“Esta debe ser la tercera vez que trae a aquella chica, o tal vez es nueva ya que sus gemidos orgásmicos son algo diferentes a la vez anterior ¿Seria otra chica? Bueno eso no me extrañaría”.
Siempre es el mismo rito. Lo escucho llegar a las 12 de la noche justo en el momento en el cual puedo reconciliar el sueño, luego lleva a sus “acompañantes” a su pieza que esta justo al lado de la mía y por ultimo son unas 3 o 4 horas de sexo desenfrenado para recién escuchar, con mucha alegría en mi, como los tacos de las mujeres se alejan dejando un eco audible hasta mi habitación
¡Me tiene arto! Simplemente ya no lo soporto, como es posible que una persona tenga relaciones con otra 5 días a la semana y durante tres horas ¡Acaso el no piensa sobre la delgadez de las paredes!
Cuando los gemidos se detienen por fin puedo sentir como el sueño me gana. Son las 4 de la madrugada y debo despertarme en 3 horas más para llegar a tiempo a mi trabajo. Trato de aprovechar al máximo el poco sueño que se me entrega, pero al cerrar los ojos siento como la alarma suena unos segundos después.
Son las 7 de la madrugada, me levanto con pesadez y con grandes ojeras, me hecho un poco de base para ocultar mi obscura piel bajo mis ojos ya que si no lo hago un enorme reto pro parte de Key se puede avecinar. Salgo de inmediato de mi departamento sin antes escuchar como aquel ojos de rana insensible hijo de su... salga de su departamento al igual que yo, pero a diferencia de mi él se encuentra fresco como una lechuga.
“Bastardo”
Nunca eh hablado con él, pero con todas las molestias que me provoca en la noche es suficiente para tener cierto rencor hacia él, aunque debo aceptar que es bastante guapo, musculoso, una hermosa sonrisa, y unos gemidos… Aah~ sus gemidos son melodía para mis oídos, pero esas putas ni me dejan escucharlo con sus gritos desesperados.
Pronto llego a mi trabajo, Key ya ah llegado y me mira con una gran sonrisa mientras va directo hacia mi para entregarme un enorme y reconfortable abrazo que siempre me anima a seguir.
- ¿Te eh dicho que me encanta tu pelo? – siempre al llegar me dice lo mismo, desde que mi pelo a igualado el largo de una chica, Key juega con mi pelo por todo el día, me hace peinados, me lo alisa, me hace rulos, trenzas, cachos, colas, de todo.
- Si umma, siempre me lo dices – inflo mis cachetes de forma infantil ya que se lo mucho que le agrada aquello.
- Aaaah… ¡Si eres tan guapo! Pero… -De pronto siento como me pega justo sobre las ojeras. A pesar de cubrirlas perfectamente nada se escapa de la mirada de la Diva - … ¿de nuevo ese vecino tuyo?
- Key…
- ¡Ese pervertido, estúpido, desconsiderado! Por su culpa el rostro de mi bebe se arruina con esas horribles ojeras ¡ASH! Que rabia… - me gusta que se preocupe por mi, por eso es mi umma.
- Hablare con él… - suspiro levemente y me dirijo hacia la habitación de “solo personal autorizado” para cambiarme de ropa.
- Siempre dices lo mismo…” no umma si hablare con él mañana” y mañana, mañana y así ya se han cumplido tres meses…
- Que eres pesado – Inflo nuevamente los cachetes.
Luego de ponerme mi uniforme de trabajo me dirijo a ordenar como siempre los productos, abro cajas, transporto cajas, bebidas, si no fuera por mí ese lugar seria un caos ya que Key umma por lo general se encarga de la Caja ya que no se quiere arruinar las uñas.
Pronto la puerta automática se abre dejando entrar a mi mejor amigo y como siempre su cara de perrito llama la atención de todas las muchachas que compran a esa hora.
- Hola Taemine – me enfurece que me diga así pero a la vez sé que solo él tiene el derecho de decirme así.
- Hola Jonghyun ¿Qué tal?
- Bien como siempre. ¿Y tú? ¿Todavía no puedes dormir?
- Tanto se me nota… - suspiro pesadamente para dejar las cajas a algún lado del supermercado para ir a abrazar a mi hyung con un poco de agotamiento.
