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Secretos, dulces secretos por Aiko_Amane

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Notas del capitulo:

Buenoo, otro capii!! Muchisimas gracias a las personas que me han dejado los Reviews y que sepan que están todos contestados!

Espero que os guste! A leer!!!

Estaba tan cansado que a mi parecer el amanecer llegó demasiado pronto pero luego de hacer un hechizo de reloj me di cuenta de que eran pasadas las once. Me estiré lo más que pude sintiendo un agradable pinchazo en mi espalda baja que me sacó una sonrisa, me giré para encontrarme con el causante de tan agradable dolor… pero la cama estaba vacía. Palpe las sábanas frías lo que significaba que ya se había ido hace rato y que no había ido un momento al baño aunque no me era de extrañar, Draco era una persona muy madrugadora, siempre llegaba justo con sus amigos a la hora en el que el comedor abría mientras que Ron y yo siempre esperábamos hasta los últimos quince minutos para despertar, vestirnos e ir al comedor y engullir el desayuno.

Me levante con dirección al baño, la noche anterior estuvimos muy cansados como para hacer algún hechizo de limpieza, por lo que estaba pegajoso por todo el cuerpo. El baño era justo como me imaginaba, una gran bañera se ocupaba la mitad de la habitación y fue lo único que me interesó así que llenándola de agua me metí hasta los hombros y cerré los ojos. No quería pensar ahora en nada pero tenía que pensar ahora en nada pero tenía que pensar en algún plan para vencer a Hades, Minerva era fácil pues sería su palabra contra la mía y yo ya sabía quién ganaría. Pero Hades era un Dios, inmortal y poderoso y aunque Voldemort también lo era él al menos era mortal así que solo nos quedaba la opción de encerrarlo pero… ¿dónde?.

Mi cabeza empezó a doler de tanto pensar y solo me relajé ya pensaría más tarde con Draco y mi abuelo ahora solo quería terminar e irme a comer tenía mucha hambre. Cuando ya terminé salí me sequé con un hechizo y me vestí, caminaba directo al comedor recordando como pude el camino de anoche y llegué para encontrarlo vacío. Seguí caminando hasta llegar al salón donde se encontraban. Zeus y Draco se encontraban sentados y hablando de algo.

- Esto se acabó, sé que nuestra relación a lo largo de estos años no ha sido la mejor pero tendrá que aceptar mi decisión.

- ¿Crees que es necesario decírselo tan rápido? Acabas de empezar tu relación con mi nieto todo puede pasar- le dijo Zeus.

- Cuanto antes termine con esto será lo mejor.

- ¿No crees que pueda entenderlo?

- Oh, vamos! Mi pareja es Harry Potter, está claro que no lo entenderá.

- ¿Pero a lo mejor si se lo explicas?- volvió a insistir Zeus.

- No, se lo diré claro y sin andarme con rodeos.

- Entonces estás completamente seguro- afirmó mi abuelo.

- Si- le dijo Draco rotundamente- se terminó si no puede comprenderlo no podremos quedar ni como amigos a pesar del lazo que nos une.

Me quedé atónito y no pude escuchar el resto de la conversación, el aire se había atascado en mi garganta formando un gran nudo que no me dejaba tragar. Grandes lágrimas mojaban mis mejillas al caer. Draco me iba a dejar, a pesar  de nuestro lazo y después de entregarle todo de mí, me dejaba como si nada. Mi cambio vino sin poder evitarlo y salí corriendo sin mirar atrás, no miraba por donde iba pues aunque estaba en mi forma de lobo las lágrimas hacían borrosa mi visión y no paré hasta que mis piernas empezaron a temblar de cansancio. No tenía ni idea de donde estaba, era la orilla de un gran río y no había nadie por allí, ni árboles, ni flores solo el río, los peces y una gran roca, me subí a ella y me enrollé ocultando con mi cola mi hocico y me dormí, era la única manera de no sentir dolor. Mi energía se había acabado por completo y mis cachorros absorbían el resto por lo que me sentía muy cansado.

Abrir los ojos fue una tortura porque aunque recé y recé nada de lo que había sucedido era un sueño, Draco me iba a dejar a mí y a nuestros hijos pero no me los quitará porque haré lo que sea para que eso un suceda. Salté al suelo y me acerqué al río a beber, todo estaba tranquilo no había nadie, o eso creía.

