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RETORCIDA ADOLESCENCIA. por Yushion

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Notas del capitulo:

akjakjaka titulo estupido del capitulo, pero es interesante, disfrutenlo y de inmediato ire a responder sus Review *-*

“  Es hielo abrazador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
Es un soñado bien, y un mal presente,

Es una libertad encarcelada”

 

 

 

 

 

No siempre fui aquel del perfil orgulloso, del caminar de fiera, el hombre de los ojos felinos, de la voz seductora, del cuerpo dominante. Recuerdo con algo de melancolía, aquellos años donde mi corto cabello negro, se incrustaba perfectamente en mi rostro otorgándole un pálido tono a aquella suave piel, angelical… tierna.

Solía reír constantemente, aquella risa característica de un niño el cual disfruta de las sorpresas, el cual se emociona con la llegada de navidad, el que ríe al golpear la piñata de sus incontables años. Jugaba como todo niño al futbol, de forma brusca esa que te rasmilla horriblemente tus delgadas piernas, pero no importaba.

Vivía alegre, normal, disfrutando de pequeños detalles y de la compañía de todos mis amigos a la edad de 15 años, inclusive en ese tiempo lo más importante para mí era mi madre, aquel calor maternal que te llena por completa, aquel sentimiento que solo ella me puede otorgar y que se nunca se alejara de mi.

Todo era sonrisas, juegos, niñez, inocencia… Pero todo aquel perfil infantil se vio corrompido por su llegada. Cuando su fuerte pero gentil apariencia me cautivo, me adormeció, cegó mis ojos y me enamoro.

Le vi entrar lentamente por nuestra puerta de entrada, erguido, majestuoso, con su traje de gala bien planchado y con una sonrisa que resaltaba, si es posible, sobre todas sus facciones. Todo lo que mi madre había soñado se encontraba en ese hombre, se había enamorado de él al igual que yo después de observarle por unos minutos usar la ducha de nuestro baño.

Lo miraba de reojo cuando venía de visitas a ver a mi madre, me gustaba como se llevaba aquellos pequeños trozos de carne a sus gruesos labios para luego dirigirse a su apetitosa boca. De a poco sentía como mi corazón latía con más fuerza al verlo llegar por la puerta principal, sonriendo a todos y a todo de la forma más hermosa posible.

Pero no me daba cuenta que aquel amor que sentía a él me estaba envenenando, me estaba transformando en otra persona la cual ahora lamento ser.

Odiaba a mi madre por tenerle, por tener el privilegio de poseerle, de sentir aquellos gruesos labios en su ya detestable boca para mí. Quería tenerlo, que sintiera el mismo fuego que yo tenía en lo más profundo de mi corazón, aclamando ser apago. Quería que aquel hombre me dominara.

-          ¿Key que sucede? – escuche su gruesa y deliciosa voz llegar a mis oídos, despertándome de la mejor forma de mis pensamientos pecaminosos cada vez que le veía con aquella diminuta toalla en su cintura pasearse por los largos pasillos de mi hogar.

-          Nada… - le dije secamente para luego observar la fuerte luz que se mostraba ardiente y peligrosa por la ventana.

-          Vamos… ya es momento que confíes en mi – se sentó en mi cama provocando que mi corazón latiera descontroladamente.

-          ¿Por qué? ¿Por qué debería confiar en ti? – le mire de forma directa, él flequillo que me había hecho hace algunos días para llamar su atención cubría mis delineados ojos.

-          ¿Por qué? Porque pronto seré tu “Appa” y quiero conocerte de mejor forma – se poso en mis blancas sabanas a pesar de que todo su cuerpo se encontrara húmedo. Suspire pesadamente, estaba consciente de que pronto el se casaría con mi madre y con eso todas mis fantasías con aquel hermoso cuerpo se desvanecerían.

-          ¿Quieres conocerme? – me levante de mi cama sin quitar mi vista del cielo completamente celeste.

-          Por supuesto…

-          Bueno. Antes de conocerme por dentro, tendrás que conocerme por fuera –  quite de forma lenta mi polera de mangas largas dejando a la vista mi blanca piel, deslice mi Short junto con mis bóxer por mis largas y delgadas piernas que poseían el mismo tono que mi escuálido torso.

Sus ojos me miraban totalmente abiertos, sorprendidos, nerviosos pero curiosos. Se levanto rápidamente de la cama y sujeto inconscientemente su toalla como un niño que teme por su virginidad. Me acerque lentamente a él, desnudo, descubierto, entregándome por completo a alguien de forma adulta, madura, sincera.

