltarle.
- Está bien. Pero al menos no le apreté tanto. ¡A sí! El profesor Lee Jinki solicita su presencia en la sala de profesores. – Taemin me miro preocupado, como si supiera el tipo de relación que tenía con Onew.
Lamentablemente tuve que soltar su mano y me dirigí molesto hacia aquella sala que quedaba bastante lejos de nuestra sala. Entre y Onew se encontraba solo, en una de las esquinas de aquella sala observando por una ventana nuestra sala, que justamente queda frente a esta pero en un piso inferior.
- Acércate. – Obedecí a su orden de inmediato, y me percate que estaba observando precisamente el cuerpo delgado y hermoso de Taemin que se encontraba recostado aun en aquella mesa café. – Míralo… se ve tan tierno y a la vez tan ingenuo. Qué triste seria para el saber que a la persona que besa con tanta ternura, es un asesino y un demente
- ¡Te dije que estoy curado!
- Le terminaras matando, tú no puedes querer a alguien…
- Si puedo y no me impedirás hacerlo. Él es diferente a las demás personas y lo siento…
- Si tu no le terminas matando, que es lo más probable. Lo hare yo …
- Tú no lo harías.
- Claro que sí, me está arrebatando a la persona que deseo desde los 14 años – Se me acerco y fuertemente apretó mi mandíbula para que no escapara.- Mira Minho, esto recién comienza… y si no quieres ver a tu “amiguito” muerto, es mejor que aceptes de una vez que ya eres mío.
- Aunque me folles mil veces, no seré tuyo.- Le golpee fuertemente en el estómago lo que provoco que formara una posición fetal para proteger la zona golpeada.- Yo pertenezco a Taemin ¡escucharte!