- ¿Eros?- dijo una voz de repente. Me giré asustado y le gruñí, no lo conocía y con Hades suelto no me fiaba de nadie- Hermano soy yo!

Me había llamado como a mi padre, pero tampoco podía volver a ser humano de repente, estaría desnudo, así que troté hasta colocarme detrás de la piedra y cambié.

- Lo siento pero no soy Eros- le dije asomando la cabeza por un lado.

- ¿Quién eres tú? ¿Y cómo has llegado hasta aquí?- me dijo.

Era idéntico a mi abuelo, pelo hasta los hombros y oscuro, misma altura y complexión, igual cara pero tenía la barbilla un poco más prominente la única diferencia eran sus ojos, mientras que los de mi abuelo era dos esmeraldas pulidas los de este hombre eran azules igual que el océano profundo y un rastro de barba le cubría el rostro.

- Yo… yo soy Harry- intenté sonar valiente pero este hombre imponía, no tanto como mi abuelo pero aun así lo hacía- Me trajo Zeus, a mí y a mi pareja.

- ¿Harry? Eso es imposible aquí solo pueden Dioses y el único que se llamaba así está… está muerto.

- A mí me parece que estoy vivo- le respondí.

- Sal de ahí para que pueda verte.

- No puedo, es que… estoy… desnudo- el hombre dirigió su mano hacia el río y salieron tres chorros de agua que se acercaron a mi haciéndome cerrar los ojos pero fueron enrollándose a mi alrededor y extendiéndose por todo mi cuerpo. Al principio estaba tan fría que me hizo temblar, sentí como iban adaptándose a mi cuerpo y de pronto todo se volvió cálido.  Abrí mis ojos y pude darme cuenta que lo que me rodeaba ya no era agua si no una túnica muy parecida a la que llevaba mi abuelo, esta era de color azul cristalino igual que el agua del río con un pequeño bordado de plata por toda la túnica.

- Ahora puedes salir.

Muy reticente hice mover mis pies y salí de detrás de la roca parándome en frente suyo. Me miró de arriba abajo como si estuviera evaluando a un oponente, como si pudiera ver mis más oscuros secretos y se fue acercando a mí con el ceño fruncido y su mirada fijamente en la mía y ahora si que pensé que era mi final, antes cuando me fijé en él estaba lejos ahora a tan solo tres pasos de mi pude darme cuenta que era más alto que  mi abuelo separé un poco mis piernas preparándome para el ataque y si hacía falta correr, esa idea no me atraía mucho pues prefería luchar pero ahora que llevaba a mis cachorros a mi vientre no podía permitirme gastar mucha magia sin embargo el hombre pasó sus brazos a mi alrededor y me levantó en un abrazo de oso.

- ¡¡Entonces era verdad no lo había soñado!!, ¡Estás vivo!- me dijo dando vueltas conmigo en el aire cosa que me hizo marear. Empecé a pensar que mi familia por parte de “padre” tenía como costumbre aparentar algo que no era dándome un susto sería algo como un rasgo familiar.

- Si lo estoy- dije respirando con dificultad debido a la falta de aire.

- Oh! Lo siento- me saltó y me dio una sonrisa matadora igual a lo de mi abuelo.

- ¿No recuperaste tus recuerdos también?- le dije.

- Si, pero creía que era cosa de mi mente, pero de verdad estás aquí- volvió más para él que para mí poniendo una de sus manos en mi cara comprobando que era real. Le sonreí y me la devolvió, me llagaba una grata sensación cálida de él y supe que en el pasado era alguien cercano lo que me recordaba…

- Eeh… ¿Quién eres?- le dije.

- Oh! Yo soy Poseidón señor de los mares y hermano de tu abuelo.

- Oh…- ahora entendía lo del agua así que el hombre delante de mí era algo así como mi tío-abuelo.

- ¿Y qué haces aquí?- me pregunto de repente.

- Pues, necesitaba despejar mi cabeza y…- sin más me eché a llorar sin saber por qué. Poseidón abrió los ojos por tan repentina acción sin saber que hacer me dio unas palmaditas en la espalda intentando darme ánimo- lo siento, es que me enteré algo de mi pareja y no sabía que más hacer- terminé de explicar.

-Ven, vamos a dar un paseo

Caminamos por la orilla en un completo silencio, no sabía que decirle ya que no lo conocía muy bien pero necesitaba sacar todo lo que me carcomía por dentro.

