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Secretos, dulces secretos por Aiko_Amane

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Notas del capitulo:

Nuevo Capi!! ^.^ Siento la tardanza pero hasta hoy no había podido coger el ordenador debido a los examenes, y según llegué hoy a casa me puse a corregir los Horrores de ortografía que tenía el capítulo '^^

 

Bueno no les doy mas la lata, que disfruten!!.

Me levante desorientado, no sabía dónde estaba pero sabía que no era mi habitación. Me encontraba cómodo y calentito y no quería levantarme, varias imágenes llenaron mi cabeza recordándome que estaba en el cuarto de Draco. Abrí los ojos de golpe, lo primero que  ví fue que estaba apoyado en su pecho rodeado de sus brazos, una sonrisa apareció en mi cara al acordarme de sus palabras…

…estoy enamorado de Harry Potter…

Levanté mi cara y lo miré. Todavía estaba durmiendo por lo que no podía ver sus hermosos ojos pero si podía ver sus largas y rubias pestañas, tenía un aspecto angelical y me gustaba. Eleve mi mano para apartarle el mechó de pelo platinado que se había desprendido de su coleta y que ahora acariciaba dulcemente sus pómulos. Sabía que había algo que no estaba bien, era algo importante pero estaba tan a gusto que me daba igual.

Quería quedarme allí, que se despertara conmigo a su lado pero eso era imposible. ¡Eso es!, cuando me acosté era un gato y ahora vuelvo a ser humano. Si Draco se despertase ahora mismo, no me mataría exactamente, pero tampoco sería algo muy bonito y no quería empezar esta nueva “relación” con mal pie, aunque por supuesto él no sabía que estábamos en una.

Me levanté con cuidado para no hacer ningún ruido y en un susurro llamé a mi capa invisible, porque no iba a ir por todo el castillo desnudo. Me puse la capa y cuando me dispuse a salir, paré y me giré para hacer una promesa silenciosa:

-“Prometo que haré que estés conmigo cueste lo que cueste”- y con una sonrisa y una sensación de satisfacción salí de allí.

Llegué a mis mazmorras congelado de frío y me fui directamente al baño, salí, me vestí y fui directamente a despertar a Ron, ya era hora de ir yendo al comedor y todavía no se habían levantado.

-Ron, despierta- lo sacudí suavemente, aunque no sirvió de mucho.

-Mmnnn…un rato más.

-Ron vamos a llegar tarde a clase- y ni siquiera con eso se despertó por lo que me levanté y me coloqué a un lado de la cama. Metí mis manos debajo del colchón y aprovechando mi nueva fuerza lo levanté haciendo que Ron se callera al suelo por el otro lado de la cama.

-¡¡Auuchh!!...¿quién demonios?...Harry se puede saber dónde te metiste ayer, te estuvimos buscando todo el día- me dijo enfadado.

-Siento haberos preocupado pero necesitaba pensar, ayer me enteré de muchas cosas y no podía aguantar más, necesitaba estar solo un rato.

-¿Te ha pasado algo Harry?- contestó Ron empezando a preocuparse.

-Tranquilo ya os lo diré cuando esté preparado. Ahora vístete que se nos hace tarde.

 

Cuando Ron terminó de vestirse con toda la paciencia del mundo, bajamos corriendo porque Hermione nos estaba esperando y no la queríamos hacer enfadar pero justo cuando íbamos a entrar apareció Draco con su grupo y se disponían a entrar al igual que nosotros. Ninguno dijo nada y yo solo tenía ojos para él y antes de que nadie dijera nada hablé yo.

-Buenos días- dije mirándolo fijamente y dándole una sonrisa tímida. El parecía sorprendido pero se recuperó enseguida y volvió a su antigua mascara.

-Eeh…Buenos días, Potter- dijo y seguidamente entro al comedor seguido por su séquito que me miraban como si tuviera dos orejas de perro, ¿y no las tenía, no?. Por si acaso me pasé una mano por mi pelo pero ahí no había nada así que sin más entré al comedor y me senté en mi sitio de siempre.

- ¿Se puede saber que ha sido eso?- me dijo un incrédulo Dean interrumpiendo mi desayuno.

-¿Qué?, solo saludé, era lo más normal- dije sin darle mayor importancia.

-Si es lo normal, pero no con Malfoy- volvió a decir.

-Bueno pues ahora sí, estoy harto de esta absurda pelea que tenemos todos, Voldemort está muerto ya no hay enemigos ni nadie que quiera destruirnos por lo que es una estupidez seguir con esta guerra de casas- dije empezando a levantar la voz.

