Abrí los ojos lentamente sintiéndome como si me había despierto de una horrible pesadilla, para mi mal el causante de mi temor aun se encontraba ahí, recostado frente a la puerta con una sonrisa ladeada en su hermoso y terrible rostro.
- Al fin te despiertas bella durmiente..- susurra burlón dando pasos hacia donde me encuentro, me quede acostado sin saber a dónde huir.
- ¿Por qué?..- ahogo en mi garganta sentía como si mis palabras me pesaran, y me daba miedo el simple hecho de que él me escuchara, quería gritarle que se alejara de mi, que era un imbécil ¿pero qué coño quería de mi?
- Una interesante pregunta… pero bueno a medida que pase el tiempo lo entenderás por cierto… no estás feliz nos casaremos debemos mandar a comprar tu vestido de novia...- murmulla con una enorme sonrisa que me hace enfurecer.
- Ho por supuesto y también utilizara medias y un látigo para castigarte en nuestra luna de miel..- gruño sarcástico deseando que se atraganté, y muera con su propia saliva.
- No mejor unas cadenas para la cama y el látigo me lo dejas a mí..- dice el muy sádico ese tomándome de la barbilla.
- Primero muerto antes de abrir me de piernas para ti..- casi grito hasta al borde de la furia, como podía ser posible que mis padres me dejaran con ese idiota.
- Ten cuidado con lo que dices se puede volver realidad..- me amenazo con un brillo rojizo en sus ojos.
- Suéltame..- dije sintiendo mi garganta seca, un miedo invisible se asomo por la boca de mi estomago y mi cuerpo reacciono alejándolo.
- No te are nada relájate..- mascullo seriamente para luego sonreír glacialmente- bueno nada que no disfrutes..- susurra relamiéndose los labios, pero en qué coño estará pensando este pervertido.
- Escúchame bien ahora mismo iré y hablare con mis padres y les diré que no me pienso casar contigo..- dije levantándome de la cama para acercarme a la puerta.
- Detente ven siéntate en mis piernas..- manda con voz gruesa y no sé porque mi cuerpo reacciona, me vuelvo a acercar a él sentándome obedientemente, me quede sorprendido no podía alejarme.
- Pero qué.. porque mi cuerpo no reacciona..- gruño empezándome a asustarme, de verdad no podía creer lo que estaba pasando, me sentía incomodo y a la vez tan a gusto.
- No puedes porque yo lo ordene…- susurra mientras sus brazos atrapan mi fina cintura, sus labios se posan en mi cuello mordiendo y lamiéndolo de forma tan sensual y deliciosa.
- Haa..- no puedo evitar soltar un gemido, mis labios son atrapados por los suyos comenzando una lucha por el control de la boca del otro.
- ¡¡¡¡QUE ESTAN HACIENDO EN MI CASA!!! BASTA DORMIRAN SEPARADOS..- grita mi padre desde la puerta, mis mejillas adquieren un tono rojizo y me debato en agradecerle o quererle matar por arruinar ese momento excitante.
- Cálmese suegro que aun tiene su virginidad quieta, solo déjeme unos treinta minutos mas y me voy – asegura Alucard mientras me vuelve a besar, puedo ver la cara atónita de papa y ahora yo deseo matar a ese imbécil, es que no entiende lo que es discreción.
- ¡¡ALUCARD!!...-gruñe mi padre con un revolver en la mano dale padre mátalo le animo, escucho un disparo que atraviesa la piel del mayor mis ojos se abren de par en par, realmente lo iso me desasí de el maldito pervertido, pero esperen por que se mueve he no sangra no me digas que.
- Es no funciona conmigo soy un vampiro..- la cara de mi padre es un poema y quien lo culpa si yo también de seguro debo estarlo viendo así.
- Sebastian…- susurra mi padre mientras se toca la cien de la cabeza, me acerco a él a pasos colocándome en una posición donde puedo escuchar lo que dice.
- Si...- susurro bajo sintiendo el aura negra que lo rodea, no quería morir tan joven y menos en manos de mi propio padre.
- Me puedes explicar porque si eras homosexual, no pudistes elegir a un chico que se pueda matar incluso entre los mismo homosexuales eres raro..- gruñe con tanta seguridad que no puedo evitar sentirme ofendido por mi propio padre, una sonrisa burlona aparece en el rostro de Alucard y sé que se está divirtiendo con esta situación.
- Y qué clase de padre me compromete con un vampiro..- gruño con un tic en la frente, pero me callo de golpe a sentir como la mirada de Alucard recorre con lentitud mi espalda.
- Bueno ya pues suegro valla a estudiar anatomía con su esposa, y déjeme a mí con su hijito… - masculla viéndome como una presa que desea atrapar, trago grueso saliva y observo como mi padre se sonrojo, no sé que me traumo más la idea de que mi padre manosea a mi madre o la idea de ser atrapado por Alucard.
- Bien pero solo diez minutos luego al cuarto de visita..- murmura mi padre señalando al vampiro para luego salir y dejarnos solo, mi mirada pasa de la puerta hasta donde se encontraba Alucard.
- Bien… abra que hacerlo rápido...- dice mientras se comienza a desvestir mi mirada es de ingenuo y maldigo mi propia suerte.
- A no… ni lo creas…- gruño con las mejillas rojas hasta no más poder, su piel se veía tan suave y hermosa que me provocaba, pero no lo aria si caí en su estúpido juego definitivamente perdería mi virginidad y eso era algo que no estaba dispuesto a hacer.
- En seria pero mira como me has puesto..- dice quitándose el bóxers dejando a mi vista todo ese pedazo de carne, un miedo horrible se apodera de mi si no lo saco ahora me violara.
- LARGOOO…- grito sacándolo de mi cuarto, cerrando con candado la puerta ni loco dejo que vuelva a entrar, un grito afuera llama mi atención ¿mama?.. lo identifico por la voz, para luego abrir mis ojos de par en par había sacado desnudo a Alucard de mi habitación, no podía ser este día definitivamente fue el peor.
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