- Eres blanco, obvio que las ojeras se te notan…
- Ñeeee…- caigo rendido a sus brazos mientras trato de dormir sobre su hombro.
- Yo lo rete pero no quiere entender. En uno de estos días iré al departamento de ese pervertido y le daré una golpiza – La voz de Key se oye a lo lejos, a lo que Jonghyun solo le responde con una risa.
- No todo se soluciona con violencia Key – siento como Jonghyun me aleja de Key, hasta llevarme a los últimos pasillos del Mini MArket, me alejo de él confundido.
- ¿Qué sucede?
- Si Key me escucha me mata, a si que te traje aquí… ¿Quieres enfurecer a tu vecino?
- Siempre…- respondo de forma inmediata mientras me acerco mas a Jonghyun como unos pequeños maleantes que preparan un asalto.
- Entonces págale con la misma moneda…
- ¿Ah? – no entendía en lo absoluto pero la sonrisa picara de Jonghuyn provoco en mi un gran escalofrió.
- Si él no te deja dormir… no lo dejes dormir tú a él. Tengamos sexo ambos
- Hyung… no se
- Vamos Taemin, no seria la primera vez que tenemos sexo ambos. Además es por una buena causa y porque últimamente as dejado a Jonghyun Junior, totalmente solitario – un hermoso puchero se posiciona en los labios de Jonghyun por lo que acepto su vengativo plan
No es la primera vez que tendría sexo con Jonghyun, eso es seguro, lo hemos hecho incontables veces pero solo como amigos y por lujuria. Pero al agregarle un deseo vengativo, aumenta más mis ganas de tener relaciones.
- Ya yo llevo los condones y el lubricante, los compro ahora. – veo como Jonghyun se acerca rápidamente al estante donde se encuentras aquellos utensilios.
- Jonghyun … - se da una pequeña vuelta para verme antes de seguir buscando - … ¡FIGHTING!
…..
Llego el día del acuerdo, lunes. Aquel fatigoso día era el único día, a parte del jueves, que mi vecino no traía a ninguna chica a su departamento, por lo que mi venganza se situaría en uno de sus días de “descanso”.
Me bañe en la tarde para esperar listo a Jonghyun, mi vecino llegaba a las 11 generalmente de su trabajo por lo que teníamos aproximadamente 5 horas para entretenernos.
Al terminar de vestirme escuche el timbre sonar, y rápidamente supuso quien era por lo que fui corriendo de inmediato.
- ¡Hola! –Dijo Jonghyun de forma inmediata al abrirse la puerta.
- Hola. Wow eres puntual… - dije burlándome de él, ya que por lo general él llegaba media hora mas tarde de lo acordado.
- No te burles. Yo soy puntual cuando quiero. Oye… - Pude ver como detrás de su espalda sacaba un enorme ramo de rosas envuelto en papel transparente rosado con muchos corazones de adornos.
- Jonghyun…
- No digas nada. Ni pienses que aun no me eh rendido.
Jonghyun entro a mi departamento mientras que yo me preocupaba por dejar en un hermoso lugar las nuevas rosas que tenia.
La verdad es que Jonghyun desde la primera vez que lo hicimos me a pedido constantemente que quiere salir con migo y ser novios, pero yo comprendo muy bien que eso solo seria un capricho. Onew y yo somos los únicos que nos hemos percatados de que a Jonghyun le gusta Key, pero él es tan obstinado y orgulloso que nunca estaría con alguien tan “diva” y “amanerado”
“Si Key hubiera sido quien se acostara con él, de seguro ahora serian novios.” Pensé mientras expulsaba algunos suspiros.
Esperamos que llegara la hora para comenzar con mi “venganza”. Jugamos, bailamos, cenamos y hasta actuamos algunos dramas mientras las horas avanzaban gratificantemente.
Al llegar la hora baje el volumen de la televisión para hacerle notar a Jonghyun que mi fastidioso vecino había llegado.
- Woow… realmente se escuchan muy bien los pasos – él se encontraba al lado mio en el sillón de mi living, abrazados mientras veíamos un documental – entonces es momento de comenzar.
