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Escape por martyper

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Notas del fanfic:

este one shot, bueno no se como se me ocurrio, como de costumbre solo empece a escribir y esto es lo que salio

no puse lemon en las advertencias por que no es un lemon como tal, es solo una pequeña mencion, espero que les guste

Notas del capitulo:

primero disculpen si hay errores de ortografia, pero ya es tarde, debo dormir pero tenia la necesidad de subirlo hoy asi que aqui esta

si hay algunos errores pueden señalarmelos y yo los corrijo mañana xq hoy ya no puedo

sin mas q decir se los dejo y espero q sea de su agrado

Su cuerpo sudaba, sentía como las sabanas se pegaban a su espalda pero eso no podía importarle menos, nada importaba mas que aquellos labios q recorrían desde sus labios hasta su abdomen, no era mas importante que aquellas grandes manos que lo recorrían dejando un rastro ardiente en su piel… y mucho menos que sentir aquella dureza abriéndose paso en su interior con gran entusiasmo.

Nada importaba mas que aquel muchacho alto que estaba sobre su cuerpo entregándole nuevamente esas caricias que lo enloquecían, esos besos que lo hacían perder la cordura y ese perfecto cuerpo fibroso que ya tan acostumbrado estaba a sentir, a delinear con sus manos y sus labios cada recoveco de ese perfecto cuerpo, adoraba ver cada curva y seguir con sus ojos el recorrido que las pequeñas gotas de sudor hacían desde su nuca pasando por toda la extensión de su espalda hasta perderse en el fuerte agarre que mantenía de sus manos sobre ella, acariciando todo lo q le era posible.

Adoraba estrujar esos firmes y redondos glúteos que se contraían con cada envestida, le gustaba sentir todos los músculos del alto tensos por el esfuerzo y la forma en la que lo envolvía entre sus fuertes brazos aferrando su cuerpo para hacer las penetraciones más fuertes, más placenteras

¿Qué importaba que las sabanas cayeran al suelo? ¿O la suciedad que seguro quedaría en esa blanca cama? Ni siquiera los posibles reclamos de los vecinos ante los “ruidos” tan perturbadores que seguro debían escucharse a kilómetros de distancia.

Todo eso le importaba una mierda cuando estaba con minho, ni el olor asqueroso a sexo que quedaba en la habitación y en su cuerpo, ni el desastre en el q se convertía su cabello, ni las posibles marcas que quedarían en su cuerpo por las fuertes succiones de esos carnosos labios sobre su piel blanquecina o sus dientes estrujando partes de su carne, ni el agarre firme que mantenía sobre sus caderas que seguro dejaría marca, nada, no importaba absolutamente nada.

Solo quería fundirse con el alto y vivir eternamente dándose amor y mutuo placer, quería estar siempre junto a el, dejando q las manos del alto lo recorran y deslizando sus dedos por su abdomen marcado, quería siempre disfrutar de esos pezones erguidos por sus caricias, quería ver sus ojos nublados en éxtasis y que juntos llegaran al paraíso, una y otra vez explotar de placer y después descansar uno junto al otro, compartiendo tiernas miradas y besos inocentes.

No sabia si era por su forma de mirarlo, esos ojos chocolates tan profundos como un pozo oscuro que cuando caía en ellos era imposible de salir, es mirada llena de dulzura que le dedicaba que ponía su corazón a latir acelerado

no sabia si era por su forma de tratarlo, siempre dándole pequeños presentes sin razón aparente, como cuando llegaba con una simple, estúpida y hermosa flor en la cual dejaba un tierno beso antes de ponerla sobre su mano alegando que al verla tan hermosa no había podido evitar pensar en el y en que su belleza era infinitamente superior a la de esa sencilla pero linda planta; o como cuando le regalaba uno de sus chocolates favoritos diciendo q quería hacer su vida mas dulce; o tal vez esas veces en que lo llevaba sencillamente a caminar sin rumbo por las calles tomando su mano y entrelazando sus dedos, sintiendo toda la calidez que el alto podía ser capaz de brindarle y dedicándole miradas de soslayo y sonrisas idiotas, diciendo que se sentía feliz de tenerlo cerca de si.

Quizá fueran esos momentos donde el alto lo abrazaba por horas enredando sus piernas con las contrarias mientras miraban televisión desde el amplio sofá de la sala, o aquellos donde minho lo invitaba a comer o cenar en algún restaurante y lo llevaba del brazo como todo un caballero y halaba la silla para permitirle sentarse, o cuando abría la puerta del auto para el o simplemente le permitía el paso antes de entrar a cualquier lado.