- ¿Así que… ya encontraste a tu pareja?- empezó Poseidón

- SI, lo conocí en una tienda de túnicas pero nuestra relación no era para nada amistosa más bien nos odiábamos- y empecé a contarle toda la historia de mi vida en Howgard,  en primer curso cuando me enteré que era mago, cuando entré al equipo de Quiddicht, mis peleas con Draco y cuando me enfrenté al profesor Quirrel y a Voldemort para evitar que robaran la piedra filosofal; en segundo cuando cogimos el coche del padre de Ron, el sauce boxeador, cuando descubrí que era un hablante de pársel, los niños petrificados y mi pelea con el basilisco; en tercero la llegada de Remus Lupin y Sirius Black y enterarme que uno de ellos era mi padrino, el recuerdo de ellos volvió a traer lágrimas a mis ojos pero las contuve y seguí, le hablé de Buckbeak el hipogrifo. De los dementores y el descubrimiento del verdadero traidor; en cuarto con el torneo de los tres magos, la muerte de Cedric y el verdadero regreso de Voldy. Hablé y hablé sin parar sin importarme el tiempo que estuve hablando. Terminé con mi llegada aquí junto al río y lo miré. Sus ojos abiertos como platos me dijo que no se esperaba muchas cosas.

- Vaya, has tenido una vida muy movidita- me sonrió pero al momento se desvaneció- así que la culpa de tu desaparición fue Hades-asentí- Él nunca aprende hace lo que sea por poder.

- Si, hoy íbamos a planear algo para atraparlo porque me imagino que matarlo no podremos.

- Tienes razón, la única manera de terminar con esto es enviarlo al inframundo y cerrar el portal que le permite viajar al mundo humano.

- ¿No puede venir aquí?

- No, para entrar aquí debe recibir el permiso en persona de Zeus.

- Gracias a Merlín por eso.

- ¿Preparado para volver con tu abuelo? Tenemos que hablar de todo esto y tú tienes que comer necesitas energía, ahora más que nunca- me dijo y mis ojos se abrieron como platos

- ¿Cómo lo has sabido?- esa parte no se lo había dicho.

- Cuando me contaste tu relación con Draco, vuestro enlace o cuando os declarasteis no dejabas de acariciarte el vientre así que no necesité más pistas.

- Estoy embarazado, estaba feliz porque llevo una parte de Draco dentro de mí, pero al parecer sus planes son otros ya que quiere dejarme.

- Puede que te hayas equivocado, es muy raro el caso de que personas enlazadas hayan perdido al amor por su pareja tan rápido de hecho una vez enlazado no se separan nunca si se separa suele ser porque se hayan equivocado debido a que la persona con la que se enlazaron era amigo de su pareja verdadera y se le haya pegado el olor por lo cual se confundió pero al ser ese el caso se soluciona enseguida debido a que el olor se pasa rápido.

- No, ese no es mi caso, he olido a sus amigos y no he sentido atracción ninguna además de que Draco solo ha estado conmigo y sigue teniendo el mismo olor que el primer día..

- Pues entonces te recomiendo que hables primero con él antes de saltar a conclusiones.

Pensé muy bien en lo que me dijo Poseidón y acordé en darle una oportunidad de explicarse. Sin darme cuenta, ya que estuvimos charlando todo el camino de cosas sin importancia, habíamos llegado a las puertas de entrada. Me preparé para encarar a Draco y para intentar evitar las lágrimas que sabía que saldrían. Estaban bastante presentes el día de hoy pero era muy pronto para que fuera por el embarazo.

- Poseidón, ¿Te puedo preguntar algo sobre los embarazos?.

- Claro, pregunta.

- ¿Cuánto dura un embarazo masculino?

- Bueno, dura lo mismo que el de una mujer a no ser que haya problemas y se adelante.

- ¿Y los síntomas?

- Los síntomas son los mismos, cambio de humor, revolución de las hormonas, más sensible lo que provoca el llanto en ocasiones de lo más normales, más hambre, subida del líbido, náuseas y para lo que no tienen mucha suerte vómitos, es lo normal- bueno creía que podía ser peor, para un humano- terminó Poseidón.

- ¿Cómo que para un humano?, ¿No será lo mismo para mí?- pregunté preocupado.