Pude sentir como sus musculosos brazos me empujaron para caer y acostarme en aquel cómodo sofá (lo amaba), sus sabrosos labios se posaron en mis labios de forma desesperada a la vez que sus manos de forma inmediata agarraban ambas nalgas de mi trasero.
De a poco mi cuerpo aumentaba de temperatura al igual que Jonghyun, mi polera extrañamente voló por los cielos de un momento a otro al igual que la de aquel perro rabioso. Le tome de las manos y lo lleve a mi habitación para poder terminar con nuestra venganza.
- ¿Pintaste tu pieza? – me pregunto mientras lo empujaba hacia mi cama y me posaba sobre él. Sus ojos observaban cada detalle de la completa transformación de mi pieza dese su ultima visita.
- No mires a la pieza – le hice un puchero mientras posaba todo mi trasero en su miembro para despertarlo…Y lo conseguí.
Pronto ya me encontraba con mis piernas extendidas sobre sus gruesos hombros. Jonghyun se acomodó mientras poco a poco introducía su “cosa” y como era obvio, me dolía.
- Eso te pasa por no pescarme – podía escuchar como su voz se entrecortaba mientras decía aquello, de a poco comenzó a moverse sin esperar que me acostumbrara, peor no me importaba ya que gritaría y gemiría mas, lo que provocaría la completa ira de mi vecino.
- Ah…aum, Ya… se me olvidaba, que… se sentía genial – mi rostro completo ardía y mis ojos se humedecían con cada espasmo que me otorgaba Jonghyun logrando que perdiera mi juicio, me senté sobre él para poder abrazarlo. Aferre mis largas uñas en su espalda provocando un enorme quejido en él.
- Ten…Gh… cuidado –
Sentía como de a poco me aproximaba a mi orgasmo, y Jonghyun lo sabía muy bien, me recostó nuevamente en mi cama para luego tirarse sobre mi y dar su ultima estocada y me lleno por completo consiguiendo que me viniera al igual que él.
….
Al otro día no fui a trabajar debido a mi dolor de espalda y cabeza debido a las cervezas en el medio tiempo del juego de futball del juego de Play. Jonghyun se había ido temprano debido a su Universidad y a diferencia de él, que se encontraba reluciente, feliz y satisfecho por la mañana, yo esta adolorido, con resaca, y manchado con unos dos litros de semen.
Al pensar en eso, como si fuera una palabra mágica, salí corriendo a bañarme para quitarme todo lo “pegajoso” de mi cuerpo.
- Soy fabuloso Ya lo se, todos me quieren ya lo se – mientras cantaba alegremente la canción de Bart Simpsons, un fuerte golpe de me despertó de mi hermosa imitación.
De forma rápida me comencé a vestir, y mientras más me demoraba los golpes eran cada vez más fuertes, escuchándose casi como si fuera un taladro.
- No golpees así ¡Romperás mi puerta! – abrí fuertemente la puerta, a penas con unos pantalones, dejando entrar la fuerte luz del despejado día.
Pude notar su grande silueta y sentí un gran escalofrió que cruzo por toda mi columna vertebral, tal vez por miedo o quizás satisfacción al saber que mi venganza había funcionado.
- ¡No me dejaste dormir en toda la noche! - sentí como su gruesa voz provocaba un pequeño saltito en mi – Acaso no tienes algo para callar tus gemidos de Zorra ¡De seguro todos te escuchamos pedir por mas anoche! Para eso existen los Moteles.
- ¡Y tu! Siempre traes a perras a tu casa y todos los días debo escuchar sus ladridos de perras en celo. ¿Crees que eso es agradable? – con cada minuto que pasaba fuera de mi hogar me daba mas frio ya que mi largo pelo estaba completamente húmedo y pequeñas gotas recorrían toda mi espalda y torso.
- Al menos no soy un marica y soy el que la mete no al que se la meten y gime como yegua.
- Es poque nunca has provado a un hombre.
- ¡Eso es asqueroso!
- No lo es – le repuse mientras lo empujaba fuertemente.
- Si lo es.
- ¿Quieres probar? – de pronto mi actitud retadora de siempre salió a flote debido a mi gran furia y enojo de ese momento.