-Yo estoy de acuerdo- dijo una voz que para sorpresa de todos era la de Ron. Al darse cuenta de que todos lo mirábamos se sonrojó e intentó remediarlo -Es de tontos seguir peleando, algunos Slytherin no son tan malos y además nos ayudaron en la guerra.

-Yo también es-estoy de acuerdo con Ha-Harry- tartamudeó Neville por los nervios.

-Y yo- dijo Hermione hablando por primera vez.

-Pues no se hable más- sonreí orgulloso a mis amigos- intentaremos llevarnos mejor con ellos y ahora a comer.

 

Todos comieron tranquilamente pero intentando terminar cuanto antes pues la primera clase que nos tocaba era pociones y afortunadamente la compartíamos con Slytherin. Llegamos y esperamos a que llegara el profesor Snape.

-Veo que por una vez llegan todos puntuales- dijo sin mirar a nadie pero no hacía falta, sabíamos que se refería precisamente a Ron y a mi.-Debido a la guerra y demás no han tenido tiempo de practicar varias pociones así que para refrescar la memoria haremos el Veritaserum por parejas  y será un alumno de cada casa.

-Cada uno se fue poniendo según los iba nombrando el profesor pero ocurrió algo que me llamó la atención, a Neville, Snape lo había colocado con Blaise, a Ron con Pansy y a Hermione con Theo pero después de una pequeña charla entre las serpientes la colocación cambió terminando en Neville con Theo, a Pansy con Hermione y a Blaise con Ron y lo más raro era que todos estaban felices, tan absorto estaba que no me había dado cuenta de quien era mi compañero hasta que este habló.

-¿Tú también piensas que pasa algo raro con esos seis, Potter?- me dijo Draco cosa que hizo que diera un brinco y eso le sacó una sonrisa fugaz.

-Si me he dado cuenta ahora- dije volviendo la vista a mis compañeros.

-Pues sí que eres lento- dijo burló.

-Malfoy, no podemos por una vez hablar como dos personas civilizadas sin acabar con una pelea.

-¿Y por qué iba yo a rebajarme para hablar contigo?

Eso me había dolido y aparté la mirada rápidamente para que el no viera como se me humedecían los ojos por las lágrimas retenidas y me puse a cortar los ingredientes. El silencio se extendió por varios minutos hasta que él lo rompió.

-Está bien, intentemos llevarnos mejor, como... ¿ser amigos?- me dijo un poco dudoso.

Levanté mi cara y le di mi mejor sonrisa obteniendo el efecto deseado pues un ligero sonrojo apareció en su cara. “Amigos” no era lo que quería exactamente pero por ahora eso bastaba.

-Entonces amigos- le di la mano y en ese mismo momento en el que se tocaron algo parecido a una pequeña chispa salió de nuestras manos unidas haciéndonos separarlas rápidamente. Me di inmediatamente la vuelta, necesitaba urgentemente la erección que tenía pues la chispa no se quedó en la mano sino que viajo por todo mi cuerpo dándose un descanso en mi entrepierna. Estaba muy inquieto y eso lo noto Draco que puso una mano en mi hombro e intentó darme la vuelta pero yo me resistía.

-Potter, te encuentras bien?.

-S-Si, solo estoy un poco mareado- le dije intentando que desistiera de su intento por voltearme.

-Si están hablando significa que han terminado la poción o me equivoco, Señores?- el profesor Snape nos sorprendió.

-Si profesor hemos terminado pero Potter me estaba diciendo que no se encontraba bien y me preguntaba si puedo llevarlo a la enfermería- le dijo Draco.

El profesor me observo unos segundo que me parecieron eternos antes de asentir y seguir caminando para continuar con la vigilancia de los demás compañeros.

-Vamos- dijo el rubio. Me intenté tapar lo más que pude con la capa antes de salir por la puerta delante de Draco.

-Vaya, para estar mareado si que corres- y aunque no le veía la cara podía notar la sonrisa que se extendía por su cara.

Bajé el ritmo de mi caminar acompasándola al suyo y nos quedamos dando un pequeño paseo.

-Lo siento solo necesitaba un poco de aire para que se me pasara.

Estuvimos caminando un rato y en vez de ir a la enfermería salimos afuera y caminamos por la orilla del lago. Estaba haciendo algo que nunca creí posible. Caminar junto a Draco sin pelearnos ni insultarnos lo veía como un sueño muy lejano pero aquí estábamos. Llegamos hasta un claro donde nos sentamos apoyados en un árbol. Nos quedamos en silencio pues por más que intentaba sacar un tema de conversación no se ocurría nada.