 

Recuerdo como aquel día su lógica cayó ante el deseo libidinoso, ante lo incorrecto, lo sucio y prohibido. Recorrió mi cuerpo con aquellas grandes y hábiles manos, quemándose con el ardiente deseo de mi joven cuerpo, marcándome como suyo con aquella boca que muchas veces fue besada por los adultos labios de mi madre. Rasguñe su espalda, su cuerpo, y con eso su orgullo, sintiendo de a poco como el embobado, el enloquecido, el desesperado era él y no yo.

Me beso, recorrió con aquella larga lengua cada rincón de mi cuerpo hasta llegar a aquel lugar inexplorado, aquel lugar virgen de cualquier intromisión.

Entre el sudor que humedecía lentamente aquellas sucias sabanas, entre los gemidos que resonaban como un eco bien pronunciado por todas mis rosadas paredes, él me marco como suyo, como algo que por siempre le pertenecerá, juramento que fue sellado con mis delgados labios pronunciando aquella estúpida, fastidiosa y errónea palabra que aun retumba en mi mente… Me gustas, Te amo…

“Que idiota fui…”

Si los niños se equivocan, yo supero aquellos errores con mi mente ilusa, estúpida, ilusionada, enamorada. Recuerdo como aquel acto se repitió incontables veces cada vez que la casa se situaba vacía, sin ningún alma merodeando por la fría cerámica, solo nosotros dos  el sonido de nuestros cuerpo chocando entre sí, de forma salvaje, desesperada.

Como nada es para siempre un día cualquiera, entre gemidos, mis oídos no pudieron oír aquel eco que produce los zapatos con taco, me encontraba en otro mundo, en aquel paraíso lleno de placer y deseo. Cuando desperté de mi transe mi madre se encontraba parada en el marco de la puerta observando a mi acompañante con asco, mientras que él no se percataba de la llegada de mi madre y seguía arremetiendo fuertemente contra mi delgado cuerpo.

Comencé a llorar desesperadamente mientras que pequeños gritos afloraban en mi garganta, mis constantes lágrimas caían de mi rostro siendo cubiertas por mis manos delgadas, presionando fuertemente mis ojos.

-          ¡Aléjate de mi bebe hijo de puta! – pude sentir como el peso de su cuerpo se había desvanecido. Mi madre se había lanzado de forma amenazante hacia su persona lanzando por los aires todo lo que encontró cerca de sus manos.

Gritaba, gritaba, mientras que yo no cesaba de llorar cubriendo mi cuerpo con aquellas sabanas las cuales eran testigos de mi error, de mi pecado. De forma espontanea corrí hacia donde se encontraba mi madre con un florero en la mano, me oculte en su regazo y de forma inmediata mi llanto se hiso más fuerte.

Sentí unos pasos correr velozmente por las escaleras hasta llegar a mi habitación, era la sirvienta, nos veía sorprendidos mientras se notaba en su rostro que no sabía que acto realizar.

-          ¡Llama a la policía! – grito fuertemente mi madre sorprendiéndome ya que ella no suele hablar con ese tono.

-          Pero…señora… -

-          No te preocupes, me puedo largar solo –

Pude ver como recogía sus pantalones para luego ponérselos sin necesidad de ropa interior, sus ojos observaron los míos por unos segundos, casi un nulo tiempo, menos que un segundo, pero pude divisar lo suficiente como para percatarme que me odiaba y sin necesidad de hablar un mensaje llego a mi mente, reproduciéndose dolorosamente.

“Jodete puta”

 

(END POV KEY)

 

 

El timbre sonó levemente dando origen a las clases comunes, en este bloque del día la mayoría de las jóvenes se dispersaban para dirigirse a la asignatura correspondiente, conociendo de esta forma a los alumnos de las distintas artes.

El joven alto caminaba lentamente acompañando a ambas chicas, una menos femenina que la otra, a encontrar la sala de matemáticas, para la joven Sulli y de Historia para la Tomboy Amber.

-          Sulli estás seguro que era en el cuarto piso, solo veo a gente mayor y a una rana parlante – menciono en tono de burla dirigiéndose a Minho, quien sostenía entre sus fuertes dedos un papel donde estaban anotadas las salas y su asignatura.

-          Ja… Ja… Ja muy chistosa, al parecer tus pechos no dejan que te llegue sangre al cerebro. ¡Oh! Se me olvidaba ¡Tú no tienes tetas!

