- No era necesario que te vinieras dentro… Ahora se escurrirá.
Ya había salido de Key, mi miembro había vuelto a la normalidad por lo que me subi mis pantalones de inmediato. Me estaba poniendo mi chaqueta mientras divisaba a Key limpiándose aquella entrada que ahora me pertenecía. No me sorprendió el hecho de que caminara sin dificultad y con total normalidad por el centro de la pista de baile.
Regresamos a nuestros anteriores asientos y podía notar en el rostro de Key un cierto aire de victoria, de satisfacción y un aura de completo ganador. Aquel apestoso hombre seguía haciendo reír a Taemin, su sonrisa se veía hermosa como siempre pero me molestaba el hecho de que no la originaba ninguno de nosotros, sino un ser anexo a nuestro circulo de… ¿Amigos?(supongo).
De repente y de forma molesta aquel hombre le abrazo tiernamente, y le hablaba de forma ya conocida por mí en su oído. Taemin cambio su rostro totalmente, estaba sonriendo pero en sus ojos sentí un tipo de temor que era anexo a mí, ya que recién llevaba unas tres semanas entrando en este mundo de la adolescencia y la poca lógica. De a poco se acercaba más a ese hermoso cuerpo, a ese perfecto pelo y su fina boca, de a poco Taemin se estaba poniendo incomodo, ya ni sonreía y era obvio, quien podía sentirse cómodo con una persona tan apegado a su cuerpo.
- Hey tú, aléjate de él.- Se lo dije inconscientemente.
¿Por qué digo eso?, debería dejar que continúen total Taemin debería hacerse cargo de sus actitudes seductoras involuntarias. Acaso…¿ Lo quiero proteger?.
- Minho déjalo, debe ser amigo de Taemin- Key me llamo la atención acariciándome mi rodilla, ante eso Taemin bajo un poco la cabeza. Es que acaso Key no se da cuenta que los ojos de Taemin piden a gritos un poco de ayuda, de que alguien le salve de esos lujuriosos ojos que se posan en todo su cuerpo de pie a cabeza.
- Lo digo de verdad, aléjate de él.- Me levante bruscamente del asiento mostrando mi típico rostro neutral y sin ninguna expresión, mirándole directamente a los ojos. No sé porque con solo mirar a los ojos a una persona puedo lograr que esta se incomode.
- Tú no te metas, no eres su novio des pues de todo. Yo hago lo que quiero.- También aquel sujeto se levantó inmediatamente y de a poco se acercaba a mí.
Podía divisar en sus ojos la ira y el rencor hacia mí. Me parece cómico lo fácil que es enfurecer a alguien desconocido con tan solo mostrar cierto tipo de superioridad. Es una simple actitud humana, cuando alguien te muestra una actitud de superioridad de inmediato intentas sobrepasarla.
- Por favor Minho, cálmate- Me repetía constantemente Key, tocando mi torso para hacerme retroceder.
- Hyung por favor… cálmese, él es mi amigo. No debe preocuparse por mi.- ¿Cree que soy idiota?, tengo mayor nivel intelectual que él y todos sus amiguitos juntos.
Mire de la misma forma que aquel tipo a Taemin, cosa que le hiso ponerse muy nervioso. Sabía que si continuaba esto terminaría en una gran golpiza, por lo que intente tranquilizarme. Me senté y no mire a nadie más, solo un punto fijo en aquel techo adornado con estrellas fosforescentes.
Sentía un tipo de molestia, antes solía golpear a cualquiera sin detenerme y sin motivo alguno. No siento dolor por lo que pelear no tiene gran dificultad para mí, pero sé que si peleo Taemin me miraría con unos ojos tristes y decepcionados, y esos ojos no me gustan porque se ven realmente mal en aquel hermoso rostro.
Esto no es… ¿Preocupación? Que detestable sentimiento, tan confuso y molestoso.
¿Porque mierda no me quede en el manicomio?
- Key, hoy que harás cuando esto termine.- Le pregunte casi susurrando pero sin quitar mis ojos en aquel techo.
- Bueno supongo que después de esto me iré a mi casa a dormir como cualquier chico normal. ¿Porque?-
- Esta noche me iré a tu casa
- Pero… ¿porque?... ¿para qué?- ¿Porque me pregunta porque, si se le nota en la cara el motivo de mi pregunta?
- Hoy te follare después de que termine todo esto.-
Todos se están retirando de la disco por lo que mis compañeros deciden también irse, y Key sobretodo se ve apresurado por irse. Aquel chico seguía al lado de Taemin por lo que deduje que ese tipo le iría a dejar a su casa, y entendí de inmediato que el ya no me necesitaba.
Los últimos en irse fueron ellos dos, me estaba retirando junto a Key a un lugar desconocido pero no me importo ni en lo más mínimo. Lo último que divise fue una silueta poco divisible en la obscuridad, que se alejaba abrazada de otra silueta en dirección opuesta a la mía.
- Donde crees… que se… vallan.- pregunte al aire sin esperar una respuesta
- Pues dudo que a hacer lo mismo que nosotros.- En ese momento mire a Key quien detenía un Taxi y se subía en el.- Porque si él se atreve a tocar a mi bebe, créeme que terminara muerto. Ven sube
- Está bien.- Me subí a aquel taxi de forma muy lenta, no tenía mucha prisa por llegar a la casa de Key. Luego recordé que tenía que llamar a mi Oppa para avisarle donde pasaría la noche. Creo que termine por tomarle cierto afecto a aquel seños, creo que se ha preocupado mucho por mí y debería mostrar cierto respeto por ello, como alguien normal.