- Lo siento pero no, aunque lo quieras no eres humano o no por completo, eres un cambiaformas.

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Bueno pues para empezar tu embarazo durará nueve meses como mínimo y al llegar esos nueve meses si el cuerpo considera que el bebé no tiene suficiente magia o no está lo suficientemente preparado el cuerpo solo retrasará un tiempo más el parto.

- ¿Puedo estar embarazado diez meses?- pregunté

- Si el bebé no está lo suficientemente fuerte para salir, si, puede que tu embarazo dure diez meses pero no suele ser más de diez.

- ¿A si? ¿ Y cuantos embarazos han durado diez meses que tu hayas conocido?

- Bueno pues uno, el tuyo.

- Oh.

- No te preocupes solo significa que naciste con buena salud y más preparado.

- Bueno en ese caso es bueno, ¿Y qué más?

-Tu sentido para detectar el peligro aumentará increíblemente para proteger mejor a tus cachorros, tendrás los mismos síntomas que los humanos pero por suerte para ti los vómitos no serán tan comunes aunque los demás síntomas pueden que se multipliquen y empiecen desde ya como las lágrimas que no has parado de soltar, necesitarás o mejor dicho buscarás más atenciones por parte de tu pareja, querrás sentirte amado y protegido por ella- en eso no tenía queja ninguna.

- Gracias por resolver mis dudas.

- No me las des, cuando necesites alguna otra cosa búscame en mi templo y te ayudaré en lo que pueda.

Y sin más entramos para encontrarnos con un salón lleno de gente. Solo distinguía a Zeus y a Hera pero a nadie más aunque por el aspecto ya me daban una ligera idea.

-¡¡Harry!!- y antes de que me diera cuenta me encontraba rodeado de unos cálidos brazos- ¡Me tenías preocupado te busqué en la habitación y no estabas y cuando salí a preguntar me dijeron que habían visto a un lobo salir corriendo!

- ¿Quiénes son?- pregunté

- Harry, mi querido niño, estos son alguno de los dioses que nos ayudarán a crear un plan para atrapar a Hades. Te presento a Apolo- de todo el grupo se adelantó un muchacho que no parecía mayor de 20 años, su pálida y tersa piel destacaba con su pelo corto pero lleno de pequeños rizos oscuro que complementaba con sus ojos color chocolate, tenía un rostro dulce y despedía una luz cálida- es mi hijo menor y es el dios de la luz, el conocimiento y las profecía además de otros por eso está aquí por su conocimiento; Luego esta Artemisa su hermana gemela- y se adelantó una hermosa mujer muy parecida a Apolo pero con el pelo largo hasta los hombros y rizado- está aquí para ayudarnos con su destreza en la caza; Luego está Atenea, ella es la diosa de la guerra estratégica así que nos será de mucha ayuda al igual que Ares- La mujer era alta al igual que el hombre, tenían los ojos verdes aunque los de él eran más brillantes, El pelo de Atenea era de una marrón tan oscuro que parecía negro y lo llevaba recogido en un elegante moño en la parte alta de la cabeza, Ares por el contrario lo llevaba corto casi pegado al casco pero del mismo color oscuro, mientras que el rostro de Atenea destilaba confianza y seguridad el de Ares parecía más severo e incluso algo terrorífico- y por último te presento a Hefesto se encargará de forjarnos las armas que necesitemos- se viró de cara a ellos y me colocó a su lado- Hijos mío quiero que saludéis a Harry, creo que os acordais de él- enseguida empezaron los murmullos y las caras de sorpresa.

- Pero como puede ser- exclamó Atenea

- Eso es imposible, tendría que estar muerto- terminó Ares

- Si, eso es lo que tendría que haber sido pero todos fuimos engañado y por eso están aquí para explicaros todo como fue de verdad. ¿Vamos Harry?

- No, prefiero que lo cuentes tú, estoy cansado y necesito hablar con Draco.

- ¿Te encuentras bien?- me preguntó Draco- pero antes que nada ¿dónde estabas?

- ¿Te preocupas por mi Draco?

-Claro que sí, eres mi vida si te pasara algo no sé lo que haría

- ¿¡Entonces porque quieres dejarme a mí y a tus hijos!?- dije con las lágrimas empezando a salir, y todo quedó en silencio.

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado!

¿Me merezco algun Review? *.*

Hasta pronto!!


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