-          ¡Tu maldita jirafa hijo de tu… -

-          ¡Oh Miren! – la tierna Sulli, como todos los mayores le llamaban por su “excesiva” inocencia, apunto con su índice a aquel cuerpo delgado el cual entraba perezosamente a la puerta de aquella común sala, vistiendo unos apretados jeans negros, una camisa azul, chaqueta negra con pelo y unos grandes audífonos que adornaban su largo cuello. – es Lee Taemin.

Pronuncio finalmente Sulli mientras asía sus ya conocidos pucheros. Minho no se había percatado de la presencia del menor, se encontraba concentrado de forma impresionante tratando de encontrar la sala para la pequeña, quería que no llegara tarde a una de sus primeras clases en ese colegio, después de todo… era su hermana menor.

-          Ese chiquillo realmente sabe cómo llamar la atención. Key se enfadara – Amber le arrebato el bolso a Sulli de manera cortes para luego cargarlo en su delgada espalda. La menor sonrió levemente al igual que la joven de pelo corto, logrando con este acto incomodar de forma significativa a Minho.

-          ¡Paren de mirarse de esa forma! Me apesta – camino rápidamente entre ambos cuerpos rompiendo lo unión visual de ambas chicas. El alto sostuvo entre sus manos la delicada mano de su hermana para luego dirigirla, sin darse cuenta, hacia la sala donde había entrado aquel extraño muchacho.- No entiendo porque me tratas de jirafa mutante si Sulli es también excesivamente alta

-          Eso… E-so. ¡Eso a ti no te incumbe! –Amber golpeo fuertemente al mayor con el bolso de la joven Choi para luego caminar, prácticamente trotar, hacia la sala de su asignatura.

-          ¡Hermano porque siempre lo arruinas todos! – pronuncio tiernamente la muchacha, caminando pesadamente hacia su salón, entre suspiros y pucheros, mientras Minho le miraba confundido mientras trataba de arreglar su pelo alborotado.

-          ¿yo? Pero si no hice nada…-

 

“Idiota” pronuncio para sus adentro la hermana menor de los Choi, tratando de concentrar su mente en encontrar un buen asiento para tratar de estudiar.

Odiaba que su hermano tratase de esa forma a Amber, a aquella chica que siempre le sacaba sonrisas, suspiros, pensamientos, confusiones. Le admiraba por su forma de bailar y cantar, le encantaba como el pelo corto encajaba perfectamente en su rostro que para algunas chicas o chicos era extraño.

Suspiro pesadamente para luego sentarse en lo que considero un buen asiento, sin percatarse, debido a la profundidad de sus pensamientos, en que se había sentado en la mochila de alguien.

-          Disculpa… pero te acabas de sentar en mi bolso – hablo secamente el joven que se encontraba en el mismo puesto que ella. Sulli movió rápidamente su cabeza para entrar nuevamente en el mundo real y sonrojarse ante el comentario del joven Lee.

-          Lo siento Taemin, no me di cuenta… perdóname – convertida en un tomate se levanto rápidamente para que el joven, confundido, pudiera sacar su ya aplastado bolso.

-          ¿Por qué sabes mi nombre? – cuestiono Taemin revisando cuidadosamente en el interior de su negra mochila para verificar que nada estuviera corto.

-          Am bueno – “Porque te acosamos” - … Somos de la misma clase, es normal que sepa tu nombre, je je je je – rio nerviosamente Sulli mientras desviaba su mirada algo avergonzada. - ¡Oh! Mi nombre es Choi JinRi, pero todos me llaman Sulli – extendió su mano de forma casi brusca  repentina, Taemin desvió su mirada en forma de fastidio observando el  ya bien claro día.

La Joven se incomodo frente a la actitud del joven bajando lentamente su blanca mano.

-          Soy Lee Taemin… todos me dicen Taemin – hablo casi nulamente aquel chico del pelo ondulado, la joven, que extrañamente tenía un parecido a él sonrió ampliamente conforme a lo que su compañero le había dicho.

“Realmente habla poco”

Luego de aquella incomoda charla , si se le puede llamar de esa forma, amos jóvenes solo se limitaron a tomar atención a aquella aburrida clase de Matemáticas, ambos deseaban que aquella clase concluyera para poder reunirse en aquella amplia habitación, rodeada de espejos enormes que reflejaban una infinita proyección de aquella sala. Querían bailar, moverse de forma monótona, expresando sentimientos, ideas, dolor y alegría.

 

….

 

-          Debes tener cuidado para la próxima… Podrías haberte lastimado de peor forma –

Key se encontraba sumido ante los comentarios de aquel amable sujeto, esclavizado por completo ante su forma de hablarle, sutil, amable, varonil.  Jonghyun inspeccionaba cuidadosamente la muñeca de aquel frio sujeto, tan blanca y delicada, pensó mientras sacaba de su bolso un pañuelo que le serviría para presionar en aquella zona al parecer lesionada.