Al llegar a aquella casa no me sorprende la estructura simple y humilde. Creo que en el colegio la única persona con un padre adinerado era yo.
Su casa era la mitad de la mía pero no pequeña sino lo suficientemente amplia, tenía un hermoso comedor, un gran televisor y una linda cocina estilo americana. Subimos de inmediato a su habitación y como era de esperar, la pieza de Key reflejaba perfectamente su carácter. Poseía una amplia cama, una gran ventana que ocupaba al menos la mitad de aquella pieza, unos adornos muy finos y un color rosa en las murallas muy tenue.
Vi como Key se estaba sacando la ropa para luego ponerse su pijama de algodón.
- ¿Porque te pones el pijama? No tendrás esa ropa por mucho tiempo.- Le detuve su mano que se disponía a subir aquel pantalón largo pero ajustado, de inmediato me percate de la suavidad de sus manos que me recordaban a cierta persona.
¿Porque incluso cuando estoy con Key pienso en Taemin?, es algo tonto e ilógico, él debe estar tranquilo al lado de aquel molestoso idiota. Y… ¿Por qué lo odio tanto?, lo acabo de conocer hace poco. Definitivamente los temas adolecentes me apestan mucho y más aún si no puedo controlar mis impulsos hormonales.
- Bueno de cierta forma tienes razón.- Pude ver como Key se me acercaba con intenciones de besarme
- No… Nada de besos. No me gustan
- Como quieras.
Hice lo que tenía que hacer en ese lugar, trate a aquel cuerpo como si de un muñeco se tratase. Fueron infinitas poses que intente con aquel cuerpo delgado y flexible; él sobre mí, yo sobre él, en cuatro, con las piernas sobre mis hombros, etc. Lo único que se escuchaba en aquella habitación eran esos gemidos extasiados de la diva, que cada vez que tocaba o rozaba un punto me imploraba por más.
Lo hicimos cuatro veces seguidas, Key no comprendía como era capaz de hacerlo tantas veces y poseer tanta energía si ambos teníamos casi la misma edad, y el casi estaba que se desplomaba por el agotamiento y el gaste de energía.
- Nee~… ya detente.¿ Es que acaso quieres romperme el ano y las caderas?
- Eso… es posible.- mire incrédulo, no sabía que eso podía suceder. Yo había hecho aquellas cosas más de 6 veces en un día y no me ocurría absolutamente nada, o tal vez no sentía que me estaba desangrando.
- Si sigues embistiéndome de esa manera tan salvaje, obviamente que sí.- Podía ver como su pecho respiraba fuertemente y todo su cuerpo al igual que el mío se encontraba sudoroso.
- Está bien, me detendré.- Me subí los pantalones lentamente, y busque mi camisa entre toda esa ropa esparramada en el suelo de alfombra.
- ¿Qué haces? .- Subí lentamente el cierre de mi chaqueta corta bien y tome mis documentos que estaban en la mesa
- Pues irme, ya hice lo que tenía que hacer.-
- Son las 5 de la madrugada. Te puede pasar algo a esta hora.- más que un tono de preocupación sonó más como “te atreves a dejarme después del sexo”.
- A mi … pasarme algo, eso es casi imposible.-
Di un leve portazo en su habitación y dando play a mi I-pod, comencé con un largo camino por el hecho de que a esa hora ningún bus pasaba por las calles frías y desoladas de la población cerca de la casa de Key.
Sentía un tipo de peso en mi espalda y un extraño dolor en mi mente incluyendo una sensación de incomodidad incrustada en mi corazón. Pensaba extrañamente por una parte en la dulzura, perfección, simpatía y dulzura de Taemin y por otro lado se encontraba la acción lujuriosa, pasional y excitante que me proporcionaba el tener sexo con Key.
- … Culpabilidad… - Podría ser, es normal en las personas sentir ese tipo de sentimiento después de hacer cierto tipo de cosas indebidas o incorrectas. Pero ¿Por qué lo mío sería incorrecto?, no le soy infiel a nadie y mucho menos le hago daño a alguien con mi actitud.
Estaba pensando de manera excesiva a mi parecer, nunca me había sumido tanto en mis pensamientos como en aquella noche fría bajo aquella luna llena que mostraba una perfecta luz a mi camino. Al llegar a mi casa me impresioné mucho por la silueta que se encontraba en la entrada de mi lujoso hogar, su rostro miraba fijamente el suelo mientras pequeñas vibraciones me daban a entender que estaba sufriendo por el frio. Era Taemin, y podía divisar como aquel humo producido por el calor de su aliento salía perfectamente de sus finos labios.
- ¿Qué haces fuera de mi casa?, y a estas horas de la noche.- de a poco su rostro se encontraba frente e mí, y sus ojos mostraban aquella luz dela luna. Una extraña sensación corrió mi cuerpo
- Minho… ¿porque… porque no fuiste tú quien me fue a dejar?- Siento sus brazos acariciar mi espala.
¿Qué es esta sensación de calor?