-Entonces…-dijo…-a que se debe ese nuevo cambio de dirigirnos la palabra?.

-Pensé que ya que todo había acabado pues podíamos olvidarnos de los problemas que hay entra las casas y empezar desde cero.

-¿Y crees que todo esto funcionará?- esperanza era lo que podía escuchar en la voz de Draco

-No lo sé, pero podemos ir intentándolo ¿no? y ¿acaso tu no quieres?- dije levantándome y haciendo un poco de drama sacando un poco mi lado Slytherin.

-¡¡Noo!!- me dijo levantándose y agarrándome del hombro –me parece bien, podemos intentarlo.

-¿Si?- dije  mirándolo con una sonrisa boba en mi cara.

-Si- dijo regalándome la primera sonrisa sincera que había visto alguna vez en su cara.

Ahí nos dimos cuenta de lo cerca que estábamos pues al darme la vuelta nuestras caras habían quedado a pocos centímetros, mis ojos fijos en los suyos, mi respiración acelerada al igual que la suya. Acercó un poco su rostro dudando como si esperara que yo huyera pero le contesté acercándome más a él, deseaba probar sus labios que no podía apartar mis ojos de ellos sin poder evitar morderme mi labio inferior y eso fue lo que le basto para terminar con el espacio entre nosotros y antes de que pudiera hacer otra cosa sus labios estaban sobre los míos. Al principio fue una caricia a nuestros labios pero luego se fue poniendo intenso, tan real y maravilloso que me tuve que agarrar de su camisa para mantenerme estable.

Nos separamos por la falta de aire y nos quedamos mirándonos y esperando a que nuestras respiraciones volvieran a la normalidad.

-Draco…- gemí al notar como su lengua bordeaba mis labios pidiendo la entrada que yo encantado le concedí y lo dejé entrar besándonos así por segunda vez.

Esta vez fue incluso mejor que la primera, solté mis manos de su camisa y le rodeé el cuello con ellas y sentí como sus manos agarraban mis caderas acercándome a él hasta que parecíamos que estábamos fusionados siguiendo hasta que el rompió el beso y juntó nuestras frentes pero en ningún momento nos separamos.

Lo miré y lo vi más hermoso que nunca con su pelo revuelto, su cara sonrosada y sus labios rojos por el beso a apreté mi agarre para no soltarme. Abrió los ojos y clavo su mirada en la mía para luego sonreírme de la manera más maravillosa que había visto nunca.

-Vaya, menuda fo-forma de empezar co-como amigos- dijo con dificultad para mi gozo ya que era yo el causante de eso al estar repartiendo besos y mordiscos en su cuello.

-Crees…- beso - …de verdad…- mordisco - …que ahora – beso - …quiero ser…-  mordisco - …solo tu…- beso - …amigo?- termine dándole un lamida en su cuello que hizo que se estremeciera.

Él no me respondio y yo me separe un poco para poder mirarlo a los ojos con un poco de preocupación, el solo me miraba y parecía molesto.

-Harry, no juegues conmigo- me dijo bruscamente e intentando separarse de mi –no quiero que me estés mintiendo para que después tú y Weasley se estén riendo- siguió sin mirarme.

-Draco, te juro que no te estoy mintiendo – me empecé a desesperar son saber que hacer pues no lo quería perder ahora, bueno ni ahora ni nunca – Draco tu… tú me has gustado desde hace tiempo pero no dije nada porque tú me odiabas – y era verdad siempre me había gustado y lo supe aquella mañana en la que me levante a su lado y quería quedarme a su lado para siempre. Él fue el único que no se dejó llevar por quién era y me odió y eso fue lo que me enamoro de él aunque eso sonara raro.

-Harry, yo nunca te he odiado- lo mire con los ojos abiertos – Yo estaba celoso de que me rechazaras para irte con Weasley, creo que me enamoré de ti la primera vez que te vi pero era muy chico y lo confundí con curiosidad. Pero algo en cuarto curso pasó y comprendí que lo único que sentía por ti era amor y me moría de celos cada vez que te veía rodeado siempre de la comadreja.

-¿Me estás diciendo la verdad? – pregunté esperanzado.

-Sí, completamente – lo miré directamente a los ojos buscando algún indicio de maldad o burla pero solo vi sinceridad. El me amaba.

-Yo también te amo – me tiré a sus brazos y nos besamos como si se avecinara el fin del mundo, nuestras lenguas entraron en una batalla por querer dominar la boca del otro pero me acordé de algo y me separé para preguntarle.