¿Seria su hermosa sonrisa tal vez? Esa q le dedicaba siempre que estaban juntos, tan fresca, tan jovial y sincera que era capaz de derrumbar todas sus defensas y dejarlo expuesto ante esos ojos que lo idiotizaban al mirarlos

¿quizá esos besos tan llenos de sentimientos que compartían? Tenia esa firme creencia que no habían besos mas deliciosos que los que minho le regalaba y no porque fuera un maestro en la materia sino porque le hacían sentirse en las nubes, porque eran tan dulces, tiernos, apasionados, tan llenos de amor, tan llenos de todo que simplemente lo superaban, caía rendido, perdido, como si estuviera en un laberinto deambulando sin ser capaz de salir ni querer siquiera intentarlo porque ¿Qué podía ser mejor que tocar esos labios abultados? ¿Qué era mejor que ser amado y adorado por una persona como minho? Tan bueno, tan amable, tan dispuesto a todo por el, tan entregado a hacerlo feliz, tan dispuesto para cumplir todos y cada uno de sus deseos sin pedir nada mas que un poco de amor de su parte ¿y como negárselo? Si con cada segundo que pasaba a su lado se convencía un poco mas de que el alto era el ser mas perfecto que podía habitar sobre la faz de la tierra.

 

Estaba totalmente convencido que era el maldito mas afortunado del planeta por tener a minho a su lado y estaba mas que seguro que habían cientos, miles de chicos y chicas que querrían estar en su lugar, había un sequito completo de zorras arrastradas que siempre estaban persiguiendo al alto como perritos falderos y pegándosele como unas asquerosas sanguijuelas, acosándolo, insinuándosele, siguiéndolo como unas malditas arrastradas;

y el no podía sentir mas asco de todas esas personas lambisconas q buscaban con desespero meterse bajo las sabanas de minho de ¡¡SU MINHO!! porque si, minho era suyo y el mismo se lo había dejado claro innumerables veces, diciéndole que él le pertenecía y que nadie mas seria capaz nunca de hacerlo sentir todo lo que le provocaba, le había dejado claro que era suyo y nadie podría jamás arrebatarlo de su lado y el le creía, quería creerle, porque si no lo hacia, si no se convencía que eso era cierto se desesperaba, sentía como su corazón era estrujado y maltratado por el solo pensamiento del alto lejos de el, fuera de su vida y entregándole todo eso que el tanto amaba a otra persona, dándole todos esos cuidados y todo ese amor infinito que le profesaba a alguien que no fuera el, pensar que alguien mas fuera dueño de sus labios, de sus besos, de sus sonrisas, de sus caricias, de eso a lo que el estaba tan acostumbrado y que tanto necesitaba para sentirse pleno, completo, como si la otra parte de su ser que siempre había estado perdida regresara mágicamente a su cuerpo en cuanto el alto hacia acto de presencia junto a el,  sentía que ese era su lugar.

 

Las fuertes manos del alto lo sostuvieron con fuerza mientras envestía con frenesí, besaba su espalda de forma suave mientras su ingle chocaba contra esos glúteos blancos y redondos q se alzaban en busca de mas contacto, compartieron intensos besos hasta q ambos llegaron a la cumbre del placer, ese momento donde los brazos del rubio perdieron fuerza haciendo que quedara totalmente acostado sobre la ahora no tan blanca cama enterrando su sonrojado rostro en la almohada que hasta ahora había tenido fuertemente afirmada en una de sus manos, su pecho subiendo y bajando al ritmo de su agitada respiración.

Lentamente sintió el peso del cuerpo del alto recostándose totalmente sobre su cuerpo, dejándolo sentir la piel resbalosa del moreno en contacto directo sobre la suya mientras lo acariciaba de los costados con cariño y le dejaba tiernos y dulces besos en el cuello y hombros.