-          ¿Te duele? – preguntaron sus deseables labios mientras ejercía presión en la muñeca del menor.

-          ¡Aish! Si  - Si hubiera sido otra persona de seguro ya le hubiera golpeado, insultado y quizás amenazado con algunas de sus idiotas ideas que se le vienen a la mente cuando entra en cólera.

Lentamente el joven del cuerpo ancho, musculoso, de la piel tostada, vendo la zona adolorida mientras con sus curiosos ojos indagaba por aquel blanco y  delgado rostro, observando cada detalle con una sonrisa estúpida en su rostro. Aquel leve puchero que se situaba en el labio superior del menor siendo resaltado con un poco de brilloso labial, aquella delineación perfecta en sus ojos que sobresalía de mejor forma su mortal mirada.

-          Cuando llegues es mejor que vayas a un hospital, este pañuelo solo evitara el dolor por un tiempo… - Termino de hacer su improvisado trabajo, el cual fue alabado por si mismo.

-          Tú… no deberías estar en clases… - Pronuncio suavemente Key mientras desviaba su “indiferente” mirada.

“¿Por qué te preocupas por este sujeto? Idiota “se dijo para sus adentros aquel supuesto frio sujeto.

-          Supongo, pero fue mi culpa el que te hayas lastimado. – el menor quito rápidamente su mano la cual estaba entre aquellos grandes dedos que le hacían sentir pequeño. Se levanto del suelo donde había estado por más de 20 minutos de forma rápida ante los ojos confundidos del mayor.

-          Tú… no tuviste la culpa. – “Fue mía” Con aquella frase dispersa en el ahora silencioso pasillo comenzó a caminar rápidamente hacia su casillero en busca de su mochila rosada.

(KEY)

Era él, lo era, estoy cien por ciento seguro de aquello, esa forma delicada de tratarte, aquella dulce voz consolándote. Esos labios, esas manos, ese tostado cuerpo. Lo recuerdo, lo recuerdo claramente.

Lo deseaba ver y ahora como idiota camino, rápidamente, como si quisiera escaparme de aquella persona, tratando de apaciguar estos molestosos latidos que me recuerdan a un pasado sombrío. Aquellos extraños escalofríos que recorrían mi cuerpo cada vez que sus secos dedos rozaban delicadamente mi mano, me hicieron recordar, como si de un deja vú se tratase.

Llegue a mi casillero golpeando levemente mi cabeza contra él, suspirando mientras aquel bello recuerdo de su cuerpo recostado al lado de mí, de forma tan sincera, inocente, gentil. Cuando sus ojos negros destellaban aquella luz de la luna, la misma que iluminaba aquel trabajado cuerpo.

Mis delgados dedos recorrían su torso desnudo debido al intenso calor de aquella habitación, o tal vez debido a la cercanía de ambos. Esa sonrisa que se situó en sus labios cuando extrañamente comencé a recorrer su pecho de manera infantil, no lujuriosa, no insinuante, sino de forma tierna, inocente, como si fuera lo más delicado del mundo.

 

-          Ere un idiota Key, un idiota… - mantuve apoyado mi rostro en aquel frio metal que cubría mi casillero.

 

(FLASH Back)

 

 

-          Duerme… - pronuncio levemente mientras sus ojos penetraron en los míos.

-          No quiero… - dije, apoyando mi cabeza con las manos para no caer en aquella acogedora almohada.

-          ¿Por qué?

-          Porque si duermo… te olvidare por culpa del alcohol.– dije mientras me acomodaba en su sudoroso torso

-          Tal vez… pero me recordaras.

-          ¿Tú crees?

-          Si. Yo te recordaría -  dijo mientras unía nuestros labios, de forma tierna, gentil. Y como si fuera una película pirata, todo se borro en el instante en que cerré mis cansados ojos.

 

(END FLASH Back) 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Ojala les haya gustado, disculpen por la demora pero estoy en los ultimos examenes finales ( siiiiiii) cuando salga de la escuela actualizare mas seguido *-* solo perdonenme.

Dejen sus Reviews y de inmediato me voy a responder sus Review de el capi anterior.

 

Bueno se suponia que KEy no lo recordaria pero como vi que deseaban mucho que si lo hiciera... lo tuve que modificar e.e para su satisfaccion... ¡No lo hare muy seguido asi que disfruten!

Sin mas. Me voy a estuadiar Ciencia ... NOOOOO :c


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