-¿Qué pasó exactamente en 4º curso para que te dieras cuanta de que me amabas?

-Bueno te voy a contar ese secreto pero porque en cierta medida te incluye pero nadie lo puede saber.

-Vale- respondí dudoso.

-El día que tuviste la 2ª prueba del torneo de los tres magos, mis padres vinieron a buscarme porque tenían que contarme algo importante pues hay algo que recibiría el día de mi decimoquinto cumpleaños que yo no sabía.- Él se calló como si no supiera si continuar o no y yo solo pude asentir para darle ánimos y supiera que estaba con él. –Lo que recibiría el día de mi cumpleaños son mis herencias por parte de mis dos padres.

Yo lo miré incrédulo sin podérmelo creer, él también había recibido una y tal vez cuando le contara lo mío lo entendería y lo tomara bien.

-¿Recibiste dos herencias?- no me lo podía creer ¿dos?, yo solo obtuve una y casi me vuelvo loco.

-Sí, de parte de mi padre recibí mi parte veela y de mi madre mi parte hada, ella es descendiente directa. Te importa eso Harry?.

-Noo, claro que no me importa porque yo también tengo que contarte algo sobre mí- paré pues en ese momento escuché algo que venía hacia nosotros y aunque aún estaba muy lejos avanzaba rápidamente. Solo tuve unos segundos para reaccionar y tirarnos al suelo antes de que un rayo no nos diera y chocara contra el tronco de un árbol.

¿Un rayo?
De detrás de unos árboles de la misma dirección de donde había venido el rayo aparecieron tres hombres de aspecto extraño y no por su físico, todos eran iguales pelo castaño con los ojos color miel, alto y de buena musculatura. Lo extraño eran sus vestimentas, no llevaban pantalones o camisas, llevaban algo parecido a las túnicas de la antigua Roma, encima de la túnica a la altura de la cintura tenía un cinturón a los cuales estaba atado una espada. En el brazo izquierdo se mostraban unos brazaletes con la insignia de un rayo. ¿De dónde habrán salido?

-¿Eres Harry Potter?- pregunto uno de ellos.

-¿Harry, los conoces?- susurró Draco.

Yo no contesté, miré fijamente a los ojos del hombre del medio y me llegó una imagen de un hombre con el pelo negro y ondulado amarrado con una cola a la nuca, sus ojos verdes eran exactamente iguales a los míos, las mismas vestimentas que los otros hombres pero ligeramente distintos pues la de ese hombre eran doradas y un poco más largas. Se encontraba sentado en un trono como si fuera un rey, de repente, la escena cambió estaba en el mismo sitio y con el mismo hombre pero aquí él mandaba a sus lacayos a por mí para que me mataran.

Salí de sus recuerdos rápidamente lo que hizo que el hombre se tambaleara pero sacudió su cabeza y volvió a erguirse.

-¿Por qué ese hombre quieres matarme y quién es?- les pregunté y sentí como Draco se tensaba y me agarraba de la cintura acercándome a él de forma protectora.

-Eso no te importa nosotros solo cumplimos ordenes.

Levantó el brazo donde se encontraba el brazalete y de este salió un brillo para luego lanzar un rayo.

-¡¡Protego!!- dije e inmediatamente el rayo fue repelido.

Y así empezó la lucha lanzando hechizos y protegiéndonos de ellos. Estábamos a punto de cansarnos cuando llegaron la directora Mcgonagall y Hagrid y nos ayudaron a atacar a los extraños

-Harry, Draco, ¿Estáis bien?- nos preguntó Hagrid a la vez que atacaba a uno de los lacayos.

-Sí, estamos bien pero gracias a dios que habéis llegados estábamos a punto de agotarnos.

Al ver que eran superados en poder y en número, se fueron retirando pero antes de desaparecer completamente uno de ellos se viró, sería el jefe puesto que es el único que habló en todo momento, y me dejó una advertencia.

-Vendremos  a terminar lo que tuvo que haber terminado hace 17 años, descendiente del rayo- y dicho esto desapareció.

Yo no escuchaba nada, después de gastar tanta magia en la pelea y de haberme podido meter en la cabeza de aquel hombre sin ningún hechizo, estaba agotado completamente pero al menos Draco estaba ileso y eso era lo único que me importaba. Olfateé el aire pero lo único que olía era el perfume de Draco y el olor característico del bosque, se habían ido y con ese pensamiento me dejé llevar por la oscuridad.

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado y espero sus Reviews sean buenos o malos, se aceptan de todo y me hacen muy feliz^.^

Nos vemos en el próximo ^^


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