En esos momentos, estando así con el alto, sentía q nada hacia falta en su vida, pensando en eso un suspiro salió de sus labios

 

-¿sucede algo? – la voz ronca del alto lo saco de su momentáneo trance de relajación y felicidad

-nada – fue su simple respuesta, el alto suspiro resignado, por mucho q lo intentara el rubio nunca le decía en lo que estaba pensando, seguramente no le tenia la confianza suficiente para hacerlo

-me gustaría que confiaras mas en mi – su pensamiento escapo de sus labios sin querer mientras se acomodaba al lado del rubio en la cama, el otro volteo su rostro hacia el viéndolo fijamente a los ojos

-si, confió en ti minho – hablo serio, queriendo que el otro entendiera que lo que decía era verdad

-es que nunca me cuentas que te pasa, ni me platicas como va tu vida, quisiera saber más de ti a veces –

-lo que sabes de mi es suficiente, me ves todos los días, vamos juntos a muchos lugares, sabes que estoy bien ¿no es así? – su tono serio le hizo entender al otro que no quería q se inmiscuyera en su vida mas de lo necesario… aun si todo eso era cierto el alto se daba cuenta q el rubio evitada de todas las formas posibles hablar sobre el, llevaba desde q iniciaron la universidad  conociéndose y ya un año saliendo juntos pero en realidad sentía q no conocía mucho sobre el.

-tienes razón – acepto desganado, esa actitud del rubio creaba una barrera entre ambos, una que hacia los ánimos de minho decaer y sentir una gran incomodidad hacia el otro, a veces era como un completo desconocido

-ya es tarde, debo irme- dejando un beso sobre los labios abultados de dispuso a encontrar su ropa entre el desastre que habían causado y vestirse intentando verse medianamente presentable para salir a la calle

El alto lo observaba en silencio desde la cama, hundido en sus pensamientos, el rubio solo lo miro ahí, acostado pensando en sabe dios que cosa, así que sin mas se despidió yendo a la puerta

-quisiera tenerte solo para mi, que duermas a mi lado cada noche y despertar a tu lado en las mañanas, quisiera que al caer la noche no tuvieras que irte y te quedaras conmigo, tener la certeza que eres solo mío y no compartirte nunca con nadie mas – el rubio miro sobre su hombro aun sosteniendo la puerta de la habitación abierta, los ojos de minho perdidos en el techo y esa expresión de tristeza en su rostro, le dolió verlo de esa forma, le dolió saber q estaba lastimando así a la persona que mas amaba en el mundo y quiso, realmente deseo ser valiente y hacer su deseo realidad.

-nos vemos

Salió del departamento del alto sintiendo esa presión en el pecho, ese último pensamiento del alto realmente le dejo un mal sabor de boca.

Llego a su “hogar” todo silencioso como siempre.

Se cambio de ropa y preparo la cena para el solo, limpio un poco, tomo un baño y se alisto para dormir, cuando se hallaba en su cama la puerta se abrió y Dongwoon llego besándolo, comenzando a acariciarlo, despojándose de su ropa y del pijama de rubio, sus caricias se repartían por su cuerpo, lo besaba y tocaba a su antojo, pero el rubio no sentía nada, era como una simple marioneta, reaccionaba por impulso y correspondía apenas sin querer hacerlo, no era mas q un acto banal de satisfacción que servía únicamente para Dongwoon donde como cada noche, en la oscuridad de la habitación, lo hacia suyo nuevamente, sin notar las marcas en el cuerpo del rubio provocadas por otro cierto chico horas antes de su llegada.

 

¿Por qué siquiera seguía soportando eso? No amaba a Dongwoon, era guapo, si, y solo por eso permitía que lo tocara, pero no sentía nada mas que vacio estando a su lado, solo estaba con el porque la bruja de su madre lo había comprometido desde hacia 3 años con el sin su consentimiento solo por ser el hijo de un importante empresario y él, siendo el cobarde que era no había tenido el valor de decirle que no.

Sabia que esa mujer a la que llamaba madre no se quedaría tranquila si el decidía no seguir adelante con ese compromiso y solo por no enfrentarle seguía haciendo el de la vista gorda ignorando el hecho que no tenían absolutamente nada en común con el otro, que no se aman y que era una relación que no tenia ni tendría jamás un futuro, Dongwoon lo soportaba por placer, y porque estaba siempre todo el día fuera ocupado en sus cosas y solo se veían a la hora de dormir y el…

El había soportado todo ese tiempo porque tenia a minho, sabia que sin importar nada al día siguiente llegaría con el alto y este le haría olvidar lo inútil que se sentía y la mierda de vida que llevaba, sabia que llenaría ese vacio que albergaba su corazón y que sus sonrisas estarían para reconfortarlo aun cuando no le explicara ninguna de sus preocupaciones, por que minho era así, indispensable en su vida, era su aire, su cómplice, su amor, su todo pero mas que todo minho era su válvula de salvación… él era su escape

 

 

 

Notas finales:

bueno muchas gracias por leer, espero su opinion

nos leemos otro dia asi que denme amor *-*

chau~~~

muchos saludos 


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